Nueva base, nuevo coche
Nuevo diseño exterior e interior, nuevo chasis, motores más eficientes y mejor equipamiento. Así podrían resumirse los cambios que presenta el producto estrella de Citroën en el segmento de los monovolúmenes: el C4 Picasso. Este coche de poco más de 4 metros de longitud sigue siendo el mismo familiar de enfoque práctico y económico que tanta aceptación ha tenido en nuestro país durante años. Pero cambia de forma notable su estética, sobre todo porque ahora su carrocería se ve más compacta, con menos voladizo, y con unas formas un poco menos redondeadas.
No es un cambio radical, y con seguridad va a tener tantos fans como detractores, de la misma forma que lo tuvo el modelo precedente. El C4 Picasso nunca deja indiferente, y sigue siendo uno de los máximos exponentes del vanguardismo un punto arriesgado que Citroën siempre aplica a sus diseños.
Podemos reconocer claramente que es un C4 Picasso por el frontal con el doble chevron que ahora se alarga todavía más hacia las ópticas y por la gran superficie acristalada en toda su carrocería, que ya es una seña de identidad de este modelo y de la marca francesa en particular. Citroën sigue apostando por un gran parabrisas panorámico y un techo solar (opcional) que se prolonga hasta las plazas traseras, y que da mucha luz al habitáculo. En la zaga, donde se perciben mayores cambios estéticos, se conserva el clásico portón, que lo identifica como un buen vehículo familiar y para carga. Aunque el coche es más compacto, el maletero es más grande, lo que demuestra lo bien que se ha aprovechado el espacio.
Esto es posible gracias a que la base de este coche es la nueva plataforma EMP2, desarrollada por el grupo PSA, que ha permitido incrementar la distancia entre ejes sin aumentar la longitud de la carrocería. Esta plataforma también es más ligera, y esto contribuye a mejorar el consumo y sobre todo, a mejorar el comportamiento en carretera.
Esta mayor ligereza del conjunto se complementa con una actualización de la gama de motores y las cajas de cambios, que también ha permitido reducir el consumo de combustible y crear un mayor agrado de conducción.
Por todo ello, el nuevo Citroën C4 Picasso se muestra preparado para atacar el liderato de las ventas de monovolúmenes en nuestro país, un objetivo que los representantes de la marca en España tienen en mente. Quiere poner las cosas más difíciles al Renault Scénic, Ford C-Max, Volkswagen Touran, Opel Zafira o Toyota Verso, entre otros.
Diésel de 115, una excelente opción
Hemos conducido durante unos días un C4 Picasso con uno de los motores más equilibrados de la gama: el diésel e-HDi de 115 CV, con caja de cambios manual pilotada de 6 velocidades. Este motor se muestra suficientemente potente para empujar con cierta solvencia la carrocería de este monovolumen aún a plena carga, y ofrece un consumo de combustible reducido. Nuestra unidad de pruebas registró un consumo medio de 5,5 l/100 km, que fácilmente baja de los 5l/100 en autopista a 120 km/h y sólo en ciudad, lidiando con atascos importantes, llega a los 7,9 l/100 km.
La respuesta de este diésel es agradable y lineal desde bajas revoluciones, tiene una sonoridad contenida si no lo subimos excesivamente de régimen, y apenas transmite vibraciones. Está unido a caja de cambios manual pilotada de 6 velocidades, que es una evolución de la anterior caja pilotada, con mejoras para conseguir arranques más suaves y un mayor agrado de conducción, según afirma Citroën. Personalmente pienso que estas mejoras son muy sutiles, que apenas se notan. Este cambio sigue pecando de lo mismo: es lento y, en ocasiones, hasta brusco a la hora de cambiar de marcha. Sólo si se usa en modo manual, accionando las levas detrás del volante, el comportamiento mejora. Y todavía puede ser más preciso si dejas de acelerar justo en el momento en el que vas a cambiar de marcha, para acelerar inmediatamente después de haber sido insertada. Este truco puede darnos la sensación de que estamos utilizando un cambio automático convencional, pero no olvidemos que en realidad este cambio pilotado no es más que un cambio manual al que se le ha automatizado la acción de embragado y desembragado. No tenemos, pues, pedal de embrague, como si se tratase de un cambio automático, aunque en realidad no lo es.
Para conducir con calma
Con este motor y este cambio de marchas es fácil entender que el carácter de este coche es tranquilo, el más indicado para un vehículo que se ha diseñado para transportar familias, básicamente. La nueva plataforma ha permitido adoptar unos reglajes de suspensión más firmes, y esto ha reducido el balanceo de la carrocería. Se siguen percibiendo algunas inercias cuando el coche se apoya en la curva, pero son menos acusadas que en el modelo anterior, perfectamente predecibles y no perjudican en exceso el confort.
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En carretera de curvas no llega a ser tan ágil como un compacto, pero tampoco se parece a un furgón comercial, para hacernos una idea. Ofrece un buen equilibrio y un comportamiento bastante eficaz, al beneficiarse de un centro de gravedad bastante bajo y una estructura mucho más ligera (hasta 140 kilos menos respecto al anterior C4 Picasso). La asociación motor/cambio no es tan buena como desearíamos, como ya hemos comentado, pero el coche se defiende bien subiendo y bajando puertos de montaña.
