Ford ya tiene lista la nueva versión ST del Focus, que llegará a los concesionarios españoles este mismo mes de julio. El Focus ST es la versión más deportiva de la gama Focus, que se situa justo por debajo del exclusivo RS de 305 CV. Monta el nuevo motor Ecoboost de 250CV con cambio manual de seis velocidades, goza de un chasis 10 mm. más bajo modificado para soportar las exigencias de la conducción deportiva, y luce una estética exclusiva, que le da un estilo muy agresivo a simple vista. Se empieza a vender con carrocería de cinco puertas y también en versión Station Wagon o familiar.
Hemos tenido oportunidad de probar este nuevo Focus ST y hacer más de 400 kilómetros por carreteras francesas, algunas de ellas escenario de antiguas ediciones del Rally Montecarlo. Este coche nos ha dado mucho juego y nos ha generado grandes sensaciones de conducción, aunque también demuestra que se trata de una versión deportiva muy equilibrada: no es radical ni incómodo, gasta relativamente poco y tiene un precio de venta en torno a los 30.000 euros. Con estas credenciales, el nuevo Focus ST se presenta claramente como un duro competidor en el mundo de los deportivos compactos, donde el Renault Mégane RS o el Volkswagen Golf GTI juegan sus bazas.
PVP: FORD Focus ST 5p Ecoboost 29.250 € FORD Focus ST Sportbreak Ecoboost 30.200 € FORD Focus ST Plus 5p Ecoboost 31.750 € FORD Focus ST Plus Sportbreak Ecoboost 32.700 €
Diseño
Ford ha dedicado una especial atención al diseño del Focus ST para diferenciarlo claramente del resto de la gama Focus y para darle el toque agresivo y deportivo que un coche de su estilo necesita. Así, el ST luce un frontal revisado, en el que la parrilla trapezoidal típica de Ford mantiene su protagonismo, pero con un nuevo diseño que permite cambiar también la forma del parachoques, para dar un estilo más musculoso. También podemos diferenciar al Focus ST por los estribos laterales y por una trasera con nuevo parachoques, doble salida de escape, salidas de ventilación estilo difusor y el obligado alerón. Ford ha destinado un color exclusivo para esta versión deportiva: el Tangerine Scream, que podéis ver en las fotos. También se comercializa en España la versión ST con carrocería Station Wagon o familiar, que se espera represente el 15-20% de las ventas de este modelo en nuestro país.
Habitabilidad
El interior del Focus ST invita a conducir, a ponerse a sus mandos para comprobar qué nos ofrece. Sólo sentarnos podemos notar la excelente ergonomía de los asientos deportivos Recaro, el agradable tacto y agarre del volante forrado en cuero perforado o disfrutar del grupo de relojes a la vista, entre ellos un indicador de presión del turbo. Detalles como el pomo del cambio de diseño específico o los logos "ST" repartidos por el habitáculo nos recuerdan que estamos ante una versión un tanto exclusiva de la gama Focus. Tenemos dos pantallas de información digital a nuestra disposición: una situada entre los relojes y otra en el centro del salpicadero, donde se visualiza el navegador o el sistema de audio, entre otros. Estos sistemas se controlan mediante un grupo de botones y un dial situados en la consola central, que generan algo de desconcierto en un primer momento. No obstante, el manejo es fácil, si bien creemos que la interficie del programa es demasiado sencilla y poco atractiva. Sorprenden el grupo de tres diminutos relojes situados en la parte superior del salpicadero, que informan sobre la temperatura del motor, la presión del turbo y la presión de aceite. Un detalle muy rácing. El espacio interior es correcto en todas las plazas, en ningún momento se percibe angosto. Si queremos más capacidad de carga podemos optar por la versión familiar o Sportbreak, que ofrece un maletero con 490 litros ampliables a 1.516. La terminación en general es muy buena, los materiales empleados parecen de calidad y en definitiva, en este Focus ST se percibe una buena sensación de calidad y refinamiento.
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Mecánica
El motor del ST es un 2.0 Ecoboost, de cuatro cilindros de gasolina, que da 250 CV. Se asocia exclusivamente a un cambio manual de 6 velocidades. Según afirmaron los responsables de Ford, se ha prescindido del cambio automático PowerShift por cuestiones de mercado, no técnicas. Un coche como el Focus ST tiene unas ventas limitadas que no justificarían una gama demasiado amplia. Este motor funciona con inyección directa de combustible a alta presión, turbocompresor y distribución doble independiente variable (Ti-VCT). Sus sistemas de admisión y escape se han rediseñado, para mayores prestaciones. Con este propulsor, el Focus ST acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, y alcanza los 248 km/h. Pero lo que más destaca en él no son las frías cifras de aceleración o velocidad, sino la perfecta linealidad en la entrega de potencia y su buena cifra de par disponible desde bajas vueltas (1.750 r.p.m). Es un motor que hace muy agradable la conducción, que empuja sin brusquedades pero con contundencia y que no obliga a un excesivo uso del cambio gracias a su buena entrega en toda la gama de revoluciones. Otro de los puntos destacados de este propulsor es su eficiencia energética. La "herencia" Ecoboost se refleja en un consumo medio oficial de tan sólo 7,2 l/100 y unas emisiones de CO2 de 169 gr/km. Para tratarse de un motor de gasolina de 250 CV, no está nada mal. En nuestra toma de contacto nos gastó una media de 10l/100km., y se hizo en un recorrido sinuoso, de montaña, y a fuerte ritmo.
