Con carácter
Esta versión del Focus es la más interesante para quienes busquen un compacto con personalidad deportiva con un cierto equilibrio entre la diversión y la comodidad de marcha. Para ello cuenta con una suspensión adaptada y un excelente motor sobrealimentado de 180 CV.
La gama del popular compacto de la firma del óvalo abarca diferentes versiones pensadas para conductores con necesidades y gustos diversos. La que ofrece las cualidades más radicalmente deportivas es la ST, que proporciona 250 CV y ronda los 30.000 euros (aquí podéis leer -y ver- la prueba).
No obstante, para aquéllos atraídos por la deportividad que no busquen un rendimiento tan prestacional existe una versión muy interesante por menos de 23.000 euros. Se trata del Focus Sport que, en lugar de situar la deportividad por delante de cualquier aspecto, imprime un fuerte carácter propio al modelo sin dejar de lado otras prioridades.
Bajo el capó alberga un bloque 1.6 EcoBoost dotado de 180 CV cuya fenomenal capacidad de aceleración permite disfrutar de la conducción, sobre todo a ritmos rápidos. Este elástico propulsor se conjuga con unas cualidades dinámicas aún más afinadas que en el Focus convencional en términos de deportividad que, al mismo tiempo, garantizan un comportamiento suave y confortable si se opta por un manejo más tranquilo. Con esta variante, Ford compite contra rivales con cierto dinamismo que no llegan a ser un GTI auténtico como el Peugeot 308 GTI (pese a su nombre), el Renault Mégane GT o el nuevo Seat León 1.8 TSi de idéntica potencia que el Focus.
Aire deportivo
Con el objetivo de contentar a todos aquellos conductores que se sientan atraídos por una línea y un comportamiento más deportivos pero sin llegar a una conducta más radical como la que ofrece el Focus ST, Ford ofrece en su gama el Focus Sport. Si nos fijamos en su apariencia externa, veremos diversos elementos que le diferencian del acabado inferior, denominado Trend. En la parte delantera encontramos faldones específicos y faros antiniebla con acabado cromado.
Al echar un vistazo al vehículo de forma lateral se observa la presencia de unas llantas de 17 pulgadas y de unas pinzas de freno de color rojo. No hay que pasar por alto ni la línea de cintura cromada ni los faldones laterales propios de esta versión Sport. Sus particularidades también alcanzan a la zaga. Aquí, además del faldón inferior, cabe señalar el spoiler deportivo situado en la parte superior.
Por lo demás, el compacto de la firma estadounidense conserva su pronunciado voladizo delantero, su cintura ascendente y las mismas proporciones que el resto de la gama. De igual forma, mantiene la mezcla de formas triangulares y trapezoidales en el frontal y las ópticas estilizadas, que suponen algunas de las principales señas de identidad de la última renovación del automóvil.
Modernidad y tecnología interior
Al igual que el resto de la gama, el Focus Sport se distingue por un interior de apariencia sofisticada confeccionado con materiales de buena calidad. Entre ellos cabe destacar la presencia de plásticos blandos que proporcionan un tacto agradable. El modelo aporta un equipamiento interior de serie que lo diferencia del resto de versiones. Éste incluye la consola central Premium con reposabrazos, además del freno de mano en forma de Z.
También cuenta con equipo de sonido con conexiones USB y Bluetooth V2C. Su utilización es sencilla y bastante intuitiva, si bien la pantalla desde donde se gestiona es pequeña, un defecto que Ford se empeña en no corregir. Asimismo, debe señalarse que el vehículo dispone de la herramienta de control por voz, que permite controlar numerosos elementos cómo la radio o el climatizador de forma muy práctica.
Los asientos delanteros son de tipo deportivo y garantizan una óptima sujeción lateral, lo que se agradece sobre todo en una versión como ésta, pensada para una conducción más activa que en el Focus convencional.
Por su parte, la segunda fila cuenta con espacio suficiente para dos ocupantes, con un considerable espacio para las rodillas. La plaza central no es igual de cómoda debido a la mayor dureza de la banqueta y a la anchura general del interior. Se echa de menos algún que otro hueco adicional para pequeños objetos, tanto para el conductor como para los ocupantes de las plazas traseras. De cara a alojar el equipaje, el Focus brinda un maletero de 363 litros, un volumen bastante bueno.
Ímpetu eficiente
El encargado de dar vida al Focus Sport es el 1.6 EcoBoost de 180 CV, un bloque de gasolina sobrealimentado de cuatro cilindros capaz de ofrecer un gran rendimiento como explicaremos a continuación. Si bien responde muy bien por debajo de las 3.000 vueltas, su verdadera contundencia se percibe cuando situamos la aguja por encima de tales revoluciones. Y esta fuerza no es ni mucho menos momentánea, ya que su gran elasticidad le lleva a responder con carácter incluso al superar las 6.000 rpm, demostrando sus presentes cualidades deportivas.
