Abarth Punto Evo: Esencia deportiva

Abarth es una marca con décadas de tradición, que nació como preparador de Fiat y luego tomó su propio camino. Precisamente Fiat la ha resucitado para agrupar bajo su manto a los modelos más deportivos de la marca.

Este Punto Evo hace muchos guiños al pasado en su imagen, pero es un coche que gracias a las últimas tecnologías transmite un comportamiento sensacional. El moderno motor turbo de sólo 1.4 litros empuja desde abajo y sube de vueltas con suma alegría. Su relación prestaciones-consumos es elogiable. En el chasis no se ha optado por una configuración radical, sino por un equilibrio que hace de este Abarth un coche agradable en el día a día, pero rápido y preciso en conducción deportiva.

Por dentro hay espacio, confort y buen acabado. Se respira un ambiente racing, aunque se echa de menos un equipamiento de serie más completo..

El Fiat Punto Evo, modelo del que deriva este Abarth, es un coche de formas muy proporcionadas y un aire "premium" gracias a un frontal que recuerda a algunos modelos de Maserati. Con 4 metros de longitud, tiene dimensiones de compacto, más que de utilitario; y su amplia batalla (2,5 metros) favorece la estabilidad a alta velocidad y el espacio en las plazas traseras.

Sobre esta base, Abarth ha sumado muchos elementos que hacen del Punto Evo un coche con una imagen mucho más deportiva. Prácticamente no ha quedado ninguna parte son modificar, con un frontal y trasera con nuevos grupos ópticos, sopilers y tomas de aire; unas impresionantes llantas de 17 pulgadas, decoración específica y numerosos emblemas con el famoso escorpión de Abarth. Este modelo no engaña y transmite a primera vista todo su potencial.

En el chasis también hay muchos cambios, empezando por unas suspensiones más firmes y eficaces, que rebajan la altura del conjunto en 10 mm. También es nuevo el impresionante equipo de frenos firmado por Brembo y la barra estabilizadora delantera, que gana grosor.

Comenzando por las plazas traseras, ofrecen una altura y espacio para las piernas normal para un coche de este tamaño. Eso sí, con los asientos deportivos opcionales que montaba nuestra unidad de pruebas se pierde un poco de espacio a la altura de las rodillas, además, los ocupantes de esas plazas apurarán menos las distancias al tener un tacto duro. Lo que sí se echa en falta es algo más de anchura general, limitada por las envolventes formas de la carrocería.

Delante no hay problemas de espacio, sino todo lo contrario, pues los generosos recorridos de regulación de asiento y volante, hacen de este modelo un coche muy cómodo para conductores altos. El puesto de mando no es ni alto, no bajo. Personalmente, en un coche de este tipo me gustaría ir más pegado al suelo, aunque eso, en el día a día, tiene la contrapartida de una menor visibilidad. También hubiera preferido un volante más pequeño, algo que también tiene contrapartidas cotidianas.

El interior transmite calidad y la sensación de estar lleno de cosas, gracias a detalles como el parasol de cuadro de mandos forrado en cuero con costuras de colores, el volante de cuero multifunción o el mando ESGI. La instrumentación principal es muy racing y práctica, con una pantalla central de generosas dimensiones que da mucha información. En la consola central, el equipo de sonido y el climatizador se gestionan de forma cómoda e intuitiva. Por encima y debajo de ellos, están dos elementos que hacen espacial a este Abarth. Arriba, el navegador, que integra diversas funciones, como reproductor de fotos y vídeo o MP3. La más divertida es una que imita la telemetría de los coches de competición y en el que puedes cargar circuitos y medir muchos parámetros. Debajo, el ya comentado mando ESGI, a través de cual podemos cambiar el carácter de este modelo, modificando el tacto de la dirección y acelerador; y la respuesta del motor. Justo a su derecha, un buen detalle tecnológico: puerto USB de Windows Mobile.

Acabamos con el repaso al maletero, de 275 litros de capacidad (en la media de su categoría), formas regulares y que puede ampliarse hasta los 1.000 litros abatiendo los asientos traseros. Nuestra unidad perdía un poco de espacio por el altavoz del equipo de sonido Hifi. Como siempre, criticamos no ya que no tenga una rueda de repuesto convencional de serie, sino que ni siquiera lleve una de tipo galleta. En su lugar, un kit reparapinchazos que en muchas ocasiones no servirá para nada..

