TT de verano… y de invierno
Qué pena! No lo podré tener para mis vacaciones! Os imagináis? Sol, playa, reviradas carreteras de montaña, aperitivo en el puerto deportivo… Nooooo!, creo que no va a ser posible, así que mejor disfrutar de él el tiempo que lo hemos tenido para esta prueba y conformarnos con eso. Una vez aceptado que no iba a ser mío y de camino a la zona en la que íbamos a comenzar el reportaje fotográfico, iba dándole vueltas a la cabeza sobre el coche que estaba conduciendo, es decir, el nuevo Audi TT Roadster.
A la primera conclusión que llegué fue que el TT es un coche que gusta nada más verlo. Puede gustarte más el coupé o puede que te decantes por el Roadster, pero ambos son espectaculares. Esta tercera generación mantiene el concepto de sus antecesores pero con cambios que lo hacen aún más atractivo y, curiosamente, algo más pequeño y ligero que su predecesor gracias, entre otras cosas, a la utilización de la plataforma MQB del grupo.
Ahora mide 4,17 m -2,1 cm menos- 1 cm menos de ancho y 3 mm de alto, mientras la distancia entre ejes ha aumentado siendo ahora de 2,50 m. Audi propone las versiones TT Roadster y TTS Roadster con motores diesel y gasolina para el primer caso y únicamente gasolina para el TTS. El Roadster puede estar equipado con el motor diesel 2.0 TDI de 184 cv, disponible únicamente con cambio manual de seis relaciones y tracción delantera, y con el gasolina 2.0 TFSI de 230 CV con el que se puede elegir entre cambio manual y automático S tronic, así como entre tracción delantera o total -aunque esta última irá ligada obligatoriamente al cambio S tronic-.
Por su parte, el TTS se ofrece con el mismo 2.0 TFSI pero con 310 CV -siempre vinculado al sistema de tracción total quattro- pero se puede escoger entre cambio manual o automático. Nuestro Roadster disponía del motor TFSI de 230 CV, cambio manual de seis relaciones, tracción delantera y Paquete Deportivo S Line, así que no pintaba nada mal, ¿verdad?
Protagonista: la ausencia de techo
El techo o, mejor dicho, la ausencia de éste cobra protagonismo en el TT ya que excepto por los refuerzos estructurales que “pide” una carrocería descapotable, como los del montante del parabrisas, las traviesas en V adicionales en el chasis, la mampara maciza que separa el maletero y el habitáculo o los arcos antivuelco, el TT Roadster es prácticamente igual que el Coupé. Así que poder rodar con el TT a cielo abierto es una de las cualidades de nuestro protagonista de hoy.
Para ello, cuenta con una capota de lona que cubre una estructura construida en magnesio, aluminio, acero y plástico, que con el sistema eléctrico incluido pesa tan solo 39 kg. -3 menos que la de la versión anterior-. Puede accionarse circulando hasta 50 km/h y según Audi tarda 10 segundo en realizar el proceso -aunque quizá el motor del de nuestra unidad estaba “potenciado” porque lo hicimos en apenas 9”-
La lona se puede escoger en negro, gris y beige, y hay que remarcar que el ruido interior ha disminuido respecto a su antecesor, aunque a alta velocidad, sigue siendo algo ruidoso. Como es habitual es este tipo de coches, dispone de deflector de viento trasero y, opcionalmente, de calefacción para el cuello en los asientos deportivos. El acabado S Line de “mi” TT incluía parrilla en negro brillante, parachoques de diseño deportivo S Line y difusor trasero gris platino.
Interior
Si bien en el diseño exterior se nota una cierta evolución respecto a sus predecesores, es en el interior donde más notamos los cambios. El habitáculo del nuevo Audi TT es una de las claves de esta nueva generación que presenta un diseño interior en la que predomina la efectividad y la simplicidad.
En el salpicadero destacan las tres salidas de aire, tipo turbina, que a su vez realizan las funciones de climatización -hay dos más en los laterales- Bajo las tres salidas podremos manejar las teclas del Audi Drive Select, la del control de tracción y la de intermitencia de emergencia, además de las de avisadores de aparcamiento, etc.
Y pasando ya a la consola central, de líneas estilizadas y planas, -un poco como las líneas exteriores- alberga, por este orden, un hueco portaobjetos con tapa, el botón de encendido, el de la radio, la palanca de cambios -en nuestra unidad manual- y el mando del sistema MMI Touch con superficie táctil que permite escribir, desplazarse por los menús o ampliar los mapas.
