¿El referente?
El Audi A4 es uno de los modelos más importantes de la historia de Audi. La marca de Ingolstadt entró de lleno en el segmento de las berlinas con el Audi 80 (B1) en 1972, un modelo que mantendría su nomenclatura hasta el cambio de nombre a A4 (B5) en 1994.
Desde la llegada del primer A4 en el ‘94 hasta fechas actuales, el nivel de ventas de esta berlina se cifra en más de 12 millones de unidades vendidas, que se dice pronto. Una cifra que se incrementará año tras año gracias a las nuevas generaciones, como la que hoy probamos, que es la quinta del A4 o la novena si metemos en el mismo saco al mítico Audi 80.
Pese a mantener una estética muy conservadora, la marca alemana asegura que más del 90% de este coche es completamente nuevo, que nada tiene que ver con su predecesor (B8).
Para comprobar cuánto ha mejorado y qué nos propone el nuevo A4, la marca nos ha cedido una unidad para que podamos trastear sus nuevos gadgets, realizar mediciones de habitabilidad y ver qué tal se desenvuelve en la carretera. Para ello, bajo el capó, contamos con la opción más potente hasta la fecha dentro de la gama: un diésel V6 3.0 TDI de 272 CV, con caja de cambios automática y tracción a las cuatro ruedas quattro. Empezamos…
¿Nos conocemos?
El nuevo A4 es muy similar al anterior, de eso no hay duda, pero si nos fijamos bien encontramos más diferencias de las que a simple vista podemos apreciar. Para empezar es un coche más grande. Mide 4,73 metros de longitud, 1,84 metros de ancho y ofrece una altura de 1,43 metros. En comparación al modelo anterior vemos que crece 2,5 centímetros de largo, 1,6 cm de ancho, pero mantiene inalterada su altura.
La quinta generación está desarrollada sobre la nueva plataforma MLB EVO. Una plataforma que se estrenó con el nuevo Audi Q7 (aquí nuestra videoprueba, precisamente con el mismo motor que probamos hoy) y que presenta una evolución sobre la que se usaba hasta la fecha en los vehículos de la marca alemana que montaban el motor en posición longitudinal.
Esta nueva base también ha permitido estirar hasta los 2,82 metros de longitud la distancia entre ejes, logrando así mejorar en gran medida el espacio para los ocupantes en el interior.
En su diseño exterior destaca la nueva parrilla delantera, más baja y con los ángulos más marcados. El paragolpes es de nueva factura y presenta entradas de aire más grandes que le otorgan un aspecto global un poco más deportivo. También son nuevos los faros, que ahora de serie son Bi-Xenón y podrán ser de LED o Matrix LED en opción.
Nuestra unidad de pruebas montaba estos últimos, los Matrix LED, que se facturan aparte por 2.320 euros y que ofrecen una excepcional luminosidad al circular de noche por carretera. Además son capaces de adecuar su haz de luz hacia el interior de la curva y circular con luces largas sin deslumbrar al coche que nos precede o a un usuario de la vía que se acerque por el carril contrario.
En la parte trasera vemos nuevos grupos ópticos más estilizados, con tecnología LED, nuevas líneas de tensión más marcadas, un pequeño spoiler en el extremo del maletero y un nuevo difusor en la parte inferior que alberga las dos salidas de escape.
Visto de costado pocas novedades podemos resaltar. Cambian un poco las taloneras, los retrovisores, la línea de cintura y las llantas, que en nuestro caso son las Dynamic de 10 radios y 18 pulgadas que hay que pagar como extra.
Salto de calidad en el interior
La impresión que ofrece el interior a primera vista, y que poco después queda contrastada, es la de que Audi ha trabajo en ofrecer un habitáculo aún más confortable y agradable para los ocupantes. El estilo clásico de la marca en cuanto al diseño es claro, pero incorpora algunas variaciones tanto en su estructura como en los materiales y elementos utilizados que mejoran aún más la sensación de confort que se obtiene al subirte al coche.
