BMW 220d

BMW es una marca con una larga tradición de cupés de tracción trasera. Desde el 700 lanzado en 1959 que la firma de Munich ha contado en su gama con deportivos de pequeño formato que ofrecen buenas prestaciones y que emocionan.

Hoy vamos a comprobar si la receta sigue intacta con el nuevo Serie 2 cupé y para ello lo comparamos con uno de sus modelos más míticos de la firma bávara, el 2002. Cuatro décadas los separan, no obstante, ambos cuentan con una carrocería tradicional de tres volúmenes, tracción trasera y un habitáculo del tipo 2+2.

La unidad que probamos del Serie 2 cupé es el 220d, una de las versiones que más interés despierta en el mercado español. En lo que respecta al 2002 hemos encontrado una de las versiones más potentes de la época, la tii.

El nuevo Serie 2 cupé presenta un diseño más atractivo que el del modelo al que sustituye, el Serie 1 cupé. En 2007 BMW lanzó al mercado una declinación cupé del Serie 1 (E87) para ofrecer un deportivo a un público más joven y con menor poder adquisitivo del que accedía al Serie 3 cupé.

En la parte frontal los tradicionales "riñones" lo identifican como a todo BMW que se precie. Los grupos ópticos presentan un diseño diferente al del Serie 1 de 3 y 5 puertas con lo que ofrece una estética más agradecida que la de este último.

Con respecto al 2002 aunque a rasgos generales se le puede encontrar cierto grado de parentesco, los riñones, los faros e incluso la superficie acristalada difieren mucho. Sólo comparten la silueta tipo tres volúmenes y poco más.

Esta unidad del 220d equipaba la opción del acabado Línea Sport (1.434,28 €) con lo que tanto el parachoques frontal como el trasero cuentan con un diseño algo más estilizado que el que BMW ofrece de serie para este modelo.

Los pilotos traseros son realmente atractivos y también lo identifican como un BMW. Lo que no termina de gustarme es la única salida de escape. Para hacerla tan pequeña casi habría sido mejor dejarla escondida detrás del parachoques.

La lista de opciones que BMW pone a nuestra disposición para configurarlo es casi interminable: paquete M, llantas de 18", techo solar, suspensión adaptativa, cambio automático, acceso confort...

Esta unidad además de la Línea Sport contaba con Bluetooth con mandos en el volante (355,71 €), faros antiniebla (250,52 €) y pintura azul metalizada Tiefsseblau (789,71 €). Apenas cuatro extras pero que suman en total más de 4.000 €.

Hasta la fecha casi siempre que había probado un BMW de la flota de prensa este siempre contaba con un equipamiento opcional que superaba los 10.000-15.000 €. Con este 220d por fin he tenido la oportunidad de probar un BMW tal y como lo compra la mayoría de la gente, casi sin opciones.

En el interior del 220d encontramos dos cómodas plazas delante y una banqueta trasera también de 2 plazas. El espacio es bastante generoso en la primera fila y no está nada mal en la segunda fila. Sorprende la buena altura libre al techo detrás, destacable para un coche de estas características.

Los 390 litros del maletero son otra cota más que destacable. Aunque los pasos de rueda hacen que sea algo estrecho, tiene una buena cota de longitud. En caso de necesidad siempre podremos ampliar el volumen de carga abatiendo los dos respaldos asimétricos de la segunda fila tipo 60/40.

No obstante, si nos fijamos en la calidad de los acabados es cuando este BMW decepciona. Para empezar el tapizado opcional de la Línea Sport tiene un tacto no demasiado agradable y no transmite sensación de un vehículo Premium.

Los plásticos usados en salpicadero, túnel central, paneles de las puertas y demás elementos del interior no están a la altura de lo que uno espera encontrar en un modelo de la firma bávara. Son demasiado duros y denotan una sensación de baja calidad.

Incluso el tapizado que envuelve al pilar A, el del parabrisas delantero, se hunde al presionarlo con suavidad, algo habitual en algunos modelos de marcas generalistas pero difícil de asumir para un modelo Premium como este.

