BMW introdujo hace un tiempo su nueva gama de modelos denominada M Performance. Se trata de unas versiones llamadas a ocupar ese hueco existente que había entre los modelos más potentes de cada una de las “Serie” y los más deportivos “M”. En el Serie 5 el salto era más que notable y el BMW M550i xDrive, con sus 462 CV de potencia, se posiciona a medio camino entre los 340 CV del 540i xDrive y los 600 CV del todopoderoso M5.
Para que nos entendamos rápido, los M Performance vienen a ser lo mismo que los modelos “S” de Audi. Versiones potenciadas del modelo estándar sin llegar a la deportividad extrema de los “RS”, de los AMG de Mercedes, o los “M” en el caso de BMW. Precisamente los grandes rivales del modelo que hoy analizamos son el Audi S6 y el C 43.
El BMW M550i xDrive es la una berlina muy confortable, características típicas de todo un Serie 5, pero que a su vez es capaz de ofrecer una deportividad extraordinaria cuando el conductor prefiere tomarse las cosas con un poco más de alegría y diversión.
Elegante con acentos deportivos
Una de las características comunes que reúnen todos los M Performance es el paquete M exterior. Este equipamiento que en modelos inferiores se puede añadir de forma opcional aquí forma parte del equipamiento de serie para dotar al coche de un aspecto un poco más deportivo.
El M550i xDrive podrá reconocerse por su frontal más deportivo, con un paragolpes exclusivo a medio camino entre el estándar y el del M5, con entradas de aire inferiores más grandes, faldones laterales un poco más marcados, un finísimo spoiler en el extremo de la tapa del maletero y un paragolpes trasero de nuevo diseño, más deportivo, con la zona inferior de color antracita y dos embellecedores para los escapes dobles que esconden en total cuatro salidas.
De serie monta llantas de 19 pulgadas, pero nuestra unidad configurada por BMW España calzaba unas espectaculares llantas de 20 pulgadas acabadas en color antracita que le sientan realmente bien. Es una lástima que, a día de hoy, este modelo de llanta ya no esté disponible en el catálogo de opciones y en su lugar aparezcan otras, también de 20 pulgadas y cinco radios, bastante más agresivas y que, en mi opinión, no combinan tan bien como sí lo hacen estas multiradio.
El interior no presenta ninguna variación respecto a un BMW Serie 5 convencional. Sólo encontramos un volante deportivo M, uno de los mejores del mercado por su excelente tacto y agarre, y un cuadro de instrumentos con algún grafismo exclusivo de esta versión. Los asientos de corte deportivo también se ofrecen de serie y podrán complementarse con un tejido de tela o cuero sin coste. Todo lo demás se paga.
Esta unidad de pruebas contaba con prácticamente todo lo que se le puede añadir a un M550i xDrive. Se han añadido los paquetes Comfort Plus, Travel, Executive Plus, Safety, Ambient Air e Innovation, además del tremendo equipo de sonido envolvente firmado por Bowers & Wilkins, el volante calefactado, el portón trasero eléctrico, el techo en Alcantara color antracita y alguna cosa más que me dejo, seguro.
Es ya una costumbre que en las marcas catalogadas como “premium” el equipamiento de serie traiga sólo lo esencial y necesario, y a partir de ahí cada uno acabe configurándolo al gusto añadiendo un sinfín de opcionales a cada cual más caro que incrementará bastante el precio final del vehículo.
Ahora bien, la sensación de calidad y confort que se siente al volante de un coche de estos es realmente espectacular. Todo está acabado al detalle, bien rematado y fabricado con materiales de buena calidad. La sensación de amplitud en las plazas delanteras es generosa y cuesta un buen rato acabar de tomarle las medidas al coche.
Las plazas traseras están pensadas más para dos que para tres ocupantes, aunque si se da la ocasión, podrá acompañarnos un quinto ocupante en una plaza central un poco incómoda por la excesiva dureza tanto de la banqueta como en el respaldo.
El maletero ofrece 530 litros de capacidad, que no está nada mal, lo que pasa es que el hueco útil no es demasiado regular. La boca de carga característica de las berlinas de tres volúmenes tampoco es la mejor opción para cargar bultos o maletas de gran tamaño. Cuenta con dos prácticos tiradores para abatir los respaldos traseros y, en este caso y de forma opcional, apertura eléctrica de la tapa del maletero.
Un corazón biturbo
Bajo el capó de este imponente M550i xDrive se ha acoplado un potente motor V8 de gasolina con una cilindrada de 4,4 litros. Esta mecánica declara una potencia máxima de 462 CV a 5.500 rpm y un par motor de 650 Nm disponible entre las 1.800 y las 4.750 rpm. Como veis, tanto el par máximo como la potencia máxima están muy bien escalonadas y eso consigue que tengamos una buena respuesta en todo el rango de revoluciones empezando ya desde muy abajo.
El motor está asociado a una caja de cambios automática Steptronic de tipo convertidor de par. Se trata del fantástico cambio ZF de 8 relaciones que tan buenos resultados aporta. Además, para este modelo, recibe una pequeña puesta a punto que en el modo “sport” proporciona cambios más rápidos y deportivos.
