Grata sorpresa
Citroën está apostando muy fuerte con su marca Premium DS, creada bajo el nombre de uno de los modelos más míticos de su historia y con el objetivo de competir de tú a tú con firmas de prestigio como Audi.
El DS3 es su modelo de volumen, siendo la versión descapotable quizás la más desconocida de este utilitario de 5 plazas y menos de 4 metros de largo. No es para nada uno de esos convertibles que sólo sirven para salir el domingo por la mañana a dar un paseo. Este es un automóvil que evidentemente puede cumplir esa función, pero además excederá con creces las expectativas de un gran número de conductores en el día a día.
Para nuestra prueba contamos con una unidad equipada con el motor BlueHDI 120, un 4 cilindros en línea de 1,6 litros HDI que rinde 120 CV tal y como su nombre indica. Dentro de la gama DS3 Cabrio esta es la versión más cara.
Chapeau!
La carrocería del DS3 ha ganado con su último restyling sobretodo por parte de los faros que es prácticamente lo único que ha cambiado. Además, una de las novedades del modelo precisamente la encontramos en los grupos ópticos.
Es pues en los faros delanteros donde encontramos una tecnología hasta ahora inédita dentro de la industria del automóvil como son unos faros que combinan luces de LED con Xenón a la vez. Con ello se reduce el consumo eléctrico en un 35% en las de cruce y un 75% en las de carretera.
Tanto las franquicias de los paneles de la carrocería como los detalles en negro brillante y cromado aportan una percepción de calidad extra. No sólo a la vista demuestra su clase, también cuando abres las puertas y entras en su habitáculo te encuentras con materiales agradables al tacto muy bien acabados. Está años luz por delante de lo que nos tenía acostumbrados Citroën.
Los asientos delanteros son además envolventes y ofrecen un elevado nivel de confort. Si bien detrás cuenta con tres anclajes de cinturón y tres reposa-cabezas es mejor usarlo sólo como un cuatro plazas. La anchura de las plazas delanteras es destacable para un coche de su tamaño y además ofrece mucho espacio para las piernas de los ocupantes de la fila posterior.
El volumen de carga de su maletero con 245 litros no está mal para un descapotable de su tamaño. El gran handicap lo encontramos en la boca de carga, muy estrecha y baja, con lo que obliga a cargar los bultos uno a uno y escoger muy bien el orden de los mismos para así aprovechar hasta el último litro.
Haciendo un poco de de una familia de cuatro, con los trastos de los peques y todavía queda algo de espacio para las compras.
Este es un tipo de descapotable diferente, al estilo Sunroof en el que la capota de lona desaparece en la parte trasera del habitáculo pero mantiene en pie los marcos de las puertas así como los pilares A, B y C. Tanto en lo que a aislamiento como en lo que a rigidez estructural se refiere esta solución aporta enormes ventajas con respecto a un cabrio tradicional.
Para tratarse de un cabrio ofrece un excelente nivel de aislamiento acústico, ni el ruido derivado del viento ni otros elementos del exterior inciden en demasía dentro del habitáculo en marcha. Esto hace que en el día a día sea muy cómodo y apenas te des cuenta que estás al volante de un descapotable.
Uno de los pocos pero que se le puede achacar al interior del DS es su sistema multimedia. Es una lástima en los tiempos que corren encontrarse con un interfaz que ha quedado algo desfasado. Esperemos que PSA solvente este tema a corto plazo. Ya que estamos haciendo la carta a los Reyes Magos sería genial que apostaran por una solución distinta a la que está usando Peugeot en su última generación de modelos demasiado compleja de manipular.
Deportivo y ahorrador
En lo que a comportamiento dinámico se refiere también me dejó gratamente sorprendido. Su equipo de suspensión filtra bien las irregularidades del asfalto pero a la vez se muestra firme y muy bien asentado. Tiene un tacto muy deportivo, casi de kart pero sin ser incómodo.