Todo el salpicadero es nuevo, y aunque sigue presentando la consola ligeramente orientada hacia el conductor, da la impresión que ésta queda más abierta y accesible para el acompañante. La calidad de fabricación y los materiales utilizados en la confección son muy agradables, tanto para la visto como para el tacto.
Destaca en lo alto la nueva pantalla del sistema de infoentretenimiento que adquiere un nuevo formato tipo tableta. Su posición es más alta y mejora en gran medida su visualización sin desviar demasiado la vista de la carretera. En el caso de equipar el sistema MMI Navegación Plus, opcional, la pantalla es más grande, de 8,3 pulgadas.
Ya que hablamos de pantallas, por 610 euros, el nuevo A4 puede montar el cuadro de instrumentos Audi Virtual Cockpit, estrenado con la última generación del TT. Se trata de una pantalla digital de 12,3 pulgadas que sustituye al clásico cuadro analógico. En ella pueden visualizarse los datos del viaje a modo de ordenador de a bordo, gestionar las llamadas del teléfono móvil, el sistema de audio y la navegación. Introduciendo una tarjeta SIM de datos en una ranura situada en la guantera, el navegador podrá visualizarse en formato Google Earth.
Otra de las novedades es la inclusión de botones táctiles en el caso de elegir la opción del climatizador tri-zona (conductor, acompañante y pasajeros traseros). Simplemente con tocar la tecla deseada aparece en la paqueña pantalla digital las funciones que puede realizar, si queremos interactuar entre ellas sólo hay que apretar.
Finalizando con la parte tecnológica, a destacar el espectacular sistema de sonido 3D firmado por la prestigiosa firma Bang & Olufsen. Se trata de otro de los equipamientos extra que montaba esta unidad y yo no soy quién para justificar su precios de 1.390 euros, pero os aseguro que sus 19 altavoces y 750W de potencia harán las delicias de los más melómanos.
Más espacio para todos
Como ya os comentaba unas líneas más arriba, la introducción de la nueva plataforma y, por consiguiente, el aumento de la batalla, se traduce en un habitáculo más espacioso donde, ahora sí, tanto los ocupantes de las plazas delanteras como los de las traseras tienen a su disposición un amplio espacio confortable.
Delante se propone una postura de conducción muy cómoda, con todos los mandos bien a mano y unos asientos deportivos con regulación eléctrica perfectos para pasar horas y horas al volante. Eso sí, nuevamente habrá que abonar alrededor de otros 2.000 euros adicionales si queremos optar por esta opción.
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Como punto negativo cabe mencionar la excesiva anchura del túnel central, que en la parte baja de la consola puede llegar a molestar ligeramente en la pierna derecha a los conductores de mayor estatura, que tendemos a dejarla apoyada contra esta zona en la que hubiese estado bien colocar una parte acolchada.
En las plazas traseras se han ganado 2,5 centímetros adicionales para las rodillas. No parece mucho, pero en la práctica ese pequeño aumento garantiza poder acomodar a dos adultos de estatura media, e incluso alta, con muy buen confort. La anchura a la altura de los hombros es correcta y la distancia hasta el techo bastante generosa.
En el caso de tener que utilizar la tercera plaza de la fila posterior, la central, aseguraros que el trayecto no sea demasiado largo o que a quién acomodéis esté de buen humor, porque el viaje se puede hacer muy pero que muy pesado. La banqueta es incómoda y está más elevada que las plazas laterales (menor distancia al techo), el respaldo es muy duro y el túnel de transmisión, junto con la climatización trasera, dificulta la colocación de las piernas y los pies.
El maletero ofrece una capacidad de 480 litros, muy bien aprovechables gracias a sus formas rectas y cúbicas que nos permiten jugar con las formas y tamaños de la carga que queramos situar. Además, cuenta con unos prácticos ganchos para sujetar las bolsas, arneses para anclar una red de carga y la posibilidad de abatir los respaldos traseros individualmente. En el caso de hacerlo podemos ampliar el espacio de carga hasta los 965 litros. Bajo el piso encontramos una práctica rueda de repuesto de tipo galleta.