Otro detalle que nos sorprendió también para mal fue la iluminación interior. Se hace extraño encontrar bombillas con una tonalidad amarillenta. Un Audi A3 ya sea Cabrio o 3 puertas ofrece luces de lectura y de tipo ambiental con tecnología LED.

Estos recortes en calidad de acabados serían aceptables si el precio final del vehículo fuera más bajo, sin embargo, estamos ante un automóvil que tal y como está equipada esta unidad cuesta casi 40.000 €.

Incluso bajo una lluvia intempestiva el comportamiento dinámico del Serie 2 cupé es intachable. En ningún momento hace estraño alguno y ofrece una estabilidad ejemplar. Cualquiera puede conducirlo con total seguridad sea cual sea su experiencia al volante.

El equipo de suspensión ofrece un tarado firme pero cómodo a la vez. La carrocería apenas se mueve, tal y como debe ser en un deportivo pero del mismo modo no llega a ser incómodo para los ocupantes.

Un tracción trasera con casi 200 CV es sinónimo de diversión, no obstante, tanto un peso elevado como unos reglajes de suspensión enfocados a que tienda a irse de delante en lugar de atrás hacen que no sea todo lo juguetón que cabría esperar.

La dirección es precisa y directa permiténdote leer lo que está pasando y controlar el vehículo en cualquier situación. Además, en función de la velocidad a la que circulemos la asistencia es variable.

Por norma general los frenos solían ser una asignatura pendiente en BMW, no obstante, en los últimos años los técnicos de Munich han tomado cartas en el asunto. Los discos de serie resisten bien la temperatura y las pastillas siguen ofreciendo una buena respuesta incluso después de un uso intensivo.

Las dimensiones compactas del Serie 2 cupé con 4,4 metros de largo y 1,7 metros de ancho no hacen pensar que el coche sea tan pesado como en realidad es. El 220d certifica sobre la báscula 1.450 kilos, sólo 75 kilos menos que el Serie 4 con el mismo motor, el 420d.

Es curioso que BMW en sus campañas de marketing hace continuas referencias al mundo del Drifting, el deporte en el que se valora la dificultad y la ejecución de derrapajes. Sirva de ejemplo este vídeo del M235i que publicamos recientemente. No obstante, en modelos de talante deportivo como el Serie 2 cupé los reglajes del chasis han sido diseñados para evitar a toda costa que el tren trasero se descoloque.

Por un lado esta configuración lo convierte en un coche muy seguro con el que cualquier conductor podrá divertirse. No obstante, aquellos que esperen tener entre las manos un tracción trasera juguetón quedarán contrariados.

Cuando entras algo fuerte en un viraje el Serie 2 cupé tiende a irse de morro, como en la mayoría de automóviles de tracción delantera. Para descolgar el tren trasero, además de desconectar la electrónica tienes que forzar mucho y jugar con las inercias, llegando en algunos casos a tener que tirar del freno de mano.

El 4 cilindros en línea con tecnología TwinPower que anima al 220d es un motor diésel que ofrece unas prestaciones y unos niveles de consumo prácticamente ideales tanto para viajar como para el día a día.

El 220i, el motor equivalente de gasolina que BMW propone para este modelo, también está turboalimentado y ofrece unas sensaciones parecidas. Recientemente tuve la oportunidad de conducirlo brevemente en Madrid, aquí tienes la toma de contacto.

La mecánica turbo del 220d entrega una contundente cifra de par 380 Nm entre las 1.750 y las 2.750 rpm. Ello nos permite circular la mayor parte del tiempo a bajas revoluciones aprovechando todo el par y reduciendo al máximo el nivel de consumo. Es curioso que el motor gasolina entregue su par máximo de 270 Nm 500 rpm antes que el diésel y que siga aportando ese mismo empuje de forma constante hasta las 4.000 rpm.

Si queremos ir en busca de la potencia máxima deberemos estirar la aguja del cuenta-revoluciones hasta las 4.000 rpm momento en el que llegan los 184 CV que anuncia BMW. Este rendimiento es prácticamente idéntico al que ofrece el motor 2.0 TDI de 184 CV que Volkswagen monta en el Golf GTD y SEAT en el León FR TDI 184.

