Este SUV Premium de 4,63 metros de largo ocupa el escalafón intermedio en la familia "Q" de la firma de Ingolstadt. El modelo germano se distingue por una dinámica de conducción que proporciona el máximo confort tanto por asfalto como fuera de él, gracias a una suspensión sublimemente ajustada. Y más allá de la pura comodidad, su apariencia de aires deportivos tiene su reflejo sobre el asfalto cuando le exigimos ritmos fuertes, pues se rige por una conducta de gran estabilidad. Por su parte, el sistema de tracción total quattro aporta un grado de motricidad y de seguridad adicional que nos permite realizar, con garantías, salidas eventuales por pistas en buen estado. El motor 2.0 TDI y el cambio automático S Tronic dan lugar a un conjunto que combina una excepcional suavidad de funcionamiento con una notable eficiencia. El escaparate de rivales directos del Q5 incluye, entre otros, el BMW X3, el Volvo XC60 y el Mercedes GLK aunque, si se valora su dotación tecnológica, sus elevadas cualidades dinámicas y el refinamiento de sus acabados, puede suponer una alternativa más que justificada a ciertas berlinas del segmento Premium.
Diseño
El mediano de la familia SUV de Audi posee unas medidas bastante racionales, con una longitud de 4,63 m, una anchura de 1,88 m y una altura de 1,65 m. Esto significa que posee un mayor empaque visual que su hermano menor Q3 pero sin llegar a los más de cinco metros del Q7. A rasgos generales, el Q5 se distingue por una línea de diseño elegante y una apariencia robusta plagada de guiños deportivos que le aportan un alto grado de dinamismo. La habitual parrilla Singleframe de grandes dimensiones de Audi preside el poderoso frontal del vehículo, que también destaca por la expresividad de unos faros que incorporan la sofisticada luz de marcha diurna compuesta por diodos luminosos. Las entradas de aire inferiores están divididas por unas pequeñas barras horizontales que integran los faros halógenos antiniebla. El perfil del 4x4 alemán resalta por su línea de cintura ascendente y sus acentuados pasos de rueda, además de por la presencia de las barras longitudinales situadas en el techo. La trasera del vehículo se distingue, en primer lugar, por la considerable anchura del portón y el tamaño de las ópticas. Un pequeño spoiler en la zona superior contribuye a reforzar el carácter deportivo del automóvil. Cabe remarcar, además, que posee un coeficiente aerodinámico Cx de 0,33, lo que le coloca entre los mejores de su segmento en este ámbito.
Habitabilidad
Resulta extremadamente cómodo sentarse a los mandos del todocamino de Audi. Presenta un espacioso puesto de conducción, con un asiento que recoge el torso de forma óptima. El manejo de los mandos es muy sencillo e intuitivo y existe una excelente visibilidad exterior, acentuada por la posición elevada al volante. Como es de esperar por parte de la firma alemana, la calidad de acabados se sitúa a un nivel muy alto, dando lugar a un ambiente lujoso y refinado que queda fortalecido por un equipamiento de máxima categoría. Los asientos traseros ofrecen una gran amplitud para dos pasajeros adultos, tanto en cuestión de altura al techo como de espacio para las rodillas. Las banquetas pueden inclinarse, con lo que se obtiene un mayor grado de confort, sobre todo de cara a viajes largos. Por su parte, la plaza central es algo justa debido principalmente al túnel de transmisión, algo, por otro lado, bastante usual en la mayoría de vehículos de su segmento. El maletero del Q5 es una muestra de la polivalencia que ofrece el vehículo. Con todos los asientos en posición normal, proporciona un volumen de 540 litros con una altura al borde de carga de sólo 69 centímetros. Un movimiento muy sencillo permite plegar los asientos traseros de forma asimétrica. Con esta segunda fila abatida, el volumen crece hasta los 1.560 litros y se obtiene una longitud máxima de carga de 1,70 m.
