BMW 335d xDrive Gran Turismo M Sport

La variante más grande de la gama Serie 3 integra elementos propios de segmentos diferentes en un solo automóvil, al unificar “ingredientes” característicos de berlina, familiar y cupé. BMW lo puso al día hace unos meses y, si bien los cambios no han supuesto una gran transformación, ha mejorado en diversos aspectos. Para esta prueba, la alternativa mecánica elegida ha sido la integrada por el enérgico motor 3.0 diésel de 313 CV con cambio automático deportivo, combinación que da unos grandes resultados tanto en rendimiento como en eficiencia.

La segunda fila más espaciosa que sus hermanos Berlina y Touring es una de las ventajas de esta variante con respecto a ellos. El precio es el principal hándicap del coche pues, a los 59.350 euros de partida hay que sumar el coste de la terminación M Sport y de los numerosos opcionales de esta unidad. El resultado es un importe total superior a los 74.000 euros. Por su filosofía, uno de los rivales más directos del modelo de BMW es el Audi A5 Sportback.

Las proporciones del Serie 3 Gran Turismo no han variado, por lo que el modelo mantiene su longitud de 4,82 metros, superando considerablemente a las versiones Serie 3 Berlina y Touring en este aspecto. Y es que la reciente puesta al día que BMW ha realizado a esta versión Gran Turismo ha sido más bien ligera en lo que se refiere a apariencia exterior. En cualquier caso, se aprecia una evolución de algunos elementos. Las ópticas delanteras siguen la clásica forma de faros dobles redondos pero se han modificado, con un nuevo diseño que incluye la incorporación de tecnología LED de serie tanto para luz de cruce como de carretera, así como para los faros antiniebla.

A ello hay que sumar la posibilidad de equipar, por primera vez en el modelo, los faros LED adaptativos (686 euros) que incorpora esta unidad. En general, las modificaciones consiguen que el automóvil parezca más ancho en su vista frontal. No hay que pasar por alto el rediseño de las entradas de aire inferiores, que le dan un toque algo más agresivo al morro. El modelo conserva su innegable línea de techo de inspiración cupé, caracterizada por una caída progresiva. En la zona posterior, los cambios también llegan con las nuevas luces, cuya forma ofrece una imagen más integrada y que, además, están totalmente compuestas por LED.

También cabe señalar el nuevo faldón trasero, que logra el objetivo de acentuar el “look” deportivo y compacto del modelo visto desde atrás. En esta zona se encuentra un alerón que se despliega de manera automática para ganar aerodinámica en función de las circunstancias. Esta unidad, que pertenece a la terminación M Sport, cuenta opcionalmente con unas vistosas llantas de aleación ligera M de 19 pulgadas (1.124 euros) así como con el color de carrocería Estoril Blue (1.053 euros). Ambos se ofrecen como equipamiento exclusivo para este acabado.

Nada más entrar en el habitáculo del 335 Gran Turismo se percibe una atmósfera de enorme calidad lograda gracias a unos excelentes acabados interiores, que mejoran aún más los del modelo anterior. Además de contar con nuevas decoraciones cromadas y en negro brillante, hay que señalar detalles como la pantalla del sistema de infoentretenimiento, que ahora es más delgada y sutil. Asimismo, el puesto de conducción se caracteriza por su gran comodidad, favorecido por el acertado mullido del asiento y por la notable sujeción lateral del torso que proporciona.

En lo que respecta a las plazas traseras, se agradece el mayor espacio para las rodillas si se compara con sus hermanos Berlina y Touring gracias a su mayor distancia entre ejes. En cualquier caso, viajarán más cómodos dos ocupantes que tres debido a la anchura de la fila, a un mullido más firme en la plaza central y a un intrusivo túnel de transmisión. El vehículo brinda una óptima capacidad de maletero de 520 litros que puede alcanzar los 1.600 litros si se abaten los respaldos traseros. Destaca la gran abertura de carga que ofrece, lo que facilita la introducción de elementos de cierto volumen.

El equipamiento de serie del 335d GT en el acabado M Sport incluye climatizador, arranque sin llave, seis airbags, sensor de lluvia, sistema de manos libres con entrada USB y streaming de audio a través de Bluetooth. También dispone de control de crucero con función de freno, asistente de aparcamiento y elementos “M” específicos como el volante de cuero y los reposapiés.

