Nuevas opciones para el comprador
El afán de BMW por estar presente en prácticamente todos los segmentos del automóvil en ocasiones lleva a descubrir nuevas alternativas que en algunos casos nos dejan un poco descolocados. Este es el caso del BMW X4 que hoy probamos con su motor de gasolina más potente, la versión 35i con 306 CV.
El X4 es un SAC (Sports Activity Coupé) derivado del X3 con un aspecto muy parecido al del BMW X6. Tiene una orientación un poco más deportiva que el mediano de los "X" pero también es cierto que en algunos puntos sale claramente perdedor.
El hecho de contar con la caída del techo típica de un cupé deportivo le resta habitabilidad en las plazas traseras, llegando también a perjudicar de forma notable en la capacidad de carga del maletero.
BMW propone al X4 a un público un poco más joven y desenfadado, donde la estética del coche cobra especial importancia a la hora de decantarse por un modelo u otro. Y este es, desgraciadamente, uno de los pocos argumentos con los que cuenta para intentar su asalto al mercado.
El mini-X6
Hace apenas un mes tuve el privilegio de asistir a la presentación del restyling de la punta de lanza de la gama X (aquí la toma de contacto). Hablo del X6, el precursor de este tipo de todocaminos deportivos con aires de cupé. Allí pude observar en primera persona la enorme similitud estética que tienen uno y otro, el mayor con unos kilos de más de esos espinacas que se comía Popeye, pero al fin y al cabo muy parecidos entre uno y otro.
El frontal es prácticamente igual, con las mismas formas, los elementos como la parrilla doble, las tomas de aire, los faros y los antiniebla están situados en el mismo lugar. También comparten las fuertes nervaduras en el capó que les otorgan especial agresividad. En la traseras más de lo mismo, el portón, las líneas horizontales, la caída del techo… Excepto por los pilotos que son distintos y la doble salida de escape diríamos que son un calco uno de otro a menor escala.
Dejando de lado a su homónimo y comparándolo con el X3, el modelo base sobre es que se desarrolla este X4, vemos que el “cupé” es 2 centímetros más largo, ocho centímetros más bajo y comparten la misma anchura (4,67 m x 1,62 m x 1.88 m).
Su estampa en vivo es curiosa y dependerá mucho del gusto de cada uno para juzgarlo. A mí personalmente no me parece demasiado agraciado. Encuentro que la trasera me recuerda en exceso a las versiones GT de las Series 3 y 5 y rompe un poco con la línea dinámica proporcionada por la elegante caída del techo. Todo es cuestión de gustos.
Un habitáculo perjudicado
Si algo tiene el X3 es un interior generoso, en el que en casos puntuales podrían viajar 5 ocupantes con ciertas garantías. Obviamente el X4 ve penalizada su habitabilidad básicamente por la caída del techo. La gente de BMW dice que se ha rebajado la altura de los asientos 2 centímetros para combatir este hándicap. En las plazas delanteras se va muy cómodo, atrás los adultos de que sobrepasen un poco la estatura media podrían llegar a rozar con la cabeza en el techo. En la plaza central este aspecto es aún más crítico debido a la mayor altura de la banqueta en esta zona.
Las dos plazas traseras de los extremos presentan muy buena sujeción del cuerpo gracias a las marcadas formas del respaldo. Además, la distancia para las rodillas es realmente buena lo que permite “salvar” en determinados casos la menor altura del techo sentándonos un poco más adelante. La anchura para los hombros es correcta pero en caso de viajar tres atrás les hará apretarse más de la cuenta. Estamos por lo tanto ante un cuatro plazas al que se le ha homologado una quinta, usable sólo para trayectos puntuales.
El acceso a las plazas traseras también se ha visto ciertamente perjudicado por la menor altura, obligando a adoptar una posición un tanto forzada para acceder al interior.
El maletero tampoco se salva por las formas de las formas del portón y la menor altura de la luneta. Homologa unos generosos 500 litros, pero son 50 menos que los que ofrece el X3. Abatiendo los asientos en proporción 40:20:40 se pueden conseguir hasta 1.400 litros, nuevamente 100 litros menos que en el X3.
Calidad y diseño 100% BMW
Si hay algo que no se le puede echar en cara es la calidad percibida en el interior. El nivel de los materiales empleados me ha parecido realmente bueno con todos los ajustes bien rematados y bien acabados.
El cuero Nevada vestía los asientos y los reposabrazos de nuestra unidad con una tonalidad clara muy vistosa, con costuras rojas en contraste, pero a la vez, también hay que decirlo, muy sucia con el tiempo. Las molduras interiores de madera en Dark Copper brillante, situadas en la zona del salpicadero del acompañante y en la consola central, le aportan un toque de madurez a esta unidad.
