Gama S de Audi: Sello deportivo

Una invitación de Audi para rodar por un día en el circuito del Jarama ha servido al que esto escribe para comprobar dos cosas: por un lado, que el espíritu deportivo de la marca alemana queda bien patente en estas versiones potenciadas y re-estilizadas que adoptan la letra S en su denominación; y por otro, que nunca es tarde para depurar tu técnica de conducción en circuito, gracias en este caso al buen hacer de los chicos de la Audi Driving Experience, la división de Audi dedicada a organizar los cursos de conducción a clientes y no clientes de la marca. Como dice el refrán, la ocasión la pintan calva. Audi decidió reunir en el Jarama varias unidades de su gama S para ofrecer a la prensa la oportunidad de comprobar de un tirón hasta dónde son capaces estas versiones más deportivas de transmitirte sensaciones más extremas al volante.

Allí estaban el Audi TTS, S5, S6, S7 Sportback, S8 y las joyas de la corona, 4 unidades de las 333 que se han fabricado en exclusiva del TT RS Plus, un coche construido sobre la base del TT RS Coupé y con motor potenciado a 365 CV. Os aseguro que con cualquiera de estos modelos puedes llegar a pasar un rato muy divertido en el ratonero y técnico circuito del Jarama o en cualquier otro trazado. La nobleza del chasis, la efectividad de las transmisiones y la potencia de sus motores garantizan buenas dosis de adrenalina. Cuentan con todos los ingredientes para ofrecer grandes prestaciones y, como ya es tradicional en Audi, sin renunciar al confort y placer de conducción a diario.

Siempre he pensado que no hay nada como un circuito para conocer a fondo las prestaciones de un coche. Un trazado como el del Jarama te ofrece la posibilidad de rodar y rodar al límite si es necesario, con la seguridad de saber que aunque pongas a prueba la capacidad del chasis o tus propias habilidades al volante siempre tienes una escapatoria y una segunda oportunidad. Si hablamos de vehículos que superan los 300 CV de potencia, esta idea está más que justificada. Audi ofrece a sus clientes (y también a los que no lo son) unos cursos de conducción que permiten conocer a fondo las prestaciones de sus vehículos y de paso mejorar tu técnica con el sabio consejo de monitores especializados. Bajo la denominación de Audi Driving Experience, esta marca alemana ha creado una división destinada en exclusiva a este menester, que lleva ya tres décadas organizando jornadas en toda Europa. El Audi Driving Experience ha pasado por Madrid, y paralelamente ha traído varias unidades de la gama S, entre ellas el S5, S6 y S6 Avant, S7 Sportback, S8 y TT S y TT RS Plus, que han puesto a disposición de la prensa especializada. Esta ha sido una excelente oportunidad para testear cómo ruedan estos coches en un trazado bastante revirado, técnico y un punto retro como el del circuito del Jarama. En la jornada contamos incluso con los sabios consejos de Miguel Molina, piloto oficial de Audi en el DTM.

Entre todas las unidades que Audi dispuso en el Pit Lane de su gama S, nos decidimos en primer lugar por el más grande, el S8. Este coche es un claro exponente de cómo una gran berlina de gran tamaño puede convertirse en un deportivo sin aparentarlo exteriormente. Esta versión S del Audi A8 mantiene toda su elegancia y personalidad un tanto aburguesada. Su personalización es muy ligera, y viene marcada por las llantas de 20 pulgadas (que opcionalmente pueden ser de 21") o las pinzas de freno de color negro mate del eje delantero con el emblema S8, entre otros detalles. En su interior esconde un V8 Biturbo de 520 CV que te hace olvidar que estás conduciendo un coche de más de cinco metros de longitud y dos toneladas de peso. Este Audi entra en las curvas casi con la agilidad y precisión de un compacto, y eso que su batalla es de casi tres metros. No es un coche para circuito, los hay mejores para esto. Pero la correcta asociación de su potente motor con el cambio Tiptronic, las bondades de su chasis y su transmisión integral quattro con diferencial central autoblocante y diferencial deportivo en el tren trasero, sorprenden.

El siguiente en la lista fue un S7 Sportback. Es el modelo inmediatamente por debajo del S8, con el que comparte gran parte de la cadena cinemática, como el motor V8 Biturbo, pero en este caso de "solo" 420CV, la suspensión neumática adaptativa o la tracción quattro. Como el S8, combina a la perfección su imagen de coche de representación, en este casó un cupé de cinco puertas, con unos toques deportivos en su exterior que lo diferencian del A7: parrilla específica, paragolpes, tubos de escape y retrovisores exclusivos o llantas de 19" que opcionalmente pueden ser de 21", entre otros detalles. En el Jarama, el S7 Sportback demostró unas grandes cualidades para hacerte sentir piloto por un día, pero a diferencia del S8, la menor potencia de su motor lo hace menos excitante. Eso sí, su cambio STronic de 7 velocidades, de tipo doble embrague, es algo más efectivo que el Tiptronic del S8. Este modelo también es una clara muestra del carácter deportivo que, a diferencia de un A7 Sportback, puede imprimirse a un coche de su estilo.

