Demonio con cara de angel
El nuevo Audi S3 es extraordinario. Su imagen poco tiene que ver con su verdadero carácter deportivo, es muy efectivo en todo tipo de vías y, si queremos, podremos disimular lo que verdaderamente nos gusta de él disfrutando de sus cualidades y confort realizando una conducción cotidiana y relajada.
No cabe duda que esta tercera generación sigue el camino que Audi “abrió” en 2002 cuando lanzó el primer S3 y fue más allá en un segmento en el que la competencia de entonces no ofrecía lo que supuso en el mercado el primer S3, es decir, un coche compacto, deportivo, potente y con un lujoso equipamiento que sólo estaba presente en segmentos superiores.
Ahora nada ha cambiado en lo que a concepto se refiere. El S3 conserva sus principales activos pero mejora en muchos aspectos y se aprovecha de toda la tecnología de última generación para ser una de las mejores opciones de su segmento y para ponerle las cosas muy difíciles a la competencia (básicamente el Mercedes A45 AMG y el BMW 135i). El motor 2.0 TFSI turbo de 300 CV, y un comportamiento dinámico intachable lo hacen posible pero no son los únicos argumentos.
Buen chico
El S3 es como esos niños con cara de ángel pero que, en realidad, son tremendos. Pese a que algunas partes de su carrocería son específicas de esta versión, la imagen general es muy parecida a las versiones menos potentes del A3 y mantiene un aspecto discreto que para muchos es un cualidad y para otros un defecto. Cuestión de gustos.
Frontalmente destaca la parilla con listones horizontales dobles de cromo, los retrovisores de aluminio, los faros con luz diurna LED -opcionalmente al completo con este sistema-, llantas de 18 pulgadas específicas y nuevas tomas de aire.
Si nos trasladamos a la parte trasera, el protagonismo lo acapararán el nuevo difusor, las dos salidas de escapes dobles con acabados cromados, un nuevo paragolpes y el discreto alerón situado en el portón.
El interior también presenta algunos cambios específicos como son la instrumentación con un medidor de la presión del turbo integrado en el conjunto, la pantalla retráctil en el salpicadero con un fondo exclusivo para el S3, el sistema MMI con mando táctil -opcional-, levas en el volante -de serie con el cambio S-Tronic-, asientos deportivos con tapicería específica y pedales de corte racing, conforman la personalidad interior del S3. Sin cambios respecto a las otras versiones en lo que respecta a espacios porta objetos, portabebidas, etc. Como suele ser habitual, la lista de opciones es amplia y tendremos que recurrir a ella si queremos disponer de un equipamiento más completo tanto técnica como estéticamente.
De serie dispone de los elementos de seguridad como los seis airbasg, ABS, control de estabilidad, asistente de frenado, Audi Drive Select que permite elegir entre diferentes modos de conducción, ayuda al arranque en subida, lector de tarjetas SD, dirección asistida variable, faros de xenón y llantas de 18”.
Tendremos que pasar al apartado de opciones para tener en nuestro coche la suspensión Audi Magnetic Ride que incluye la gestión de la suspensión para el Audi Drive Select, asistente de luces de carretera, control de crucero adaptativo, referencia acústica de aparcamiento delantera y trasera, asistente de cambio involuntario de carril, diferentes tapizados, faros de LED, cámara de aparcamiento trasera, luz adaptativa, asientos con ajuste eléctrico, retrovisores plegables y calefactados, navegación con MMi Touch -el navegador básico también es opcional-, acceso a Google Earth, techo practicable eléctrico de cristal, pintura metalizada y equipo de sonido con 10 altavoces.
Sus secretos
Audi presenta para este modelo la versión de tres puertas y el Sportback -cinco puertas-. En ambos casos, es posible elegir entre cambio manual de seis relaciones y el automático S-Triptonic. Nuestro protagonista dispone del cambio S-Triptonic y, por supuesto, tracción total.
Sin duda uno de sus puntos fuertes es el motor. El nuevo S3 monta el ya conocido 2.0 TFSI de 1.984 c.c. que llevaba el anterior S3 pero con cambios significativos. La nueva versión pierde peso, recibe ocho inyectores, el turbocompresor es de mayor tamaño, se han reforzado las bielas y la culata es de una nueva aleación ligera.
Con todo, ofrece una potencia de 300 CV a 5.600 rpm con un par máximo de 380 Nm a partir de 1.800 rpm. Uno de sus mayores activos es la tracción total que, con un acoplamiento mediante un embrague para enviar par al eje trasero, lo hace estable y con una buena capacidad de tracción. Otro punto a su favor es el disponer del Audi Drive Select que permite al conductor elegir entre varios modos de conducción -Efficiency, Comfort, Auto, Individual y Dynamic- para hacerlo más eficaz en diferentes circunstancias.
