BMW Serie 5

A simple vista el BMW Serie 5 se asemeja bastante a su hermano mayor, el Serie 7. Dispone de un alargado capó, abombado, de líneas que finalizan en los característicos "riñones" delanteros, pequeños voladizos y una marcada caída del techo que le asemeja a un coupé, mientras las líneas horizontales ofrecen una apariencia mucho más ancha. Las ópticas delanteras expresan una mirada agresiva hacia el asfalto, desafiante, mientras los nuevos pilotos traseros, muy parecidos a los del Serie 5 GT y Serie 7, disponen de un diseño mucho más acorde con el vehículo a la vez que ofrecen mucha más visibilidad, ya que se expanden hacia los laterales de la zaga. Los casi 5 metros de longitud es lo primero que entra por la vista cuando lo tienes delante, regalándole una estética con gran aplomo y un buen asentamiento en el asfalto. Estará disponible con una variedad de 13 colores de carrocería para elegir

En el interior se percibe un ambiente de tranquilidad, sin estridencias, con acabados muy bien rematados y con materiales de calidad. El único "pero" que encontramos, a nuestro parecer, es demasiada sobriedad y pocos cambios estéticos respecto a los demás interiores de la gama BMW. Se ha tenido más en cuenta la comodidad del conductor. La consola central ahora está ligeramente enfocada hacia la izquierda para un mejor manejo de los botones que ofrece. Las teclas de funciones múltiples de los volantes de nuevo diseño, ahora también se utilizan para regular la velocidad. Los indicadores, reguladores y las teclas que sirven para utilizar los sistemas de confort, se encuentran en la parte central del salpicadero. La pantalla Control Display, que puede tener un tamaño de hasta 10,2 pulgadas, del sistema iDrive incluido de serie, está incorporada armoniosamente en el salpicadero. Los asientos tienen una gran ergonomía y resultan muy cómodos para viajar. También presentan una más que correcta sujeción lateral asegurando que el cuerpo no balancee en exceso ante cambios de apoyo y fuertes curvas. La postura de conducción depende de cada uno, pudiendo regular todo del asiento y el volante, así que aquí cada uno decide. En las plazas traseras disponemos de espacio de sobra para las piernas, os lo cuenta un hombre de metro noventa, mientras el techo queda a una altura suficiente para no molestar o sentir esa sensación de angustia si la caída es muy pronunciada. Se ofrece un abanico de 9 tapicerías diferentes a elegir, y en julio llegarán dos nuevas para albergar hasta 11 posibles opciones. La insonorización de la cabina es muy buena, aislando cualquier tipo de ruido, hasta el del motor, el cual si no subimos de vueltas prácticamente no percibiremos su funcionamiento. Entre las muchas opciones que podemos añadir al modelo, destacamos sobre las demás el pack de entretenimiento para las plazas traseras. Dos pantallas de alta resolución de 8'' (pack profesional 9'') con DVD, conectores para reproducir mp3, videoconsolas, etc. Eso si, a un precio razonable. En general el nuevo BMW Serie 5 ofrece una excelente habitabilidad, es cómodo, intuitivo y agradable. Da igual donde estés sentado, delante o detrás que te sobrará espacio por todos los costados, aunque.. puestos a elegir, preferimos sentarnos al volante.

El nuevo BMW Serie 5 se lanza al mercado con un motor de ocho cilindros de gasolina, tres motores de seis cilindros también de gasolina y dos motores diesel de seis cilindros. La oferta se amplía mediante un motor turbodiésel de cuatro cilindros con cárter del cigüeñal de aluminio e inyección directa common-rail. El BMW 520d, que equipado con este motor tiene una potencia de 184 CV y que está provisto de serie con la función Auto Start Stop, logra establecer un nuevo listón de referencia en su segmento. Según ciclo de pruebas UE, apenas consume 5,0 l./100 km y su valor de CO2 es de 132 g/km.

El BMW 550i, el máximo representante de la serie, cuenta con un propulsor de ocho cilindros BMW TwinPower Turbo, que ofrece una potencia de 407 CV. El BMW 535i, por su parte, está dotado de un motor de seis cilindros en línea BMW TwinPower Turbo de 306 CV, que incluye el sistema de inyección directa de gasolina High Precision Injection y Valvetronic. Los modelos 528i y 523i cuentan con motores de seis cilindros en línea con sistema High Precision Injection, que tienen una potencia de 258 CV y 204 CV respectivamente. El BMW 525d con 204 CV y el 530d con 245 CV quedan a la espera del 520d para completar la gama de propulsores.

Todas las variantes del nuevo BMW Serie 5 pueden estar equipadas, opcionalmente, con la nueva caja de cambios automática de ocho velocidades.

