Conducción doblemente agradable
Por medidas y por precio, el segmento de las berlinas pequeñas tiene cada vez un margen más escaso para diferenciarse de los compactos o de las berlinas medias. El aumento paulatino experimentado en equipamiento, confort, calidad y habitabilidad de los primeros y la constante mejora del comportamiento, la eficiencia y el diseño de las segundas deja muy poco "espacio" en el mercado para los sedanes o los tres volúmenes derivados de otros modelos.
Es el caso del Focus Sedán, por ejemplo, el cuatro puertas de tamaño medio de Ford. Sin embargo, en el caso particular de esta versión, sus argumentos son bastante mejores de lo que pueden ofrecer otras marcas y modelos en esta categoría. Este Focus 4 puertas, al estar dotado de un agradable y equilibrado motor diésel de 136 CV asociado a un cambio Powershift, la caja de dos embragues de Ford, ofrece una eficacia dinámica y un confort de marcha notables combinados con una excelente eficiencia energética y un espacioso maletero.
Esta carrocería es, ciertamente, una elección poco frecuente para particulares, con más ventajas a priori para empresas, flotas o alquiladoras aunque la incorporación de este cambio dinamiza el resultado final hasta crear un producto muy válido en el caso de tener que realizar con frecuencia recorridos largos o urbanos y afrontar cifras de kilometraje muy elevadas al cabo del año.
Texto y fotos: Narcís Reixach
Diseño
En la variante sedán del Focus se produce un ligero desajuste en cuanto a la continuidad y la coherencia de su diseño exterior. Así como el frontal presenta una imagen de gran dinamismo, con unas ópticas rasgadas muy modernas e impactantes y una estilizada y aerodinámica silueta con una parrilla trapezoidal invertida de grandes dimensiones que integra la placa de la matrícula, la zaga, por su parte, no guarda relación con ese efecto que transmite el morro. Demasiado convencional y de rasgos tradicionales, la parte trasera parece un volumen añadido sin más. Los pilotos pequeños con un círculo integrado en el centro para el intermitente parecen antiguos en comparación con los sofisticados faros delanteros de arriesgadas formas y carenados con cristal transparente. El efecto resultante es como contemplar por delante un Focus de los nuevos con un Mondeo de los antiguos por detrás. Además, el propio concepto estético de sedán de tres volúmenes ya resulta muy conservador y tradicional desde el punto vista de la imagen, por lo que si no se dispone de un diseño muy vistoso se corre el riesgo de que el resultado final peque de convencional y clásico.
Habitabilidad
Los 537 litros de capacidad de maletero son quizás su principal baza frente al resto de variantes y carrocerías de la gama Focus, puesto que el 3 o el 5 puertas ofrecen sólo 396 litros de capacidad. Este factor aumenta notablemente su interés desde el punto de vista de la cantidad en bultos o carga, sin embargo la tapa de maletero -con una boca mucho más estrecha que el portón con el que cuentan el coupé, el compacto y el familiar- limita su funcionalidad. En su interior los pasajeros disponen de las mismas cotas espaciales que en el modelo del que deriva ya que el Sedán cuenta con la misma batalla (2,64 m) que sus hermanos, sólo que el tercer volumen añadido le hace saltar de 4,34 a 4,48 metros.
De todas formas, incluso con estas particularidades estructurales, el Focus 4 puertas ofrece una buena habitabilidad tanto para los ocupantes de las plazas traseras (por espacio para las piernas sobre todo) como para los de las delanteras, anchas y cómodas. En cuanto al interior destacar la buena presencia visual de todos sus componentes (instrumentación, consola central, mandos y botonadura) gracias al aspecto metálico cromado mate del panel de control. Sólo desmerece de nuevo el diseño elegido para la palanca automática, nuevamente demasiado tradicional y anticuado recordando a los primeros automáticos en lugar de transmitir visualmente la modernidad y la sofisticación mecánica y tecnológica que sí atesora la transmisión Powershift de doble embrague.
