Los hipercoches de Porsche

Esta semanas hemos visto como Ferrari y McLaren presentaban sus nuevos hipercoches. Por un lado, desde Italia nos llegaba el Ferrari F80 con sus 1.200 caballos y desde Inglaterra, y con amor, McLaren nos mostró al sucesor de la serie "1", el McLaren W1 y su motorización híbrida V8 que alcanza los 1.275 CV.

Piezas y objetos de culto para los sectores más exclusivos que nos han dejado una buena dosis de "ojalá poder conducirlos" y "quién los pillara" cuando vimos las fotos, pero más allá de estos momentos "wow" nos preguntamos: ¿Y Porsche? ¿Lo tuyo pa' cuándo?

Aunque ya conocemos parte de los detalles del Mission X, el futurible hipercoche de Porsche en este artículo vamos a repasar los ya existentes hipercoches para abrir boca y esperar una respuesta de Alemania para completar la Santísima Trinidad de los hipercoches Europeos. Crucemos los dedos 🤞

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• Diseño de avanzadilla

El diseño de Porsche, incluso en sus proyectos más futuristas, siempre está impregnado de la rica historia de la marca. Un claro ejemplo de ello es el Porsche 906, que sirvió como referencia para las proporciones y el diseño de la carrocería en la visión de los hipercoches conceptuales. Detalles como el capó delantero con contrastes en rojo y la disposición de los faros evocan inmediatamente al icónico 906 de carreras y su inolvidable participación en la Targa Florio de 1966.

• ¿Tecnología o locura?

El proceso de diseño para estas visiones fue excepcionalmente libre, según Michael Mauer, jefe de diseño de Porsche. No se trataba de adherirse a características de identidad de producto predefinidas integrando, por ejemplo, los faros dentro de una toma de aire. Estas nociones e identidades radicales de insertar una fuente de luz en una abertura, en lugar de cubrirla con vidrio, han influido en el desarrollo de la identidad visual de los modelos eléctricos de la marca, donde esta idea encontró un terreno fértil para evolucionar.

Otra innovación destacada en el concepto del Porsche 906 Living Legend es la realización de la carrocería en dos piezas insertadas una dentro de la otra, con una separación que actúa como conducto de ventilación para el potente motor montado en posición central. Esta solución, según Mauer, respondía a una necesidad clave en los hypercars modernos, donde la aerodinámica y las amplias aperturas para la ventilación son determinantes. En la parte trasera, dos aletas verticales con tiras de luz roja añaden un dramatismo visual que potencia su aspecto desde cualquier ángulo, haciendo de este diseño una obra maestra tanto estética como funcional.

Porsche ha ganado las 24 Horas de Le Mans 19 veces, pero el Porsche 917 KH con su icónica librea roja y blanca de Porsche Salzburg tiene un lugar especial en la historia de la marca. Fue con este modelo que Hans Herrmann y Richard Attwood lograron la primera victoria absoluta de Porsche en Le Mans en 1970. En 2013, para conmemorar el regreso de Porsche a la clase LMP1, el equipo de Weissach desarrolló una reinterpretación moderna del 917. En seis meses crearon un modelo a escala 1:1 en plasticina industrial, inspirado en el legendario coche de 1970.

La base técnica se derivó del Porsche 918 Spyder, pero con un diseño que evocaba claramente al 917 ganador: guardabarros ensanchados, un habitáculo adelantado, una trasera alargada y sus colores clásicos de competición. Según Michael Mauer, un detalle clave era resaltar la sensación de "sentarse prácticamente sobre el asfalto entre los guardabarros". En 2019, para celebrar los 50 años del Porsche 917, este concepto fue presentado al público en la exposición Colours of Speed del Museo Porsche.

El Porsche 919 Street de 2017 fue concebido como un concepto que traducía la tecnología del 919 Hybrid de Le Mans para uso en carretera, desdibujando la línea entre un vehículo de competición y un superdeportivo homologado.

• Diseño traído del motorsport

El 919 Street tomaba elementos visuales y estructurales directamente del 919 Hybrid, incluyendo su característico monocasco de fibra de carbono que le proporcionaba una rigidez torsional superior y un peso extremadamente reducido. La forma del vehículo es un tributo a la eficiencia aerodinámica, con su prominente nariz alargada y su baja altura.

