Citroën ha dado forma al nuevo C4, y creemos que con buen criterio. La marca francesa ha buscado, además de un original diseño (característica ya tradicional en Citroën) una mejora general de los acabados y la calidad del equipamiento, algo que se ha conseguido plenamente. El C4 convence no tan sólo por la agradable experiencia de sentarse a sus mandos, sino también por su buen comportamiento dinámico. Al menos, en la versión tope de gama que hemos conducido durante unos días, la que equipa un motor de gasolina de 155 CV y el más completo equipamiento de serie.
PVP: CITROËN C4 1.6 THP 155 CV CMP Exclusive 23.400 €
Diseño
La originalidad ya característica en los diseños de Citroën tiene un claro ejemplo en el nuevo C4. El coche muestra una imagen robusta, con empaque, gracias a sus equilibradas proporciones y el generoso ancho de vías. También el alerón trasero le da un cierto aire deportivo visto por detrás. El C4 es un compacto que mide 4,32 metros de largo. No es, por tanto, un coche grande, aunque a simple vista aparente un mayor tamaño, debido en parte a las voluminosas formas de la carrocería. Luce unas bonitas llantas de 17 pulgadas, con anchos neumáticos 225/45 R17. Como opción también se ofrecen llantas de 18 pulgadas.
Habitabilidad
El vanguardismo estético del exterior también tiene su reflejo en el interior del coche. Nos llama la atención, en primer lugar, el ancho volante cargado de pulsadores, con los que controlamos la radio, el teléfono, el control de velocidad o todas las funciones del ordenador de a bordo. Detrás de él, tenemos un cuadro de relojes (es un decir, ya que casi todos los indicadores son digitales) que podemos iluminar a nuestro gusto, en intensidad y color. En el centro del salpicadero destaca la gran consola con los mandos de la radio y el navegador. En un primer contacto, el número de pulsadores y la información que se nos ofrece al volante generan un poco de desconcierto y requiere una pequeña adaptación. Y es que en este Citroën se hace recomendable leer bien el manual de instrucciones para conocer de primera mano el funcionamiento de cada uno de los dispositivos a nuestro alcance, que no son pocos. Desde conocer cómo se configuran los sonidos de alerta del coche (podemos escoger entre varios grupos de sonidos polifónicos) pasando por asimilar el funcionamiento del freno de estacionamiento eléctrico (no requiere que lo desconectemos, lo hace solo al arrancar), o conocer dónde están situados los botones SOS y Citroën eTouch y para qué sirven, por ejemplo. El número de "gadgets" es importante. La atención al detalle es notable, y tenemos suficientes compartimentos para colocar objetos, sobre todo en la consola central. Uno de estos huecos está iluminado, refrigerado y se cierra por una cortina deslizante. Su profundidad es sorprendente, y caben incluso 4 botellas de 50 cl. (ver foto). El disponer de caja de cambios manual pilotada y freno de estacionamiento eléctrico posibilita este aprovechamiento del espacio interior. El nuevo C4 es un cinco plazas. El espacio interior es correcto para el tamaño del coche, y no se perciben estrecheces en ninguna de las plazas, excepto en la central trasera, como es habitual. En cuanto a conectividad, no se echa a faltar nada: puerto USB, toma de audio y de corriente de 12 Voltios. Bluetooth e incluso Wifi On Board (opcional) para el uso de internet dentro del vehículo. Si viajamos con maletas o bultos, el maletero de 408 litros de capacidad es una buena garantía de practicidad.
Mecánica
Hemos conducido el Citroën C4 más potente de la gama, propulsado por un motor de gasolina de 1,6 litros y 156 CV, asociado a una caja de cambios manual pilotada de seis velocidades. Este motor ofrece una correcta respuesta en bajos para tratarse de un gasolina, y un buen empuje a altas r.p.m. Es un motor que rueda fino, silencioso, y que gasta poco: 6,4 l/100 de consumo medio oficial. En nuestra prueba nos acercamos a esta cifra circulando por carretera (6,2 l/100). La superamos en autopista (7,4 l/100). En ciudad, el ordenador señaló 8,8 l/100km. El cambio de marchas al que se une este motor merece un capítulo aparte. Se trata de un cambio manual pilotado de seis velocidades. No es cambio automático propiamente dicho. Tampoco es un cambio manual. El cambio pilotado es un tipo de cambio a medio camino entre los dos, en el que la acción de embragar se automatiza. El propio coche lo hace por nosotros, y por ese motivo no hay palanca de embrague. No tener que pisar el embrague en cada cambio de marchas es muy cómodo, especialmente en ciudad.