Mecánica
Para esta prueba hemos elegido la motorización diésel intermedia de las tres disponibles en la gama Q5 de gasoil. Se trata de un bloque 2.0 TDI de cuatro cilindros y 170 CV de potencia, que eroga un par motor de 350 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm. Se distingue por una gran entrega de fuerza a bajas revoluciones, si bien empuja aún con más poderío una vez que superamos las 2.000 rpm. En el terreno de las prestaciones, este SUV ofrece unos muy buenos resultados, pues acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y puede rodar a 204 km/h de velocidad máxima. La eficiencia es uno de los valores fundamentales de este motor. Su ajustado consumo medio es de 7,0 litros cada 100 km, mientras que registra unas emisiones de 184 g/km de CO2. Debe remarcarse el trabajo de los ingenieros de Audi en materia de aislamiento acústico, pues los niveles de sonoridad que se perciben desde el habitáculo son muy bajos. Aunque el bloque viene de serie con un cambio manual de seis relaciones, en nuestra unidad va engranado a una caja automática opcional S tronic de siete velocidades. Dispone de unos desarrollos tirando a cortos y bien escalonados además de una resaltable rapidez de respuesta. El cambio ofrece la posibilidad de cambiar entre dos programas automáticos. Por un lado se encuentra el modo Drive, que prioriza la comodidad y la eficiencia por encima de todo. Por el otro se encuentra el modo Sport, que estira más los cambios de marcha para obtener un mayor rendimiento prestacional. Asimismo, si se prefiere contar con mayor poder de decisión, puede optarse por el modo secuencial.
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Comportamiento
A nivel estructural, el todocamino de la marca alemana se basa en la plataforma del A4, lo que ya nos aporta bastante información sobre cómo rinde en el capítulo dinámico. Suavidad de marcha y placer de conducción son dos de sus principales virtudes durante una conducción tranquila. El Q5 monta la efectiva dirección servotronic, que modifica su comportamiento en función del ritmo de conducción. Es posible maniobrar sin esfuerzo durante los aparcamientos mientras que su servoasistencia se reduce al rodar a velocidades altas. Al conducir a ritmos elevados, la estabilidad que demuestra este Audi es encomiable, pues se distingue por unas reacciones muy nobles. No sólo reduce los balanceos a la mínima expresión, sino que además registra un excelente copiado de las irregularidades del firme. Esto se produce gracias a un tarado de suspensión muy acertado, en el que se ha sabido encontrar el equilibrio entre el confort de marcha y la estabilidad. Por su parte, el afamado sistema de tracción total quattro se encarga de aportar un extra de motricidad, optimizando aún más sus posibilidades dinámicas además de la seguridad al volante. El sistema funciona mediante un diferencial central autoblocante que se encarga de repartir, en condiciones normales, el 40% de la fuerza al eje delantero y el 60%, al trasero. Este porcentaje varía según las necesidades de cada momento.
Seguridad
En cuestión de seguridad, el equipamiento del Q5 incluye airbag frontal de conductor y acompañante, airbags de cabeza delanteros y traseros y airbags laterales delanteros. Incorpora además ABS, asistente de frenado (SAFE), distribución electrónica de frenado (EBV), control de estabilidad (ESP) con modo Offroad específico y control de tracción (ASR y EDS). A ello hay que añadir el sistema de tracción integral quattro, que asegura un alto nivel de seguridad en circunstancias de baja adherencia o al abandonar el asfalto. El vehículo dispone también de un indicador de desgaste de las pastillas de freno delanteras. Asimismo, cuenta con anclajes Isofix para sillas infantiles.
Valoración final
Entre los integrantes de la familia SUV de Audi, el Q5 es sin duda el más equilibrado en todos los aspectos. Muestra una mayor agilidad de movimientos que el Q7 y dispone de un habitáculo más espacioso que el Q3. Y todo ello proporcionando una conducción suave y refinada que esconde un importante espíritu deportivo capaz de generar altas cotas de diversión. El desembolso que exige, algo elevado, es uno de los aspectos que pueden llevar a pensárselo dos veces. Sin embargo, la calidad global que brinda está a la altura.
Yo tengo un Audi a3 de 2005 y todavía estoy esperando que me deje tirada en la carretera por avería. Lleva más de 300000 km y no puedo estar más contenta con el. Para lo único que ha pisado el taller ha sido para cambios de ruedas y revisiones, así que tu comentario sobre averías en Audi no tiene ara que ver con mi coche