El motor que anima a esta fiera es de lo mejor del coche por su forma de empujar, la alegría que transmite y las buena relación prestaciones-consumo-agrado de uso. Siguiendo las últimas tendencias, se trata de un pequeño cuatro cilindros de 1.4 litros, que gracias a los avances de la técnica (como la distribución Multiair de Fiat) y el turbo Garrett, genera 165 CV y un interesante par máximo de 250 Nm. Hay disponible un kit "Esseesse" que aumenta la potencia hasta 180 CV y el par a 270 Nm. Eso sí, ese Kit también incluye nuevos frenos y amortiguadores y cuesta 4.250 euros.

Gracias al mando ESGI, podemos tener un motor de carácter suave y respuesta amortiguada; o uno más brusco y directo. En ambos casos, destaca el empuje desde muy bajas revoluciones y la rápida subida de revoluciones. El Abarth Punto Evo baja de los 8 segundos en el 0-100 km/h y alcanza 213 km/h de velocidad máxima.

Todo ello, con un consumo medio homologado de 6 l/100 km. Gracias, entre otras cosas, a la adopción de un sistema Start&Stop que reduce el consumo urbano. Como siempre decimos, las cifras oficiales son casi de laboratorio y en la vida real, a un ritmo de conductor medio, gastaremos más de 7 l/100 km. Y como en todo coche turboalimentado, ese consumo aumentará exponencialmente si pisamos el acelerador más de la cuenta.

Nos ha gustado mucho la puesta a punto que Abarth ha realizado en este modelo partiendo de una gran base (la plataforma del Punto Evo es fantástica). Nuestro protagonista es eficaz, pero no seco; apenas balancea pero no resulta incómodo en el día a día; es muy ágil de movimientos, pero nunca nervioso... En definitiva, se ha alcanzado un sano equilibrio para que divertirse al volante no signifique sufrir en el tráfico cotidiano.

Los conductores más racing le pedirán un tren trasero que deslice un poco más, menos subviraje o una mayor rigidez al conjunto. Y los más tranquilos, unos neumáticos con más perfil, que absorban mejor las irregularidades del asfalto.

Pero como comentábamos, el compromiso general nos parece bueno y este Abarth es capaz de entregar grandes sensaciones al volante. Su hábitat natural, las carreteras de montaña con buen firme, en los que puede explotar su agilidad, capacidad de frenada (excelente) y motricidad. En general, es un coche preciso y con mucho grip, que demanda una conducción fina y eficaz para extraer su quintaesencia.

En cuanto a las ayudas electrónicas, la función del control de tracción que imita a un diferencial de deslizamiento limitado no es tan eficaz -ni áspero- como un autbolocante, pero ayuda. Y el ESP sólo actúa cuando tiene que hacerlo.

Dentro de la seguridad pasiva, este modelo equipa airbags frontales, de rodillas para el conductor y de cabeza delanteros y traseros. La mayoría de las versiones también monta airbag laterales delanteros, que nuestra unidad de pruebas no tenía al ser incompatibles con los asientos deportivos.

No hay test EuroNcap de este modelo, pero su predecesor, el Fiat Grande Punto, ya consiguió las cinco estrellas en 2005. En el apartado de seguridad pasiva, son de serie los ABS, control de estabilidad ESP y de tracción ASR con función TTC (torque transfer control), además de la dirección Dualdrive y los faros antiniebla. No están disponibles los faros de xenón y es opcional el control de presión de los neumáticos.

En cuanto al resto del equipamiento de serie, incluye aire acondicionado, Start&Stop, ordenador de abordo, asientos en piel negra, equipo de sonido con bluetooth, conexión USB, . Esta dotación no es de lo más completa, dejándose como opciones el climatizador, reposabrazos central y sensor de lluvia, por poner tres ejemplos..

Este Abarth tiene un innegable encanto estético, es un coche que gira las cabezas a su paso y que transmite deportividad. Además, la tradición de su marca y el estilo italiano le dotan de glamour. Ese carácter se siente al conducirlo, con un motor muy alegre y un chasis exquisitamente equilibrado. Es un verdadero GTI, a la vez que un coche cómodo y fácil de conducir.

En el otro lado de la moneda, un equipamiento mejorable (lo que también subiría a factura final a pagar) y poco más, pues el Abarth Punto Evo es un producto muy conseguido que por menos de 20.000 euros nos dará muchas satisfacciones.