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No obstante, hay que decir que este tipo de cambio pilotado tiene una respuesta más lenta que el convencional cambio automático. La transición entre marchas no es todo lo rápida que desearíamos y además es muy marcada, se percibe un vacío que a veces ralentiza el avance del coche. Esta sensación es todavía más evidente si ya has experimentado la sensación de un cambio automático de doble embrague, infinitamente más eficaz. Pero claro, en su favor hay que decir que un cambio pilotado puede instalarse en un coche como el C4 sin incrementar apenas el precio del coche, cosa que no ocurre con un automático convencional. Y una vez acostumbrados a su comportamiento, siempre resulta más cómodo que uno manual. Para mejorar la transición entre marchas hay un truco: se trata de acompañarla con el gas, quitando presión justo en el momento en el que se dispone a cambiar a una marcha superior. Una vez nos adaptamos, el confort que aporta, especialmente en ciudad, se acerca en mayor medida a la de un cambio automático. La caja de cambios manual pilotada del C4 también puede ser usada de forma secuencial. Tenemos incluso un par de levas detrás del volante, en un estilo muy deportivo, aunque como decimos el cambio no lo sea en absoluto.
Comportamiento
Rodando por todo tipo de carreteras, el C4 destaca por ser un coche muy cómodo. La respuesta de su suspensión es muy equilibrada. Es decir, resulta confortable, pero también lo suficientemente rígida para evitar excesivos balanceos en curva. Como excepción, sólo criticaríamos la reacción de la suspensión del eje trasero, que en determinadas circunstancias se percibe un poco seca. Por ejemplo, al superar los típicos badenes urbanos. Pero en general, el equilibrio de la suspensión en ambos ejes contribuye a hacer muy segura la conducción. El guiado del coche es impecable, sencillo y muy intuitivo. La potencia del motor ayuda a mantener un buen ritmo de conducción. Este gasolina estira más allá de las 6.000 rpm. con buen empuje y de forma muy lineal. Además, es silencioso. El motor contribuye de forma importante a la dinámica del coche, ya que permite mantener un ritmo de conducción muy vivo y alegre. Lástima de las reacciones un tanto lentas de la caja de cambios, ya que creemos que se podría sacar más partido a los caballos que ofrece. Un detalle: el C4 que probamos venía equipado con faros de Xenón autodireccionables. La luz que dan estos faros en conducción nocturna es sorprendente, hasta tal punto que tuvimos que descender del coche para comprobar que no teníamos conectados los antiniebla. Además, si circulamos por debajo de 40 km/h, una luz direccional adicional nos alumbra el interior de la curva. Este es un equipamiento perfecto y muy recomendable para aquellos que tienen dificultades de visión al conducir de noche.
Seguridad
Este coche ha obtenido 5 estrellas en los test EuroNcap gracias, entre otras cosas, a su estructura diseñada para disipar la energía de un posible impacto, los seis airbags de serie (conductor, pasajero, laterales y techo) y las ayudas a la conducción: repartidor electrónico de frenada, ayuda al frenado de urgencia, ESP, faros bi-xenón autodireccionables o el sistema de alerta de presencia de un coche en el ángulo muerto.
Valoración final
Citroën siempre se ha caracterizado por ser una marca que monta los últimos avances en tecnología en sus vehículos, y los acerca al público masivo. El C4 no es una excepción, y tiene en su buena terminación y completo equipamiento uno de sus puntos fuertes. La versión con motor de gasolina de 156 CV se percibe muy potente, aunque asociada a un cambio manual pilotado creemos que no aprovecha del todo sus posibles aptitudes deportivas. A cambio, esta caja manual pilotada nos ofrece un buen grado de confort de conducción, sobre todo en ciudad, a un precio asequible. El nuevo C4 sigue siendo un buen compacto para disfrutar en compañía de familia o amigos, ya que su habitabilidad es buena, y todo en él ha sido diseñado para hacer agradable los viajes. La estética, un tanto particular, puede gustar o no. Pero ya se sabe, en Citroën no ofrecen términos medios en este sentido.
Yo tube una citroen picasso y no me dio ningún problema la cambié por una opel zafira 1.9 120cv y no la consigo sacar del taller así que e optado por volver a comprar una Citröen gran Picasso 1.6 THP 155CV yo creo que con el acabado la calidad de los componentes de los coches no se va a ninguna parte Citröen siempre a tenido grandes motos