El Ford Fiesta es, después del Seat 600, uno de los utilitarios con más historia en nuestro país. No en vano, Ford construyó la planta de Almussafes (Valencia) para la fabricación de la primera generación del Fiesta (1976-1983). Este vehículo nació como encargo personal del entonces presidente de la marca, el norteamericano Henry Ford II. Ford ha vendido más de 12 millones de unidades de las distintas generaciones en estos 34 años de vida.
Hoy tenemos ante nosotros la séptima generación del utilitario de la marca del óvalo. Se trata de un modelo global que se produce a la vez en España, Alemania, Asia y Norteamérica. La carrera por la reducción de emisiones contaminantes y de consumo de carburante han hecho que coches de este tipo empiecen a tener un mercado comercial en EE.UU. Aquello de fabricar un modelo especial para un mercado determinado está en período de extinción.
Texto y
Diseño
El patrón de estilo que sigue el equipo de diseño de Ford se llama Kinetic Design. El diseñador británico Martin Smith, Director de Diseño de la marca en Europa, introdujo este nuevo lenguaje de forma en 2004. Prototipos como los: SAV Concept, Iosis, Iosis X o Verve lo presentaron a modo de concepto. Modelos como: S-Max y Galaxy (2006), Mondeo (2007) y Kuga (2008) lo llevaron a la serie. Como no podía ser de otro forma el nuevo Fiesta también ha bebido de la misma fuente que estos últimos modelos aquí citados.
De este modo, el nuevo Fiesta incorpora un buen número de rasgos en común con modelos como Mondeo o Kuga. En la parte frontal encontramos una entrada de aire de grandes dimensiones. A ambos lados de esta y en una altura superior tenemos un par de ópticas con un diseño muy estilizado. En la parte lateral además de unos voluptuosos pasos de rueda luce una marcada línea a la altura de la cintura.
Esta unidad con acabado Sport luce un conjunto de elementos estéticos específico. Como su nombre bien indica el look de esta versión es de lo más deportivo. En la parte frontal incorpora aditamentos aerodinámicos en el parachoques mientras que en la trasera vemos un alerón tipo visera perfectamente integrado en el conjunto de la carrocería. Opcionalmente la marca ofrece un kit complementario con bajos de caja para los laterales. De serie equipa unas llantas de aleación de 16" con un atractivo diseño de cinco brazos, calzadas con neumáticos 195/45 R 16.
Habitabilidad
El segmento B, formado por un grupo de utilitarios de pequeñas dimensiones, no es precisamente famoso por ofrecer una segunda fila espaciosa. No obstante, esta es la excepción que confirma la norma. Gran parte del mérito de esta excelente habitabilidad posterior recae en el diseño exterior de la carrocería. La elevada línea de techo hace que dar cabida a adultos de talla estándar en los asientos de la segunda fila sea como coser y cantar. Tanto la altura libre al techo, como la anchura entre codos y espacio para las piernas de la banqueta trasera son muy buenas para este tipo de vehículo. Como es costumbre en casi todos los modelos que hoy se comercializan, salvo contadas excepciones, la plaza central trasera es muy estrecha e incómoda.
Como no, lo mejor está delante. Conductor y acompañante son los que disfrutan del mejor nivel de confort. Para empezar la columna de dirección ofrece regulación en altura y profundidad, el asiento del conductor además cuenta con regulación longitudinal y en altura. Ambas plazas delanteras cuentan con asientos de corte deportivo que sujetan muy bien, sobretodo a nivel lumbar.
En lo que respecta al maletero podemos decir que también ofrece un espacio más que respetable. Los casi 4 metros de largo de su carrocería hacen que el volumen de carga tenga 295 litros. Si abatimos los respaldos de la segunda fila podemos ampliar este espacio hasta los 979 litros. Un utilitario compacto por fuera pero amplio y diáfano por dentro.
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Mecánica
Ford lanzó la nueva generación del Fiesta en septiembre de 2008 y de entre las primeras mecánicas que comercializó se encontraba un 1.6 TDCI de 90 CV. Desde marzo de 2010 este motor diesel ha sido sustituido por una evolución del mismo con 5 CV más de potencia. Básicamente se trata del mismo propulsor pero con un conjunto de mejoras que aumenta las prestaciones y reducen tanto emisiones contaminantes como consumo de carburante. Merece la pena destacar la incorporación del filtro de partículas DPF.
