La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), principal representante del sector de las autoescuelas en España, ha expresado su profunda preocupación ante las conclusiones y propuestas presentadas en el reciente estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según la CNAE, algunas de las medidas propuestas no solo podrían comprometer la calidad de la formación vial, sino también incrementar los riesgos para la seguridad en las carreteras. Entre las recomendaciones más polémicas del estudio, se encuentra la posibilidad de permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales, eliminando así la obligatoriedad de los vehículos de doble mando y de la supervisión de instructores especializados.
La CNAE advierte que esta medida, inspirada en modelos de otros países, no tiene en cuenta las particularidades culturales y normativas de España, donde la siniestralidad vial sigue siendo una prioridad nacional.
La importancia de seguir la norma
Los vehículos con doble mando y la intervención de profesores certificados no son un capricho. Se trata de elementos esenciales para garantizar la seguridad durante la formación práctica. Los instructores, formados y certificados por la Dirección General de Tráfico (DGT), no solo cuentan con conocimientos técnicos avanzados, sino también con habilidades pedagógicas que aseguran un aprendizaje estructurado y seguro.
Sustituir esta figura por tutores no cualificados, por muy buena intención que tengan, pone en peligro la seguridad de los aspirantes y del resto de usuarios de la vía. Además, la formación no profesional incrementa el riesgo de que los alumnos adquieran hábitos de conducción incorrectos o inseguros.
La CNAE recalca que, aunque los tutores puedan tener experiencia al volante, carecen de los conocimientos y habilidades pedagógicas necesarias para garantizar un aprendizaje de calidad. Esto podría traducirse en un aumento de la siniestralidad, dificultando los objetivos nacionales y europeos de reducir los accidentes de tráfico.
Alta tasa de suspensos: el problema de la formación
El estudio de la CNMC también atribuye la alta tasa de suspensos en los exámenes prácticos a una supuesta ineficiencia del sistema de formación vial. Sin embargo, la CNAE desmiente esta relación directa, argumentando que el problema tiene raíces estructurales más profundas.
Actualmente, en España no existe una regulación que obligue a los aspirantes a alcanzar un nivel mínimo de preparación antes de presentarse al examen. Esta decisión recae en el propio alumno, lo que significa que muchos se examinan sin estar suficientemente preparados. Aunque las autoescuelas asesoran sobre la idoneidad de presentarse, no tienen autoridad para impedirlo.
Por otro lado, las largas demoras en las pruebas prácticas, provocadas por la escasez de examinadores y las limitaciones en las Jefaturas de Tráfico, son otro factor determinante. Estas esperas, que pueden prolongarse semanas o incluso meses, obligan a los aspirantes a interrumpir sus clases prácticas, perdiendo habilidades esenciales y confianza al volante.
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La CNAE insiste en que culpar a las autoescuelas de los malos resultados es una visión reduccionista que no aborda los problemas reales del sistema. Para mejorar las tasas de aprobados, es imprescindible solucionar las deficiencias estructurales y establecer estándares mínimos de formación.
La profesionalización del sector en peligro
Otro punto crítico del informe de la CNMC es la propuesta de relajar los requisitos básicos para operar como autoescuela, eliminando la necesidad de contar con vehículos homologados o locales físicos. Según la CNAE, esta medida podría desprofesionalizar el sector, abrir la puerta a un mercado desregulado y poner en riesgo la seguridad vial.
Las autoescuelas no son simples negocios; son centros de formación integral donde los futuros conductores no solo aprenden a manejar un vehículo, sino que también adquieren conocimientos sobre seguridad vial y actitudes responsables al volante. Desmantelar estos estándares básicos supondría un retroceso en los esfuerzos por reducir la siniestralidad.
Además, la eliminación de requisitos como vehículos homologados o infraestructura adecuada podría llevar a una disparidad en la calidad de la formación. La seguridad vial no puede depender de los recursos económicos o la ética profesional de cada proveedor.
Llamado al diálogo y la seguridad
La CNAE ha hecho un llamado a las autoridades para abordar la problemática desde un enfoque integral. Según la confederación, cualquier cambio en el sector debe priorizar la calidad de la formación y la seguridad vial por encima de intereses económicos o medidas de liberalización excesiva.
El presidente de la CNAE, Enrique Lorca, concluye: “Estamos abiertos al diálogo y a la colaboración para encontrar soluciones que beneficien a toda la sociedad, pero insistimos en que cualquier cambio debe sustentarse en un análisis riguroso y en un compromiso inquebrantable con la seguridad en nuestras carreteras”.
Me parece un despropósito. En vez de tener los suficientes examinadores, y una administración suficientemente ágil, se quiere acudir al "hágalo usted mismo". ¿De verdad piensan que si los padres y madres enseñamos a nuestros hijos a conducir, van a aprobar más? ¿Alguien se ha planteado que, quizá, no todo el mundo está capacitado para conducir en las condiciones actuales de tráfico (en grandes ciudades), con los vehículos actuales (con potencias de deportivos en utilitarios)? No entiendo que para sacarse el carnet de moto, se tengan distintos tramos y se solicite un tiempo o experiencia para pasar al siguiente, y para el carnet de coche se pueda empezar con un coche de 500 CV.
No nos enseñan a conducir amigo . Nos enseñan a pisar embrague , poner 1a , 2 a...., girar el volante y poner el intermitente . Conducir sabe Fernando Alonso y pilotos profesionales . Traducción de los CNAE : queremos seguir con nuestro monopolio . Saludos .