Un diésel para divertirse
La gama A4 ofrece un buen abanico de opciones para elegir qué mecánica se adecúa mejor a nuestras necesidades. La oferta comienza con los 2.0 TDI y 1.4 TFSI de 150 CV como versiones de acceso a la gama y asciende hasta los potentes 2.0 TFSI de 252 CV y 3.0 TDI de 272 CV. En cuanto a la transmisión, según la variante elegida, podrá ser manual de 6 velocidades, S tronic de doble embrague de 7 y Tiptronic de 8 marchas por convertidor de par. Además, algunas versiones pueden combinarse con la tracción quattro a las cuatro ruedas.
El modelo que probamos se sitúa como el máximo exponente en cuanto a potencia se refiere. Su propulsor V6 3.0 TDI de 272 CV es el motor más potente de la gama. Si aún queremos un A4 más prestacional, habrá que decantarse por la versión S4 de 354 CV con motor TFSI.
Nuestra unidad cuenta con una potencia destacable, 272 CV no son pocos que digamos, pero aún es más destacable su par máximo: ni más ni menos que 600 Nm disponibles entre las 1.500 rpm y las 3.000. Esta mecánica únicamente puede asociarse al cambio automático Tiptronic de ocho velocidades y obligatoriamente cuenta con la tracción total quattro. Según su ficha técnica es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,3 segundos y puede alcanzar los 250 km/h de velocidad punta (limitada electrónicamente).
Al volante sorprende muy positivamente. Se trata de un V6 que gira realmente fino y que apenas transmite vibraciones al interior. A ello hay que sumarle también el estupendo trabajo de insonorización que Audi ha realizado para aislar el habitáculo de todo lo demás, apenas puede sentirse el ruido de la rodadura, el aire golpeando los retrovisores a altas velocidades y un discreto ronroneo, muy agradable, que expulsa el tubo de escape cuando hundimos con fuerza el acelerador en la zona media-alta del cuentarrevoluciones.
Este motor tiene muchísimo potencial y hasta parece que tenga más caballos de los que figuran en su ficha técnica. Por supuesto, los 600 Nm de par máximo ayudan a proporcionar aceleraciones contundentes y a realizar adelantamientos rápidos con muchísima seguridad. Además, garantizan poder rodar en marchas largas a bajas vueltas, sin que la gestión del cambio baje una marcha, y de esta forma ahorrar combustible.
Si hablamos de consumo hay que tener bien en cuenta que ni por asomo nos acercaremos a los registros que logra homologar. Los 4,9 l/100 se antojan más que imposibles. En mi caso, tras una semana de pruebas, por ciudad, carretera y autopista, realizando una conducción completamente normal, el consumo medio se ha situado en 7,1 l/100 km, más de 2 litros por encima de lo que refleja en su ficha. Si se practica una conducción más alegre no será difícil obtener una media por encima de los 10 litros, y más...
Dinámicamente ha mejorado de forma notable respecto al anterior, y eso que hablamos de una de las mejores berlinas medias que existían en el segmento. La sensación que transmite ahora es la de un coche muy ágil y vivo, que hace olvidar rápidamente que estas al volante de 4,7 metros de longitud de carrocería. También se siente más ligero y con una capacidad de tracción superior que permite un paso por curva un poco más rápido. También se reduce el balanceo de la carrocería sin comprometer el confort de marcha gracias a una puesta a punto de las suspensiones muy trabajada.
La tracción quattro también mejora la tracción y la estabilidad ante una conducción más deportiva, evitando posibles pérdidas de tracción al salir de un viraje si nos excedemos con el pedal del gas. También aporta un plus de seguridad ante posibles imprevistos que nos podamos encontrar en el camino, como la lluvia o la nieve.