Por debajo del S7 Sportback se sitúan los nuevos S6 y S6 Avant, que montan exactamente el mismo motor V8 de sus hermanos mayores. Los 420 CV disponibles bajo el acelerador generan unas prestaciones de aceleración notables (hacen el 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, una décima menos en el Avant), y a ello también contribuye la efectividad del cambio STronic de 7 velocidades. Llantas de 19", adaptative Air Suspension... el S6 y S6 Avant se benefician del equipamiento del S7 Sportback, pero lucen una carrocería algo más compacta . La versión familiar es para aquellos que no quieren renunciar a las prestaciones ni a la practicidad del formato Station Wagon.

Llegó el turno del S5, uno de los modelos de Audi, a mi parecer, más acertados estéticamente. Su exterior marca la diferencia con respecto al A5 con detalles como la parrilla específica, con su rejilla en diseño de panel, las carcasas de los retrovisores en color aluminio, las molduras de las taloneras en el color de la carrocería, o las cuatro salidas de escape que centran nuestra atención en la zaga. Es un coche muy equilibrado en todos los sentidos. Su motor 3.0 TFSI ofrece unos terrenales 333CV, y cuesta casi la mitad que un S8. En circuito, es capaz de transmitirte grandes sensaciones, favorecido por su menor tamaño con respecto a sus hermanos de gama y apoyado por un motor lo suficientemente potente como para obligarte a estar pendiente de dónde aplicar los frenos antes de negociar el viraje de final de recta. Es un coche francamente elegante, especialmente en su versión cabrio, cuyas aptitudes deportivas tampoco tienen nada que envidiar a las de la versión cupé.

En la presentación del Jarama también se vio alguna unidad de Audi S4, un coche que comparte motor con el S5, un 3.0 TFSI V6 turbo de 333 CV, unido al cambio automático de doble embrague STronic. El S4 equipa de serie el tren de rodaje deportivo S, que rebaja 30 mm la altura de la carrocería. Podemos optar por equipar la regulación electrónica de la amortiguación, que complementa al sistema de dinámica de conducción Audi drive select. Con todo ello, el S4 se convierte en la berlina de tamaño medio más eficaz en Audi, con el permiso de la versión RS.

La gama S de Audi se completa con el S3, el compacto de la marca con motor 3.0 TFSI de 300 CV, con Audi Valvelift System, alta compresión (9,3:1), turbocompresor y colector de escape integrado en la culata, entre otros detalles mecánicos. En su carrocería se ha utilizado aluminio para reducir el peso, se ha instalado un tren de rodaje deportivo, frenos autoventilados de 340mm. y equipa llantas de 18 pulgadas con neumáticos 225/40. Es una versión que claramente marca la diferencia con respecto al A3 Sportback 2.0 TFSI de 200 CV. 100 CV de más se notan, y mucho, en un coche de su tamaño.

Es el primer modelo de la gama S de Audi que monta un motor diésel. Se trata de un V6 TDI de 3 litros sobrealimentado, que eroga 313 CV. También es el Audi más rápido de la gama Q5, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos. Este propulsor se asocia a un cambio Tiptronic de ocho velocidades. Equipa tren de rodaje deportivo que rebaja la altura de la carrocería en 30 milímetros y llantas de 20" que pueden ser de 21" si se solicitan de forma opcional. Numerosos detalles exteriores y de equipamiento lo diferencian de la gama Q5 convencional.

En presentaciones de este estilo, las marcas suelen tener reservada una pequeña sorpresa a la prensa especializada. En este caso, el protagonista del evento fue el Audi TT RS Plus, la versión potenciada del TT RS que se ha fabricado en serie limitada. En Madrid rodaron 4 unidades de las 333 que se han fabricado para todo el mundo, una de las cuales cayó en nuestras manos. El TT RS Plus es la máxima expresión de la deportividad en la gama S de Audi, como demuestran sus prestaciones, la efectividad de su chasis y el look de su carrocería. Es un coche de suspensiones muy rígidas, de dirección muy directa, con un motor 2.5 TFSI de cinco cilindros turbo que da 360 CV (20 CV más que el TT S) y se asocia muy bien al cambio automático STronic de 7 velocidades. Este coche hace el 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. Viene calzado con llantas de 19" y neumáticos 255/35, y su frenada se confía a discos ventilados con pinzas de cuatro pistones en el eje delantero. Hay que decir que las unidades que testeamos en el Jarama tenían bastante castigados los discos, pero aún así el coche se comportó de una forma tremendamente eficaz a a la hora de abordar los virajes y apurar las frenadas. Su corta batalla, la generosa potencia para el peso del conjunto, la rigidez del chasis y el excelente tacto de la dirección lo convierten en el mejor representante del espíritu rácing presente en Audi y en la gama S en particular, y un coche ideal para exprimir en circuito. Para hacerte con un TT RS hay que abonar 71.570 euros, unos 4.000 euros más que un TT S Coupé. Es el precio de la potenciación y la exclusividad.