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Mecánica
La mecánica turbodiesel de dos litros y 136 CV de Ford es reconocida desde hace tiempo como una de las más completas y "redondas" entre los bloques de gasóleo sobrealimentados del mercado que se mueven en la horquilla de los 140 CV. Ciertamente presenta un funcionamiento excelente con unas prestaciones óptimas -muy similares a las de un manual equivalente-; es suave, equilibrado, progresivo y muy "afinado" con una gran disponibilidad de potencia aunque con una menor brusquedad en su entrega respecto a otros conocidos motores alemanes (los TDI del Grupo VW).
Vinculado a este cambio, el TDCi de Ford se adapta a la perfección, ofreciendo un rendimiento excepcional y garantizando un confort de marcha de altísimo nivel. Sus prestaciones son igualmente destacables: 202 km/h de velocidad máxima, 9,7 segundos de aceleración 0-100 km/h y 5,8 litros de consumo medio a los 100 km. Como punto negativo de esta combinación motor-cambio resaltar su mayor consumo urbano en relación a una caja manual, dado que el gasto en punto muerto de una transmisión mecánica es menor que el de este secuencial en posición D con el freno pisado (entre una y dos décimas de litro más).
Comportamiento
La tecnología de embrague doble para las cajas automáticas-secuenciales, desarrollada por el Grupo Volkswagen (pionero en su introducción en el mercado, con el DSG en 2003) ha ido imponiéndose poco a poco en el mercado por su excepcional precisión de manejo y su elevada eficiencia energética. Cada vez son más los fabricantes que disponen de transmisiones de doble embrague (BMW, Porsche, Ford...) y es que por sensaciones de conducción como por rapidez de ejecución de las operaciones de cambio, estas cajas son insuperables. En el caso que nos ocupa, al tratarse de un modelo de escaso o nulo componente deportivo, la mayor ventaja más que la rapidez es la suavidad y la comodidad de su manejo. Tremendamente suave y discreta en transiciones, la transmisión Powershift destierra definitivamente los tópicos sobre los automáticos y supera de forma apabullante cualquier otra alternativa de cambio automático (de variador continuo o con convertidor de par). Su manejo "manual" ofrece mejores resultados a nivel dinámico si el ritmo de marcha es algo más elevado, ya que en posición D ante una frenada consistente antes de entrar en una curva tarda un poco en reducir de forma automática, por lo que la retención del motor no será todo lo intensa que debería justo antes de una maniobra tan delicada como esta, que precisa de una ayuda complementaria a sistema de frenos. Más allá de este detalle hay que decir que el balance general del Powershift es francamente positivo.
Seguridad
Equipado de serie airbag de conductor y acompañante, de cortina delanteros y traseros y laterales delanteros, así como con ABS con control de estabilidad y tracción y control de velocidad de crucero, cinturones delanteros con pretensores pirotécnicos y sensor automático de lluvia y luces se puede considerar que la dotación del Focus 4P 2.0 TDCi 136 CV Powershift es más que correcta para un vehículo de sus características.
Valoración final Los 23.500 euros (Trend) o 25.440 euros (Titanium) que cuesta este modelo -el cambio Powershift supone un desembolso extra respecto a un manual de unos 1.500 euros- puede que sean un impedimento para la viabilidad comercial de esta variante del Focus. Como apuntábamos antes, son pocas las ventajas que presenta esta carrocería en relación a su precio respecto a un Focus cinco puertas o familiar o a un Mondeo. Sin embargo, ante el salto entre ambos modelos es lógico que Ford ofrezca una alternativa intermedia (4,5 m de longitud) para aquellos clientes fieles a la berlina tradicional de tamaño contenido que, por otra parte, son tan tradicionales que optarán directamente con toda seguridad por un cambio manual "de toda la vida". Precisamente este tipo de cambios automáticos representan un reto para los fabricantes; si consiguen que sus potenciales compradores lleguen a comprobar las virtudes con las que cuentan antes de adquirir su vehículo habrán ganado un cliente de automático para toda la vida porque quien prueba una caja secuencial de doble embrague no querrá volver nunca más a la tediosa conducción de un manual.
yo tengo el focus automatico con 6 marchs powershift y gas oil y estoy muy contento de el, tiene 136 cv. sin embargo estoy pensando mucho con el sedan de 4 puertas.