El biplaza descapotable de la marca alemana ocupa uno de los puestos de privilegio entre los integrantes del segmento roadster. En esta ocasión probamos el representante más radical de su gama, que equipa un sensacional motor de tres litros con 340 CV y una transmisión automática de doble embrague que aprovecha hasta el último caballo de potencia. Gracias a este conjunto, sumado a una suspensión firme y a un magnífico chasis deportivo, el Z4 sDrive35is se transforma en todo un especialista a la hora de transmitir fuertes sensaciones al volante. Como concepto, el único rival de su segmento con estructura y prestaciones similares y con techo duro retráctil es el Mercedes-Benz SLK. A pesar de ello, entre sus principales competidores directos también se encuentran otros modelos como el Audi TT RS Roadster, el Porsche Boxster o el Nissan 370Z.
Diseño
Por mucho que se intente, es bastante difícil no girar el cuello de manera instintiva cuando pasa a nuestro lado este deportivo alemán. Y es que su atrayente línea de diseño y sus formas sugerentes le convierten en todo un imán para las miradas. Aúna todos los rasgos estéticos y estructurales propios de un roadster, desde el alargado capó hasta la zaga corta, el habitáculo en posición retrasada y una altura al suelo bastante escasa. Su línea deportiva domina su apariencia tanto si se viaja con el techo cerrado como en modo descapotable. En primer lugar debemos comentar su frontal, presidido por una parrilla ovoide doble y por unas agresivas y estilizadas ópticas. Destacan también las entradas de aire laterales. Existen algunas diferencias entre esta versión y el resto de las que conforman la gama. La más evidente se encuentra en los distintos faldones inferiores que, no sólo aportan un toque aún más radical al vehículo sino que también mejoran su eficiencia aerodinámica. Al fijarnos en su vista de perfil observaremos su inconfundible silueta, que se distingue por unas líneas y nervaduras muy marcadas que transmiten fuerza y robustez. Llaman la atención las branquias laterales y los grandes pasos de rueda, que dan cobijo a unos neumáticos de perfil bajo que equipan unas llamativas llantas de aleación ligera de 18 pulgadas. La trasera del automóvil se caracteriza por ser muy compacta y está dotada de detalles concebidos para acentuar la sensación de anchura. Este es el caso de los pilotos, bastante planos, y del portón, cuya forma fomenta el empaque visual del vehículo visto desde atrás. El doble escape subraya aún más la apariencia racing.
Habitabilidad
Gracias a la amplia distancia entre ejes de casi dos metros y medio del Z4 los dos ocupantes disfrutan de un espacio vital considerable, y en ningún momento da la sensación de ir encajonado. La postura de conducción es típicamente roadster, con el asiento en una posición realmente baja y las piernas bastante estiradas. La excepcional calidad de acabados se percibe en todo momento, en la línea habitual que suele ofrecer BMW en sus automóviles. Los plásticos de tacto agradable, la multitud de superficies decorativas de aluminio cepillado y la tapicería de cuero dan lugar a un interior sofisticado y lujoso a la vez. La ergonomía juega un importante papel a la hora de habituarse a los mandos del vehículo. En este sentido, debe subrayarse la óptima orientación de la columna central hacia el conductor, lo que facilita la activación de las botoneras y hace más sencilla la gestión de sistemas como el climatizador, el iDrive o incluso la propia transmisión. En la parte alta del salpicadero destaca la pantalla del navegador opcional, que queda escondida cuando el vehículo no está en marcha. Capítulo aparte merece el techo duro retráctil de dos piezas, hecho de aluminio, que se escamotea automáticamente de manera electrohidráulica con sólo pulsar un botón. Eso sí, para poder disfrutar de la conducción al aire libre debemos esperar alrededor de veinte segundos. En posición coupé, el volumen del maletero es de 310 litros, una cifra bastante aceptable para un vehículo de estas características. No obstante, la capacidad de carga pasa a ser muy reducida cuando viajemos descapotados (sólo 180 litros), ya que el techo pasa a ocupar buena parte del maletero.
