Ford Focus Sportbreak X: Familiar y campero

Que los SUV (Sport Utility Vehicle) y crossover están de moda no es nada nuevo. Muchas personas son partidarias de poseer un vehículo que les dé unas mínimas garantías de dinamismo y seguridad si deciden rodar por pistas forestales o caminos en buen estado. Aunque a la hora de la verdad lo hagan muy esporádicamente. La prueba la tenemos en que muchos SUV y crossover de última hornada se venden mayoritariamente en versión 4x2, no 4x4. La estética juega un papel muy importante en este tipo de vehículos. Con una mínima preparación (mayor altura libre, protecciones para la carrocería , barras en el techo y neumáticos más especializados) estos coches exhiben unos aires más camperos y se muestran un poco más aptos para circular por el monte. Pero sólo un poco, ya que su cadena cinemática sigue correspondiendo a la de un turismo convencional. Aunque esto ya es suficiente para la mayoría de clientes. Esta es la filosofía que ha movido a Ford a la hora de diseñar el Sportbreak X, una variante del Focus Sportbreak con un aire más aventurero y versátil. Se vende con un único acabado y con motor diesel 1.8 TDCi de 115CV, que destaca por gastar poco y ofrecer una respuesta muy elástica. Este coche busca satisfacer a aquellos que necesitan un vehículo para uso laboral, familiar o de ocio, que necesiten una buena capacidad de carga y una mayor versatilidad con respecto al Focus Sportbreak convencional. Algunos de sus competidores pueden ser el Seat Altea Freetrack, el Skoda Scout, más potentes pero también más caros, o el Nissan Qashqai y el Dacia Duster, este último menos potente pero con un precio de derribo.

PVP: FORD Focus SportbreakX 1.8 TDCi 21.800 €

Diseño exterior

La estética todocamino de este Focus familiar viene marcada por sus protecciones en los laterales, los faldones delantero y trasero, las barras del techo y los 2 centímetros de altura libre superiores con respecto al Sportbreak convencional, que le dan un empaque más off-road. Si nos fijamos detenidamente, observaremos que equipa neumáticos M+S, de tipo invernal. Confía en unos Contiwintercontact en medidas 205/55 R16, que garantizan un buen rendimiento y agarre superior en condiciones invernales, a bajas temperaturas o cuando encontramos nieve en la calzada. Este Ford exhibe una carrocería más bien discreta, poco espectacular, pero según nuestra opinión, bastante elegante. Recuerda en cierto modo a la de coches de un segmento superior, como el Audi A4 AllRoad o el Volvo XC70, aunque en realidad juega en otra división.

Habitabilidad

Uno de los puntos fuertes de esta versión break del Focus es la excelente capacidad interior que ofrece en todas las plazas y el maletero. Estamos hablando de un coche que mide 4,46 metros de longitud, suficientes para transportar a cinco personas sin estrecheces y cargar además con todos los bultos del viaje. Si queremos ampliar la capacidad de carga, hasta un máximo de 1.525 litros, podemos abatir la segunda fila de forma fácil (en dos pasos, primero la banqueta y después el respaldo) y dar paso a un piso plano. Gracias al enorme portón trasero y la buena altura del plano de carga, la entrada de grandes bultos se hace de forma sencilla y práctica.

Para acomodarse en el interior, el conductor dispone de regulación de altura y distancia de volante, y multirregulación de banqueta, todo ello manual. Las plazas traseras tienen una buena distancia con respecto a las delanteras, e incluso el pasajero de la plaza central se ve beneficiado por la ausencia de túnel de transmisión y un respaldo inusualmente mullido. Frente al conductor se presenta un salpicadero de diseño sobrio, donde domina el gris y el negro, con algunos remates en color aluminio, localizados en la columna central. Los plásticos y materiales utilizados en el interior se perciben de buena calidad al tacto, aunque visualmente no lo aparentan tanto. Creemos que es un punto a mejorar en este coche, sobre todo en comparación con el nivel de calidad percibida que exhiben los interiores de algunos de sus competidores más directos. Abundan los huecos para depositar objetos, todos ellos de generoso tamaño. Todo a mano En el diseño se ha priorizado que el conductor tenga ante sí el mayor número de mandos que le permitan controlar los diferentes sistemas del automóvil sin desviar la vista de la carretera. Alrededor del volante multifunción se sitúan los pulsadores para controlar el equipo de sonido y en un plano superior los que activan el ordenador de a bordo, que se hayan integrados en la palanca de los intermitentes. Con todo ello, la conducción se hace más placentera y segura. El conductor puede adoptar una posición elevada, en cierto modo al estilo de un todoterreno. La visibilidad es buena en todos los sentidos, aunque un poco limitada hacia atrás. Nuestra unidad equipaba una de las escasas opciones disponibles de confort, el sensor de distancia de aparcamiento trasero (175 euros), que facilita las maniobras. El equipamiento de serie de este coche es sencillo, aunque destaca la preinstalación para el navegador, el conector USB-MP3 en la guantera central, el climatizador bi-zona o los asientos deportivos, entre otros. Podemos optar por instalar elevalunas eléctricos traseros (de origen son mecánicos) techo solar (750 euros) o el enchufe de 230 V para las plazas traseras (250 euros), entre otros.

