La "X" que faltaba en la ecuación
El fabricante alemán es un consumado especialista en crear nuevos segmentos y en explorar fusiones e hibridajes de modelos y categorías. Lo demostró en su momento con planteamientos como el BMW X5 y el X3 y lo ha puesto en práctica recientemente con propuestas como el BMW X6 o el Serie 5 GT. De esta forma, la marca muniquesa ha logrado entremezclar el estilo dinámico de sus berlinas con la especialización todocamino que demanda el mercado actual. El flamante X1 ha sido el último en llegar y el elemento que completa la ecuación de la versatilidad de BMW: tamaño más reducido, prestaciones y agilidad elevadas, y electrónica y equipamiento superiores para rematar la fórmula con un diseño agresivo, compacto y dinámico. Disponible desde 29.700 euros (el diésel 18d de 143 CV) ofrece alternativas mecánicas más que suficientes para encajar en las preferencias de cualquier perfil de comprador, ya que cuenta con la citada mecánica 18d, así como dos variantes más de gasóleo (20d de 177 CV y 23d de 204 CV, objeto de esta prueba). Finalmente completa las posibilidades el 28i, un potente bloque de gasolina de 258 CV. Asimismo, tiene versiones de tracción total denominadas xDrive -como la ensayada en la prueba- y también solamente con tracción trasera, llamadas sDrive. Completo y mecánica y dinámicamente muy capaz, el BMW X1 XDive 23d (desde 38.000 euros) es una seria amenaza para sus propios hermanos de gama y sin duda para los futuros "líderes" del segmento, como el tan anunciado Audi Q3. Texto y fotos: Narcís Reixach
Exteriormente es bastante parecido a su hermano mayor, el X3, aunque 12 cm más corto que éste, motivo por el cual es bastante probable que el futuro X3 crezca en tamaño para diferenciarse uno de otro. Conserva el estilo de todocamino moderno y dinámico propio de la familia X de BMW aunque con un aire nuevo, el que le aporta precisamente la nueva parrilla delantera, su largo capó, sus marcados pasos de rueda, la tercera ventanilla lateral así como sus grupos ópticos, todos ellos rasgos muy identificables al resto de modelos de la marca pero con una ligera reinterpretación de formas y volúmenes. El resultado general es mayor agresividad en su perfil y una buena presencia, con apariencia sólida y robusta y a diferencia de otros todocaminos, con una altura total parecida a la de muchos modelos de carrocería familiar, lo que aumenta la connotación deportiva de su estética.
Una vez en el interior, no hace falta ser un especialista para ver que BMW ha vuelto a desplegar su habitual filosofía para el habitáculo: calidad, buenos materiales, excelente ergonomía (con el salpicadero ligeramente orientado hacia el conductor) aunque con el estilo sobrio y excesivamente tradicional que la marca ha elegido para la práctica totalidad de sus productos. De hecho las similitudes con el modelo más parecido, el X3, son muchas ya que el interior del X1 apenas cuenta con elementos diferenciadores o distintivos. Sus compactas dimensiones exteriores, 4,45 m de largo, no impiden que el habitáculo ofrezca una funcionalidad elevada, plazas confortables y soluciones prácticas como numerosos huecos portaobjetos, destacando la presencia de portabotellas en todas las puertas, o una guantera abierta en el centro del salpicadero, en el caso de no incorporar navegador. La posición elevada del asiento del conductor permite también disponer de una excelente visibilidad, mientras que como soluciones prácticas, el X1 incluye un respaldo trasero que se puede abatir por partes (40/20/40) y también reclinable 30º para ganar capacidad de maletero según las necesidades. El volumen inicial del maletero, muy correcto, es de 420 litros aunque puede ampliarse hasta un máximo de 1.350.
El motor que montaba la unidad probada es el más potente de la gama de gasóleo; un bloque de 2,3 litros que rinde 204 CV. Está asociado de serie (como el de gasolina) a un cambio secuencial Steptronic y como es de suponer ante las cifras que presenta, su funcionamiento y su nivel de respuesta son muy sobradas. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y su velocidad máxima alcanza los 205 km/h registrando un consumo medio homologado de 6,3 l/ 100 km y unas emisiones de CO2 de 167 gr/km. Este factor se beneficia de algunas de las medidas que forman parte del paquete EfficientDynamics, (Cx de 0,32, recuperación de la energía de frenado...) encaminado a lograr un óptimo equilibrio entre rendimiento y eficiencia mecánica.
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Pensado mayoritariamente para circular por carretera (carece de reductora ni de otras características que permitan utilizarlo como un todoterreno) ofrece un comportamiento dinámico cercano al del X3, aunque recuerda también Serie 3 Touring -emplea su misma plataforma- por la solvencia con la que negocia virajes y el aplomo de su pisada. La puesta a punto del bastidor es todo un acierto, proporcionando un comportamiento de referencia en su segmento. Como buen BMW, el coche transmite mucha confianza a su conductor y exhibe una calidad de rodadura al más alto nivel. Quizás como elemento negativo podría destacarse la excesiva "sequedad" de sus suspensiones deportivas y el escaso confort que proporcionan sus neumáticos perfil bajo, que se deja notar especialmente al circular por zonas de firme irregular. Además, el sistema de tracción total xDrive que se incluye de serie en esta versión también interviene para corregir la trayectoria del coche.
Como no podía ser de otra manera para un vehículo de su categoría, sus prestaciones -y su precio- los sistemas y elementos de asistencia a la conducción y de seguridad son de primer nivel. Equipa componentes de última tecnología, como el sistema de control dinámico de estabilidad DSC con control dinámico de la tracción DTC y, en opción, puede disponer de un sistema de control dinámico del rendimiento de los frenos. Igualmente dispone de control de descenso de pendientes (Hill Descent Control), indicador de presión de neumáticos y sistema de adaptación del haz de luz en curvas
El éxito registrado por los modelos X de BMW ha sido apabullante. Tras 10 años del lanzamiento de X5, complementado por el X3 en 2004 y el X6 en 2008, la marca totaliza ya 900.000 unidades de esta familia, tanto es así que actualmente 1 de cada 5 modelos vendidos por la firma de Munich son X. Ante tales antecedentes, era normal que BMW buscara una alternativa para rentabilizar su fama en el segmento de los crossovers de lujo, y la ha encontrado "por la parte de abajo", respondiendo a la tendencia actual de optar por modelos de menor tamaño y menor consumo pero no por ello menos prestacionales o emocionantes. Moderno, elegante y ciertamente deportivo, el X1 puede contar con un largísimo y muy completo listado de equipamiento -de serie o en opción en función de la motorización- en el que se cuentan navegador de última generación con mando iDrive, asientos deportivos, techo panorámico, barras del techo, luces de xenón o cámara de estacionamiento trasera. En definitiva, el X1 es un serio adversario para los dominadores actuales de esta categoría, como el Volkswagen Tiguan, el Mercedes GLK, el Volvo XC60, el Toyota RAV4 o el Land Rover Freelander 2.
EL X1 23D. SU VELOCIDAD MÁXIMA NO ES DE 205 KM/H COMO DICEN EN TODOS LADOS, SU VELOCIDAD MÁXIMA REAL, ES DE UNOS 225 KILOMETROS / HORA. CERTIFICADO Y COMPROBADO. YO EL MIO, UN X1 23D, EN CIRCUITO LO PUSE A 235 K/h. SOBRAN LAS PALABRAS.