El diseño del cuadro de instrumentos, la consola central, la pantalla y todas las formas y detalles que componen el salpicadero son los mismos que en el X3. Recordemos que se trata de un derivado de éste.
No me gustaría dejar pasar la ocasión para alabar una vez más el excelente tacto de los volantes de BMW. Bueno, el volante que montan las versiones más equipadas como ésta, que son un poco más gruesos y agradables de usar. Sinceramente, de lo mejor que se puede encontrar hoy en día en el mercado.
El gasolina más potente de la gama
La variante 35i esconde bajo el capó el potente motor de 3.0 litros y seis cilindros en línea sobrealimentado con tecnología TwinPower Turbo. Ofrece unos más que interesantes 306 CV de potencia a 5.800 rpm y 400 Nm de par entre las 1.200 y las 5.000 revoluciones.
Esta mecánica es la segunda más potente de la gama X4, sólo superada en potencia y prestaciones por el 35d (diésel) de 313 CV. El propulsor de gasolina es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,5 segundos y alcanzar una velocidad punta de 247 km/h. Unos datos sorprendentes teniendo en cuenta que este modelo sobrepasa los 1.900 kg de peso.
En cuanto al consumo medio y a las emisiones de CO2 especificadas por el fabricante la marca alemana le ha conseguido homologar 8,3 l/100 km de media y 193 g/km de CO2. En la práctica lo normal será movernos en torno a los 9-10 litros y sobrepasando esta cifra con facilidad si realizamos un tipo de conducción más deportiva.
Es un motor que sube con suma facilidad de vueltas y con el que se pueden adoptar diferentes tipos de conducción según nuestras preferencias. Los 400 Nm de par disponibles a tan sólo 1.200 rpm garantizan el poder circular a bajas vueltas y en marchas largas, y el hecho de disponer de 306 CV en la zona alta del cuentarrevoluciones es una seña de la clara orientación deportiva de este modelo.
El cambio automático Steptronic de 8 velocidades se monta de serie en esta versión y cuenta con la posibilidad de manejarse de forma secuencial mediante toques a la palanca de cambios o usando las dos levas situadas detrás del volante, que también se incluyen de serie. Ofrece unas transiciones entre marcha tan rápidas que apenas se hacen perceptibles.
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Me ha gustado en especial la buena lectura que hace sobre el tipo de conducción adoptada, gestionando a la perfección el momento del cambio según la incidencia del pie en el acelerador. También varía su funcionamiento según el modo de conducción seleccionado en el selector del Driving Experience Control (ECO, Comfort, Sport y Sport +) especialmente en el modo ECO que permite la propulsión a vela cuando las condiciones sean favorables manteniendo el motor al ralentí ahorrando a la larga una buena cantidad de combustible.
Marcado tacto deportivo
Todos los modelos de la gama X4 montan de serie suspensiones y dirección variable de corte deportivo. Es en este punto donde el cupé ofrece su mejor versión. Al volante se percibe como un coche mucho más asentado en la carretera que el X3, con un tarado de suspensiones más duro que limita el balanceo de la carrocería y una dirección más directa cuanto mayor sea la velocidad a la que se circula.
La tracción total xDrive se encarga de transferir la potencia al asfalto variando el par entre las cuatro ruedas para garantizar siempre la máxima tracción. Con el modo Sport o Sport + seleccionado el eje trasero recibe más par que el delantero y la conducción se vuelve más dinámica y divertida. Ya no vale eso de salir a fondo de una curva lenta, porque la zaga intentará adelantarnos y habrá que trabajar con el volante.
Debo reconocer que me he llevado muy buena impresión al volante de este X4 xDrive35i. Es un modelo que cuenta con las bondades dinámicas de su hermano menor X3 pero con un puntito de tabasco en la mezcla, representado por las suspensiones más rígidas, que nos permiten afrontar reviradas carreteras de montaña a buen ritmo manteniendo en todo momento el tipo.
El motor empuja soberanamente durante todo el rango de revoluciones. Los adelantamientos en carretera se realizan en pocos segundos con una seguridad pasmosa. Tampoco será difícil sobrepasar los límites de velocidad de vía sin darnos cuenta, así que habrá que estar pendientes también de la velocidad, porque al volante se tiene la sensación de ir más lento de la velocidad a la que realmente se circula.
Para evitar precisamente esto e informar de la navegación, por ejemplo, el BMW Virtual Head-Up display proyecta directamente en el parabrisas información relevante a todo color para que no tengamos que separar la vista de la carretera.
Durante los siete días que he tenido el coche para realizar esta prueba sólo en un caso llegué a notar algo de fatiga en los frenos. Fue cuando me aventuré a subir y bajar un par de puertos de montaña a buen ritmo para forzar las capacidades de este X4. Tras varios kilómetros la mordiente no era la misma y se notaba como cada vez le costaba más detener los 1.900 kg que iban lanzados a por la siguiente curva. En cualquier caso la eficacia de los cuatro discos autoventilados es excelente en un uso normal.