Este biplaza pierde algo de maletero por su condición de descapotable y se queda en una capacidad de 280 litros frente a los 305 del Coupé. Una capacidad más que aceptable para un convertible. ¿Y la pantalla del navegador? En el salpicadero no está y en la consola tampoco. Ni falta que le hace. Esta integrada en cuadro de instrumentos con el denominado Audi Virtual Copkit y que se trata de una gran pantalla TFT de 12,3 pulgadas que sustituye a la clásica instrumentación habitualmente situada en la consola central.
El nuevo cuadro ofrece diferentes modos de visualización que van desde la clásica -con dos grandes círculos- hasta el modo en el que se le da total protagonismo al navegador de forma que ocupe prácticamente todo el display. En cualquier caso, nunca falta la información que deseamos y la visibilidad es excelente, incluso descapotados y con el sol “haciendo de las suyas”.
Equipamiento
El precio del TT Roadster TFSI es de 44.650 € con el equipamiento de serie que está compuesto por cuatro airbag y el sistema de protección integrado en el reposacabezas que mitigan las consecuencias de un accidente, asientos deportivos con reposacabezas integrados, anclaje ISOFIX en el asiento del pasajero, Audi virtual cockpit, radio MMI con CD y MP3, faros xenón plus, volante multifuncional, dirección progresiva, freno electromecánico de estacionamiento, dispositivo start-stop, llantas de 17 pulgadas, llave de confort y climatizador automático.
Entre las principales opciones podemos destacar el paquete asistente de aparcamiento que tiene un coste de 1.210 €, asistente de cambio de carril 675 €, luces de carretera "smart beam" 185 €, asientos deportivos S 845 €, suspensión deportiva 690 €, faros matrix Led -Iluminación selectiva por cámara, sensores y GPS, con luz de curva dinámica y luz para cruces por GPS- 2.615 €.
El Audi drive select tiene un coste de 245 €, mientras la Audi Magnetic Ride -amortiguación variable- cuesta 1.345 €. Para los más racing el TT se puede configurar con el Paquete deportivo S Line que incluye el volante deportivo S Line de cuero perforado, inserciones en aluminio cepillado gris, llantas de aleación 8,5 x 18 (245/40) y asientos deportivos S -solo con cuero-. Este paquete tiene un precio de 3.040 €.
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En lo que respecta a sonido y multimedia, el MMI navegación con MMI Touch tiene un precio de 3.040 €, mientras el sonido Bang & Olufsen sound system -de 12 altavoces, 14 canales y 680 W- cuesta 1.040 €. Con la mayoría de estas opciones el TT Roadster se coloca en los 55.750 €.
¿Descapotado?
Pues la verdad es que es un gustazo circular con el TT a cielo abierto aunque en realidad lo mejor es conducirlo. Ya sea con el techo cerrado o abierto. El TT Roadster tiene un tacto y ofrece unas prestaciones que hacen de él un coche muy agradable de conducir a la par que transmite ciertas sensaciones deportivas que no hacen sino aumentar la diversión cuando lo manejamos. Nuestra unidad disponía del motor TFSI de 230 CV a 6.200 rpm con un par máximo de 370 Nm entre 1.600 y 4.300 rpm y cambio manual de seis relaciones.
Este conjunto le permite acelerar acelerar de 0 a 100 km/h en 6.2” y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. autolimitada. El tren de rodaje esta mejorado ya que la suspensión delantera McPherson incorpora nuevos cojinetes giratorios y el bastidor auxiliar de aluminio, mientras en el eje trasero se utiliza una suspensión de cuatro brazos por rueda.
De serie dispone del programa electrónico ESC que en los virajes distribuye selectivamente el par frenando ligeramente la rueda interior del eje delantero, mejorando ligeramente el giro hacia el interior de la curva. Nuestro coche también tenía el Audi drive select -opcional- con lo que pudimos variar las configuraciones de conducción para adaptar el modo de utilización a las diferentes circunstancias con los modos comfort, auto, dynamic y efficiency, o también el modo individual.
Deportivo y algo más
No cabe duda que el TT es un coche deportivo y que la versión Roadster todavía acentúa más su condición de coche “especial”, pero los tramos de autopista y autovías que recorrí antes de llegar a zonas más viradas, me permitieron comprobar lo bien que se puede viajar con este biplaza, pese a su claro carácter deportivo.
