Confort en primera clase
Hace sólo unos meses, la gama del Audi A4 recibió el motor 2.0 TFSI de 225 CV, que sustituyó a la mecánica homónima con 14 CV menos comercializada hasta entonces. Este incremento de potencia ha venido acompañado por una optimización de las prestaciones sin que ello afecte al consumo. Para esta prueba hemos elegido la versión con tracción a las cuatro ruedas y cambio automático, el deportivo S Tronic. Si nos decantamos por el mismo propulsor probado en versión automática pero con tracción delantera hay que considerar que el precio de serie se rebaja en 2.530 euros pero la transmisión es distinta, pues en este caso se montaría la Multitronic de ocho marchas (de tipo CVT e incompatible con la tracción integral), de carácter menos deportivo que la S Tronic.
En cualquier caso, el precio de la variante que hemos conducido incluyendo el numeroso equipamiento opcional asciende a 51.905 euros, lo que supone un desembolso muy elevado que se convierte en uno de los principales hándicaps del modelo. La mayor parte del abanico de opcionales de nuestra unidad son el resultado de la inclusión de los paquetes S Line con los que el aspecto tanto exterior como interior del automóvil dan un paso al frente en materia de deportividad. De cara a destacar a algunos de los competidores directos del A4 Avant hemos de tener en cuenta al Mercedes-Benz Clase C Estate, al BMW Serie 3 Touring o al Volvo V60.
Empaque con aires deportivos
El A4 con carrocería familiar, cuya longitud es de 4,70 metros, mide 1,83 m de anchura y 1,44 m de altura y ofrece una apariencia de gran empaque que combina elegancia con toques de deportividad. El frontal del vehículo se distingue por su anchura y por su carácter plano además, cómo no, por contar con la conocida parrilla Singleframe habitual del fabricante de los cuatro aros.
Los faros en forma de cuña son otra de las características del modelo mientras que el paragolpes delantero acoge las grandes entradas de aire cubiertas por rejillas en forma de rombo. Los cortos voladizos y la considerable batalla son dos de los puntos clave cuando observamos el automóvil alemán de perfil. Nuestra unidad equipa de manera opcional los paquetes deportivo S Line (3.080 euros) y exterior S Line (2.025 euros).
Entre ambos suponen un importante sobreprecio, si bien incluyen detalles que dotan al modelo de un aspecto más deportivo. Ello se consigue con elementos como las llantas de aleación de 18 pulgadas de diez radios, los paragolpes específicos de diseño deportivo, las franjas de la parrilla en negro brillante, las taloneras del color de la carrocería, los logotipos S Line en las aletas delanteras, las salidas de escape cromadas o el alerón trasero característico.
Ambiente Premium
Los detalles de equipamiento incluidos en el paquete deportivo S Line tienen también una importante presencia en el interior del habitáculo de nuestro A4 Avant. En primer lugar, hay que citar los asientos deportivos delanteros con regulaciones eléctricas. Gracias a ellos nos beneficiamos de una gran comodidad y una excelente sujeción del torso. Tanto el pomo del cambio como el volante están confeccionados de cuero perforado. Tanto estos elementos como la tapicería de cuero de los asientos están rematados con unas elegantes costuras de color gris.
Por su parte, también hallamos inserciones interiores en aluminio mate cepillado. El logotipo S Line que nos recuerda el origen de todo este equipamiento está presente en los asientos delanteros, en el umbral de las puertas y en el volante. De este último tenemos que decir que es achatado en su parte inferior lo que, si bien estéticamente puede resultar más atractivo, no es una solución muy práctica.
Hay que resaltar la excelente calidad general de acabados del A4 Avant, lograda mediante la utilización de magníficos materiales y por unos paneles muy bien ajustados que transmiten solidez. Las plazas traseras ofrecen un espacio amplio para dos ocupantes, tanto en lo que respecta a altura al techo como a anchura. La tercera plaza, sin embargo, no ofrece la misma comodidad que las otras dos. De cara a alojar el equipaje disponemos de un maletero de 490 litros, capacidad que puede aumentarse hasta los 1.430 litros en caso de que abatamos los respaldos traseros. Esta capacidad, superada por la mayoría de breaks compactos de inferior longitud es el resultado de la presencia, en este coche, de un eje trasero más voluminoso resultado de la combinación de la transmisión integral, con diferencial trasero, y del esquema multibrazo.
Entre el equipo de serie del A4 Avant probado se incluyen airbags frontales, laterales, de cabeza delanteros y traseros, controles de estabilidad y de tracción, sistema Start/Stop, detector de fatiga, radio CD con MP3 y ordenador de a bordo. No hay que pasar por alto la presencia, en nuestra unidad, de opcionales adicionales como el paquete técnico (1.030 euros) que integra entre otros elementos los faros de xenón Plus con lavafaros, el control automático de velocidad, el sistema manos libres por Bluetooth (no tiene ninguna lógica que hoy en día una marca nos cobre por él de manera opcional y más en un coche de este precio) y la ayuda de aparcamiento trasera. Asociado a este paquete contamos también con el sistema de navegación MMI (940 euros) con pantalla TFT de 6,5 pulgadas en color.
