Audi A1 Sportback 1.4 TFSI

La incorporación a la gama del pequeño turismo alemán de su versión de cinco puertas puede suponer empujón para quienes busquen una mayor versatilidad sin renunciar un ápice a la deportividad del vehículo. Las diferencias con respecto al A1 de tres puertas no son numerosas. No obstante, una de ellas consiste en que los pasajeros traseros ganan algo más de espacio para las piernas y altura al techo, aunque estos incrementos no son espectaculares.

El carácter Premium del automóvil de la firma de los cuatro aros se pone de manifiesto gracias a un refinado interior de alta calidad, en la línea habitual del fabricante alemán. Y todo ello, movido por el magnífico propulsor 1.4 TFSI de 185 CV combinado con el cambio S tronic de siete velocidades y el tren de rodaje deportivo S line. El resultado, una de las alternativas más divertidas de su segmento, aunque también una de las que exigen un mayor desembolso, pues el precio de esta versión es de 28.700 euros. Entre sus rivales se hallan opciones tan variadas como el Mini Clubman, el Volkswagen Polo GTI, el Skoda Fabia RS o el Opel Corsa OPC.

Poco tiempo después de la llegada al mercado del A1 de tres puertas se incorporó a la gama su versión Sportback, de cinco puertas. Si bien este "apellido" suele ser sinónimo de diferencias exteriores de cierto calado con respecto a su versión convencional, esto no sucede en el caso del A1. Para empezar, cabe señalar que el vehículo tiene la misma longitud que su hermano de carrocería de tres puertas. Donde se observan variaciones leves es tanto en la altura como en la anchura del A1 Sportback, pues ambas proporciones se incrementan en 6 mm.

Asimismo, si nos fijamos en la vista lateral del automóvil apreciaremos que cuenta con tres ventanillas en lugar de dos. Por lo demás, la silueta del A1 de cinco puertas conserva la identidad estética de su homónimo de tres puertas. Ella está integrada por su particular arco del techo y sus montantes C notablemente inclinados, así como unos voladizos cortos, unos marcados pasos de rueda y una idéntica distancia entre ejes de 2,47 m. Cabe resaltar el desplazamiento de los montantes B unos 23 cm hacia delante y el alargamiento del techo en unos 8 cm.

El frontal está dominado tanto por la parrilla hexagonal Singleframe típica de la marca de los cuatro aros, con las esquinas superiores oblicuas, como por la agresiva expresión que generan las ópticas, con luz diurna de serie. Opcionalmente, como es el caso de nuestra unidad, tanto el techo como el arco y el spoiler trasero se pueden escoger con pintura en contraste con la carrocería. El comentado spoiler forma parte del paquete exterior S line que se ofrece de serie con esta versión 1.4 TFSI de 185 CV que hemos probado. Dicho paquete también incluye elementos específicos en el paragolpes, las entradas de aire y en las salidas de escape.

A la hora de ponernos al volante comprobamos que el vehículo ofrece un puesto de conducción cómodo y bastante espacioso reforzado por una atmósfera de calidad. Este último aspecto se consigue gracias a unos buenos acabados que, junto con un diseño sobrio, componen el habitáculo del automóvil alemán. Llama la atención la forma redonda de los cuatro difusores de aire, con reminiscencias aeronáuticas.

Como suele ser habitual en la firma de Ingolstadt, la ergonomía es otra de sus ventajas, pues todos los elementos disponen de una buena accesibilidad y su uso es muy intuitivo. Además, la consola central se halla levemente orientada hacia el conductor para facilitar el accionamiento de los diferentes mandos. Por otra parte, el paquete S line que se incluye junto a esta versión contribuye a generar un ambiente de mayor deportividad y elegancia. El color negro domina todo el interior, mientras que también se observan costuras grises en zonas como el volante, la palanca de cambios y los asientos deportivos tapizados en tela y cuero.