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Da una gran sensación de control en todo momento, desde los primeros metros parece que estés al volante de un coche más grande dado la enorme estabilidad que ofrece. La dirección es precisa y aporta una gran feeling de seguridad.
El control de estabilidad apenas entra en acción debido a que es casi siempre es el propio chasis el que se encarga de neutralizar las situaciones críticas. Y en caso de tener que hacer acto de presencia lo hace de forma poco intrusiva.
El equipo de frenos permite modular con precisión las deceleraciones y aguanta bastante bien la fatiga. Tuve la ocasión de conducirlo cargado en zonas de montaña y pude comprobar lo bien que resisten los frenos un uso intensivo.
El motor 1.6 HDI de 120 CV es perfecto para este coche, aporta buenas prestaciones, bajo consumo y además es extremadamente silencioso. Además, esta mecánica apenas transmite vibraciones al habitáculo. Por poner un ejemplo, el motor diésel de un BMW 220d Coupe es mucho más ruidoso y vibra infinítamente más que el de este DS.
En la zona baja del cuenta vueltas es cuando más brilla este propulsor. A tan solo 1.750 rpm eroga su cifra de par máximo, 270 Nm. El tren delantero consigue trasladar sin problemas todo este empuje al asfalto ayudado por unos neumáticos con medidas 205/45 R17 que aportan una buena capacidad de tracción.
Subiendo de revoluciones el motor de 1.560 c.c. sigue estirándose. No obstante, apenas hace falta llegar a las 4.000 rpm puesto que los 120 CV de potencia máxima llegan antes, concretamente a 3.500 rpm.
Los recorridos de la palanca de su caja de cambios manual de 6 relaciones son cortos y precisos. La palanca tiene un tacto algo duro que aporta sensación de estar al volante de un coche deportivo.
La caja de cambios manual de 6 relaciones permite circular la mayor parte del tiempo con el motor en un régimen de giro bajo. De este modo además de disfrutar de su momento óptimo de par también logramos unos reducidos niveles de consumo.
En nuestra prueba de más de 900 kilómetros logramos una media combinada de 5,7 l/100 km. Repartimos nuestro viaje entre carreteras secundarias, vía rápida y circuito urbano. La aerodinámica de su carrocería y la reducida altura libre al suelo son factores que de bien seguro también contribuyen a que las cifras de consumos sean así de contenidas.
Aunque sobre el papel las prestaciones anunciadas puedan parecer algo escasas, este DS3 Cabrio ofrece en realidad muchas más sensaciones al volante. Según la firma francesa necesita 9,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y su punta se queda en 190 km/h. Este 1.6 HDI brilla sobretodo a la hora de llevar a cabo recuperaciones. Adelantar en una secundaría es coser y cantar, tanto por los casi 300 Nm de su motor como los escasos 1.200 kilos que pesa.
En resumidas cuentas
Si estuviera buscando un utilitario con aspiraciones deportivas el DS3 sería una muy buena opción a tener en cuenta. Después de haber probado el Cabrio esta sería la carrocería que me quedaría, puesto que es un descapotable extremadamente práctico en el día a día. Apenas se filtra ruido del viento dentro del habitáculo y cuando hace bueno es una gozada conducir a cielo descubierto.
Si a todo ello unimos un motor que ofrece buenas prestaciones, a la vez consume poco ¿qué más podemos pedir? ¿Un chasis efectivo y cómodo a la vez? Pues el DS3 Cabrio también lo tiene. Es un coche muy redondo que además brinda unos acabados de calidad Premium.
Entonces, ¿dónde está la trampa? Trampa no hay ninguna, hay una barrera que superar y esta no es otra que su precio. El DS3 Cabrio 1.6 BlueHDI Sport cuesta 26.125 euros y con los opcionales que equipaba esta unidad de pruebas la cifra se acerca peligrosamente hasta los 30.000 euros, concretamente se queda en 28.535 euros.
Esto no es un descapotable ni por asombro, esto es una copia del 2 CV o del Dyane 6, pero mucho mas feo y malo, que horror.