(Actualizado) - Los precios de la gasolina y el diésel están en máximos históricos. Nunca antes habíamos visto alcanzar o superar los dos euros el litro de gasolina, y además, de una forma tan rápida, en cuestión de días.
El aumento de precio ha sido considerable y sostenido y esto ha hecho que llenar un depósito de combustible sea para pensárselo. Analizamos los motivos que han llevado a esta situación. Para hacernos una idea: Llenar un depósito de 40 litros de un Seat Arona de gasolina, uno de los coches más vendidos en España, tiene un coste, ahora mismo, de 85,88 euros, (a 2,147 euros el litro). El mismo día del año pasado llenar ese mismo depósito costaba 53 euros (a 1,33 euros/ litro).
Y todos nos preguntamos ¿Por qué sube tan rápido y hasta estos niveles el precio de la gasolina y el diésel?
Básicamente por cuatro causas:
- 1ª. El contexto político internacional. Está claro. La guerra de Ucrania ha provocado una subida de precios de la energía, y entre ellos el precio del combustible. Básicamente debido a las sanciones que la comunidad internacional ha aplicado a Rusia, el tercer país productor de petróleo del mundo.
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2ª. El aumento del precio del barril Brent. El precio del barril de petróleo no ha parado de subir desde abril de 2020, hace un par de años, cuando se cotizaba a poco más de 17 dólares, (impensable, ahora mismo) en plena pandemia mundial. El Covid 19 paralizó la economía, y esto obligó a reducir la producción de petróleo. Pero una vez restablecida la actividad económica, ha ocurrido que los paises de la OPEP, la Organización de Países Exportadores del Petróleo han decidido no incrementar la producción de petróleo. Porque les interesa mantener el precio del barril alto. Y ya sabeis, es la ley de la oferta y la demanda. Si hay poca oferta de petróleo y mucha demanda, el precio sube.
Esta situación hizo que ya antes de la invasión rusa a Ucrania el barril de petróleo se cotizase por encima de los 90 dólares. Y una vez estallada la guerra ha alcanzado incluso los 128 dólares.
- 3ª. El precio de las divisas, el tipo de cambio, tambien ha influido en esta escalada de precios. Como el barril de petróleo se paga en dólares, si el euro se devalúa frente al dólar, como ha venido ocurriendo últimamente, el barril nos acaba costando más caro.
4ª. Y por último, los impuestos. Los impuestos que el estado español aplica al carburante suponen aproximadamente el 50% de su valor. Es decir, la mitad de lo que pagamos en un litro de gasolina o diésel son impuestos. Se agrupan todos en el llamado impuesto de hidrocarburos. Hay que decir, para ser justos, que este impuesto se aplica por litro de combustible consumido, independientemente del precio base que tenga ese combustible. Es decir, este impuesto no afecta al precio final si el precio del barril de petróleo sube. Y tampoco si baja. Es un impuesto fijo.
Lo que sí afecta al precio final es el IVA, que es del 21%. Este IVA se carga sobre el coste total del carburante, impuestos incluidos. Así, si el precio del barril se incrementa, y por lo tanto también el del combustible, el precio subirá en proporción por ese 21% de IVA.
Distribución del coste
En definitiva: De lo que pagamos por un litro de gasolina o diésel, el coste de la materia prima supone entre un 30 y un 35%. Los costes de distribución entre un 12 y un 15% y los impuestos entre un 50 y un 55%, aproximadamente.
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Es decir, de los 86 euros que nos cuesta llenar ahora mismo el depósito del Seat Arona, 29 euros corresponderían al precio del combustible, 13 euros a los costes de distribución y 44 euros sería el coste de los impuestos, aproximadamente.
No podemos predecir qué tendencia va a tener el precio del combustible en los próximos meses, ya que depende en buena parte del cese de las tensiones geopolíticas, de las decisiones de los productores de petróleo, o de cualquier otro aspecto que afecte a la economía global.
Ahora bien, los estados pueden minimizar los efectos del alto precio de los combustibles sobre el ciudadano y las empresas. Algunos países, como Francia o Portugal, han tomado medidas para reducir estos precios. En España, el gobierno decidió, con buena lógica, aplazar la puesta en marcha del nuevo impuesto sobre el diésel, y aplicar un descuento directo a la hora de pagar el combustible repostado.
Y recientemente, decidió aplicar una rebaja sobre el precio del combustible que beneficia directamente al consumidor.
España, uno de los países con el combustible más barato
En cualquier caso, hay que decir que España aplica uno de los porcentajes más pequeños de impuestos sobre el combustible, y es uno de los países con el precio mas bajo, aunque parezca mentira. Nuestro país vecino, Portugal, nos supera. Y también Alemania, Reino Unido, Suecia, Holanda o Luxemburgo, aunque son países con un nivel de vida y sueldo medio superior, por lo que en comparación, salimos perdiendo.
Podeis informaros sobre el histórico de precios, o conocer el precio en las distintas gasolineras repartidas por el territorio accediendo al geoportal del ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico. El geoportal permite filtrar por tipo de carburante, provincia y localidad en la que buscamos una estación de repostaje, y ordena el listado de menor a mayor precio.
En este enlace también podéis acceder a un artículo sobre las gasolineras más baratas de España.
Y es que es evidente que hay notables diferencias de precio entre gasolineras, y también hay diferencias de precio entre Comunidades Autónomas, dependiendo de si en éstas existe un buen número de gasolineras “low cost” o no, ya que este tipo de estaciones suelen incrementar la competencia y por lo tanto, el ajuste de los precios de venta del litro de combustible.
¿Es malo repostar en gasolineras “low cost”?. En este enlace aclaramos la duda.
En Colombia el combustible sube de precio cada mes