En la parte trasera se aprecian las principales variaciones interiores con respecto al A1 de tres puertas. Además del evidente mejor acceso gracias a las dos puertas traseras, cabe destacar una altura al techo 11 mm mayor para los ocupantes de la segunda fila. Aunque está homologada para tres pasajeros, su justa anchura hace recomendable que la ocupen sólo dos personas pese a los 6 mm adicionales. El espacio para las rodillas es correcto, aunque para las personas de más altura puede resultar insuficiente. Por su parte, el maletero no cambia si lo comparamos con el modelo de tres puertas. Dispone de unas formas muy regulares y aprovechables, mientras que su volumen sigue siendo de 270 litros.

La joya de la corona del A1 Sportback que os presentamos se encuentra sin duda bajo el capó. Se trata del propulsor 1.4 TFSI de 185 CV, el más potente de su gama. Ofrece un rendimiento fantástico gracias a su doble sobrealimentación, pues un compresor volumétrico le confiere una respuesta excelente en bajos regímenes mientras que un turbocompresor se encarga de proporcionar la fuerza a altas revoluciones. Si bien la entrega de fuerza se produce de manera muy progresiva, cuando le solicitamos acelerar con ímpetu saca toda su raza de inspiración "GTI". Cabe destacar que su par motor máximo es de 250 Nm entre 2.000 y 4.500 rpm.

En esta versión, el bloque va asociado a la caja de cambios automática S tronic de doble embrague y siete velocidades. Ésta puede gestionarse desde la propia palanca o desde las levas opcionales ubicadas en el volante. La gran velocidad de cambio de la transmisión pone de manifiesto el espíritu deportivo del más pequeño de la familia Audi. Es posible rodar en posición normal o insertar el modo S, con el que las marchas se estiran más con tal de ofrecer el máximo nivel de prestaciones.

En el capítulo del consumo, el potente motor 1.4 TFSI muestra un encomiable grado de eficiencia, al homologar una media de tan sólo 5,9 litros cada 100 kilómetros (valor que fue de 7,1 litros durante nuestra prueba). Por otra parte, si analizamos sus cifras más ambiciosas en cuanto a aceleraciones debe valorarse que es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 7 segundos y puede rodar hasta una velocidad punta de 227 km/h.

El tren de rodaje S line le aporta al A1 Sportback una dinámica más deportiva, que se traduce en una excelente estabilidad y grandes dosis de diversión una vez que nos decidamos a animar el ritmo por carreteras de montaña. Esta alternativa cuenta con un tarado más firme que en el caso de la suspensión convencional, lo que refuerza sus cualidades más "racing". No obstante, ello no significa que se pierda comodidad al desarrollar una conducción tranquila.

También cabe remarcar su innata maniobrabilidad, a lo que contribuye su efectiva dirección electrohidráulica. Ésta se distingue por una gran precisión y un muy buen tacto con los que pone su granito de arena para alcanzar una magnífica agilidad, que resulta patente desde el primer momento. Dichos aspectos se convierten en ventajas directas al movernos por territorio urbano, uno de los hábitats favoritos del pequeño turismo alemán.

Y no debemos obviar las virtudes del A1 de cinco puertas por autopista. A su suavidad de marcha debe sumarse el hecho estar dotado de una distancia entre ejes considerable para su longitud, gracias a la cual logra un aplomo óptimo. En el apartado de la seguridad, el vehículo equipa airbags frontales, laterales, de cabeza delanteros y traseros sideguard. También dispone de ABS, distribución electrónica de la fuerza de frenado EBV, asistente de frenado SAFE, bloqueo electrónico del diferencial EDS, controles electrónicos de estabilidad ESP y tracción ASR, y asistente de arranque en pendiente de serie.

La elección entre adquirir el A1 de tres puertas y el A1 Sportback debe basarse, sobre todo, en el uso que se le vayan a dar a las plazas traseras. Y es que, pese a que ambos tienen la misma longitud, las pequeñas variaciones en anchura y altura ofrecen algo más de espacio para los ocupantes de la segunda fila, que se benefician además de un acceso más cómodo. Por lo demás, sigue siendo uno de los turismos de pequeñas dimensiones más cualificados del mercado tanto desde elpunto de vista dinámico como prestacional. Eso sí, también hay que tener en cuenta que es uno de los más caros.