Un X3 a escala
Más ciudadano y eficiente que sus hermanos mayores X3 y X5, el benjamín de la familia X, que responde al nombre de X1 se adentra en el segmento de los mini todocaminos con tintes urbanos en el que BMW no sólo le quiere convertir en miembro de pleno derecho sino en toda una referencia en este nicho de mercado. Ni que decir tiene que mantiene el dinamismo con ciertos tintes deportivos que la marca bávara dota a todos sus productos. Tras la aparición, primero en 2001 del X5 al que siguió el X3 , en 2005 y hace un año el X6, el X1 se ha convertido en el cuarto miembro de la gama SUV de la marca bávara. Con la puesta en escena de este compacto ciudadano de aspecto todoterreno, BMW parece dispuesta a cosechar un buen número de ventas en un modelo al que cualidades no le faltan para calar entre el público más joven. Su puesta en escena será el 22 de octubre del presente año, a excepción de la motorización 1.8d tanto en su versión de tracción trasera sDrive como en la correspondiente con tracción total xDrive, que aterrizarán en diciembre en el mercado español, a unos precios que adelantamos a continuación:
BMW X1 1.8d sDrive: 29.700 euros BMW X1 1.8d xDrive: 31.700 euros BMW X1 2.0d sDrive: 32.700 euros BMW X1 2.0d xDrive: 34.700 euros BMW X1 2.0d xDrive A:38.569 euros BMW X1 2.3d xDrive: 38.000 euros BMW X1 2.8i xDrive: 44.300 euros
Diseño exterior
Cimentado sobre la plataforma del Serie 3 Touring, BMW ha modelado en su X1 una carrocería cuyo frontal se basa principalmente en el Serie 1, sobre todo en lo que respecta a paragolpes, capó, rejilla del radiador y paragolpes frontal. No ocurre lo mismo de perfil, cuyas formas delatan una silueta más en la línea del X3 y X5. No obstante toda la carrocería mantiene un cuidado diseño aerodinámico, sobre todo en una zaga que presenta el capó muy inclinado. Fruto de su estilizada silueta se ha logrado obtener un coeficiente aerodinámico Cx de 0,32. Un dato que no está nada mal teniendo en cuenta el producto que se trata.
En sus dimensiones el X1 se acerca bastante al X3, pues aunque es 12 centímetros más corto (4,45 m frente a los 4,57 m del X3) que su hermano mayor mantiene una batalla parecida -2,76 m frente a los 2,80 del X3 -. Tales cotas exteriores sumadas a la plataforma sobre la que se basa - que como ya hemos apuntado se trata del Serie 3 Touring- nos lleva a dilucidar que no presenta un interior muy generoso, como ya ocurriera con el X3. En cualquier caso el X1 ofrece delante un espacio bastante generoso tanto en altura para la cabeza como en espacio para las piernas. Detrás ya no es lo mismo, sobre todo en anchura para los hombros donde el pasajero de la plaza central ve recortada su comodidad por la poca anchura del respaldo y el duro mullido del mismo. El resto de los ocupantes viajarán cómodos, aunque no podrán estirar mucho las piernas, sobre todo si retrasamos las plazas delanteras. En su favor cabe señalar que los mencionados respaldos traseros se pueden inclinar en un ángulo de 31º y logrado este punto permiten viajar confortablemente a dos personas de talla normal - en torno a 1,80 m -. Si optamos por no inclinar hasta el punto máximo tales respaldos y así ganar más espacio en el maletero, contamos con el hándicap que resulta llevar el respaldo muy vertical. Postura que resta confort a los mencionados ocupantes de dichas plazas. Otras cosa es acceder a dichas plazas, lo cual no resulta una fácil tarea pues al poco generoso ángulo de apertura de las puertas se suma un escaso vano que deja la puerta para apoyar el pie. El puesto de conducción, como ocurre con el X3 recuerda más al de un coupé deportivo que al de un todoterreno. La postura al volante es francamente de libro, pues no contamos con unos asientos cómodos y que sujetan bien al cuerpo sino que disponen de una amplias regulaciones, que sumadas a las del volante -regulable en altura y profundidad- permiten adquirir una postura perfecta. Bajo el portón trasero, el X1 ofrece un maletero de 420 litros de capacidad -490 litros con los asientos en posición vertical -, que se pueden ampliar hasta alcanzar los 1.350 litros si plegamos totalmente los asientos de la segunda fila. Dichas plazas traseras se pueden abatir asimétricamente (40/20/40). Cualidad que resulta de gran utilidad a la hora de ocupar dos plazas y portar objetos de gran longitud como, por ejemplo, unos esquís. En el piso del maletero encontramos dos cintas de goma en posición transversal para sujetar objetos no demasiado grandes, mientras que bajo el piso del mismo hay un doble fondo con un organizador de plástico para albergar objetos de distinto tamaño y tras éste se encuentra la batería.