Mecánica

El Ford Focus Sportbreak monta un motor diesel de cuatro cilindros 1.8 Duratorq TDCi de 115 CV, también utilizado por Ford para equipar algunas versiones del Galaxy, Mondeo, S-Max, aunque con 10 CV menos. Se caracteriza por sus correctas prestaciones y sobre todo, por sus bajos consumos. Ford declara un consumo combinado de 5,3 litros/100 km y de tan sólo 4,4 l/100km por carretera. Durante nuestra prueba pudimos ver una cifra muy similar en el ordenador de a bordo rodando a 80 km/h de forma sostenida por autovía (4,7 l/100 de media). En ciudad, no obstante, lo habitual es moverse en torno a los 8 litros/100 km. Si vamos por autopista a velocidad constante de 120 km/h, veremos registrado en la pantalla del ordenador una cifra en torno a los 5,1 l/100 km. Nos gustó especialmente la respuesta en bajos de este diesel, que responde con contundencia a la primera insinuación al acelerador. Esto lo hace parecer más potente de lo que realmente es. Esta característica hace fácil la conducción del coche por ciudad, donde los regímenes de giro suelen ser bajos. Acelera y recupera de forma sobresaliente, sin excesivos ruidos ni vibraciones. A diferencia del motor 2.0 TDCi que se monta en otros Ford, este 1.8 sólo puede ir asociado a una caja de cambios manual de 5 relaciones, no de seis.

Comportamiento

La buena respuesta del motor beneficia su comportamiento dinámico en cualquier escenario, ya sea ciudad, carretera o autopista. Es un coche que rueda más cómodo en vías rápidas, ya que su larga batalla no juega a favor de la agilidad en carreteras sinuosas. No obstante, la directa respuesta de su dirección EHPAS (sensible a la velocidad) y el poco balanceo que muestra la carrocería en los fuertes apoyos se agradecen cuando se trata de enlazar curvas. El guiado del coche es muy bueno, las reacciones son nobles y predecibles (aunque su carácter es ligeramente subvirador) y su conducción resulta fácil. Ford ha escogido para este coche un tarado de amortiguación tirando a duro, algo que es bueno para sujetar la carrocería cuando avivamos el ritmo. Pero cuando circulamos descargados esta suspensión ofrece una reacción bastante seca, especialmente en el tren trasero. Esto perjudica el confort, al que tampoco contribuyen los asientos deportivos, que si bien sujetan el cuerpo de forma notable, tienen un mullido bastante duro. Todo cambia cuando circulamos cargados con personas o bultos, ya que las reacciones de la amortiguación en extensión se suavizan, y el coche puede un grado de confort más elevado y acorde con su categoría. Esto también es trasladable cuando rodamos con el SportbreakX por una pista forestal. La suspensión no está preparada para absorber con suavidad las pequeñas irregularidades del terreno, (es una característica común de muchos todocamino) tiene poco recorrido y rebota más de lo deseado. No debemos olvidar que este Ford no es un 4x4, en realidad es un turismo 4x2 con estética SUV con muchas limitaciones a la hora de circular por pistas que no estén en buen estado. Los dos centímetros de más que tiene de altura libre con respecto al Sportbreak convencional nos dejan un poco más de margen para evitar golpear los bajos con la típica piedra mal colocada o superar algun pequeño desnivel del terreno, pero poco más. Sólo tracciona de delante, y eso es un hándicap cuando las cosas se ponen feas en la montaña.

Seguridad

Nuestra unidad de pruebas venía equipada con un sistema de reparación de pinchazos a base de compresor y líquido sellador, aunque en teoría, el Focus Sportbreak X equipa de serie una auténtica rueda de repuesto. Bienvenida sea. El Ford Focus ha alcanzado la clasificación 5 estrellas EuroNcap, y equipa de serie control de estabilidad, control de tracción, asistente a la frenada de emergencia, ABS con distribución electrónica de la fuerza de frenado, airbag para conductor y acompañante, laterales de cortina y anclajes Isofix para sillitas infantiles.

Valoración final

Si estamos enamorados de las carrocerías break con estética todocamino, pero no queremos gastar los 26.910 euros que vale un Seat Altea Freetrack 2.0 TDI, los 28.890 euros de un Skoda Scout 2.0 TDI y mucho menos los 39.350 euros de un Audi A4 AllRoad, este Ford Focus Sportbreak X puede ser una gran alternativa. Ahora bien, deberemos conformarnos con un sistema de tracción exclusivamente 4x2, un motor diesel menos potente (pero muy ahorrador) y un nivel de equipamiento más limitado. Es un coche con unas excelentes cualidades para ser utilizado en compañía de familiares, o incluso como vehículo de carga, gracias a su buen maletero. Y está preparado para llevarnos a la pista de esquí con la seguridad que proporcionan sus neumáticos de invierno, o a recoger setas al monte con unas mínimas garantías de que no vamos a dejarnos los bajos y la carrocería a la mínima piedra que encontremos por el camino. Ofrece una versatilidad algo superior a la del Ford Focus Sportbreak convencional, que conviene valorar en función de nuestras necesidades.