El fenómeno de los patinetes en la ciudad, ¿ventajas o riesgos?

Los patinetes eléctricos han irrumpido con fuerza en las ciudades. En poco tiempo se han convertido en un revolucionario modo de movilidad alternativa, sobre todo desde que las empresas de alquiler de estos vehículos de movilidad personal (VMP) llegaron para quedarse a mediados de 2018. Si antes fueron las motos y coches compartidos, y las bicicletas eléctricas de alquiler, ahora les ha llegado el turno a los patinetes eléctricos y a otros VMP como los hoverboards, segways, monociclos… Han dejado de ser elementos de ocio para convertirse en el principal vehículo de transporte para muchos ciudadanos.

Actualmente hay más de 20.000 VMP circulando por España, de los cuales 5.000 están en Madrid, según datos de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP). Y es que es en la capital donde más difícil se lo están poniendo a los coches con la nueva zona de Madrid Central y los episodios de contaminación. De hecho, el Ayuntamiento de la capital acaba de autorizar casi 9.000 patinetes de alquiler que llegarán a las calles en los próximos dos meses.

También en Valencia llama la atención su elevado número: 1 de cada 5 vehículos que circula por la principal arteria comercial de Valencia son bicicletas y patinetes, según datos del Centro de Gestión de Tránsito de Valencia.

Diversas empresas de venta y alquiler de VMP revelan un aumento de las ventas de más del 20% en 2017, también en Europa las ventas se duplican cada año: cerca de 30.000 VMP en 2017, 65.000 en 2018 y la previsión de superar los 140.000 en 2019 según informaron durante la Jornada 'El papel de los nuevos vehículos de movilidad personal en la ciudad' celebrada en octubre de 2018 en Madrid.

“El patinete eléctrico resuelve la movilidad incluso cuando la bicicleta no lo consigue"

Y es que el patinete eléctrico ha conseguido captar a un público que hasta ahora sólo se movía en coche. “El patinete eléctrico resuelve la movilidad incluso cuando la bicicleta no lo consigue. Un 30% de la población no sabe montar en bici, culturalmente se asocia a deporte y a peligrosidad, no es tan cómoda para quien trabaja en una oficina y supone mayor esfuerzo económico”, nos explica Álvaro Ventura, experto en venta y alquiler de bicicletas y, desde 2018, también de patinetes. En su tienda Mobeo en Madrid ofrecerán a partir de marzo cursos de conducción urbana con patinetes eléctricos.

No hay dudas sobre sus ventajas. Estos patinetes eléctricos y otros VMP son rápidos, cómodos de usar, llevar y guardar, no requieren esfuerzo físico, no son muy caros –comparado con otros vehículos de motor-, evitan los atascos, tienen un coste de mantenimiento muy bajo y un coste de utilización de unos 0,20 € cada 100 km y ya hay varias opciones de alquiler. Y lo más interesante, son ecológicos y se pueden utilizar en zonas restringidas a la circulación.

¿Dónde encontramos el problema? En la falta de normativa específica y homogénea y en los riesgos que están generando estos vehículos al compartir vías con otros usuarios. En 2018 se registraron 273 accidentes de VMP con víctimas en España, según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, con el resultado de 5 fallecidos. “Este número de víctimas mortales se triplicará en 2019 si no se toman medidas y podrían alcanzar los 17 fallecidos”, concluye el estudio ‘Vehículos de Movilidad Personal (VMP): ¿amenaza u oportunidad para la seguridad vial?’ recientemente publicado por la Fundación Línea Directa.

Los usuarios de la vía (peatones, conductores, ciclistas…) no son ajenos a este fenómeno. Actualmente 8 de cada 10 conductores o peatones afirman tener sensación de peligro e inseguridad con respecto a la presencia de patinetes eléctricos, segways y hoverboards.

Así lo revela un estudio de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera (AEC) titulado ‘Nuevos sistemas de movilidad personal y sus problemas asociados a la seguridad vial’. Un hecho que lo corrobora también la encuesta de la Fundación Línea Directa según la cual casi 25 millones de españoles (72%) consideran que son una amenaza para la seguridad vial y el 95% cree que los usuarios de VMP “no respetan las normas de circulación y van por donde quieren”.

El vacío legal en relación a estos vehículos es uno de sus mayores inconvenientes. El 63% de los ciudadanos cree que la ordenación actual del tráfico de los VMP es “caótica” y el 90% piensa que sus ciudades “no están preparadas para estos vehículos”, según el estudio de la Fundación Línea Directa. En la misma línea, según la encuesta de la Fundación Mapfre, “9 de cada 10 usuarios consideran necesario regular su utilización cuanto antes”.

Y es que esta falta de normativa está provocando un elevado desconocimiento sobre las normas de circulación. De hecho, el 65% de los conductores de vehículos a motor y peatones reconocen no saber si existe o no normativa, algo que también declaran el 49% de los usuarios de VMP. Y esto lleva a que un 40% de los que se mueven en patinete u otro VMP crean que puedan circular por cualquier sitio (según encuesta de la Fundación Mapfre/AEC).

A día de hoy la única base legal para permitir el uso de estos patinetes eléctricos y similares es la Instrucción 16/V-124 publicada por la DGT en 2016. Este documento define qué es un VMP, los clasifica y marca las bases para que los ayuntamientos definan normas más específicas:

Tipo A: plataformas de una o dos ruedas, patinetes, hoverboards para 1 persona y velocidad limitada a 20 km/h.

