China, Rusia, Turquía o Cuba. Estos son algunos de los países en los que va a venderse el Citroën C-Elysée, un nuevo modelo de la marca francesa que se fabrica en Vigo y que se destina a un tipo de cliente que busca ante todo un coche sencillo pero bien construido, compacto pero muy habitable, y robusto pero a un precio asequible. Conseguir equilibrar estos atributos, muchas veces opuestos, no es fácil. El C-Elysée no es un coche que se precie de numerosos detalles de diseño, ni de un equipamiento de lujo. Pero monta lo justo y necesario para no encontrar a faltar nada imprescindible. Es un coche de tamaño compacto (4,4 metros de longitud) pero que ofrece una sorprendente capacidad interior,especialmente en las plazas traseras y el maletero. El secreto está en su larga batalla, muy superior a la de un Citroën C3, cuya plataforma ha servido de base. Y Citroën ha diseñado el coche para que pueda circular por carreteras en mal estado, como la de algunos países antes citados, con la suficiente fiabilidad. De ahí detalles como la generosa altura al suelo o los refuerzos de algunas partes de su carrocería.
Por todo ello, podemos afirmaros que el C-Elysée es una buena opción, siempre que estés pensando en un coche nuevo, necesites transportar a la familia y tu presupuesto no supere los 17.000 euros. Te ofrecemos a continuación las sensaciones que nos aportó la versión con el motor de gasolina más potente: 115 CV.
PVP: CITROËN C-Elysée VT1 115 CV Exclusive 16.750 €
Derivados del segmento B
Citroën no es la única marca que en los últimos meses ha lanzado un tipo de berlina compacta, de tres volúmenes, a un precio francamente interesante. Seat ha hecho lo propio con el Toledo, y Skoda con su hermano gemelo, el Rapid.
Este tipo de coches, que hasta el momento no tenían demasiada demanda en mercados como el español, puede que acaben convenciendo a una buena parte del público que no pueda o no quiera acceder a una berlina de tamaño superior, tipo Citroën C5, por ejemplo, o no les convenza un compacto puro y duro, como podría ser un C4, y prefieran un tres volúmenes clásico a buen precio. El C-Elysée se ha construido sobre la plataforma del Citroën C3, que se ha alargado convenientemente dándole más batalla y a la que se la ha añadido un práctico maletero. El resultado, desde un punto de vista estético, no es demasiado emocionante, no es un coche que despierte pasiones, aunque tampoco ha sido diseñado para ello. Su imagen exterior refleja lo que en realidad es: un coche discreto, sencillo, práctico, familiar y también robusto. Mide 4,42 metros de longitud, por lo que es un coche bastante compacto. Aparenta ser más pequeño de lo que en realidad es, un efecto que creemos que viene generado por su corto capó. Y también luce una buena imagen de robustez, gracias a su elevada línea de cintura, el buen ancho de vías y la amplitud de los pasos de rueda. Respecto a la robustez y fiabilidad, Citroën afirma que se han recorrido con las unidades de pre-serie más de 4 millones de kilómetros por carreteras de todo tipo, a temperaturas extremas, para garantizar un producto libre de fallos. Un coche que va a venderse en Rusia, China o Turquía requiere, por ejemplo, una fijación con tornillos en lugar de grapas de la protección interior de los pasos de rueda para soportar las vibraciones provocadas por el estado de muchas de sus carreteras, por citar un detalle. O una rueda de repuesto "de verdad", en lugar de la ya común rueda de galleta o el kit reparapinchazos.
Eso es lo que te vas a encontrar en el Citroën C-Elysée. Un coche diseñado con un sentido práctico y fiable, sin por ello renunciar a un cierto aire Citroën en el diseño, aunque muy alejado de lo que podemos ver en la línea C4 o C5.
Más grande de lo que aparenta
Una de las cosas que nos ha sorprendido del C-Elysée es su capacidad interior. El espacio disponible en las plazas traseras es francamente bueno, y ofrece un buen nivel de confort para dos ocupantes, y un tercero si viaja de forma ocasional en la plaza central. Tanto la altura al techo como la distancia entre filas es más que correcta para tratarse de un coche de 4,4 metros de longitud. También nos ha gustado la capacidad del maletero: 506 litros, mayor que la de un C5, sin ir más lejos, y muy similar a la del nuevo Seat Toledo. Este maletero puede ampliar su capacidad de carga abatiendo los respaldos de la segunda fila, en una proporción de 60:40. Debajo del piso encontramos una bandeja para colocar pequeños objetos y la ya comentada rueda de repuesto. Eso sí, tanto la cubierta del piso como la moqueta empleada son extremadamente sencillas.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Otro aspecto a mejorar es el sistema de apertura del portón, que no utiliza ningún sistema hidraúlico y no tiene un punto que permita fijarlo excepto cuando éste está totalmente abierto. Este detalle puede hacer que si nos descuidamos, nos demos con la puerta en la cabeza, al caer por su propio peso.