Donde se encuentra más a gusto, como muchos coches de su estilo, es en autopista, con la directa insertada y a velocidad de crucero. Rueda suave y está correctamente insonorizado. En autopista o vías rápidas también es donde se justifican algunos de los sistemas de seguridad que equipa de serie, en el acabado Exclusive, como el control de velocidad con regulador de distancia respecto al coche que nos precede, o el sistema de vigilancia de ángulo muerto.
En ciudad, la primera sensación que transmite es de coche grande y algo torpe, pero fácilmente te acostumbras a sus dimensiones, gracias en parte a sus cortos voladizos y la buena visibilidad hacia todo el entorno. Son muy útiles la cámara de marcha atrás o el Park Assist, sistema que nos facilita la identificación del hueco para estacionar y nos aparca el coche de forma automática.
Interior digitalizado
Estos y otros sistemas se manejan desde la pantalla de 7 pulgadas que, a modo de Tablet, se sitúa en el centro del salpicadero, en una posición inferior. Es una pantalla táctil, con la que podemos manejar la radio, el climatizador, el navegador o configurar los diferentes sistemas de asistencia a la conducción, de una forma fácil e intuitiva. Por encima de esta pequeña pantalla hay otra más grande, panorámica y de 12 pulgadas, que muestra las informaciones esenciales de la conducción. Es una pantalla que podemos configurar a nuestro gusto, y por ejemplo, nos permite visualizar un cuentarrevoluciones, o en su lugar los gráficos del navegador, o incluso nuestra foto favorita como fondo de pantalla.
El nivel de digitalización de la instrumentación, como vemos, es importante. Citroën siempre es una marca que da un toque muy tecnológico a sus coches, y en el C4 Picasso queda otra vez patente. Esta vez, la usabilidad de los diferentes menús que aparecen en las pantallas es buena, no son necesarios demasiados pasos para acceder a la información y ésta se visualiza de forma clara y agradable.
El C4 Picasso es un coche cargado de detalles para hacer agradables los viajes a bordo. Hay suficientes huecos en todas las plazas, con suficiente capacidad, como para poder colocar el móvil, una botella de agua o incluso los pasajeros de las plazas traseras pueden leer mapas o apoyar la Tablet mientras viajan en la bandeja situada en el respaldo del asiento delantero (ver foto). Destaca la gran capacidad y profundidad que tiene la guantera central, y lo práctico que resulta el compartimento situado en la posición inferior del salpicadero (ver foto), en el que podemos enchufar el Smartphone. Los asientos son regulables eléctricamente, tienen función de masaje y memoria de posición en el del conductor. Sus cabezales, en esta unidad, se pueden regular para sujetar con mayor precisión nuestro cuello. Es recomendable entretenerse para hacer este ajuste correctamente. De lo contrario el cabezal se nos hará incómodo, como ocurrió durante nuestra primera toma de contacto con el coche.
Maletero muy capaz
En el nuevo C4 Picasso se mantienen los tres asientos individuales de las plazas traseras, todos de la misma anchura, que lo convierten en un excelente coche para familias. Estos asientos se pueden regular longitudinalmente para ampliar el espacio del maletero y su respaldo es un poco reclinable, para mayor comodidad. Si desplazamos estos asientos, la capacidad del maletero se amplía de 537 litros a 630. Si los abatimos, una operación que se realizan en dos simples pasos, nos queda un piso del maletero totalmente plano y de gran capacidad, concretamente 1.709 litros. Es uno de los mejores maleteros del segmento, mejor que el de un Ford C-Max (471 litros), un Rénault Scénic (437 litros), un Toyota Verso (484 litros), pero inferior al de un Volkswagen Touran (695 litros).
Por todo ello, creo que Citroën ha acertado de pleno en el rediseño del C4 Picasso, manteniendo lo que en el anterior modelo funcionaba y mejorando algunos aspectos de acabados y equipamiento interior que lo hacen todavía más atractivo. No obstante, nuestra unidad de pruebas tenía hay algunos puntos flojos en el acabado, como franquicias no del todo correctas, como esta a la altura del plano de carga del maletero (ver foto) o esta otra en la zona lateral del salpicadero (ver foto). La estética de este nuevo modelo sigue siendo tan controvertida como el anterior, pero tampoco es un coche que busque una especial carga de pasión en su imagen exterior. Su principal atractivo está en lo ya comentado: buen espacio, atención al detalle y modularidad interior, bajo consumo y buen precio. La versión que veis en las fotos, con el acabado tope de gama, Exclusive, se vende por 30.050 euros. Es un precio que está algo por encima del de su principal competencia pero a cambio ofrece un equipamiento superior y muy completo, y por lo tanto, desde mi punto de vista, cabe considerarlo justo.
Si eso es del embellecedor exterior del parabrisas, ya hay una modificación por parte de citroen que le cambian las grapas de sujeción, por que con el viento de la carretera vibra y hace ruido. Ve al taller y que te lo hagan.