Con el Audi Drive Select se pueden elegir diferentes configuraciones de reglaje para adecuar el comportamiento del vehículo al tipo de conducción que se quiera practicar. Para el día a día lo más recomendable es utilizar el modo Efficiency, el cual intentará mantener un consumo contenido mediante la gestión del cambio y reduciendo la sensibilidad del acelerador. Este mismo modo también incorpora la función “A vela” que desacopla la transmisión del motor y permite rodar por inercia cuando se suelta el pie del acelerador evitando así que el vehículo pierda demasiada velocidad por el freno motor. Es básicamente como poner punto muerto. Si se vuelve a acelerar o se toca el freno la transmisión vuelve a acoplarse en décimas de segundo.
Cuidado con los extras…
Desde hace unos meses el nuevo Audi A4 ya está disponible en los concesionarios españoles. El TDI 3.0 de 272 que hemos probado tiene un precio de partida de 52.600 euros en su nivel de equipamiento base. Sin embargo, la versión básica, mejora ligeramente el equipamiento que traía de serie en la generación anterior. Aún y así no esperéis grandes alegrías porque como elementos más destacados ofrece llantas de 16 pulgadas, el reposabrazos central, el volante multifunción, el climatizador, los faros bi-xenón y el sistema de infoentretenimiento MMI Plus.
La unidad que nos ha cedido Audi para realizar esta prueba añade una buena muestra del catálogo de opcionales que se le pueden equipar al nuevo A4. En este caso hablamos de un coche de prácticamente 75.000 euros.
A continuación os dejo el listado de extras de nuestra unidad con sus respectivos precios: Acabado Design Edition (2.445 €), color Azul Lunar Metalizazo (1.100 €), llantas Dynamic de 10 radios en 18” (975 €), faros Audi Matrix LED (2.320 €), asientos deportivos (405 €), asientos delanteros con regulación eléctrica y memoria para el del conductor (1.510 €), guarnecido de madera de Fresno Natural (255 €), Audi Virtual Cockpit (610 €), MMI Navegación Plus (1.465 €), Audi Smartphone Interface (365 €), equipo de sonido Bang&Olufsen 3D 19 altavoces (1.390 €), paquete portaobjetos (230 €), Audi Active Lane Assist (550 €), Audi Park Assist (795 €), Head Up Display (1.195 €), Audi Pre Sense Rear (990 €), paquete de asistentes City con paquete de asistentes de aparcamiento (2.285 €), paquete de asistentes Tour (1.455 €) y dirección dinámica Dynamic Steering (1.220 €).
En total, 74.160 euros es lo que cuesta la unidad que hemos usado para realizar esta prueba (sin contar con posibles descuentos o promociones que se le puedan aplicar).
Es un coche más grande, más habitable, con mayor calidad en sus materiales y gadgets del interior, con motores potentes, refinados y más ahorradores, con lo último en tecnología y equipamiento para hacernos la vida a bordo más fácil y agradable… Pero señores/as, hablamos de casi 75.000 euros para un coche del segmento C, equipado con lo mejor de su catálogo de opciones, sí, pero a mi juicio es muy difícil llegar a justificar esa cantidad de dinero por un coche de estas características.
cambio automático para pisar en rectas durante treinta segundo o para conducir en la ciudad repartiendo paquetes. Me hace gracia ver en coches de calle cambios automáticos disfrazando la potencia de los motores que los llevan. Para conducir electrodomésticos y automático sobra con 100cv. Para todos los demás una buena caja de cambios manual, corta, precisa y tacto firme no tiene precio. 1000 a caja manual. Pagar por cambio manual empieza a ser una opción dentro de tanto automatismo y dieselismo.
#372 Una opción, que no un extra. já
#372 eso es para los pobres como tu, la gente normal prefiere stronic, pdk, dkg, ..
#372 comprate un infiniti o un lexus que viene de serie.
#374 dkg, abc y jdt...ni pi tienes
#380 ja,ja,ja ha picado eh? Deja de vender motos que nadie te va comprar! No por mucho repetirlo vas a justificar que los alemanes sigan dando de serie cambio manual. Los japos que tienen que vender en eeuu saben que si se quieren diferenciar tienen que ofrecer coches bien equipados!