Nueva personalidad
Pese a que, a primera vista, el nuevo Serie 1 de cinco puertas puede asemejarse bastante a su predecesor, cabe tener en cuenta que se trata de una generación totalmente nueva que ha modificado bastante algunos rasgos de su personalidad. Y no nos referimos únicamente a los referentes al apartado estético, ámbito en que se ha puesto al día con una apariencia más moderna, sino también en lo que respecta a su comportamiento dinámico. Y es que los ingenieros del fabricante de Munich han trabajado a fondo para lograr un confort de marcha superior, si bien ello se ha obtenido a base de perder una parte del carácter deportivo del modelo anterior.
Bajo el capó de nuestra unidad se halla la mecánica 2.0 diésel de 184 CV, capaz de proporcionar un alto nivel prestacional con un sorprendente ahorro de combustible. También hay que considerar que estamos ante un compacto algo más grande que el modelo anterior. Ello tiene su reflejo en una mayor amplitud para los ocupantes traseros y, además, en uno de los mejores maleteros de su categoría. De esta forma, la firma bávara busca luchar directamente contra los renovados Mercedes-Benz Clase A y Audi A3 Sportback, así como con el recién llegado Volvo V40.
Aumento de tamaño
El compacto alemán con carrocería de cinco puertas es más grande que en la generación anterior. Exactamente es ocho centímetros más largo al mismo tiempo que su batalla se ha ampliado en tres centímetros y sus vías delantera y trasera son algo más anchas. Estas nuevas proporciones le llevan a gozar de una mayor prestancia visual sobre el asfalto.
Cabe señalar que en la doble parrilla se aprecia una menor presencia de barras verticales, que a su vez son más anchas que anteriormente. Debido a que nuestra unidad pertenecía a la línea Sport, dichas barras son de color negro brillante, tono que también se emplea en el embellecedor de la parte inferior del paragolpes y en las carcasas de los retrovisores. También se puede escoger la línea Urban, dotada de detalles exteriores algo menos deportivos y en la que el color gris claro sustituye al negro brillante.
Por otra parte, las rediseñadas ópticas se distinguen por ofrecer una mirada algo más desenfadada aunque sin perder su característico toque de agresividad. Si observamos la parte trasera del vehículo veremos que presenta una apariencia más plana, lo que incrementa la sensación de anchura y, en definitiva, supone otro aporte de deportividad a su aspecto general.
Interior más habitable
El incremento de tamaño viene acompañado de un habitáculo más amplio que, sin suponer un cambio espectacular, brinda más espacio tanto para los ocupantes como para el equipaje. En las plazas delanteras, no obstante, apenas hay mejoras en este aspecto. El vehículo ofrece un puesto de conducción igual de cómodo y espacioso que anterior Serie 1, con una fantástica ergonomía gracias en parte a que la consola central está ligeramente orientada hacia el conductor. También se debe subrayar la óptima sujeción lateral que ofrecen los renovados asientos delanteros deportivos.
Donde se percibe un avance más evidente a nivel de amplitud es en las plazas traseras. Gracias a la mayor distancia entre ejes se ha logrado incrementar la distancia entre filas, lo que origina, en definitiva, más espacio y comodidad para los ocupantes de estos asientos. Este ámbito también evoluciona gracias a que ha crecido en parte el espacio para los hombros. De todos modos, esta fila sigue siendo adecuada para dos ocupantes tanto por el tamaño del túnel de transmisión como por la dureza de la banqueta en la zona de la plaza central.
No hay que pasar por alto que la mejora en 30 litros de la capacidad del maletero, que ahora es de 360 litros, lo sitúa como uno de los más ambiciosos de su segmento. En lo que respecta a la calidad de acabados, se mantiene el alto nivel habitual en la firma de Munich basado en la combinación tanto de plásticos y como de tapicería de gran categoría.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Ahorrador de gran rendimiento
De entre la amplia gama mecánica que compone la Serie 1 de BMW hemos probado la variante 120d, que está movida por un fenomenal propulsor 2.0 diésel de 184 CV. En primer lugar, debe comentarse su excelente ímpetu en la zona baja del cuentavueltas, lo que propicia una capacidad de respuesta realmente fantástica. Ello le favorece, por ejemplo, en los adelantamientos o en momentos en que precisemos una salida de parado contundente. Además, la elevada entrega de par se mantiene hasta altos regímenes.
Haciendo referencia a las prestaciones, debe señalarse que es capaz de detener el cronómetro durante el 0 a 100 km/h en 7,3 segundos. Si en cuestión de rendimiento, el bloque es encomiable, tampoco se queda atrás en materia de consumo. Y es que en este sentido se posiciona como uno de los más ahorradores de su segmento teniendo en cuenta su cilindrada y potencia. Homologa una media de consumo de tan sólo 4,5 litros cada 100 kilómetros. Tras nuestra prueba, que transcurrió entre ciudad, autopista y carretera de montaña, el valor fue de 5,8 litros. El sistema Start/Stop, incluido de serie, contribuye a lograr estas excelentes cifras.
El motor del 120d está asociado de serie a un cambio manual de seis velocidades. Sin embargo, nuestra unidad montaba la transmisión automática opcional Steptronic de ocho velocidades. Ésta brinda una espléndida velocidad de cambio con la que se aprovecha al máximo las cualidades del motor así como una extrema suavidad de funcionamiento.
Evolución hacia el confort
La nueva generación del Serie 1 ha motivado cierta transformación en el ámbito dinámico que, si bien no supone una revolución, sí que varía en parte la naturaleza del modelo. Anteriormente, la percepción de dinámica deportiva se apreciaba desde el primer instante. Un tarado de suspensión bastante firme prácticamente invitaba a una conducción muy activa. Ahora, esa concepción ha variado en parte, pues cuenta con una amortiguación más suave, de modo que proporciona un mayor nivel de confort de marcha que anteriormente.
Por tanto, ha perdido una pizca de su carácter racing pese a que conserva un grado de estabilidad óptimo. Al conducirlo por sucesiones de curvas sigue demostrando un comportamiento estupendo durante los apoyos, si bien los amantes de la deportividad echarán en falta la personalidad de la generación anterior. Por el contrario, la nueva filosofía de suspensión se agradece sobre todo al superar ciertas irregularidades de la calzada, pues se absorben de forma mucho menos brusca que antes.
En cualquier caso, no ha dejado atrás su remarcable maniobrabilidad, lo que sigue siendo una ventaja durante la conducción por ciudad. La precisión de su dirección sigue siendo otro de sus puntos fuertes desde el punto de vista dinámico. Por otro lado, en términos de seguridad, cabe señalar que el 120d equipa airbags de conductor, acompañante y de cabeza delante y detrás así como laterales en los asientos delanteros. También destacan los controles dinámicos de estabilidad (DSC) y de tracción (DTC), además del sistema de fijación Isofix para asientos infantiles.
Conclusión
La segunda generación del compacto alemán está concebida en base a ofrecer un mayor confort de marcha en detrimento de una parte de la gran deportividad del modelo anterior. Además, su incremento de tamaño da lugar a un habitáculo algo más espacioso, sobre todo de cara a la segunda fila de asientos y el maletero, que ahora es uno de los mejores de su clase. Con el motor 2.0 diésel de 184 CV, el BMW 120d no sólo responde de forma contundente a lo largo de toda la banda de revoluciones sino que también registra un excelente nivel de consumo.
asientos alcántara azulados bastante bonitos... de entrar y salir, con el movimiento de giro, le salieron pelotillas ya en el primer año... tengo ampliación de garantía pero me da pereza discutir. le pasa a alguien más? Imagino que si... saludos