Gracias a ello, su capacidad de aceleración es más que notable, lo que se agradece sobre todo a la hora de adelantar, operación que completa con una inmensa eficacia. De esta forma, en términos de prestaciones debe valorarse que es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en tan sólo 7,9 segundos, mientras que su velocidad punta es de 220 km/h. Dadas estas cifras, su media de consumo homologada resulta destacable, ya que es de 5,9 litros cada 100 km. Tras nuestra prueba, desarrollada por ciudad, vías interurbanas y autopista, el valor medio fue de 7,4 litros.
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La función de arranque y parada automático contribuye a obtener unos consumos tan ajustados como los comentados. También influye sin duda el equilibrado escalonado de la caja de cambios manual de seis velocidades que, si bien permite una conducción muy activa, saca partido en cuestiones de eficiencia de una sexta marcha más bien larga. Esta transmisión se caracteriza por un tacto suave y preciso y por aprovechar al máximo el caballaje del vehículo.
Para animarse al volante
Al ponernos en movimiento, esta versión del compacto de Ford demuestra una doble personalidad que le convierte en un vehículo muy polivalente. Por un lado, dispone de un tarado de suspensión que tiende a firme y que garantiza una fenomenal estabilidad, minimizando los balanceos de la carrocería. Ello hace que se muestre muy efectivo durante la conducción por trazados revirados, uno de sus terrenos preferidos.
No obstante, la firmeza de la amortiguación no supone un obstáculo para lograr un buen confort. Por un lado, el conjunto absorbe de manera muy eficaz las pequeñas irregularidades de la calzada, proporcionando así un alto grado de comodidad a los ocupantes. Por otra parte, la suavidad general de marcha del vehículo se ve reforzada por la baja sonoridad que llega al habitáculo, tanto en lo que se refiere a la procedente del motor como a los eventuales ruidos aerodinámicos.
En cuanto a la dirección, ésta resalta por un tacto extremadamente directo, motivo que contribuye a fortalecer la dinámica deportiva de esta variante del Focus. Los frenos, por su parte, están a la altura del resto del conjunto. Teniendo en cuenta la combinación de chasis y propulsor del Focus Sport, la marca del óvalo lo ha dotado de una enérgica fuerza de frenado. Mientras que la primera parte del recorrido del pedal, el comportamiento es más comedido, al hundir algo más el pie el poder de detención es fantástico. Para acompañar al equipo de frenos, el equipamiento de seguridad se completa con airbags frontales, laterales y de cortina, control de estabilidad (ESP) y Ford Vectoring Control.
Si se busca poder exprimir las cualidades deportivas del Focus pero la variante ST se escapa por presupuesto o por la radicalidad derivada de sus 250 CV, esta versión Sport se convierte como la alternativa más adecuada de la gama.
Y es que al tiempo que es capaz de ofrecer una dinámica confortable y una gran suavidad de marcha, esconde un chasis con toques “racing” y una energía interior con los que la diversión está a la orden del día. Y prestaciones no le faltan, pues su fantástico 1.6 EcoBoost sobrealimentado de 180 CV se encarga de ello.
Además, no es un coche caro aunque el equipamiento deja excesivos elementos en la lista de opciones. Dispone de serie de ESP, airbags frontales, laterales y de techo, faros antiniebla, llantas de aleación, suspensión y asientos deportivos, aire acondicionado y el pack eléctrico habitual pero eso es poco para un coche que se las da de tope de gama.
En el listado de opciones hay elementos que deberían ser de serie como el climatizador (500 euros en un pack con los retrovisores abatibles), los elevalunas traseros (550 en un pack con los sensores de aparcamiento traseros y los retrovisores térmicos) o el control de crucero (300 euros) que muchos de sus rivales ofrecen de serie.
Otras opciones son la radio Sony con el sistema SYNC (400 euros) que mejora la radio CD de serie, el navegador con sistema SYNC (700 euros y 1.150 si incluye además cámara de retrovisión), los faros de xenón (850), los asientos con calefacción (200), los sensores de luz y lluvia o el techo practicable (500).
Si montamos la mayoría de esas opciones, como en el caso de nuestra unidad de pruebas, el precio pasa de los 22.000 euros (hay una promoción que rebaja en 800 euros el precio inicial) a casi 28.000, un precio elevado para un coche de este tipo ya que se acerca peligrosamente a los poco más de 30.000 que vale el ST.
En definitiva, un coche dinámico con un motor de excelente rendimiento y un chasis a la altura pensado para los que necesiten un compacto al uso pero que no quieran renunciar a aquella agradable sensación de que cuando se pisa el pedal de la derecha, "pasan cosas".
Q pienso lo mismo q mis conpañeros todas las marcas ban bien ,lo de voswaget audi ect es un abuso,a mismo tipo de veiculo los precios se disparar'y q no pierden valor es por que la jente los ppaga por la fama q les dan sin tener ni idea de calidades y mecanicas es pura icnorancia pagar mas por lo mismo,en fin