Aunque el fabricante anuncia un consumo medio homologado de 4,5 l/100 km en nuestra prueba no logramos bajar de los 7 l/100 km. Llevamos a cabo un recorrido por autovía, carretera de montaña y ciudad. Además en la mayor parte del tiempo el modo de conducción seleccionado fue el EcoPRO.

Quizás se podrían lograr cifras en torno a los 5 l/100 km si combináramos este motor con la sensacional caja de cambios automática opcional. No obstante, esta caja de 8 relaciones fabricada por ZF supone un sobrecoste de 2.396 €.

El habitáculo está bastante bien insonorizado con lo que apenas se percibe el ruido del motor desde dentro. Lo que si llega y de forma bastante molesta son las vibraciones del motor cada vez que se pone en marcha debido al sistema Start/Stop.

Ya había experimentado este problema con un 114i de gasolina el año pasado y sucede lo mismo con el motor de gasoil. Cuando pisas el embrague y se pone en marcha el motor entonces se mueve casi todo el coche de una forma demasiado brusca.

Para esta prueba contamos con un invitado especial, un 2002 tii de 1971. Su propietario Josep Rojas, miembro del Clàssic Motor Club del Bages, nos acompañó durante todo el día y gracias a ello pudimos ver que parte de la esencia tradicional de BMW sigue todavía hoy viva en la gama actual de la marca bávara.

Entre 1971 y 1974 BMW comercializó la versión tii de su cupé 2002, un modelo que se caracterizaba por contar con un motor de 4 cilindros en línea de 2 litros de cilindrada alimentado por un sistema de inyección mecánica Kugelfischer.

El motor del 2002 tii rendía 130 CV a 5.800 rpm y 174 Nm a 4.500 rpm. Sus dimensiones exteriores eran más compactas que las del Serie 2 cupé con 4,2 metros de largo y 1,6 metros de ancho. Además era ostensiblemente más ligero con sólo 1.009 kilos.

Tras probarlo pudimos ver que son pocas las similitudes que existen entre estos BMW. La superior superficie acristalada y los 400 kilos de menos son lo que más salta a la vista. Con el clásico además disfrutas de muchas más sensaciones al volante, la mayoría de las cuales están completamente filtradas tanto por el propio chasis como por los sistemas electrónicos que equipa de serie el Serie 2 cupé.

Al volante del 2002 tii es importante tener en cuenta lo que tienes entre las manos, un deportivo de 130 CV con sólo 1.000 kilos de peso sin ningún tipo de ayuda. Aquí si que puedes disfrutar de un eje trasero alegre y vivo con todos sus pros y sus contras.

Un 2002 tii actualmente tiene un valor de mercado que se sitúa entre los 15.000 € y los 30.000 €. Además, lleva años con una tendencia al alza y es la segunda versión más cotizada del 2002 después del Turbo.

BMW es famosa por dar forma a automóviles deportivos, el Serie 2 cupé encaja perfectamente dentro de este perfil. Además esta versión 220d añade a la ecuación un motor que ofrece un bajo nivel de consumo, un habitáculo de cuatro plazas bastante aprovechables y un amplio maletero.

El 220d es un cupé ideal para un conductor novel que esté buscando un deportivo de dos puertas y que quiera disfrutar de un excelente chasis. Tanto sus reglajes como sus sistemas de asistencia a la conducción hacen que además sea muy seguro.

No obstante, los estándares de calidad no están a la altura de lo que uno espera de un BMW. Materiales y detalles de acabado son claramente inferiores a los que ofrecen modelos compactos de la competencia.

En mi humilde opinión un precio de 38.112,96 € es demasiado para lo que ofrece este coche. Incluso si no contamos las opciones los 33.900 € que BMW pide por el 220d siguen siendo muchos euros. Con unos acabados más Premium lo podría ver con otros ojos pero tal y como está terminado no.