Pequeño guerrero
Pocas cosas hay que no me gusten del S1 Sportback, si exceptuamos el color de la unidad de pruebas que nos adjudicaron. A otros compañeros de la redacción, -alguno de ellos un poco rarito, todo hay que decirlo- les encantó. Sabéis aquello de que para gustos, colores? Pues eso.. Otro al que también le encantó fue nuestro fotógrafo, al que le pareció un color genial para trabajarlo. En fin, disquisiciones al margen, lo que está claro es que esta “pequeña bomba” de Audi gustará a la mayoría.
Argumentos tiene de sobra para conseguirlo. Esta versión -tanto en carrocería de tres puertas como en esta Sportback que hemos probado- amplía la oferta “S” de la marca en el segmento inferior, el llamado B Premium en el que el A1/S1 pelea esencialmente con el Mini (sobre todo con el John Cooper Works en el caso del S1) y con algunos otros modelos como el DS3, el Alfa Romeo MiTo o, apurando un poco por un tema de tamaño, con el Abarth 595.
El S1 monta el motor 2.0 TFSI de 231 CV que -en un conjunto con unas dimensiones de 3,97 metros de largo, 1,74 de ancho, 1,42 de alto y un peso de 1.340 Kg.- ofrece un rendimiento fantástico que invita a “escaparse” donde las carreteras no tengan rectas…
Detalles S
No hace falta ponerlo en marcha para saber que el S1 es un coche con un acusado carácter deportivo. Basta mirar su frontal en el que destaca la parrilla Singleframe de color negro con el logo S1, las líneas de los faros xenón plus que equipa de serie con el dibujo de la luz diurna de LED o los parachoques específicos con las simuladas entradas de aire laterales.
En los costados, las taloneras angulares intensifican su perfil y las llantas de 17” -opcionalmente de 18”- completan un perfil sencillo pero atractivo. La zaga sigue el mismo corte. El alerón –que parece dividido en dos piezas y que es opcional ya que el de serie es de menores dimesiones- el grupo óptico LED con la luz trasera dispuesta en horizontal, el difusor en color gris y la doble salida de escape completan los rasgos traseros del S1. No se puede decir que tenga un aspecto radical y tremendamente deportivo, pero sí es suficiente “personal” para saber que se trata de un miembro de la familia S.
Algo similar ocurre en el habitáculo. Sin ser rompedor y siguiendo el estilo de otras versiones, en el S1 predomina el color negro en la presentación. Los asientos de corte deportivo son de serie y opcionalmente se puede optar por los asientos S con reposacabezas integrados y parte del repaldo recubierto por una pieza de plástico negro brillante.
Los instrumentos del cuadro de información presentan el fondo gris y los números en blanco, los son pedales de acero inoxidable cepillado y las molduras de acceso incorporan inscripciones S1. El volante multifunción -de piel y achatado en su parte inferior- también incorpora el característico logo S1 que corrobora el estilo deportivo de esta versión.
El tablier alberga la pantalla en color del MMI y las típicas salidas de aire de tipo turbina, mientras que la consola central da cabida a los botones de la calefacción, a los del sistema de navegación MMI, al Audi drive select, a la palanca de cambios y a dos huecos portaobjetos. Cabe señalar que la pantalla del navegador, que es plegable, no es de tipo táctil y, por lo tanto, se maneja únicamente a través del sistema MMI aunque a través de una serie de menús muy intuitivos que permiten accionarlo en marcha con seguridad para las funciones principales. Otra cosa es, por ejemplo, introducir una dirección en el navegador, algo que la prudencia aconseja hacer a coche parado.
Las plazas traseras son justas -tanto en distancia como en altura- y sin duda es uno de los puntos mejorables del S1 ya que hay otros modelos del segmento B (bien es cierto que no son de los considerados premium como en este caso) con mayor espacio detrás. Además, la configuración que presenta Audi es de cuatro plazas de manera que no hay posibilidad de transportar a un quinto pasajero. No hay tercer apoyacabezas ni tercer cinturón y en el centro de la banqueta encontramos un par de portalatas. Este es un punto a tener en cuenta a la hora de decidirse por este modelo.
Por su parte la capacidad de carga del maletero es de 210 litros que pueden convertirse en 860 litros con los asientos traseros abatidos. Esta capacidad, muy baja para el segmento, es debido al hecho de que el coche es de tracción integral. Respecto al resto de A1, que tienen un maletero de 270 litros (una cifra que tampoco es excesivamente buena), el S1 pierde litros a causa del mayor tamaño del eje posterior motriz.
Las formas del maletero son muy regulares y bajo el piso encontramos una serie de pequeños huecos donde podemos dejar las herramientas habituales (triángulos) y algunos otros objetos aunque el espacio principal lo ocupa la batería, trasladada aquí a causa de la falta de espacio debajo dle vano motor delantero. Además, la posición de la batería bajo el maletero contribuye a mejorar el reparto de pesos del coche.
Equipamiento y opciones
El Audi S1 incorpora elementos de serie que ofrecen una buena dosis de comodidad y seguridad. Para ello, dispone de seis airbag, anclajes ISOFIX, amortiguadores de tarado variable, control de estabilidad ESC desconectable en dos fase, gestión del par individual para cada rueda, control de tracción y de frenada en curva, dirección asistida variable, faros de xenón plus, sensor de lluvia y distribución de frenada electrónica.