Comportamiento
La eficiencia energética del motor de este Focus ST es una clara demostración de que Ford ha buscado ofrecer una versión deportiva del Focus equilibrada en todos los aspectos. Es decir, ha creado un coche rápido, potente, ágil y que genera buenas sensaciones en conducción deportiva, pero a la vez es cómodo, permite una conducción tranquila y relajada si se desea y resulta relativamente económico de mantener. Pudimos comprobarlo en la ruta que Ford organizó por los alrededores de Niza (Francia), durante un variado recorrido con algo de ciudad, un poco de autopista y mucho de carretera de montaña. A ritmo tranquilo, el Focus ST se comporta como un compacto convencional. Las suspensiones son firmes pero no tienen una respuesta excesivamente seca. Por otro lado, el coche está bien insonorizado, en su interior hay buena atención al detalle, y los desplazamientos, aún siendo largos, son cómodos y agradables. El Focus ST demuestra su carácter cuando decidimos aumentar el ritmo en carretera de curvas, el escenario favorito de un compacto con 250CV. Hace gala de un excelente chasis, que mantiene el coche sobre raíles cuando estamos trazando la curva. Esta versión del Focus es 10 mm. más baja y tiene el centro de gravedad más cercano al asfalto, algo que contribuye a la precisión de giro. Las llantas de 18" y los neumáticos Goodyear Eagle AS2 235/40 R18 hacen el resto. El Focus ST equipa una nueva dirección deportiva de relación variable que reduce la sensibilidad al conducir en línea recta y la aumenta en curvas. Esto permite reducir las vueltas de volante de tope a tope sin necesidad de alterar la posición de nuestras manos al volante, y controlar mejor la conducción. Esta dirección es sumamente directa, transmite una buena información sobre cómo pisa el tren delantero y hace que el comportamiento sea muy ágil. No obstante, el coche gira poco en parado, lo que obliga a maniobrar más de lo necesario. El único punto negativo de esta dirección es que en ocasiones, cuando pisamos gas a fondo, genera una pequeña sensación de "flotabilidad" o ligereza al volante. Creemos que es como consecuencia del elevado par que se transmite al eje delantero, que en determinadas circunstancias no es capaz de absorber totalmente. Y eso teniendo en cuenta que el Focus ST equipa un sistema denominado Torque Steer Compensation que precisamente se encarga de evitar estos disturbios en la dirección al acelerar a fondo. Exceptuando este aspecto, lo cierto es que el Focus ST se conduce de forma fácil y aporta una buena sensación de seguridad. A ritmo deportivo, te hace creer que eres mejor conductor de lo que eres, y eso es un claro indicio de su efectividad y buen carácter. La tracción es sobresaliente, gracias en parte al control de tracción y al Dinamic Cornering Control, que reduce la velocidad de la rueda del interior de la curva para garantizar la tracción. Estos sistemas electrónicos, en funcionamiento conjunto con el control de estabilidad ESP, también contribuyen a reducir el típico subviraje de los coches con tracción delantera y alta potencia. Este Ford nos permite escoger el grado de activación del control de estabilidad, para un mayor o menor intrusismo del mismo en nuestra conducción: modo normal, modo deportivo (ESP desconectado parcialmente) y desconexión total. Todo esto se traduce en un paso por curva muy rápido y una sensación de seguridad y precisión al volante notable.
Seguridad
El Ford Focus es un coche con 5 estrellas EuroNcap, que ha conseguido en parte gracias a la incorporación de airbags delantero, lateral y de cortina de serie; cinturones de seguridad de tres puntos en todas las plazas, con pretensores pirotécnicos en los delanteros; Sistema de protección pasiva contra lesiones en cuello en los asientos delanteros; anclajes isofix; carrocería con zonas deformables de absorción de energía; y sistemas como el de ayuda al mantenimiento del carril o el de aviso de presencia de otro vehículo en el ángulo muerto, entre otros.
Valoración final
Después de hacer más de 400 kilómetros, la mayoría de ellos por revirados tramos de montaña, podemos concluir que estamos ante una excelente versión deportiva del Ford Focus, un coche que hereda la tradición de Ford de crear versiones racing de sus compactos más populares. ¿Quién no recuerda las series Cosworth del Ford Sierra y el Escort, o las anteriores versiones ST del Mondeo, Fiesta o Focus? El nuevo Focus ST es un 10% más potente que el anterior, y gasta menos. En este sentido, es todavía más equilibrado, sin perder el espíritu deportivo que le caracteriza. Sin llegar a ser un RS, este coche también garantiza buenas sensaciones. Es un rival a tener muy en cuenta por otros compactos "racing", y que se vende en nuestro país a un precio razonable. No obstante, Ford no espera vender demasiados ST (unas 250-300 unidades anuales), lo que demuestra la cierta exclusividad de esta versión.
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