Tipo B: vehículos tipos segway y los patinetes para 1 persona con velocidad máxima de 30 km/h

Tipo C: vehículos más grandes que se subdividen en tres tipos según su tamaño y distribución de mercancías y personas. Son los menos frecuentes.

Los patinetes sin motor y los monopatines no se incluyen en esta clasificación y sólo se pueden utilizar en las aceras a una velocidad similar a la del peatón.

Pero esta Instrucción de la DGT es insuficiente y está provocando normativas muy dispares según los ayuntamientos. Por este motivo, desde la Federación Española de Municipios y Provincias piden homogenizar la normativa relativa a los VMP para que sea igual en todas las ciudades.

El Estado ha sido consciente de esta necesidad y ya está trabajando en el borrador de un Real Decreto sobre VMP. Todo hace indicar que se publicará en este año 2019. ¿Qué establece este borrador?

•- Los define como vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos, limitando su velocidad máxima entre 6 y 25 km/h.

•- Los VMP no son considerados vehículos a motor, tampoco los vehículos para personas con movilidad reducida y bicicletas de pedaleo asistido. Por tanto, no están obligados a contratar un seguro.

•- Tendrán prohibido circular por vías interurbanas.

•- No necesitan un permiso de circulación, pero sí un certificado de circulación, un documento que facilitará el fabricante garantizando la homologación de dicho vehículo para circular.

•- Obliga a disponer de un manual de características de cada VMP.

•- No será obligatorio matricularlos, pero los ayuntamientos sí podrán poner en marcha un censo para el registro de estos vehículos.

Respecto al seguro de un VMP, aunque no es obligatorio, los ayuntamientos sí están exigiendo un seguro de responsabilidad civil (daños a terceros) a las empresas de alquiler. También hay aseguradoras que empiezan a ofertas seguros para patinetes particulares (unos 20 €/anual) y también para su conductor (unos 50 €/anual), una recomendación más que aconsejable. Hay que destacar que el 90% de los accidentes de VMP con víctimas de 2018 fueron provocados por un VMP.

A la espera de una ley a nivel nacional, los ayuntamientos ya están empezando a regular el uso de estos vehículos de movilidad personal, basándose en la instrucción de la DGT de 2016. La Fundación Mapfre y AEC analizan las ordenanzas de algunas ciudades :

•- La edad mínima para circular: 15 años en Madrid, 16 años en Barcelona, Valencia, Cáceres, Pozuelo de Alarcón (Madrid) y Pilar de la Horadada (Alicante), y 18 años en Almuñécar (Granada) para los VMP tipo B.

•- Uso del casco: obligatorio en Almuñécar, para los tipo B en Barcelona, Valencia y para los menores de 16 años en Madrid y Cáceres.

•- Uso de timbre: en casi todos los casos es obligatorio disponer de luces, timbre homologado y elementos reflectantes.

•- Seguro de responsabilidad civil: obligatorio para uso personal en Cáceres y Pozuelo, en Almuñécar para los VMP tipo B y recomendable en Barcelona y Pilar de la Horadada.

•- Documentación: sólo en Pilar de la Horadada y en Almuñécar se exige el DNI, certificado o documentación que acredite la homologación del VMP según las normas europeas y documentación expedida por el distribuidor o comercial que acredite la limitación de velocidad exigida y la masa en vacío.

“La velocidad de crecimiento del patinete ha sido brutal en comparación con la bicicleta, ésta se mantiene más constante. Pero este año, con la nueva normativa, la tendencia se va a ralentizar, porque al prohibirse el uso por la acera, no habrá tantas personas que se animen a utilizarlo”, nos cuenta Álvaro Ventura. Destaca también, el buen comportamiento de los monociclos, en cambio, explica, “los hoverboards tienen más limitaciones como medio de transporte porque son más peligrosos”.

•- Lo primero es tener en cuenta que estos patinetes eléctricos, monociclos, hoverboards… no son juguetes, por lo que si no tienes experiencia, mejor abstenerse de meterse en el tráfico.

•- Antes de utilizarlo para desplazarte por ciudad, infórmate de la normativa y las señales viales.

•- Ten en cuenta que eres uno de los usuarios más vulnerables de la vía por lo que pon máxima concentración en el manejo y controla la velocidad, siempre teniendo en cuenta a otros usuarios, especialmente a peatones.

•- El casco y un chaleco o prenda reflectante son elementos de protección muy recomendables. Está demostrado que el casco salva vidas.

•- En ciudad hay que extremar las precauciones, sobre todo si vemos a un VMP circulando cerca. En ese caso, reduce la velocidad (si pasas a velocidad elevada puedes desestabilizarle) y estate muy pendiente del tráfico porque cualquier distracción puede acabar en accidente.

•- En los pasos de cebra hay que tener cuidado porque muchos usuarios de VMP los cruzan sin bajarse del vehículo por lo que irrumpen ‘de la nada’ y no dejan capacidad de reacción al conductor.

Está claro que los vehículos de movilidad personal son un fenómeno creciente que va a ir a más. Lo muestran los datos de la encuesta realizada por la Fundación Línea Directa según la cual, 10,6 millones de usuarios (el 32% de la muestra) están dispuestos a usar un patinete en los próximos meses y cerca de 2 millones tendrían previsto comprar uno.

¿Cuál es el impacto del uso del VMP en la seguridad de la circulación? La única manera de saberlo es realizando un seguimiento de la siniestralidad ligada al uso de estos patinetes, hoverboards, monociclos… Así lo reclaman desde la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera con el objetivo de diseñar políticas adecuadas que permitan garantizar la seguridad de todos los usuarios.