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En Efficiency, la gestión del cambio -automático- permite ir en marchas largas a bajas revoluciones y cuando el motor está por debajo de 1.000 rpm, “entra” en neutral de manera que deja de consumir combustible hasta que rozas el freno o el gas, momento en que pasa a circular con la marcha más larga posible en ese momento.
Este sistema, junto al Start/Stop, colabora en gran medida a contener el consumo que Audi homologa en 6,9 litros. Nosotros en modo Efficiency nos fuimos a 1,5 litros más. En modo Dynamic y en conducción deportiva… el tema se dispara -como en todos los coches con unas prestaciones como las del S3-.
El único punto que no nos gustó tanto de este sistema de ahorro de combustible es que no es difícil que lleguemos a una curva -en zonas tipo rondas o similares- y que, al soltar gas para aminorar la velocidad, entre el sistema en acción y hagamos todo el viraje en punto muerto. Es cierto que con sólo rozar el pedal de gas o freno esa situación acaba pero, cuanto menos, hay que tenerlo en cuenta para evitar algún susto.
Un placer
Es lógico decir que el S3 va bien. Tiene los ingredientes para ello. Potencia, tracción total, menos peso -60 kilos menos que su antecesor- buenos frenos… Sin embargo, no todo el mundo sabe combinar bien esos elementos para que sean tan efectivos. Lo primero que destacaría es un tacto general excelente. Bueno, eso y una respuesta fenomenal. Sus cifras ya indican que no es un coche lento. 4,9” para realizar los 0/100 km/h -con cambio S-Triptonic y 5,3” con el manual- y 250 km/h de velocidad máxima limitada en ambos casos.
Pero, como decíamos, más allá de las cifras nuestro protagonista ofrece un tacto general excelente. La dirección es precisa en todo momento y el aplomo general muy destacable gracias, en parte, al reparto de pesos y a la posición más adelantada del eje delantero.
En modo Comfort y Auto se muestra como otros A3 en cuanto a comodidad y facilidad de conducción, eso sí, con una gran respuesta a cualquier régimen y una buena dosis de potencia cuando lo deseemos. En ciudad, vías rápidas y autopistas, podremos utilizarlo disfrutando de las ventajas que ofrece un coche de uso cotidiano, cómodo y de calidad. Aunque también se puede “ir deprisa” en zonas viradas con las configuraciones “tranquilas” seleccionadas, es un pecado no utilizar el modo Dynamic teniendo la suspensión Magnetic Ride.
Efectividad total
Debemos reconocer que pocos coches nos han dado tan buena impresión de entrada como el nuevo S3. La respuesta del motor es impresionante desde el primer momento. Sobre las 1.800 rpm empezamos a notar como el turbo hace su trabajo, pero será a partir de 2.200 rpm cuando notaremos cómo la espalda se va pegando al respaldo hasta que la aguja del cuentavueltas marca poco más allá de las 6.000 rpm. De verdad, una gozada.
Y si la respuesta del motor lo es, el comportamiento dinámico aún lo es más. En carreteras de montaña se nos antoja como un rival muy difícil de batir. En el modo Dynamic la gestión del cambio es más rápida, la dirección aún más precisa y rápida, el sonido penetra en el habitáculo haciéndonos subir la adrenalina -especialmente en los cambios de marcha- y, si llevamos la suspensión opcional, la eficacia en curvas es tremenda tanto en virajes lentos como en otros más rápidos.
Apenas subvira, tracciona de maravilla, el balanceo de la carrocería es escasísimo, la entrada al viraje es rápida, precisa y tiene un paso por curva muy elevado. Incluso el freno -sin ser el de un coche de carreras- tiene la suficiente dureza coco para poder tener tacto en conducción deportiva. Como siempre, el cambio “no da abasto” a la hora de reducir en una conducción muy extrema, pero el comportamiento general del resto de componentes es tan eficaz que se le perdona con facilidad.
Enamora
Su deportiva pero discreta imagen, su comodidad, su nivel de acabado, el grado de equipamiento al que podemos optar -aunque sea opcionalmente- y su capacidad de ser un coche práctico para un uso cotidiano, son motivos más que suficientes para “enamorarse” de él.
Pero si a eso le añadimos cómo aplica sobre el asfalto los 300 cv de su renovado motor y que, si queremos, se convierte en “una fiera” para disfrutar en carreteras de montaña, el idilio será inevitable. Tan sólo su precio nos puede “separar” del nuevo S3 si consideramos que los 43.400 € que cuesta -53.158 € la unidad probada-, es un precio excesivo pese a sus cualidades. Económico no es, desde luego, pero ya se sabe que cuando uno se enamora…
os puedo asegurar que en relación calidad precio para mi es el mejor coche es el coche de mis sueños desde pequeño tengo 18 años y me le he comprado hace poco os aseguro que con tracción quattro 300cv y los 1500kg que pesa anda como ningún coche le recomiendo al 100 por 100 de verdad es,,,,,, sin palabras