Todo ello sin olvidar opcionales que incluye esta unidad como los frenos deportivos M (828 euros), la tapicería de cuero Dakota Schwarz pespunteada en azul (1.941 euros), los asientos delanteros calefactables (438 euros), el techo de cristal panorámico (1.775 euros) o el sistema de navegación Professional con pantalla a color de alta resolución de 8,8 pulgadas (888 euros). Cabe destacar que BMW ha simplificado el uso del navegador, más intuitivo que antes.

Bajo el capó de esta versión 335d del modelo alemán se encuentra la variante diésel más potente de la gama, movida por el motor de tres litros con tecnología TwinPower Turbo, seis cilindros en línea y una potencia de nada menos que 313 CV. Es un propulsor que sobresale prácticamente en todo y al que es difícil encontrarle defectos. En primer lugar, se trata de una mecánica silenciosa que se caracteriza por una alta suavidad de funcionamiento. Con par motor de 630 Nm entre 1.500 y 2.500 rpm, su respuesta es poderosa desde el inicio, dejando claras sus fantásticas cualidades de aceleración y su nivel prestacional.

Y es que el empuje de esta motorización es muy elevado e intenso a la vez que progresivo y sin brusquedades. Hay que tener en cuenta que solo necesita 4,9 segundos en pasar de 0 a 100 km/h y, además, puede alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. En esta unidad, el motor va asociado a una caja de cambios automática deportiva Steptronic de ocho velocidades que viene acompañada de levas en el volante. Este cambio opcional (237 euros adicionales respecto al Steptronic convencional) es rapidísimo en las transiciones de marcha y realmente equilibrado en cuanto a desarrollos.

Para exprimir al máximo las posibilidades del motor, la transmisión cuenta con un modo Sport con el que se obtiene el mayor rendimiento. El enérgico carácter del motor no va acompañado ni mucho menos por un consumo elevado, pues homologa una media de 5,6 litros cada 100 km. Una vez finalizada la prueba, en la que se combinó ciudad con carreteras interurbanas, autopista y puerto de montaña, el resultado fue de 6,2 litros. Se trata de una cifra muy razonable teniendo en cuenta la cilindrada y la potencia del motor, así como el hecho de que esta versión incorpora de serie el sistema de tracción total xDrive.

Además de la combinación mecánica escogida para esa prueba, no hay duda de que otra de las grandes bazas del 335d xDrive Gran Turismo es su comportamiento dinámico. Al comenzar a rodar a baja velocidad, el confort de marcha alcanza un alto nivel, a lo que contribuye la gran calidad de rodadura que transmite el vehículo en calzadas en buen estado. Esta cualidad, unida al importante aplomo que logra en parte gracias a su distancia entre ejes, hace que sea un automóvil ideal para realizar largos viajes por autopista.

Más allá de las grandes rectas, el vehículo pone de manifiesto su gran efectividad también a la hora de rodar por sucesiones de curvas. La eficacia de su chasis origina una enorme estabilidad en todo momento, incluso a ritmos muy fuertes en los que el balanceo de la carrocería es prácticamente inexistente. El aporte adicional de motricidad que refuerza su comportamiento en carreteras reviradas lo consigue gracias al comentado sistema de tracción integral xDrive incluido en esta versión (opcional en otras).

Este sistema cumple un excelente papel en cualquier circunstancia, aunque saca lo mejor de sí al conducir sobre asfalto mojado o con algo de grava, cuando muestra un agarre magnífico. Para realzar la sensación de control, el modelo alemán dispone de una precisa dirección, distinguida además por transmitir toda la información necesaria durante la conducción. Por su parte, los frenos deportivos M opcionales actúan de forma muy contundente, a la altura del rendimiento de la mecánica y de las posibilidades del chasis.

En definitiva, el 335 xDrive Gran Turismo conjuga altas cotas de comodidad con un importante nivel de diversión al volante (sin llegar al nivel de su hermano berlina), aspecto potenciado por un magnífico chasis, un enérgico motor y un impecable cambio automático deportivo. A ello hay que añadir un lujoso y confortable interior y un equipamiento que, con este acabado M Sport y con los opcionales que incorpora esta unidad, es bastante amplio. Uno de los pocos “peros” del vehículo es su precio, que es elevado de partida y que aumenta aún más al ir agregando extras del poblado catálogo de opcionales.