Ford Galaxy TDCi: Un auténtico "Business Class"
Cada vez están más de moda los grandes monovolúmenes. El Galaxy es uno de ellos y, además, el modelo de Ford cumple a la perfección los cánones que se exigen a uno de estos vehículos modulares: gran espacio interior y una mecánica con unas prestaciones dignas y con un consumo contenido. Todo ello, con un lujo al alcance de cualquier viajero de la clase business de cualquier compañía de viajes. El llamativo diseño de la carrocería, que presenta elementos del lenguaje de 'Kinetic Design', muestra el mismo modernismo futurista que su hermano el S-MAX. Combina elementos del 'Kinetic Design' con el espacio de un monovolumen, sus niveles de confort de primera clase y la reconocida calidad de conducción de Ford. Además de ello, esta segunda generación de este popular transporte familiar introduce niveles de flexibilidad interior con el innovador sistema FoldFlatSystem (FFS), además de una serie de relevantes nuevas tecnologías centradas en la asistencia al conductor y la seguridad de los ocupantes. Su apartado mecánico está a la altura de las circunstancias, es decir, los 140 CV mueven con soltura a este modelo en todo tipo de carreteras, aunque queda claro que su hábitat natural son las carreteras amplias y las autopistas. Texto y fotos: Narcís Reixach
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Diseño exterior Visto desde cualquier ángulo, el Galaxy es un elegante vehículo familiar de gran tamaño. La mayor anchura, con respecto al modelo anterior, es una de las características que le dan una apariencia más dinámica. Los pronunciados pasos de rueda y la fuerte línea que parte de detrás del faldón delantero hasta las luces posteriores acentúan con fuerza el perfil, y son también elementos típicos del lenguaje de formas del 'Kinetic Design' de Ford. El frontal se caracteriza por su morro distintivamente angulado y por los faros que le proporcionan un aspecto decidido. Las luces de niebla se encastan limpiamente en el parachoques inferior y están ampliamente situadas a cada extremo, un elemento que expresa la anchura del vehículo y acentúa su aspecto más bajo. El Galaxy es indudablemente un Ford al verlo desde delante. La parrilla, familiar y reconocible al instante, ahora común en la mayoría de los vehículos Ford, presenta una parrilla superior más pequeña por encima de la parrilla invertida trapezoidal inferior, más grande. El personal diseño de estas luces traseras complementa el cristal trasero y muestra una lente clara que crea un efecto nítido. Una característica es el techo panorámico de cristal. Extendiéndose hasta justo encima del respaldo trasero de la segunda fila de asientos, esta impresionante apertura proporciona una sensación de aire libre a los ocupantes. También ofrece un sistema de porta-equipajes especialmente diseñado que se ha integrado en la línea del techo y se han diseñado aerodinámicamente para funcionar como alerón.