La referencia en calidad y eficacia
Los niveles de excelencia alcanzados actualmente por los fabricantes en la categoría de los todocaminos de lujo de tamaño medio sitúan el listón muy alto. Pese a ello, el Audi Q5, y en concreto esta versión 3.0 TDI, es uno de los modelos que supera los estándares del segmento gracias a sus abundantes e incontables argumentos. En dura pugna con rivales como el Volvo XC60, el Mercedes GLK, el Volkswagen Touareg o los BMW X1 y X3, el modelo de la marca de los cuatro aros es toda una referencia entre los SUV de su clase. No se le puede cuestionar nada más que una tarifa considerablemente elevada ya que la exquisitez de su presentación interior, su atractivo diseño y acertadas proporciones y su excepcional mecánica turbodiesel de tres litros y 240 CV con cambio automático S tronic de siete velocidades y tracción integral quattro conforman un vehículo que roza la perfección. Por su versatilidad y su configuración se enmarca en esta categoría pero entre sus competidores podrían figurar berlinas de representación o familiares Premium ya que cuenta con sofisticadas tecnologías para potenciar el confort y la seguridad en la conducción como los sedanes de lujo más avanzados y una óptima habitabilidad y un generoso espacio de carga configurable como los station wagon de gama alta más capaces.
Texto y
Diseño
Uno de los factores que le posiciona, a mi modo de ver, por delante del Q7 es que sus formas son más proporcionadas (mide 4,62 m de largo) y sus líneas más acertadas ya que resulta visualmente más ágil, manejable y práctico que su mastodóntico hermano mayor. Sin embargo, si comparativamente es más discreto, en sí mismo resulta suficientemente llamativo y atractivo como para despertar miradas de admiración, puesto que su deportivo diseño no deja indiferente.
Las luces de iluminación diurna del frontal y la fina tira de Leds rojos de sus pilotos le permiten destacar por su aspecto moderno y elegante. Estéticamente la integración de todos sus componentes en su compacta silueta es muy buena y natural, además ofrece una imagen poderosa pero no artificiosa, a base de aditamentos visuales. Es su misma línea y configuración (pasos de rueda pronunciados, zaga compacta, frontal rotundo, llantas de 18 pulgadas...) la que le otorga su vistosidad, aderezada en la misma proporción por la elegancia y la deportividad. Pese a su arquitectura, posee uno de los mejores coeficientes aerodinámicos de su clase, con un Cx de 0,33.
Habitabilidad
Es uno de sus mejores argumentos, pues ofrece un maletero de 540 litros de capacidad y además los asientos traseros (con una plaza central algo justa, eso sí, a causa del puente de la transmisión) se pueden desplazar longitudinalmente y también abatirse, con lo que su especio de carga aumenta hasta los 1.560 litros. Los delanteros, con múltiples regulaciones eléctricas, ofrecen un buen agarre lateral resultando a su vez muy cómodos. Estos detalles junto con otros complementos como el sistema de acceso y arranque sin llave, permiten que el puesto de conducción y su posición al volante -práctico por tamaño y diseño de los mandos que incorpora- sean muy agradables dada la facilidad de adaptación y la sensación de seguridad que proporciona su buena visibilidad. Huelga decir, tratándose de un Audi, que tanto los materiales como la distribución, formas y funcionalidad de sus mandos figura entre lo mejor, no sólo de su categoría sino de la industria en sí.
Mecánica
El motor diésel de seis cilindros en V y 240 CV es también uno de los mejores propulsores de gasóleo de su gama de potencia. Su rapidez de reacción y su enorme potencial se ponen de manifiesto ante la más mínima insinuación del conductor. Su capacidad de empuje es muy notable y su reserva de potencia es siempre muy amplia. Además, hay que decir que el funcionamiento general es bastante silencioso teniendo en cuenta los registros que es capaz de alcanzar, más propios de un deportivo de altas prestaciones (225 km/h de velocidad máxima y de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos) de que un vehículo polivalente de semejantes dimensiones y peso.