El lanzamiento de la nueva familia X1 alberga cuatro mecánicas disponibles; tres de las cuales son diesel y una gasolina. Respecto a las tres turbodiésel la gama comienza por un 18d que anuncia una potencia de 143 CV. Acompañando a este cuatro cilindros, se encuentran otros dos, aunque éste vez de dos litros, también alimentado por inyección directa por conducto único al que suma turbocompresor de geometría variable e intercoler con dos variantes de potencia: 177 CV correspondiente al 20d y 204 CV, que porta el 23d. Éste último motor monta inyectores piezoeléctricos y turbo con tecnología Twin Power o lo que es lo mismo suma dos turbos en serie. Todas y cada una de las mecánicas que monta el X1 cuenta con la tecnología Efficient Dynamics encaminadas a lograr un menor nivel de emisiones y consumos. Para ello recurre a la bomba eléctrica de combustible y compresor desacoplable del climatizador, recuperación de la energía en las frenadas; además de una optimización de la carrocería. Además las versiones dotadas con cambio manual suman a los mencionados cambios el sistema de parada y arranque automático, definido por la marca bávara como Start/Stop. Dicho sistema funciona cuando nos paramos en un semáforo o nos detenemos en caravana ante un intenso tráfico. Las dos motorizaciones más potentes van asociadas a una caja de cambios automática de seis velocidades con selección directa, o lo que es lo mismo que podemos reducir de golpe varias marchas. Mientras, el resto de versiones llevarán acopladas un cambio manual de seis desarrollos. Los motores 28i, 23d y 20d irán acompañados a la tracción total permanente XDrive - como así lo define BMW -, que dispone de un complejo acoplamiento central, controlado electrónicamente, que puede repartir inicialmente el par hasta en un 40/60%, pudiendo llegar al 100% sobre cada uno de los ejes en función de la adherencia disponible. Entre sus novedades dicha tracción cuenta ahora con un distribuidor del par más eficiente. Las versiones diesel más básicas - 18d y 20d - contarán con tracción trasera denominadas sDrive 18d y sDrive 20d. Tanto en tracción total como propulsadas por tracción trasera contarán con un diferencial trasero con fase de calentamiento optimizadas.
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La marca bávara también ha tenido en cuenta al cliente que precisa de un mayor dinamismo para aprovechar al máximo las cualidades del X1. Es por ello que a su benjamín de la gama X en sus versiones de tracción total que incorporen configuración "sport" del chasis, un sistema que reduce al máximo el subviraje en conducción deportiva o sobre firmes resbaladizos y que BMW denomina "Performance Control". Para ello adapta la respuesta del motor frenando la rueda posterior interior a la hora de realizar las curvas. Incluso la versión más prestacional cuenta con un control de estabilidad (DSC), que incluye función de secado de los discos, compensación del efecto sobrecalentamiento y arranque en pendiente. Durante la toma de contacto que tuvo lugar en Zaragoza tuvimos ocasión de probar el X1 28i con tracción total Steptronic. Toda una combinación que se ajusta a las mil maravillas a su comportamiento, pues responde con un inicio de marcha vigoroso donde a las mínima presión sobre el acelerador supone no quedarse rezagado en marchas largas. El cambio no hace sino ejemplificar el mencionado comportamiento con unos desarrollos bien ajustados, que permiten la posibilidad de realizar una conducción dinámica bien desde la palanca o de las levas en el volante o una más relajada a la hora de transitar en ciudad. Tampoco es nada desdeñable el comportamiento de su 2.0 litros diesel de 177 CV, que muestra un empuje más que satisfactorio podríamos calificar que casi atlético, pues sube de vueltas con rapidez y contundencia. Los seis desarrollos de su cambio manual no pecan ni de largos ni de cortos, sino que están tan bien escogidos que facilitan este comportamiento acentuando su carácter prestacional sin pasar factura el consumo. La tracción total xDrive junto a la buena puesta a punto del chasis dota a la carrocería de una rigidez y aplomo notable, sin balanceos excesivos; además de una capacidad de adherencia de maravilla. Todo ello a pesar de la de neumáticos Pirelli de tipo "Runflat" con dibujo más destinado al asfalto en dimensión: 225/50 R17. A pesar de todo ello podemos sortear algunas que otra circunstancia cuando el camino empieza estropearse, aunque siempre teniendo en cuenta su limitada altura libre, gracias al control de descenso, que nos permite bajar pendientes sin necesidad de castigar los frenos.
Visto lo visto y si observamos detenidamente la arquitectura de la suspensión formada por tren delantero Mcpherson delante y doble trapecio detrás, está claro que su vocación es mayormente el asfalto. Hábitat donde su comportamiento se manifiesta a través de una dirección que calca la trayectoria con gran precisión y donde nuestro X1 apenas muestra balanceo alguno. Mientras en los virajes más cerrados con continuos cambio de apoyo, se muestra consistente en todo momento. Todo ello con una suspensión que a la par de absorber con eficacia no castiga con sacudidas a los ocupantes.
De serie todas las versiones incorporan control de presión, mientras que los neumáticos Runflat forman parte de la larga lista de elementos opcionales, entre los que se incluyen los faros bixenon direccionales, sensor de lluvia o el funcionamiento automático de las luces largas.
Una vez más BMW ha demostrado que el tamaño no importa para lograr atesorar grandes cualidades en su SUV compacto de formato pequeño, cuyos 4,45 metros le sitúan por encima en longitud de lo que habitúa el segmento. Si bien y para ser el nuevo vástago de la saga X atesora la esencia que siempre ha portado la marca germana fruto de una buena calidad interior, eficaces y potentes mecánicas y un dinamismo en marcha que no defrauda.
Mi primer BMW X1 xdriver del año 2012 1.8 d lo hemos cambiado por otro BMW X1 1.8 gasolina sdriver la verdad con el primero revisiónes y ningún fallo encantados ahora con el segundo después de un año revisión nada más el tacto de volante la insonorización expectacular son otros coche otro mundo eso de calidad me quedo con el primer BMW X1 los BMW ya no son los mismos pero seguimos encantados