Citroën DS5 Hybrid4: Un enfoque diferente

El Citroën DS5 ha sido, junto con el Peugeot 3008 Hybrid4 y el Peugeot 508 Hybrid4, uno de los primeros coches del mundo en montar un sistema híbrido diésel-eléctrico. La mayoría de híbridos combinan sus motores eléctricos con motores de gasolina. El hecho de montar un motor diésel hace especialmente eficiente a este híbrido, al gastar todavía un poco menos. En el Citroën DS5 Hybrid4, el motor eléctrico se acompaña de un motor diésel HDI de 2 litros. Juntos dan 200 CV de potencia máxima con un consumo medio oficial de 4,1 l/100 (en la versión más equipada, la que véis en las fotos), que ya os avanzamos que en la realidad es algo superior, aunque de todas formas, sobresaliente.

El sistema Hybrid4 es la mejor cualidad de un coche que también es toda una referencia en cuanto a diseño. Su silueta cupé con trasera de break, una combinación original que mezcla diversos estilos y que lo hace muy diferente al resto de berlinas. Aunque no lo parezca, es un coche compacto (4,5 metros de longitud) pero eso no le impide ofrecer una buena habitabilidad, gracias a su carrocería de 5 puertas. Sólo su maletero queda algo justo, algo que suele ocurrir en la mayoría de híbridos debido a la presencia de las baterías.

El Hybrid4 es la versión más cara de la gama DS5, pero también la que ofrece la mejor relación prestaciones/consumo. Por ejemplo, su equivalente en gasolina cuesta unos 6.000 euros menos, pero ofrece unas prestaciones muy similares gastando 2 litros más a los 100 kilómetros, mientras que el diésel de 163 CV sale 5.000 euros más económico pero se queda por debajo en potencia y gasta un poco más. Por lo tanto, este híbrido nos parece una buena opción para aquellos que, con un presupuesto algo superior, busquen un DS5 todavía más vanguardista, ecológico, de bajo mantenimiento y con una experiencia de conducción algo diferente.

Con él hemos rodado por ciudad, por todo tipo de carreteras e incluso ha dado unas vueltas a Terramar (Barcelona), uno de los pocos circuitos ovales que se conservan en el mundo. El contraste ha sido fantástico. Imaginaros rodar por un circuito del año 1923, que se conserva tal cual, con uno de los coches de serie tecnológicamente más avanzados del mercado. Estas son algunas de las sensaciones que transmitió durante los días que estuvo a nuestra disposición.

PVP: CITROËN DS5 Hybrid4 Airdream CMP6 Sport 42.710 €

Citroën siempre se ha caracterizado por construir coches con una estética muy atrevida, esto es algo que forma parte de la filosofía de la marca. Con la línea DS, esta manera de trabajar ha ido más allá. El DS5 luce uno de los diseños más vanguardistas y originales que podemos ver en una berlina y su nivel de refinamiento interior, el equipamiento disponible y el grupo de tecnologías que incorpora lo convierten en un modelo de referencia en la marca francesa.

A primer golpe de vista es inconfundiblemente un Citroën, pero a diferencia de un C5 vemos que tiene un aspecto más deportivo, está todavía mejor acabado y si nos ponemos a sus mandos, comprobaremos que su nivel de equipamiento es superior. Y es que con la línea DS, donde se encuadra el DS5 junto con el DS3 y el DS4, Citroën apunta con mayor claridad al segmento de lujo o "Premium", como les gusta denominar a las marcas.

Su línea aerodinámica, ligeramente cupé con una trasera que recuerda a un break, nos parece acertada y original. El contundente frontal, con los enormes chevrones en lugar destacado, se combina perfectamente con una línea de cintura muy alta que da un aire robusto y deportivo al coche visto de perfil. La zaga deja ver el generoso ancho de vías y dos considerables salidas de escape cromadas, que dan mucho empaque al coche visto por detrás. Las originales y espectaculares llantas de 19" Cairns diamantadas Negro Mate rematan una línea futurista y aerodinámica, que fácilmente llama la atención.

Esa modernidad estética también se respira en el interior del coche. Sólo subirte, percibes rápidamente el esfuerzo realizado por Citroën para presentar un coche altamente refinado y cuidado hasta el último detalle. La calidad de los materiales, el sofisticado diseño del salpicadero, la abundancia de equipamiento disponible y la abundancia de pulsadores y de información a disposición del conductor, característica en Citroën, generan un ambiente lujoso y sotisficado.

El salpicadero está orientado hacia el conductor, y está presidido por un gran volante con su parte inferior achatada, la pantalla del navegador en el centro y los mandos del cambio automático y el modo de funcionamiento del sistema híbrido en la consola central. (ver foto). Esta versión híbrida se diferencia básicamente del resto por incluir un mando de conducción multimodo o un cuadro de relojes en el que se ha sustituido el cuentarrevoluciones por un indicador de modo de potencia (eléctrica o térmica). Las molduras de aluminio, los asientos con diseño Bracelet forrados en cuero de primera calidad, el mismo que se utiliza en el volante y la visera del salpicadero, los pedales y reposapiés también de aluminio o el contraste del reloj analógico con toda esta modernidad, son otros detalles que demuestran el mimo con el que la marca francesa ha diseñado este coche.