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En lo que se refiere al confort y algunos detalles estéticos, además de algunos elementos ya citados, dispone de climatizador, reposacabezas activos, espejos retrovisores exteriores en color de contraste, radio MMI con CD -MP3- con ocho altavoces y llantas de 17”. Audi ofrece un buen número de opciones para el S1, ya sea en paquetes “cerrados” o en elementos individuales que elevan el precio del conjunto, ya de por sí muy elevado.
Entre los paquetes, la marca ofrece -con un coste de 2.060 €- el Paquete óptico quattro interior, que incluye asientos S con respaldo en negro, rojo o amarillo y tapicería de cuero "Napa fina", volante deportivo con el emblema S y costuras de contraste, completados con puertas en cuero y napa fina con costuras, consola central en negro rojo o amarillo, y salidas de aire con aro rojo. Este paquete estaba montado en la unidad probada.
El mismo paquete para el exterior está compuesto por el alerón S line, faldón delantero específico, pinzas de freno en color rojo, faros con franja roja y llantas de 18" -225/35- parcialmente pulidas en contraste negro mate. Para disponer de todo ello deberemos abonar otros 1.590 €.
Por su parte, el MMi navegación plus tiene un coste de 2.085 € y se compone de navegador con pantalla en color de 6,5" con función joystick y 3D, reproductor de DVD, control por voz, conexión para iPod y USB, Bluetooth y disco duro para música 20 GB. Individualmente, podemos acceder a opciones como diferentes tipos de pinturas, ayuda al aparcamiento trasero -445 €- cristales oscuros traseros -495 €- y equipo de sonido BOSE Surround Sound -880 €- entre otros.
Para todo y disfrutando
Es evidente que las dimensiones del S1 son buenas para circular por ciudad y tanto por comodidad como por facilidad de conducción -con una respuesta de motor suave y constante desde la zona baja del cuentavueltas- es un coche con el que nos sentiremos bien entre las calles de la urbe. La posición de conducción es cómoda, la visibilidad también es correcta y la suavidad de todos los mandos nos ayuda a sentirnos a gusto con él. Pero no nos engañemos. Al pequeño Audi no lo han dotado de este motor y características para disfrutar en ciudad. Lo han hecho para que lo hagamos por carretera o incluso en circuito, si lo deseamos.
A diferencia del resto de la gama A1, en el eje trasero monta un sistema independiente de cuatro brazos en lugar de la barra de torsión del resto de las versiones y ha recibido un reglaje específico de la dirección asistida que proporciona un guiado preciso y de buen tacto. Si a todo ello le añadimos que con el modo Dynamic del Audi drive select tenemos la posibilidad de variar la dureza de la suspensión -en mi opinión con un tarado ideal para conducción deportiva por carretera- la de la dirección y avivar la respuesta inmediata del acelerador -además del sonido-. Está de más comentar que el S1 no sólo es un coche muy efectivo sino también muy divertido.
Eficacia
En carretera y en conducción deportiva el S1 es muy eficaz si hablamos de estabilidad y agilidad, pero su motor y su cambio también colaboran a que lo sea en conjunto. El 2.0 TFSI con 231 CV a 6.000 rpm y 370 Nm de par máximo entre 1.600 y 3.000 rpm va ligado a un cambio manual de 6 relaciones y su respuesta es verdaderamente buena, sobre todo a partir de las 3.000 rpm, momento en el que el turbo empieza a soplar con decisión, hace subir de vueltas el motor con rapidez y transforma al S1 “en un chico malo” que nos hará disfrutar al máximo, gracias también a un cambio preciso y rápido.
Es capaz de acelerar de 0 a 100 Km/ en 5,9” y de alcanzar los 250 km/h pero, en realidad, lo que “engancha” es su agilidad, la rapidez de reacciones, la facilidad con la que cambia de trayectoria en zonas enlazadas y su rápido paso por curva. Qué duda cabe que en las zonas lentas y de poca adherencia se beneficia de su tracción total, mostrándose muy competitivo en esas circunstancias, pero en virajes rápidos también es muy estable, transmitiendo sensación de seguridad.
No estuvimos en circuito, pero no lo echamos de menos porque el S1 es tremendamente divertido en carretera. Su agilidad y rapidez de dirección permiten ir realmente rápido en zonas mixtas y enlazadas. Entra con precisión en los virajes y, si lo deseamos, la zaga la colocaremos como queramos jugando con el gas en el momento preciso, lo que nos ayudará a colocar el morro hacia el viraje o a pasar las enlazadas a mayor velocidad. De verdad, es un gusto conducirlo.
Los frenos -con discos de 310 mm de diámetro pero con un tacto de pedal algo blando para mi gusto- mostraron un buen mordiente aunque se resintieron un poco a nivel de fatiga tras un tramo largo en bajada. Por lo demás nada que objetar. Los consumos no son bajos. “Navegaremos” sobre los 9 litros cada 100 km, y la cifra aumenta hasta los dos dígitos si queremos descubrir todo su potencial. Pero no debemos extrañarnos. La potencia y la efectividad tienen un precio.
Con ganas de más
La prueba llegaba a su fin y la sensación era la de haberlo pasado francamente bien. Y no siempre sucede así. Me hubiera quedado unos cuantos días más con él. El S1 transmite diversión, sensación de conducir un coche de prestaciones elevadas, pero bien combinadas con facilidad de conducción y con el suficiente confort para un uso cotidiano. El precio no es bajo, desde luego. Los 35.685 € que cuesta -sin ninguna opción- son muy elevados pese a la tecnología que emplea este coche y a su carácter premium. Pero es que, además, si lo dejamos equipado como la unidad de pruebas, el precio final se va hasta unos estratosféricos 41.610 euros.
Consumo de Nissan 18 litros