Da igual que alerón trasero emerja cuando superas los 120 km/h para mejorar la estabilidad o que tenga un tarado de suspensión firme -como debe ser en un deportivo- o que el motor demuestre su potencial con un sonido rotundo. Si lo deseamos, el TT Roadster puede ser un compañero de viaje fantástico.
Basta seleccionar el modo Comfort -dirección y suspensión más suave- y el TT te parecerá un cómodo vehículo para recorrer muchos kilómetros. La sonoridad es un poco elevada -aunque menos que antaño- si decidimos superar las velocidades legales pero si nos mantenemos en ellas, es una gozada viajar con él porque el tacto general es excelente, los asientos son cómodos, la posición de conducción correcta la encuentras fácilmente y los mandos quedan “muy a mano” para utilizar lo que se necesite.
Y tampoco nos decepcionará en cuanto a consumos porque en nuestra prueba no superamos los 6,2 litros en todo el recorrido de autopista y autovías, siempre a velocidad legal. Otra cosa es cuando decides comprobar cómo es capaz de desenvolverse en una conducción deportiva en zonas donde abunden las curvas. Ahí, lógicamente, el consumo “se va” hacia arriba.
Gran motor, gran chasis
Debo reconocer que el TT me ha gustado mucho. Y lo ha hecho porque, en conjunto, es un coche “muy aprovechable” pese a su condición de biplaza. Olvidándonos de las limitaciones de esa condición, debo decir que es un deportivo cómodo, que se deja conducir con facilidad y que transmite una sensación “poderosa” en todo momento.
Confieso que en cuanto llegamos a las carreteras montañosa, fui directo a accionar el modo Dynamic y a comprobar cómo se comportaba con “ese reglaje”. Y, sinceramente, me encantó lo bien que se adapta a una conducción deportiva, la buena frenada de que dispone y la precisión y buen tacto de la dirección.
El Roadster, aunque ha adelgazado respecto a la anterior versión, pesa algo más que su hermano por ser descapotable -1.395 kilos frente a los 1.305 del coupé- pero entra en los virajes de un modo preciso, el volante transmite al conductor los movimientos que realiza, gira muy plano y el motor acompaña a la perfección a todo el conjunto chasis/suspensión.
La respuesta del propulsor es enérgica desde el “minuto cero”, en la zona media es donde, en mi opinión, mejor rinde y te permite ir muy deprisa con facilidad. Nuestra unidad montaba el cambio manual y debo decir que, aunque el S tronic es efectivo y cómodo y que el gran par y la buena respuesta del motor permite utilizar poco el selector, me encantó poder conducir “a la antigua usanza” disfrutando de un cambio con una palanca cortita, de recorridos cortos y preciso.
Y tampoco fue un problema no disponer de tracción total para disfrutar de un muy buen agarre con pocas pérdidas de tracción, incluso en zonas lentas. Y es que el TT puede llegar a ser muy rápido y efectivo si conducimos con decisión, extrayéndole todo lo bueno que ofrece pero sin brusquedades.
Si aprovechamos toda la respuesta del motor, frenamos con contundencia pero sin exagerar y “le dejamos” ir en marchas largas, te sorprenderá lo rápido y estable que es. Si por el contrario forzamos demasiado, llegamos a las frenadas “con la lengua fuera”, metemos marchas cortas “para amarrar”, el Roadster se transformará en un coche subvirador, con pérdidas de tracción a la salida de los virajes y no podrás disfrutar de sus cualidades deportivas.
Para el verano… y el invierno
Al final, la conclusión es clara. El TT Roadster es un deportivo biplaza que “da” mucho más de lo que parece. En realidad es igual que sea verano o invierno, que vayamos con la capota puesta o al descubierto bajo el sol… Es igual. Es muy fácil disfrutar de él en cualquier circunstancia. Su excelente motor, su equilibrio general, la buena puesta a punto del conjunto chasis/suspensión y la calidad general, lo convierten en una opción excelente entre los de su segmento como pueden ser el BMW Z4Mercedes SLKPorsche BoxsterNissan 370Z Roadster.
Martorell esta fuera de cupo de inversiones de VAG,no asi la fabrica de Navarra,cuyas inversiones siguen activas.Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid,VAG MAS o menos recorta de donde menos le interesa,y esa es Martorell.Lo siento,porque la faena hace allí mucha falta,pero VAG,como ya se ve,no tiene alma de ONG.Futuro color hormiga.