Sin lugar a dudas esta opción es mucho más interesante que la otra motorización diesel disponible. La 1.4 TDCI de 68 CV es una mecánica demasiado justa para un automóvil de este tamaño y peso. En el caso del 1.6 TDCI de 95 CV merece la pena destacar la buena entrega de par en la zona baja-media. Estamos hablando de 205 Nm a 2000 rpm, una cifra más que suficiente para ejecutar efectivas maniobras de adelantamiento.
Toda la gama de motores equipa de serie una caja de cambios manual de cinco velocidades, sólo el 1.4 de gasolina puede contar con un cambio automático de 4 velocidades. La velocidad más alta cuenta con un desarrollo muy largo con lo que a la hora de llevar a cabo una recuperación es recomendable bajar a cuarta, así podremos sacar un mejor partido del par máximo del motor. Estamos seguros de que si Ford sustituyera la caja de cinco velocidades del 1.6 TDCI por una de 6 relaciones los registros de consumos y emisiones todavía serían mejores. No se puede tener todo.
Comportamiento
Dinámicamente el chasis del Ford Fiesta es uno de los mejores de su categoría. La marca del óvalo ya dio el salto en lo que a chasis deportivo se refiere con el actual Focus, este compacto demostró que Ford podía crear automóviles de marcado talante deportivo. El nuevo Fiesta sigue los pasos de su hermano mayor con un con un chasis bien resuelto. Precisamente esta unidad dispone del acabado Sport con lo que monta de serie con muelles de mayor dureza y unas ruedas de mayor tamaño. Así es como el comportamiento del chasis de este Fiesta mejora en gran manera.
El equipo de suspensión está formado en el tren delantero por un esquema tipo McPherson con barra estabilizadora y en el trasero con brazos tirados y un eje transversal de torsión. Bien es cierto que ofrece un excelente comportamiento dinámico, no obstante esto tiene un precio y este no es otro que una dureza mayor de la habitual. Para nada llega a ser incómodo, en una conducción normal se muestra más dura de lo normal pero sin llegar a hacer sufrir la espalda de los ocupantes. Se trata de un utilitario con un chasis efectivo y preciso pero ante todo que brilla por un comportamiento muy noble. En lo que a equipo de frenos se refiere este Fiesta monta dos discos en el tren delantero y con tambores en el trasero. El tacto del pedal central permite modular con gran precisión la potencia de frenado. La capacidad de deceleración es bastante buena, sobretodo gracias a los efectivos discos anteriores. Los tambores posteriores resisten muy bien la fatiga.
Seguridad
La nobleza de su chasis es la mejor baza en lo que a seguridad se refiere. De serie cuenta con un efectivo control de estabilidad o ESP. Al tratarse de un sistema de última generación se muestra muy poco intrusivo. Hubo un tiempo en el que los ESP llegaban a parar el vehículo. Ahora corrigen la trayectoria con gran suavidad y dejando un cierto margen de reacción al conductor. El equipamiento de seguridad es muy completo con airbag de rodillas para conductor, dos anclajes Isofix en las plazas traseras y distribución electrónica de frenado de serie. Este Fiesta es un turismo ideal para conductores noveles.
Valoración Final No solo el diseño es la gran baza de la última generación del popular Fiesta. Un amplio habitáculo y un maletero bastante aprovechable también están a favor de este utilitario fabricado en la planta valenciana de Almussafes. La mecánica 1.6 TDCI de 95 CV es la más equilibrada de la gama tanto por prestaciones como consumos. Además, el chasis cuenta con un equipo de suspensiones muy bien calibrado que ofrece una gran deportividad a la vez que mucha nobleza. Un coche atractivo y a la vez bastante racional. Otras opciones a tener en cuenta serían el Mazda2 y el Seat Ibiza.
Buenas noches Tengo una consulta. Tengo un Ford Fiesta 1.6 TDci 90CV del 2007 con casi 200.000kms. Resulta que saque el coche del taller para que le hicieran juntas de los inyectores. El mismo dia que lo saco le hice unos 200kms y al llegar al destino sacaba mucho humo blanco. El del taller lo reviso y me dijo que era junta culata, al abrirlo se ha encontrado con que la culata esta rajada. Bien la broma juntando que tenia tambien el turbo roto, la valvula EGR y junta del carter, el presupuesto sube a 3200 con culata nueva, turbo nuevo y demas. Me gustaria saber si esta precio es normal o no es posible con estas piezas nuevas. Un amigo me dice quees imposible que una culata nueva y turbo nuevo mas las horas superaria ese precio muchisimo mas. Gracias