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Ello comporta que a nivel de consumos no sobresalga por ser especialmente ahorrador, lo cual no quiere decir que no sea eficiente ni razonable. Gasta una media de 7,5 litros a los 100 km, aunque fácilmente se encarama hasta los 9 a poco que el ritmo sea algo más exigente. Por su parte las emisiones de CO2 están por debajo de los 200 gr, por lo que teniendo en cuenta que pesa casi dos toneladas y cuenta con tracción total permanente, es un registro aceptable. En cuanto al cambio, está en la línea de excelencia de Audi. Esta versión equipa de serie el cambio automático-secuencial de doble embrague del Grupo Volkswagen, que en Audi recibe el nombre de S tronic. Esta caja ofrece un resultado brillante por cuanto a su rapidez y facilidad de uso se refiere. Con levas en el volante y accionamiento secuencial también por la palanca, ofrece un aprovechamiento del motor inigualable, mejor que con cualquier otra opción de transmisión, así como un confort de marcha muy placentero y unas sensaciones deportivas también muy acusadas en conducción dinámica.
Comportamiento
Al montar la misma plataforma que el A4, aunque con los ajustes preceptivos (el motor va más retrasado con relación al eje delantero para lograr un mejor reparto de pesos entre los dos ejes), el Q5 se beneficia de un comportamiento dinámico de primer nivel. Además, cuenta con elementos mecánicos específicos para reducir el peso del conjunto, como unos brazos de suspensión fabricados en aluminio o la tracción integral quattro optimizada para conducción off-road. Paralelamente, otros dispositivos contribuyen a mejorar su eficacia, tanto en conducción sobre asfalto, con una suspensión cómoda y, sobre todo, muy eficaz en trazados virados, como sobre tierra. Es el caso del Audi Drive Select, un sistema que puede variar la respuesta del acelerador, la asistencia y desmultiplicación de la dirección, el modo de funcionamiento del cambio automático y la dureza de la suspensión en función de las necesidades o preferencias de conducción y según tres programas de funcionamiento: Confort, Automático o Dinámico.
Seguridad
La tracción 4x4 garantiza la máxima adherencia en cualquier situación, por lo que se convierte en un elemento de gran incidencia en su seguridad. El sistema quattro de Audi reparte la tracción de forma automática, un 40% sobre el eje delantero y un 60% sobre el trasero. Un diferencial Torsen se encarga de variar este reparto en función de las necesidades de tracción de cada momento. Para circular sobre terrenos de gran desnivel y de poca adherencia, dispone de serie de un asistente para el descenso de pendientes y de un ABS que detecta cuando no se encuentra rodando sobre asfalto, variando y optimizando su comportamiento. Gracias a sistemas como este o como el ESP inteligente, que varía su funcionamiento según el programa de conducción o incluso cuando llevamos mucho peso, remolque o una baca en el techo, la seguridad dinámica del Q5 es excepcional. Asimismo, el Q5 puede contar con elementos de equipamiento poco frecuentes en un coche de estas características como el sistema de alerta por cambio involuntario de carril o un dispositivo que controla la presencia de obstáculos en el ángulo muerto de los retrovisores, dispositivos que simplifican la tarea del conductor limitando o eliminando posibles riesgos de la conducción. Valoración Final
Como apuntábamos antes, sirve para todo y podría decirse que tiene las principales virtudes del Q7 pero sin sus inconvenientes, ya que resulta cómodo y amplio, va lujosamente equipado y brilla de manera especial en comportamiento dinámico puesto que resulta más manejable y bastante más ágil que el gran SUV de lujo de la marca. Con un tacto de conducción refinado, la mejor tecnología disponible del momento y una eficacia dinámica impropia para su categoría, el Q5 3.0 TDI V6 despliega una conducción verdaderamente placentera, sofisticada, segura y divertida.
Como únicas limitaciones cabría apuntar su elevado precio y su limitación para circular por el campo debido a los neumáticos que monta de serie. Por lo demás es una elección mucho más razonable que los grandes todocaminos de lujo, más voluminosos e incómodos para el uso diario, o los caros y torpes todoterrenos de gama alta. No lo dude, si dispone del capital para costeárselo y está valorando esta opción, el Audi Q5 no le defraudará.
Muy completo