Puesto de conducción
Delante encontramos un puesto de conducción agradable y asientos con un mullido muy confortable, aunque quizás excesivamente blando para garantizar un buen confort en viajes de muy largo recorrido. El asiento del conductor es regulable en todas direcciones, y la columna de dirección también puede regularse en altura, pero no en profundidad. Frente a nosotros se sitúa un salpicadero de diseño sencillo, muy al margen del vanguardismo al que nos tiene acostumbrados Citroën.
Abunda el plástico, de aspecto y tacto duro, pero también duradero. La instrumentación digital se resume en una pequeña pantalla entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones que muestra algunos datos de kilometraje, otra pequeña pantalla en el centro de la consola donde se visualiza la información del ordenador de a bordo y los indicadores del sistema de aire acondicionado. Todo se muestra en monocolor y con una interface sencilla, casi propia de un antiguo programa de MS-DOS. La información es clara, aunque no resulta tan fácil visualizarla. Y es que la usabilidad del sistema, que se maneja a través de un pulsador a mano derecha, detrás del volante, es bastante mejorable. También es particular la disposición de algunos pulsadores, como el de los elevalunas eléctricos delanteros y traseros, que están en posición central, no en el asidero de la puerta. O el de la regulación del retrovisor eléctrico, en una situación poco accesible. Por otro lado, hay buenos detalles de equipamiento, como conexión manos libres Bluetooth, toma USB, radio CD MP3 RDS con pantalla integrada y 4 altavoces o la ayuda al estacionamiento trasero a través de sensores. Esto sólo está disponible en el acabado Exclusive, el que corresponde al coche que veis en las fotos.
Guiado fácil, comportamiento equilibrado
Hemos probado un C-Elysée con el nuevo motor de cuatro cilindros gasolina VTi de 115 CV, asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades. Con esta mecánica, da un consumo medio de 6,9 l/100km., una cifra muy cercana a la oficial (6,4 l/100). Es un buen resultado, pero superior al que dan sus principales competidores Seat Toledo y Skoda Rapid (entre 5,1 y 5,5 l/100km). A cambio, ofrece algo más de potencia y una mejor cifra de aceleración, algo siempre a valorar cuando hablamos de coches en torno a los 100 CV. Este motor responde correctamente desde bajas vueltas, y estira hasta más allá de las 6.000 r.p.m. A alto régimen se percibe bastante ruidoso, en parte debido a la limitada insonorización del habitáculo de este Citroën. Esto es bastante evidente a alta velocidad en autopista, donde el ruido mecánico y el aerodinámico son un poco elevados. Estos 115 CV son suficientes para empujar el coche con soltura y en cualquier circunstancia, aunque a plena carga y en fuertes pendientes nos veamos obligados a utilizar con más asiduidad de la deseada el cambio para no perder régimen.
El coche se guía con mucha facilidad, gracias a que tiene una dirección con una acertada asistencia, que nos informa con bastante precisión sobre cómo pisa el tren delantero, y mete el coche en las curvas con facilidad. La carrocería balancea un poco en los virajes, debido a que las suspensiones buscan más el confort que la efectividad, y son poco rígidas para evitar que notemos las inercias durante los fuertes apoyos en curva. Es un coche en el que se prioriza el confort, que no tiene ninguna pretensión deportiva. Con el C-Elysée, Citroën cubre un hueco de mercado que con seguridad va a ir creciendo en los próximos años. En España hay personas que se plantean renovar su vehículo con modelos de un segmento inferior al que hasta ahora venían utilizando. Parte de los clientes del C-Elysée pueden ser potenciales clientes de una berlina media que ahora no desean invertir más de 20.000 euros y buscan un coche más sencillo pero con una buena capacidad como familiar, por un precio claramente inferior. Y en este sentido, el C-Elysée cubre esta necesidad con creces.
Acabo d comprar un 115 CV 11.000 euros esclusive