El modelo que hoy tenemos ante nosotros, el A1, es un modelo un tanto difícil de comprender. Se sitúa en el segmento de los urbanos, pero difícilmente por su elevado precio pueda competir justamente con modelos un tanto más asequibles como el Mini Cooper, el Volkswagen Polo, el Toyota Yaris, el Seat Ibiza, el Alfa Romeo MiTo, el Fiat Punto o el Citroën DS3 por citar algunos. Entonces, la pregunta que nos hacemos es: ¿Realmente debe existir un segmento de urbanos-premium o es que simplemente nos encontramos ante el más caro de todos ellos? A nuestro parecer el Audi A1 juega en una liga superior, en la que el Citroën DS3 también quiere estar. Esta vez nos hemos puesto al volante del pequeño de los Audi en su versión menos potente en diésel, la de 90 CV, con el excelente cambio automático de siete velocidades S-tronic. La unidad que hemos probado estaba bien cargada de accesorios opcionales, unos extras que aumentan el precio final del coche en más de 10.000 euros. A continuación te contamos que nos ha parecido. Sigue leyendo. PVP AUDI A1 1.6 TDI 90 CV S-tronic 21.720 € Precio de la unidad probada 32.210 €
Diseño
El rasgo más característico de este A1 es su reducido tamaño, con unas dimensiones de 3.954 m de longitud, 1.740 mm de anchura y 1.417 mm de altura. Su batalla mide 2.469 mm gracias a unos voladizos cortos tanto en la parte delantera como trasera. La parte delantera alberga la gran parrilla Singleframe ya característica de todos los modelos de la marca. Nuestra unidad equipaba los faros de xenón plus con luz diurna y los antiniebla instalados en las esquinas inferiores. De costado la línea curva y descendente del capó, al estilo del Audi TT, parece seguir con el diseño abombado del techo. Éste incorpora un pequeño spoiler en su parte final y termina con una pronunciada caída diagonal hasta la mitad del portón trasero. Otro elemento característico es el arco del techo, que puede pintarse con uno de los cuatro colores contrastantes que Audi propone. La trasera presenta unas líneas muy marcadas, musculosas, que acentúan la sensación de anchura del vehículo. Los grupos ópticos, en nuestra unidad de prueba equipados con 54 diosos LED, se asemejan bastante a los delanteros.
Habitabilidad
Dadas sus reducidas dimensiones es de esperar que su habitabilidad no sea uno de sus puntos fuertes. Los asientos delanteros son confortables, de corte deportivo, con sujeción lumbar que permiten mantenernos siempre es una posición óptima. La única pega es que si conductor o acompañante son un poco altos, las plazas traseras quedan prácticamente anuladas por el poco espacio que queda para las piernas. Además, tan solo está homologado para cuatro ocupantes. El salpicadero es bastante simple. Los materiales blandos en color negro son los predominantes, únicamente detalles de aluminio en los aros de los difusores y en los diferentes controles aportan un toque de contraste. En la parte alta de la consola central se encuentra una pantalla de 6,5 pulgadas escondida, solo hay que presionar una tapa para que se despliegue y quede a la vista. El maletero ofrece una capacidad de 270 litros. No es demasiado, pero gracias a que los amortiguadores se encuentran muy pegados a la carrocería se presenta bastante ancho y aprovechable. Abatiendo los respaldos de los asientos traseros el volumen aumenta hasta los 920 litros, con el suelo completamente plano.
Mecánica
La unidad que probamos monta el motor de acceso a la gama diésel. Con una cilindrada de 1.598 cc, el cuatro cilindros rinde 90 CV de potencia y ofrece un par máximo de 230 Nm entre las 1.500 y las 2.500 rpm. Tanto con el cambio manual como con el automático S-tronic de siete velocidades este coche es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 182 km/h. Las siete velocidades presentan unos desarrollos perfectamente escalonados. La séptima marcha únicamente se usa para reducir las revoluciones del motor al circular por autopista a una velocidad constante y reducir así el gasto de combustible. El Audi A1 1.6 TDI de 90 CV con el cambio automático S-tronic homologa un consumo medio de 4,2 l/100 km. Como es habitual, esta cifra es un tanto ficticia ya que tiende a aumentar un poco si no procuramos conducir lo más eficientemente posible, aunque en este caso al terminar nuestra prueba de una semana el ordenador de a bordo acabó marcando unos buenos 4,6 l/100 km.
Comportamiento
La dinámica del A1 es bastante sorprendente. Su motor entrega la potencia de una forma suave y lineal, aunque también permite una conducción deportiva si mantenemos la aguja del cuentarrevoluciones entre las 2.500 y las 4.000 vueltas. El cambio S-tronic en el modo normal se encarga de mantener las revoluciones del motor por debajo de las 2.000 vueltas lo que permite ahorrar combustible de una forma bastante eficiente.
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La precisa dirección, la perfecta puesta a punto del chasis y a la configuración de las suspensiones con un tarado un poco deportivo permiten disfrutar de una conducción placentera a la vez que segura. Apoya bien en curva, se muestra ágil en ciudad y otorga una frenada rápida y eficaz.
Seguridad
Dispone de airbags frontales para conductor y acompañante, airbags laterales y airbags de cortina delanteros y traseros, todos ellos de serie. Los asientos traseros ofrecen preparación Isofix para la instalación de asientos infantiles. Los cinturones de seguridad delanteros están equipados con pretensores, aunque carecen de regulación en altura. En términos de seguridad activa no faltan el ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado EBV, el asistente de frenado SAFE, el control de tracción ASR, el control de estabilidad ESP y el bloqueo electrónico del diferencial EDS.
Valoración final
No cabe la menor duda de que el Audi A1 pertenece a la selecta familia de coches premium, bien sea por la calidad de sus materiales, por los excelentes ajustes de los mismos o por el resultante en general. Este es el primer inconveniente con el que cuenta el pequeño de los Audi, que hay que pagarlo. Entonces se nos plantea la duda de si merece la pena desembolsar 21.700 euros (o 32.000 euros en el caso del de nuestra prueba) por un coche de estas dimensiones. Muchos son los rivales con los que batalla en el segmento de los utilitarios y prácticamente todos ofrecen mejores precios, volumen de maletero o equipamiento de serie, pero claro, no son tan "cool". Sinceramente la adquisición de este pequeño A1 se nos antoja como un capricho, una compra donde prima más el corazón que la razón.
Ea! pues yo tengo un insignia y un a1