¿Capacidades off-road?
Creo que la gran mayoría de los lectores sabrá que este tipo de vehículos, y me refiero a los SUV o todocaminos en general, tienen un enfoque muy claro hacia la carretera. Sin embargo, algunos de ellos se ven más capaces a la hora de adentrarse fuera del asfalto que otros.
El caso del X4 es, quizás, una de las excepciones. Posee una altura libre al suelo considerable y un voladizo delantero relativamente corto que le ofrece la posibilidad de afrontar desniveles pronunciados. Es en la trasera donde existe mayor posibilidad de golpear los bajos si no tenemos el suficiente cuidado en los cambios de rasante.
La tracción total reparte el par y hace todo lo que puede para encontrar algo de tracción cuando el tema se complica. En estos casos el límite lo ponen los neumáticos de asfalto que apenas agarran en arena suelta.
Como podéis ver en la galería de fotos lo puse a prueba en varias condiciones y, de mejor o peor manera, acabó completando los retos que le proponía. Hasta me aventuré a cruzar el rio Tordera, no sin antes ser provocado por nuestro querido fotógrafo Eloy García empeñado en sacar alguna fotografía dentro del agua. Esto nos costó un buen susto al quedar varados en medio. Tras unos segundos de tensión y realizando mil maniobras conseguí algo de tracción (el fondo del rio eran pequeños cantos rodados) y avanzar hasta la orilla.
Es cierto que para nada llega a las aptitudes de todo un 4x4, con reductora, pero puedo afirmar que al menos tiene voluntad y tecnología para hacer cosas interesantes fuera de la carretera. Eso sí, al menos con unos neumáticos mixtos.
Casi “full equipe”
Nuestra unidad de pruebas estaba plagada de equipamiento opcional que lógicamente encarece bastante el precio final del modelo. Los extras no son precisamente baratos y el X4, sin ellos, demanda a la fuerza la instalación de alguna de las opciones que propone el extenso catálogo de la marca.
Partiendo de un precio base de 65.000 euros, el modelo que he probado despega hasta los 86.679 euros (IVA, impuesto de matriculación y transporte incluido). A continuación os dejo el listado de todos los opcionales que montaba con su respectivo precio.
Empezamos con el acabado xLine (2.590 €) que incluye molduras laterales en la carrocería, protector de bajo en el parachoques delantero, llantas de 19 pulgadas, umbrales de las puertas de aluminio con la inscripción xLine, tapicería de cuero Nevada y molduras interiores Dark Copper brillo intenso.
También montaba prácticamente la totalidad de los paquetes disponibles. El Paquete de Servicios ConnectedDrive (863 €) añade información de tráfico en tiempo real, servicios remotos, sistema ConnectedDrive y Concierge Services. El paquete Comfort (1.196 €) incluye acceso confort, soporte lumbar en los asientos delanteros y paquete de compartimentos. El Pack Visibilidad (2.599 €) está compuesto por faros antiniebla LED, paquete de iluminación, lavafaros, faros LED adaptativos y asistente para luz de carretera.
La cosa no queda ahí porque también incorpora el Paquete Innovación (4.149 €) con sistema de navegación Professional, head-up display, telefonía confort con conexión ampliada para Smartphone y avisador y limitador de velocidad. Por su parte, el Paquete Premium (1.949 €) ofrece la calefacción para los asientos delanteros.
Además de todos estos packs, también hay que añadirle la pintura Sophistograu con efecto brillo metalizado (1.036 €), la cámara de marcha atrás (517 €), el Driving Assistant Plus (1.996 €) con aviso de aproximación, control de crucero activo o freno, 9 altavoces HiFi de 205 W (481 €), acristalamiento de protección solar (481 €), asientos deportivos (678 €), techo solar eléctrico (1.356 €), retrovisor interior con ajuste automático antideslumbramiento (222 €) y el control electrónico de la suspensión EDC (1.356 €).
Reflexión personal
Después de todo esto que os he contado sigo sin acabar de entender el sentido de este modelo, la verdad. A igualdad de condiciones es 4.000 euros más caro que un X3, el cual además es mejor en capacidad de maletero y habitabilidad trasera. El chasis sí parece que tiene una orientación un poco más deportiva, pero si lo que se quiere es un coche de estas características ¿no es mejor un Serie 3 335i, por ejemplo, que cuesta 15.000 euros menos y obviamente es más estable? ¿o un 535i por el mismo precio que el X4?...
El nuevo BMW X4 es un muy buen coche, definitivamente de eso no hay duda, pero será difícil encajarlo. Creo yo. Mucho te tiene que gustar su estética para acabar decidiéndote por él en contra de las opciones que acabo propongo anteriormente, entre muchas otras opciones.
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