Mecánica
Bajo el capó de este biplaza se encuentra una de sus joyas más valiosas. Se trata de un motor 3.0 Twin Turbo de gasolina de seis cilindros en línea cuya potencia es de 340 CV. Su par máximo ofrece la friolera de 500 Nm a sólo 1.500 rpm. Esto se traduce en una respuesta brutal desde muy bajas revoluciones. Y es que el funcionamiento del bloque raya la exquisitez, pues proporciona una gran suavidad de marcha y entrega toda su contundencia de manera progresiva y sin brusquedades. En el terreno de las prestaciones cabe remarcar que el Z4 sDrive35is es capaz de detener el cronómetro en 4,8 segundos en el 0-100 km/h y puede alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente. Por otra parte, registra un consumo medio de 9,0 litros cada 100 km, un valor bastante ajustado si tenemos en cuenta que estamos ante una mecánica de tres litros, seis cilindros y 340 CV. En cuestión de emisiones, marca 210 g/km de CO2. El espectacular bloque va engranado a una caja de cambios automática DKG de doble embrague y siete marchas. Ésta se distingue por una súbita velocidad de cambio que le permite aprovechar toda la potencia que entrega el motor. Al contar con dos embragues, prácticamente no se produce pérdida de fuerza durante los saltos de relación, lo que origina una operación extremadamente rápida. Además, gracias al modo secuencial y a las levas situadas tras el volante, es posible disfrutar al máximo de una conducción verdaderamente deportiva.
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Comportamiento
Si la dinámica suele ser un punto relevante en todos los vehículos de la firma bávara, en el Z4 éste aspecto adopta tintes solemnes, sobre todo a la hora de sacarle todo el jugo en materia deportiva. Al rodar por carreteras en buen estado demuestra unos excepcionales niveles de estabilidad y de agarre. Como es de esperar, la combinación de potencia elevada, chasis puramente deportivo y propulsión trasera es sinónimo de diversión. A todo ello cabe añadir una dirección de sublime precisión y eficacia. Asimismo, con tal de adaptar el comportamiento del vehículo a nuestras preferencias de conducción podemos seleccionar el modo más oportuno entre Normal, Sport y Sport+. Si nuestra intención es rodar con una conducta lo más cómoda y tranquila posible, el primero de ellos es el más adecuado. Pero si no tenemos intención de contenernos pasaremos al modo Sport, que estira más los cambios de marcha, aporta una mayor firmeza a la suspensión y retarda la entrada de las ayudas electrónicas. Esta última variación se acentúa aún más cuando seleccionamos el modo Sport+. El hecho de contar con una amortiguación pensada para exprimir toda la deportividad del automóvil provoca que, en carreteras bacheadas, las irregularidades se perciban algo más de lo deseable. No obstante, es un aspecto que queda más que compensado por las increíbles sensaciones que el vehículo es capaz de transmitir al volante cuando se lo exigimos.
Seguridad
El listado de equipamiento de seguridad del deportivo alemán es muy amplio y, además de los airbag frontales y laterales para conductor y acompañante dispone de una importante variedad de ayudas electrónicas entre las que destacan los controles dinámicos de estabilidad DSC y de tracción DTC. También dispone de sensor de colisión, diferencial de bloqueo electrónico y suspensión adaptativa M, sin olvidar otros elementos como el sistema de protección antivuelco situado detrás de los reposacabezas.
Valoración final
En definitiva, estamos ante un biplaza descapotable que ofrece un sensacional nivel prestacional y una dinámica capaz de contentar hasta los más puristas en cuestión de deportividad. Su techo duro retráctil ofrece la posibilidad de disfrutar de las virtudes de un coupé y las de un cabrio en un mismo automóvil. Eso sí, el precio que debemos desembolsar para disfrutarlo es algo elevado si lo comparamos con algunos de sus rivales.
Aqui la mitad no teneis ni coche.Todos opinan como si fueran grandes expertos, asi que yo no sere menos jaja. He probado las 3 marcas . el primer honesto de todos ahi va: Tengo un peugeot 207 y es una verdadera mierda. no corre y consume mucho (9l) y solo deciros que cualquiera esta bien. En no mucho espero cambiarlo,(bmw-mbenz) pero ahi va mi opinion: Audi: motor alegre, diseño rozando entre lo hortera-tuning y la deportividad. Vive del nombre. Bmw: muy buen diseño pero sobreexplotado, todos se parecen y llevan casi 8 años con la misma linea, quitando reestylings. Gran motor, consumo bueno por lo que son.Interiores incomodos y nivel estetico por debajo de mbenz. Mercedes: diseño mejoradisimo, elegante, potente, consumo normal , interiores comodisimos y bien acabados. la unica cagada de diseño el nuevo slk( soy un enamorado del anterior). Asi que si tuviera dudas seria entre un mbenz y un bmw. audi, o choniaudi, solo para un rato de diversion.