La mayoría de los fabricantes muestran en sus modelos más actuales, nuevos argumentos con los que pelear en uno de los segmentos más concurridos y difíciles del mercado en el que todos quieren acabar con el dominio de modelos como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo o el Peugeot 508. Este Chevrolet es de los últimos en llegar. En su desarrollo se han tenido en cuenta aspectos como la deportividad, la eficiencia e incluso la presentación como argumentos para ganar esa individualidad que lo diferencie del resto sin que ello signifique la perdida de cierta practicidad. Además de ofrecer mucho, mucho más incluso de lo exigido, su precio de 31.475 euros resulta francamente razonable.
Un auténtico Chevrolet
Ahora que retoma el mercado europeo los emblemáticos Corvette y Camaro, la marca americana no contaba, desde la retirada del Epica, con ninguna berlina con la que poder competir en el segmento D del mercado. El Chevrolet Malibu es un coche muy grande, más incluso que Opel Insignia al que saca 5 centímetros y con el que comparte muchos órganos mecánicos, incluida la plataforma.
Se trata de una berlina "tradicional" con cuatro puertas y tres volúmenes que se ajusta a la perfección a las líneas marcadas por el fabricante en sus nuevos modelos. Cuenta con un frontal alto y expresivo, muy sólido, que viene acompañado por unos faros rasgados y que culmina con una línea lateral que parece que se precipita hacia delante y que concede una imagen de fuerte dinamismo que crea a la vez sensación de seguridad. Destaca también la doble parrilla frontal en la que se encastra el logotipo de la casa. En la línea lateral, más de lo mismo. Se presenta con unos trazos que ya se han visto en las últimas tendencias al otro lado del Atlántico y que poco a poco empiezan a calar también aquí. La parte trasera resulta alta, fuerte y con un cierto aire deportivo que se completa con un pequeño alerón en el borde superior de la tapa del maletero. Los pilotos, recuerdan a los utilizados en la última versión del Camaro y las bonitas llantas que equipa esta versión, rematan la faena.
Un habitáculo muy agradable
Bajo esta carrocería moderna se encuentra un habitáculo amplísimo donde 5 adultos pueden acomodarse con comodidad. Y es que la cota de anchura en las plazas delanteras al nivel de cintura y hombros es sobresaliente. La de la segunda fila, a la altura de las caderas con más de 1,4 metros, también es muy buena y además ofrece mucho hueco para las piernas de las plazas traseras. El resultado es una habitabilidad de berlina de representación pero a precio de fabricante generalista. Respecto al volumen del maletero, tampoco desmerece con unos meritorios 545 litros, ampliables si se abaten los respaldos traseros. El portaequipajes dispone de unas formas cúbicas que permiten ampliar las posibilidades de carga. La terminación interior del coche es buena en general y aunque se acompañe de algunos plásticos duros, éstos no desmerecen el aspecto general. Materiales, ajustes y diseño están a la altura de lo esperado y a un nivel parecido a los de su competencia más directa. Puestos a pedir no estaría mal una mecánica mejor insonorizada en frío, sobre todo al ralentí y en la gama alta del cuentarrevoluciones en las primeras marchas.
Respecto al salpicadero, destaca la pantalla escamoteable central, tras la cual encontramos un hueco porta-objetos así como los dos grandes instrumentos analógicos para velocímetro y tacómetro acompañados por a una pequeña pantalla LED. La instrumentación es clara y sencilla y proporciona la información necesaria con un aspecto que recuerda mucho al estilo de su primo, el Opel Insignia. Pero lo más importante es que la comodidad, la posición al volante, la sujeción de los asientos, la situación de los mandos, el número de huecos para colocar objetos y la visibilidad en todas las direcciones no merecen crítica.