Al principio puede llegar a desconcertar un poco el volumen de información y de pulsadores a nuestra disposición, algo ya típico en Citroën. Tenemos dos consolas, una en el lugar habitual y otra en el techo. Citroën se ha inspirado en el mundo de la aeronaútica para diseñar este puesto de mandos poco habitual. Con un poco de práctica logramos asimilar para que sirve cada pulsador, incluido el del eTouch, un dispositivo de seguridad que efectúa llamadas de urgencia y que sólo debemos accionar, obviamente, en caso extremo; o el de la pantalla virtual del parabrisas (Head Up Display), que nos indica la velocidad, las indicaciones del navegador o la información del control cruise sin necesidad de desviar la vista de la carretera.

Nuestro DS5 Hybrid4 de pruebas correspondía a la versión Sport, la más equipada de serie. Por ejemplo, cuenta con un techo panorámico con tres zonas acristaladas y cortinilla de ocultación o asientos delanteros calefactados con masaje y reglaje lumbar eléctrico. Estos y otros detalles contribuyen a generar este ambiente refinado y lujoso que la marca quiere imprimir a toda la línea DS.

Uno de los placeres que puedes disfrutar a bordo de este coche y que no te ofrecen las versiones diésel y gasolina es el de arrancar en completo silencio y sin emitir ni un gramo de CO2. Es una de las ventajas de los híbridos: salir del párking sin dejar humos, o circular por ciudad en completo silencio. Eso sí, las posibilidades de rodar de forma totalmente eléctrica en este coche son limitadas: sólo un centenar de metros, con un poco de suerte algún kilómetro antes de que se ponga en marcha el motor diésel. Pero son suficientes para reducir el consumo medio homologado, que se sitúa en 4,1 l/100km. En la realidad, gasta algo más. Durante nuestra prueba el coche nos indicó 5,2 l/100 km. en carretera, y en torno a los 6 l/100 km. en ciudad y autopista. En cualquier caso, son unas cifras muy buenas para tratarse de un coche con 200 CV de potencia.

Otro de los puntos fuertes de esta versión híbrida es que te permite circular en modo 4x4, como si de un todocamino se tratase. Para ello, sólo debemos colocar el selector giratorio de la consola en el modo 4WD. Esta es una opción útil cuando se trata de circular por calzadas deslizantes por barro o nieve. En este modo, las ruedas delanteras traccionan con el motor térmico, y las traseras con el eléctrico.

Otro modo de conducción posible es el Sport, que ofrece la potencia máxima gracias al apoyo total del motor eléctrico sobre el térmico. Aquí aparecen los 200 CV, y las aceleraciones, recuperaciones y cambios de marcha son más rápidas. El DS5 no es un deportivo, pero tiene un buen comportamiento dinámico y ofrece mejores prestaciones que la versión diésel, y es algo más lento que el DS5 gasolina con la misma potencia, debido en parte a su superior peso (+ 200 kg. con respecto al DS5 THP).

El DS5 Hybrid4 equipa un cambio de marchas pilotado de 6 velocidades, similar al que montan otras versiones de la gama. Este cambio está a medio camino entre un cambio manual y un cambio automático. Es básicamente un cambio manual al que se le ha automatizado la acción de embragar y desembragar, de ahí que funcione de forma similar a un automático, sin serlo. Como ya os comentamos durante la prueba del Citroën C4, nos convence el funcionamiento de este cambio, ya que la transición entre marchas es excesivamente lenta y un tanto brusca en ocasiones. También hay que puntualizar que en este DS5 híbrido el CMP funciona bastante mejor, es más efectivo y algo más suave, aunque no llega al nivel de precisión de un automático, y mucho menos de un automático de doble embrague.

Una vez en marcha, el silencio y la suavidad de funcionamiento imperan. La transición entre el motor eléctrico y el diésel, que ha hace de forma automática, apenas se percibe en forma de pequeña vibración en el volante. Es en general un coche cómodo, aunque su suspensión es a veces poco absorbente, y reacciona de forma seca ante las irregularidades de la calzada. Las llantas de 19" con neumáticos 235/40 R19 tienen algo que ver en este comportamiento, al tener un perfil muy bajo.

En carretera de curvas tiene un buen guiado, su dirección es bastante incisiva y precisa. En los cambios de apoyo se percibe un poco pesado, pero a pesar de las inercias la carrocería balancea poco. En modo Sport, con los 200 CV disponibles, va sobrado de potencia y permite una conducción bastante alegre en carretera, sin llegar al nivel de un deportivo compacto.

En autopista podemos aprovechar las características de su propulsor híbrido para economizar energía. En las bajadas, recupera energía para recargar las baterías. A velocidad de crucero, en ocasiones trabaja sólo en modo eléctrico, "a vela", contribuyendo a reducir el consumo. Y en ciudad podemos aprovechar la batería para rodar en modo eléctrico, con total silencio y cero emisiones. Al dejar el coche en el párking, podemos escuchar el funcionamiento del ventilador que refrigera las baterías, a la altura del maletero. Así es el DS5 Hybrid4. Un coche diferente, con una experiencia de conducción también diferente.