El trabajo aerodinámico en los bajos del coche, con túneles Venturi y un difusor trasero activo, era parte esencial para generar carga aerodinámica sin necesidad de grandes alerones, manteniendo su perfil limpio y agresivo. Las puertas tipo “tijera” y los detalles funcionales de competición, como los sistemas de extracción rápida, recalcan su herencia directa del mundo del motorsport.

• Tecnología y motor-sport

El 919 Street comparte gran parte de la tecnología del modelo de competición, destacando su sistema híbrido, que combina un motor V4 turboalimentado de combustión interna con un motor eléctrico montado en el eje delantero. Esta arquitectura apoyaba a su alto rendimiento con un enfoque en la eficiencia energética, con sistemas de recuperación de energía térmica y cinética que recargan la batería durante la conducción. La electrónica de a bordo incluía un sistema de control dinámico de chasis inspirado en la competición, que ajusta automáticamente la distribución de potencia y la suspensión activa según las necesidades del conductor.

Profundizando en el tren motriz del 919 Street hablamos de un motor V4 de 2.0 litros turboalimentado genera 500 CV, mientras que el sistema híbrido añade 400 CV adicionales, para un total de 900 CV disponibles. La aceleración de 0 a 100 km/h se logra en aproximadamente 2,2 segundos, lo que lo convertía en uno de los vehículos más rápidos de su categoría por aquel 2017 del amor. La entrega de potencia totalmente inmediata era gracias a su sistema híbrido, permitiendo una aceleración ininterrumpida en cualquier régimen de revoluciones. Su velocidad máxima marcaba los 370 km/h y estaba condicionada únicamente por las limitaciones de homologación en carretera.

La Fórmula E se ha convertido en el campeonato más innovador del mundo, donde la tecnología del futuro es llevada al límite bajo condiciones de alto rendimiento. Porsche, que participa en estas carreras eléctricas desde 2019 con el Porsche 99X Electric que continúa aumentando el legado de vehículos de competición desarrollados en Weissach. El tren motriz, diseñado en su momento de manera independiente, sentó las bases para futuros deportivos eléctricos que vemos rodando hoy en día.

Con esta visión, Porsche ha diseñó el Porsche Vision E, un monoplaza ultraligero para clientes privados que buscan una experiencia de conducción cercana a la de un coche de Fórmula E. Equipado con tecnología de 800 voltios y una posición central del conductor, prometía sensaciones únicas en pista.

En Porsche, la línea entre la pista y la carretera siempre ha sido difusa, especialmente gracias a sus éxitos en las 24 Horas de Le Mans, donde la marca ha acumula más que cualquier otro fabricante.

El Porsche Vision 920 se concibió como un hipercoche que podría rodar tanto en carretera como en competiciones de clientes, inspirado en los prototipos de LMP1. Con un diseño que fusiona el lenguaje visual de Porsche con las características aerodinámicas y funcionales de los coches de carrera, destaca por su cabina central y su carrocería cercana al suelo con profundos conductos de aire. El Vision 920 en rojo y blanco es una de las propuestas más extremas que ha salido de Weissach en los últimos años.

El Vision 918 RS de 2019, por su parte fue concebido como la evolución extrema del 918 Spyder, y marcó su propio hito en la síntesis de diseño aerodinámico, tecnología de propulsión híbrida y una ingeniería enfocada en el rendimiento absoluto en pista.

• Diseño radicalmente aerodinámico

El diseño del 918 RS sigue la filosofía de la eficiencia aerodinámica radical, con líneas fluidas que canalizan el aire de manera meticulosa a través de su carrocería baja y alargada. Los detalles aerodinámicos activos, como un alerón trasero móvil y difusores ajustables, contribuyen a maximizar el downforce sin comprometer la velocidad punta. Las superficies de la carrocería, elaboradas en fibra de carbono ultraligera, se presentan con detalles sutiles en acabado mate, lo que realza su carácter purista y de competición. Los faros LED en forma de C y las grandes entradas de aire enfatizan su agresiva presencia visual, evocando al coche de carreras LMP1 del que deriva.

• Tecnología, motor y KERS

Bajo su piel de carbono, el 918 RS se apoya en una sofisticada arquitectura híbrida enchufable, que combina un motor V8 de aspiración natural con dos motores eléctricos, uno en cada eje. El sistema de gestión de energía permite un rendimiento top, distribuyendo la potencia instantáneamente entre las ruedas según las condiciones del trazado.

