Audi Q3: El más deseado

El Q3 de Audi está destinado a competir en el segmento de los todocaminos de lujo de tamaño compacto, uno de los que en la actualidad experimenta un mayor crecimiento en el mercado europeo, pero su llegada no sólo juega un papel destacado a nivel comercial en esta categoría, rivalizando con el flamante Range Rover Evoque, el renovado VW Tiguan, el BMW X1 o el Mercedes GLK, sino que tiene una importancia capital para la industria automovilística nacional. No en vano es el primer modelo de la marca alemana de fabricación española, concretamente en las instalaciones de Seat en Martorell. La decisión en su momento del Grupo VAG, propietaria de ambas marcas implicadas, de destinar su producción a dicha fábrica ha significado una inversión de 300 millones de euros destinados a mejorar y adecuar las instalaciones de la planta catalana y adaptar la cadena de montaje a las exigencias del nuevo modelo. Pero además, la contribución de este coche se debe medir también en ocupación: se habrán creado 700 nuevos puestos de trabajo cuando el coche se encuentre en fase de producción a plena capacidad. La marca alemana culmina su familia Q, al menos de momento, con una variante que sin llegar a ser popular ya que por equipamiento, posicionamiento y precio se engloba en el segmento Premium, tiene por sus características y dimensiones un recorrido comercial más amplio que le puede abrir las puertas de un nuevo público. El menor de la saga SUV de Audi evidencia la progresiva adaptación al asfalto de los todocaminos compactos de la marca (y también de la competencia en general), así como la facultad de los ingenieros y diseñadores de la firma de los cuatro aros para otorgar un toque singular y casi único de elegancia y deportividad a todas sus creaciones. Nadie puede negar que la atmósfera interior y las sensaciones que transmite un Audi son especiales, diferentes y convincentes.

PVP Audi Q3 2.0 TFSI 170 CV quattro manual 6 vel. Advance 33.420 € Audi Q3 2.0 TFSI 170 CV quattro manual 6 vel. Ambience 36.590 € Audi Q3 2.0 TFSI 170 CV quattro manual 6 vel. Ambition 36.590 € Audi Q3 2.0 TFSI 211 CV quattro s tronic 7 vel. Advance 39.300 € Audi Q3 2.0 TFSI 211 CV quattro s tronic 7 vel. Ambience 42.470 € Audi Q3 2.0 TFSI 211 CV quattro s tronic 7 vel. Ambition 42.470 € Audi Q3 2.0 TDI 140 CV manual 6 vel. Advance 29.900 € Audi Q3 2.0 TDI 140 CV manual 6 vel. Ambiente 32.950 € Audi Q3 2.0 TDI 140 CV manual 6 vel. Ambition 32.950 € Audi Q3 2.0 TDI 177 CV quattro s tronic 7 vel. Advance 36.900 € Audi Q3 2.0 TDI 177 CV quattro s tronic 7 vel. Ambiente 39.950 € Audi Q3 2.0 TDI 177 CV quattro s tronic 7 vel. Ambition 39.300 €

El diseño del Q3 no puede calificarse de sorprendente puesto que no resulta especialmente novedoso, además, encaja perfectamente con la imagen del resto de modelos de la marca y sigue fielmente las premisas estéticas marcadas por la firma alemana para sus modelos tipo SUV. Lo que sí logra el pequeño de esta saga es reflejar una clara vocación deportiva en sus formas, marcadas por una pronunciada curvatura de techo en su zona trasera, que evoca el universo de los cupés, una zaga de aspecto compacto y robusto y un frontal más afilado y menos redondeado que el de sus hermanos mayores Q5 y Q7. Su originalidad radica en que no es una simple miniaturización de estos sino que aporta rasgos propios y recursos estilísticos específicos, como los faros delanteros estrechos y alargados que le otorgan personalidad propia. Por lo demás, sus rasgos estilísticos resultan bastante comedidos y no son muy agresivos, por ello transmite la sensación de ser un compacto Premium de filosofía crossover, o un SUV urbano muy enfocado al asfalto y la ciudad. Quizás en estos detalles es donde radica precisamente su atractivo y sus principales argumentos comerciales para seducir a un público más racional y lógico que no se deja impresionar por unas dimensiones y una apariencia espectacular y que prefiere un coche más práctico aunque versátil.

Sus dimensiones exteriores (4,39 x 1,68 x 1,83 m) no permiten excesivas alegrías interiores especialmente en las plazas traseras, en las que la central sale claramente mal parada por el diseño del túnel de transmisión, como suele ser habitual. La anchura de éstas tampoco es el punto mejor solventado en el Q3 que sin embargo acumula una larga lista de aciertos en el interior del habitáculo. Una de ellas es la presentación clara, limpia y despejada del salpicadero y de la consola central. Ordenado, discreto y con lo necesario, sin artificios visuales, a la larga se agradece este esfuerzo en ergonomía. Los materiales y remates, como de costumbre en la marca, son extraordinarios en tacto y apariencia, logrando un ambiente de gran calidad con una imagen elegante y sobria. Con cinco colores y con detalles que resultan a la vez prácticos y modernos, como el MMI para el control de funciones diversas, el habitáculo obtiene una muy buena nota en el apartado del diseño y la imagen. Por capacidad (460 litros de maletero ampliables a 1.365 abatiendo el respaldo de los asientos traseros) tampoco se sitúa entre los más generosos, aunque el maletero es muy rectangular y cuenta con un espacio adicional ligeramente hundido respecto a la línea de carga, situada a unos 85 cm del suelo.