Un motor tranquilo
Hay que reconocer que este 2 litros de 160 CV propone un muy agradable agrado de conducción y buenas prestaciones en general. Técnicamente el motor funciona muy bien salvo por su rumorosidad en frío y la tosquedad que manifiesta a bajas revoluciones. Con una curva de par propia de su cilindrada y una caja de cambios de 6 velocidades, muy agradable de utilizar y con unos acertados escalonamientos salvo en la última marcha, que se reserva para circular estrictamente por autopistas y autovías debido a su excesivo desarrollo, la respuesta del motor siempre es convincente y voluntariosa. Suave y progresivo, por debajo de 1.500 revoluciones no resulta esplendoroso y más para tratarse de un dos litros pero salvo en las recuperaciones desde baja velocidad o al inicio de la marcha que es donde este motor exige estar un poco más atento, empuja con decisión con independencia de la marca insertada. Con un meritorio 0-100 km/h en poco más de 10 segundos, una vez lanzado alcanza cruceros superiores a los 150 km/h en sexta con mucha facilidad sin que tengamos que preocuparnos por el cambio. La dirección es una ZF electrónica que ofrece un funcionamiento muy suave, quizá en exceso, y los frenos son de disco a las cuatro ruedas con pinzas de aluminio, ventilados en las delanteras que destacan por detener el coche en una distancia correcta sin esfuerzo y sin sobrecalentamientos ni en las situaciones más exigentes.
Suspensión acorde
La suspensión es McPherson en el eje delantero y de paralelo deformable en el trasero y se muestra muy progresiva en la fase inicial para filtrar mejor las irregularidades del terreno, pero aporta un cierto carácter más enérgico en el resto del recorrido para evitar comprometer la alta estabilidad del conjunto.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
El resultado es excelente, con una calidad de rodadura y capacidad de absorción digna de un segmento superior que concede al mismo tiempo, una eficacia más que satisfactoria en todo tipo de trazados. Decir también, que el tren delantero se muestra incisivo debido en su mayor parte a la utilización de neumáticos de perfil bajo y de una suspensión que tira a enérgica. Aun así, la entrada en curva es inmediata y el guiado del coche es perfecto, gracias al rígido chasis y a una dirección rápida, aunque no excesivamente comunicativa. Por otra parte, el tren trasero apoya enseguida y da sensación de seguridad, al tiempo que negocia los giros repartiendo el apoyo entre las cuatro ruedas y facilitando un equilibrio general muy bueno.
Llegada una situación al límite de adherencia, las reacciones son muy progresivas y aunque aparece un intento de sobreviraje, el control de estabilidad y de tracción, éste último desconectable, se encargan rápidamente de corregirlo. En autopista el comportamiento es muy bueno y el automóvil resulta muy silencioso. El sonido del motor apenas se percibe y tan solo el ruido de rodadura y del viento, debido a sus enormes espejos retrovisores, se dejan entrever.
Equipado a tope
Además de que toda la serie Malibu incluye control de arranque en pendientes, freno de mano eléctrico y sensor de aparcamiento trasero, la seguridad activa de este modelo no se limita a las ayudas electrónicas a la conducción como el ABS, el control de tracción y el control de estabilidad ESC. Dispone de una solida estructura contra impactos con zonas flexibles de absorción de energía. Además el equipo cuenta con 6 airbags, de dos fases para conductor y acompañante, con pedales retráctiles en caso de colisión y reposacabezas que contribuyen con su diseño a reducir las lesiones en caso de alcances por detrás.
A todo esto se unen unos resultados de cinco estrellas en las pruebas de EuroNCAP con un excelente 94% en protección para pasajeros adultos.
Más virtudes que defectos
Si de lo que se trata es poner en una balanza por un lado sus defectos como la rumorosidad en frio y un maletero con mucha profundidad y con la boca de carga alta frente a virtudes como las prestaciones, el consumo, el tamaño, la habitabilidad o el equipamiento, esta se inclinará claramente hacia el conjunto de sus virtudes. Y es que para todos aquellos que busquen un automóvil grande, muy grande, cómodo a un precio más que razonable al que se le una imagen imponente con la que distinguirse del resto, este nuevo americano con genes alemanes, será su automóvil.
He adquirido uno modelo LT + de 2013 con 115.000km y después de 5.000km puedo deciros que estoy encantado. En carretera a 140km/h mantenidos en autovía va como un avión y el consumo medio es de 5,8lts. Y encima cómodo y grande para viajar.