La interacción entre el sistema de tracción total eléctrica y la suspensión adaptativa controlada electrónicamente ofrece una capacidad de ajuste milimétrica en función de la velocidad y el tipo de curva, elevando la experiencia de conducción a niveles extremos de precisión.

Si nos vamos a resumir su motor, hablamos de un V8 de 4.6 litros, capaz de alcanzar hasta 900 CV cuando se combina con los motores eléctricos. Este conjunto híbrido permite una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 2,6 segundos, alcanzando una velocidad máxima que supera los 350 km/h. El tren motriz está calibrado para ofrecer un rendimiento óptimo en circuito, utilizando el sistema de recuperación de energía cinética (KERS) que mejora la eficiencia energética sin sacrificar el poderío del coche. Además, su innovador sistema de escape montado sobre el motor garantiza una evacuación de gases más eficiente y una experiencia acústica única.

Con el Porsche Mission X la marca de Stuttgart presenta su visión radical del futuro de los hypercars eléctricos, combinando la herencia de competición de la marca con avances tecnológicos de vanguardia que podemos ver sus coches más recientes como el Porsche Macan y Macan 4S o el Porsche Mission R de 1.088 CV. Este concepto el banco de pruebas para la ingeniería eléctrica de alto rendimiento de Porsche que busca convertirse en el coche más rápido en el legendario circuito de Nürburgring mientras esperamos a su presentación oficial para completar el trío de hipercoches de Europa.

• Diseño: muy imponente, mucho imponente

Con unas dimensiones de 4,5 metros de largo y 2 metros de ancho, el Porsche Mission X tiene una presencia imponente en la carretera. El diseño, reminiscente de los míticos 906, 908 y 917, es una oda a la aerodinámica funcional. Las puertas de guillotina, inspiradas en el Porsche 917, no solo añaden un toque especial, sino que maximizan la eficiencia del acceso al habitáculo en un espacio reducido. La carrocería, elaborada en fibra de carbono barnizada con un acabado satinado, se despliega como una escultura técnica en movimiento, optimizando el flujo de aire para mejorar la estabilidad a altas velocidades.

Destacan los faros verticales, con un diseño inspirado en los 906 y 908, que incorporan módulos LED en una estructura interna que crea una interacción dinámica al encenderse, simulando un párpado que se abre. La parte trasera presenta una barra de luz flotante que atraviesa el ancho del vehículo, un detalle futurista que resalta el lenguaje de diseño moderno de Porsche, mientras que las llantas aerodinámicas de 20 pulgadas en el eje delantero y 21 en el trasero no solo son visualmente impactantes, sino que mejoran la refrigeración de los frenos.

• Tecnología y motor: la gran apuesta

El Porsche Mission X combina un diseño futurista con una avanzada tecnología eléctrica. Equipado con un sistema de 900 voltios, supera los 800 de modelos como el Taycan Turbo S, permitiendo tiempos de carga más rápidos y una mayor eficiencia en la entrega de potencia. Su relación peso-potencia es ideal, logrando 1 caballo por kilo, lo que lo sitúa como un hypercar eléctrico de alto rendimiento altamente eficiente. La batería, ubicada detrás de los asientos, asegura un equilibrio óptimo del peso, simulando un coche de motor central.

El interior biplaza, con una cúpula de cristal y un exoesqueleto de fibra de carbono, maximiza la seguridad sin añadir peso extra. Aunque Porsche no ha revelado la potencia exacta, se sabe que busca ser el coche más rápido en Nürburgring. El motor, desarrollado en colaboración con Rimac, promete una aceleración y una entrega de potencia instantánea. Se esperan los más del 1.000 CV de rigor y un dato de 0-100 que esté por debajo de los 2,5 segundos, al menos en mi cabeza tiene sentido. ¿En la vuestra?

La aerodinámica activa, con un sistema de carga superior al del 911 GT3 RS, garantiza una estabilidad inigualable, mientras las llantas traseras "aeroblade" optimizan la refrigeración de los frenos en las condiciones más extremas.

Y como se nos ha quedado un día muy bonito, vamos ahora con la galería de rigor para poder terminar de endulzar la lectura.