La gama está compuesta de momento por tres motores, un turbodiésel de 177 CV y dos vanguardistas opciones turbo de gasolina, dotadas con inyección directa, que alcanzan 170 y 211 CV, respectivamente. Más adelante, hacia finales de año, se ampliará la oferta mecánica con la llegada de la configuración menor, compuesta por un turbodiésel de 140 CV, que al menos en nuestro mercado será la versión más demandada previsiblemente ya que estará asociada a la transmisión 4x2, contará con una media homologada de sólo 5,2 litros a los 100 km y será la más económica, con un precio desde 29.900 euros. La gama se completará probablemente ya en 2012 con una variante cinco cilindros y 300 CV. Las tres versiones de lanzamiento están dotadas de tracción integral, y destacan por adoptar el sistema de arranque y parada automático y los frenos con recuperación de energía en el equipamiento de serie. Estos dos ingenios tecnológicos permiten mejorar considerablemente la eficiencia de consumo. En las cuatro variantes se ha trabajado para que la entrega de potencia resulte suave, y su sonoridad agradable, con la rapidez de respuesta exigida a un vehículo de sus características, especialmente adecuado para mantener un estilo de conducción dinámico y deportivo sobre carretera, con aplomo y velocidad en autopista y ágil y cómodo en ciudad, sin olvidar su facultad para circular también de forma segura por terrenos sin asfaltar (versiones quattro).

Las ventajas de la transmisión s tronic sobre la caja manual son cada vez más evidentes cuando se asocian a motores a su vez cada vez más afinados, de funcionamiento tan suave (especialmente los TSI) y con un rendimiento general tan bueno como los que equipa el Q3 (y tantos otros modelos del Grupo VAG). La combinación de ambos resulta extraordinariamente recomendable, por la rapidez de ejecución de cualquier solicitud sobre la palanca (o las levas) y también por la eficiencia extra que proporcionan -por no hablar del confort de marcha y la calidad de rodadura-, superando claramente al cambio manual. En este sentido, y pese a al aumento de precio, es igualmente recomendable decantarse por las variantes con tracción total, no sólo por la versatilidad superior que proporcionan, sino también por el plus de seguridad que supone afrontar por ejemplo cualquier recorrido bajo una lluvia intensa. En cuanto a la dirección, responde con precisión; el tacto general de mandos y pedales también transmite mucha confianza, con el punto justo de equilibrio entre dureza y suavidad. Entre sus virtudes figura también la contención del peso del conjunto, que contribuye a que su conducción resulte muy parecida a la de cualquier berlina, ya que Audi ha logrado que la versión básica del Q3 no supere los 1.500 kg de peso (1.445 exactamente) gracias al empleo de materiales como el aluminio para el capó y el portón trasero.

El Q3 con cambio s tronic ofrece una función diseñada para reducir el consumo que requiere de una cierta adaptación ya que en un primer momento puede parecer algo "insegura". Esta función, que sólo se activa si se selecciona el modo "Efficiency" en el Audi Drive Select, entra en funcionamiento cuando el conductor levanta el pie del acelerador, dejando que el coche avance por inercia. Entonces el coche se desembraga para que la transmisión no tenga que arrastrar al motor y consuma menos. En los casos en los que sucede cuando descendemos, la sensación es como circular con punto muerto, por lo que es fácil tocar el freno por instinto, momento en el cual el vehículo vuelve a engranar una marcha para dotarlo de retención, pues el sistema interpreta que el deseo del conductor no es ganar velocidad. En definitiva, un elemento más que para mejorar la eficiencia, como el Start/Stop, requiere acostumbrarse a él.

Su precio, por equipamiento, acabados, prestaciones e imagen, no es precisamente el de un coche barato. Por ello pese a tratarse de un excelente producto (como el Audi A1) puede encontrarse con que algunos de sus clientes potenciales se decanten por alternativas de mayor tamaño y capacidad con tarifas similares. En cualquier caso. Audi nunca decepciona, incluso a los más exigentes, aunque también es cierto que las propuestas de la competencia en este segmento son verdaderamente novedosas y atractivas. La dotación de sistemas tecnológicos, ya sean de serie o en opción, pueden ser uno de los aspectos decisivos para decantarse hacia la propuesta alemana, ya que el Q3 puede contar, por ejemplo, con avanzados sistemas como faros de xenón plus con luces de LED diurnas, navegador con disco duro y pantalla de 7 pulgadas extraíble, conexión a Internet, aparcamiento automático y avisador de cambio de carril con actuación sobre la dirección si es necesario. Casi nada...