En cada modelo se aplican medidas específicas de la estrategia BMW EfficientDynamics, entre ellas el sistema de recuperación de la energía de frenado, el indicador del momento óptimo para el cambio de marchas, la regulación activa de las mariposas de las entradas de aire y diversos sistemas secundarios que únicamente se activan si es necesario, incluyendo el desacoplamiento automático del compresor del sistema de climatización. Coches.net probó la variante de acceso a la gama de gasolina, el 523i con 204 CV de potencia y cambio automático, y si bien para una conducción tranquila y relajada es una delicia, no podemos afirmar lo mismo cuando le pedimos "chicha". Se muestra algo perezoso, empujando bien desde abajo pero sin exagerar, estirando bien hasta entrar en la zona roja del cuentarrevoluciones (7.100 rpm), momento en el que el rápido cambio entra en escena y sube una marcha. Decir que la conducción que efectuamos era básicamente deportiva, con más de 90 km de carretera de montaña dónde intentamos exprimir y conocer las reacciones del motor manteniendo en gran parte del trayecto las revoluciones por encima de las 4.000 rpm. Debido a esta forma de conducción nuestra prueba registró un consumo medio de 14,5 l./100.

Este es un punto a tener muy en cuenta. Cuando te subes al coche, lo arrancas y empiezas a circular eres consciente de que estás conduciendo un vehículo de 5 metros de largo. Cuando llevas un rato, ya no lo tienes tan claro... El Serie 5 es una delicia a sus mandos, la dirección eléctrica es muy precisa y nos ofrece el característico endurecimiento del volante cuando circulamos a altas velocidades, todo lo contrario en ciudad dónde apenas deberemos hacer esfuerzo para moverlo. Las suspensiones trabajan a la perfección, aguantando de una forma uniforme los cambios de apoyo en todo tipo de curvas de diferentes diámetros y velocidad. Como ya comentamos, probamos la versión 523i de 204 CV, la cual no llevaba ninguna de las opciones que se le pueden añadir opcionalmente al modelo como el sistema de control dinámico de la amortiguación, el sistema electrónico de estabilización de inclinaciones Dynamic Drive o, como novedad, la dirección integral activa que hace girar también las ruedas traseras para una mayor movilidad del vehículo. En la ruta propuesta por la organización había un poco de todo, vías rápidas combinadas con puertos de montaña dignos de una etapa de rally. En las primeras, el coche se comportaba como debía, manteniendo fácilmente sin despeinarse los 120 km/h legales rodando bastante desahogado y respondiéndo ante cualquier variación del acelerador. Al entrar en la carretera de montaña cambiamos el chip, movimos la palanca del cambio a modo secuencial y nos adentramos con cautela a descubrir las sensaciones en carretera revirada. Aquí la impresión de llevar un coche más corto se magnifica. Sorprendentemente el Serie 5 es un coche muy ágil y fácil de conducir en estas circunstancias. Entra en la curva por dónde le indicas y la trasera le sigue sin inmutarse. El control de tracción es bastante permisivo, dejando que marche un poco la zaga, pero en todo momento controlando que no sobrepasemos el límite y empecemos a sobrevirar. Los frenos transmiten exactamente la presión del pedal a las ruedas, proporcionando una gran deceleración si se lo pedimos. Si nos pasamos, el ABS entra en escena no dejando clavarse las ruedas en el asfalto. En recuperaciones es donde se muestra algo lento, ya que mover 1.700 kg de peso no es fácil. Lo hace con soltura pero sin deslumbrar, teniendo que subir exageradamente de vueltas el motor para notar todo el potencial, de ahí el elevado consumo en nuestro test. Nos quedamos con las ganas de poder probar otra variante más potente y mejor equipada con todas las ayudas introducidas para daros un veredicto más preciso, aún así quedamos muy satisfechos con el comportamiento del Serie 5.

Numerosas son las opciones que nos presenta BMW para equipar a este Serie 5. Empezamos por las de serie. Dispone de airbags de conductor y acompañante, de cabeza delante y detrás y laterales. Reposacabezas activos, sistema antibloqueo de los frenos ABS, sensor de colisión que desactiva el cierre centralizado al detectar el choque, doble bocina, cinturones de seguridad con tres puntos de anclaje y control dinámico de estabilidad DSC incluyendo asistente para el arranque. También encontramos en las puertas traseras el cierre de seguridad mecánico para niños, indicador de presión de los neumáticos, barra de protección lateral, sistema de protección al peatón en caso de atropello o el indicador de desgaste de los frenos. Además de todos estos sistemas podemos añadir unos cuantos más que nos harán la circulación más segura, eso si, añadiendo unos cuantos euros de más. Aquí disponemos de control dinámico de la suspensión, barras estabilizadoras activas, dirección activa integral, alarma, cámaras dispuestas por todo el vehículo, y un largo etc...

Si se me permite la expresión, estamos ante un cochazo. Se comporta muy bien en cualquier tipo de vía, permitiéndonos elegir que conducción queremos hacer, calmada y relajada o bien por el contrario sacar ese piloto que llevamos dentro y pisar fuertemente el acelerador, esto último siempre en circuito. El interior está muy bien acabado y se nota la calidad, es cómodo en todos sus aspectos y nos garantiza un viaje relajado. En conjunto resulta una muy buena opción para la gente que se lo pueda permitir y que busque ese toque premium que tanto gusta, ya que su precio no es precisamente barato.