Cuenta con tracción total xDrive capaz de variar el par que se manda a cada eje. Pese a contar con tracción total, el M550i xDrive mantiene el carácter deportivo que proporciona la propulsión trasera característica de la firma bávara. El sistema prioriza el envío del par a las ruedas posteriores y, a partir de ahí, lo reparte a las delanteras cuando detecta pérdidas de tracción.
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Según su ficha técnica es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente. No está nada mal si tenemos en cuenta que pesa alrededor de 1.900 kg. En cuanto al consumo y las emisiones expone un consumo medio homologado de 8,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 204 g/km.
En la práctica, al final de la semana de pruebas donde lo he usado en el día a día y para realizar una escapada de fin de semana, el ordenador de a bordo acabó reflejando una media de 11,6 l/100 km, alternando entre sus cinco modos de conducción Eco Pro, Comfort, Sport, Sport Individual y Adaptive. Éste último es el que más usé ya que es capaz de interpretar el estilo de conducción y las condiciones de la vía para adaptar la dureza las suspensiones, la gestión del motor y el cambio para adecuarse en cada momento a lo que busca el conductor.
Cómodo y deportivo, ¿es posible?
Sí. Y además con un sí rotundo. El BMW M550i xDrive es capaz de ofrecer toda la comodidad característica de las berlinas de la Serie 5 y una deportividad similar o superior a la del anterior M5, que no la del actual. Éste último digamos que juega en otra liga. En el siguiente enlace puedes ver el vídeo que realizó nuestro Editor Joan Dalmau en Portugal durante la presentación internacional: BMW M5
Es un coche que no defrauda en ningún sentido. Realizar largos viajes a bordo es fantástico gracias a una puesta a punto confortable cuando se selecciona el modo Comfort. De esta forma se suavizan las suspensiones, la dirección queda más asistida, los saltos entre marchas son literalmente imperceptibles y al interior no llega prácticamente ni un decibelio ni ninguna vibración procedentes del motor. La insonorización del habitáculo también es uno de sus puntos fuertes y sólo al rodar a altas velocidades llegas a sentir el aire golpeando en los retrovisores.
La cosa varía cuando activas el modo Sport. El cuadro de instrumentos cambia su grafismo y todo se vuelve de color rojo, y el escape específico M Sport abre una válvula “mágica” para dejar rugir como se merece al V8 con un sonido bastante ronco y grave. Ahí te das cuenta de las verdaderas pretensiones de este lobo con piel de cordero.
Las suspensiones también se vuelven más firmes, la dirección más precisa y menos asistida, el motor reacciona de forma más enérgica y la caja de cambios estira mucho más las marchas. Todo listo para disfrutar de una buena carretera de montaña. Y es que este Serie 5 vitaminado se comporta a las mil maravillas en el terreno de los GTI.
Sus casi 5 metros de longitud no son un problema para pasarlo realmente bien. Es tal la agilidad que propone que tras unos kilómetros al volante te olvidas de que estas al volante de una berlina de semejante tamaño. El morro entra bien en las curvas, la tracción es fenomenal y además podemos provocar un ligero sobreviraje que nos ayudará a redondear la salida del viraje acelerando con contundencia.
La estabilidad es otro de sus puntos fuertes ya que las suspensiones no llegan a sentirse nunca demasiado secas y aunque la carrocería balancea ligeramente, sobre todo en los cambios de apoyo fuertes, gracias al sistema de tracción a las cuatro ruedas la sensación de seguridad y la eficacia que ofrece es realmente elevada.
Por supuesto, el hábitat natural de este modelo son las vías rápidas donde saca a relucir todo su potencial haciendo gala de una puesta a punto exquisita para realizar largos viajes. Pero lo que más sorprende es lo bien que se comporta en carreteras secundarias. Toda una sorpresa.
Más caro que sus rivales
Por potencia, por dimensiones, por calidad… y porque son modelos de esos que vulgarmente denominamos “alemanes premium” y eso ya les eleva el precio porque sí, el cliente que se decante por esta versión del Serie 5, o por el S6 de Audi o por el Mercdes-AMG E 43, que también entra en la pomada, deberá acabar desembolsando una cantidad final de seis cifras a poco que le quiera añadir algún extra para acabar de configurarlo al gusto.
El BMW M550i xDrive se ofrece desde los 103.100 euros. Se trata de un precio irreal ya que uno espera encontrar lo último en tecnología y opciones de confort en un modelo de estas características. Pues bien, de serie se queda muy justo en cuanto a equipamiento y deberemos recurrir al extensísimo catálogo de opciones para dejarlo más o menos decente y acorde a nuestras expectativas. Como ya os he comentado más arriba, se han equipado prácticamente todos los paquetes disponibles y algunos extras sueltos que elevan la cifra final del precio hasta los 129.460 euros. Más de 26.000 euros en extras…
El precio de partida de este BMW es bastante elevado, tan elevado que aventaja en más de 8.000 euros al precio base del Audi S6 (95.030 €) y en más de 13.000 euros al del Mercedes-AMG E 43 (89.350 €). Hablamos de tres berlinas deportivas, del segmento D, de esas llamadas “premium”, que pueden equipar prácticamente todo lo habido y por haber, y que son, a grandes rasgos, vehículos tan cómodos como deportivos.