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Más rendimiento, mismo consumo
Una de las novedades mecánicas que aterrizó hace pocos meses en la gama del A4 (también en las del A5 y el Q5) es el propulsor 2.0 TFSI de 225 CV, que se ha convertido en el sustituto del mismo motor de 211 CV. El par máximo de la renovada mecánica de cuatro cilindros sigue siendo de 350 Nm, y se encuentra disponible entre 1.500 y 4.500 rpm. Ello se refleja en una sobresaliente entrega de fuerza a bajo régimen que se mantiene constante hasta bien pasadas las 4.000 vueltas demostrando una enérgica y prolongada capacidad de aceleración.
Y todo ello cumpliendo la normativa de emisiones EU6 y conservando además un idéntico nivel de consumo medio homologado de 6,9 litros cada 100 km (que se convirtió en unos más que destacables 8,3 litros una vez que finalizamos nuestra prueba). Para lograr mantener el consumo pese al incremento de potencia los ingenieros de Audi han desarrollado una inyección directa adicional con la que se complementa la inyección directa FSI. De esta forma se consigue tanto incrementar el rendimiento termodinámico como reducir las fricciones y, en definitiva, mejorar la eficiencia.
En lo que respecta al ámbito prestacional, el familiar alemán sólo necesita 6,5 segundos para completar el 0-100 km/h, mientras que puede alcanzar una velocidad punta de 240 km/h. En el capítulo de la transmisión, hemos seleccionado para esta prueba el cambio automático deportivo S Tronic de siete velocidades, que en este modelo se asocia obligatoriamente con la tracción integral quattro (no existe con cambio manual). Los equilibrados desarrollos de cambio unidos a la gran rapidez de respuesta proporcionan unos magníficos resultados tanto en conducción tranquila como a ritmos más altos. En este segundo caso podemos hacer uso del modo Sport, que extrae el máximo potencial del motor antes de subir de marcha.
La referencia en confort
Cuando llega la hora de adentrarnos por carreteras reviradas comprobamos que el A4 Avant se caracteriza por una dinámica bastante ágil si tenemos en cuenta su longitud y su peso. Su efectivo tren de rodaje contribuye a que el vehículo manifieste una gran estabilidad, con balanceos de carrocería prácticamente inapreciables. Por su parte, cabe subrayar la precisión de la dirección electromecánica, que no sólo se identifica por un tacto muy directo sino que también brinda un impecable nivel de información durante la conducción. Además, su nivel de dureza varía según la velocidad a la que circulemos.
Por encima de todo, la virtud dinámica que más destaca en el automóvil alemán la hallamos en el confort de marcha. El aplomo al rodar por grandes rectas es indudable, lo que se refuerza gracias a la anchura de las vías delantera y trasera. Al mismo tiempo, la suspensión copia los pequeños baches de manera formidable. De esta forma, se cumplen a rajatabla todos los parámetros de un vehículo de inspiración familiar pensado para que los kilómetros por autopista y carreteras interurbanas pasen casi desapercibidos a los ocupantes. Eso sí, su tamaño no le convierte en un as a la hora de maniobrar por territorio urbano.
Asimismo, nuestra unidad monta de serie el sistema de tracción integral quattro, que contribuye de forma decisiva en mejorar el grado de motricidad general, sobre todo cuando el firme es menos adherente. Un diferencial central autoblocante es el encargado de repartir el par entre los ejes. En circunstancias normales, el 40% va al eje delantero y el 60%, al trasero, pero esta distribución puede cambiar hasta poder enviar hasta el 70% delante o hasta el 85%, detrás.
Conclusión
El A4 Avant se mantiene con paso firme como una de las principales referencias dentro del segmento de los familiares Premium, entre los que destaca por su elevado nivel de comodidad y calidad de rodadura. Sus excelentes acabados se unen a un habitáculo muy espacioso que, en nuestra unidad, estaba sembrado de detalles inspirados en el carácter deportivo y que se incluyen en los paquetes opcionales S Line.
El conjunto mecánico integrado por el propulsor 2.0 TFSI de 225 CV y la caja de cambios automática S Tronic dan lugar a unos magníficos resultados en lo que se refiere a capacidad de aceleración. El óptimo grado de motricidad y el ajustado nivel de consumos son otras dos de sus bazas más importantes. Por otro lado, no hay dudas de que precio del vehículo no es precisamente bajo, sobre todo cuando echamos mano del equipamiento de opcionales y que se trata de uno de los modelos más veteranos del segmento, lo que se traduce en una habitabilidad mejorable y un diseño interior que empieza a acusar el paso de los años.
Bd
50.000 euros por un Audi? Con lo que vale me compre un BMW,Mercedes o Jaguar