Ford Ka 1.2 Titanium

Clónico del Fiat 500 y con el que comparte hasta un 80% de las piezas así como su proceso de producción en Polonia, se trata de una nueva versión que supera a la anterior en todos sus apartados. Y es que no solo proporciona unas mejores cualidades de utilización, con elementos de lujo y comodidad que en principio corresponderían a automóviles de categorías superior sino que incluso su aspecto y presentación apenas permiten entrever la versión a la que sustituye lanzada hace 13 años y con el mismo planteamiento de coche pequeño (mide exactamente lo mismo, 3,62 metros). Su precio base es de 10.600 €. Ricardo Chércoles

Le sobran argumentos para triunfar apoyado en el diseño de sus hermanos mayores. Hay que reconocer que, con más o menos éxito, Ford ha sido capaz de mantener una personalidad en sus productos que lo distancian de cualquier otra marca del mercado. Incluso en este segmento, el "Ka" no ha entrado a competir a toda costa en originalidad, tamaño o incluso en prestaciones. Siempre mantiene un elevado margen de racionalidad en sus productos que al mismo tiempo lo diferencian del resto. En esta nueva entrega, este Ford toma todas las tendencias de sus hermanos mayores y lo hace bien. Se trata de un coche bonito y esta dotado de una elevada dosis de discreción lo que no evita que sea el blanco de muchas miradas. Además, sus líneas y trazos son completamente distintos a los de sus posibles competidores que o bien buscan diferenciarse con definiciones "retro" o bien buscan diseños más comprometidos y particulares.

El interior tiene un aspecto solido y de buena terminación, con un resultado muy vistoso. El acceso al habitáculo se realiza a través de dos puertas que hacen muy cómoda la entrada al estar, los asientos delanteros separado del pilar central. Esto que en principio favorece este tipo de maniobras complica la acción de ponerse los cinturones de seguridad, al encontrarse estos más lejos y obligar a estirar el brazo hacia atrás, para simplificar un poco la maniobra. En cambio, para acceder a las plazas traseras la cosa se complica un poco más ya que exige, primero abatir el respaldo de los asientos delanteros y si es necesario, mover la banqueta para dejar un espacio para entrar suficiente. El habitáculo esta muy bien aprovechado para sus dimensiones externas. El espacio para las piernas de los pasajeros traseros es destacable no así en cuanto a su anchura donde ya no existen milagros si bien, dos adultos se acomodan bien. La postura de conducción es buena, aunque no cuenta con regulación de banqueta en altura de serie ni con la posibilidad de desplazar longitudinalmente el volante. La palanca de cambios sobreelevada esta muy bien situada. En cuanto a los acabados, son más que buenos aunque abunden los plásticos duros, disimulados con un diseño moderno y atractivo, pero, sobre todo, con un colorido muy agradable a la vista. Incluso podría decirse que muy buenos si tenemos en cuenta la clase en la que milita. Respecto al equipamiento más de lo mismo y en cuanto a la presentación esta no podría ser más atractiva. La ergonomía esta bien conseguida. A esto se suman unos asientos delanteros cómodos, y que recogen bien el cuerpo, más incluso de lo esperado. El salpicadero es atractivo, claro y con la información necesaria. Todos los mandos resultan intuitivos y fáciles de encontrar y accionar. El acabado y encaje de las piezas es muy bueno y esta a la altura del resto de sus hermanos mayores. Por ultimo, el maletero tiene una capacidad más que razonable y cuenta con unas formas bastante regulares.

Buscando la economía de uso y de mantenimiento. El motor de 1.2 litros de 69 CV de origen Fiat, ofrece un amplio margen de utilización -el corte de inyección esta situado por encima de las 6.000 rpm-, y cuenta con una zona media y alta del cuentavueltas de pleno funcionamiento. Apenas vibra y es muy silencioso y suave de funcionamiento. Solo los largos desarrollos finales en sus dos últimas marchas penalizan las prestaciones, sobre todo en lo referente a recuperaciones. Aun así, la mecánica cuenta con suficiente potencia para conseguir unas dignas cifras en los adelantamientos fuera de la ciudad, aunque no resulte lo más llamativo del modelo. Este comportamiento se vuelve a manifestar en las cuestas largas o en los adelantamientos comprometidos siendo el único momento donde se echa en falta algo más de potencia junto a unos desarrollos de transmisión más cortos. También habrá que decir a su favor que este problema se soluciona rápida y satisfactoriamente con echar mano del cambio y reducir una o dos marchas. Con esta operación, el motor vuelve a encontrarse con "ganas" y notamos como la velocidad se incrementa sin problemas.

Agíl y fácil de conducir, puede resultar incluso divertido si se exprimen sus posibilidades. Este nuevo modelo nada tiene que ver con el modelo al que sustituye. Cuenta con un mejor comportamiento, es muy ágil en zonas viradas y ofrece una razonable comodidad interior en los largos desplazamientos gracias al excelente compromiso de su suspensión. En zonas rápidas, el conjunto motor/bastidor permite abordar las curvas con verdadera rapidez, total seguridad y aplomo. Y basta decir que resulta hasta resulta divertido. Una vez que abandonamos las carreteras con amplias curvas y asfalto en buenas condiciones y nos adentramos en carreteras con curvas y asfaltos rizados, las condiciones se mantienen inalterables. El tren posterior se manifiesta muy previsible en todo momento, aunque si buscamos el limite de adherencia la cosa se complica. El equipo de frenos, aún con simples tambores en el eje posterior, resulta potente. Mas incluso de lo esperado, tanto por su capacidad para resistir como por sus distancias de frenado. El ABS funciona muy bien.

Ford ya es merecedor de las obligadas cinco estrellas EURONCAP en la practica totalidad de sus modelos. A esto se suma una facilidad de conducción asombrosa, unido una dirección precisa y exacta que transmite la información de forma clara. Las distancias de frenado arrojan los resultados esperados deteniendo al vehiculo de 120 a 0 km/h en menos de 50 metros. Además cuenta con ayudas como el ABS y el control de tracción (opcional). El habitáculo esta protegido tanto por su rigidez en las pruebas de impacto lateral como por los airbags de rigor (los laterales son opcionales). La rumorosidad interior es de 72 dB a 120 Km/h.

El nuevo Ka, resulta en general un buen producto en todos sus apartados y cumple a la perfección con lo esperado de un vehículo de su categoría y dimensión. Es cómodo, suficientemente amplio, incluso más de lo esperado y cuenta con un elevado grado de equipamiento de serie. El habitáculo permite que cuatro adultos se acomoden con suficiente solvencia y el maletero permite no solo acomodar las bolsas de la compra sino incluso el equipaje de un fin de semana. Respecto al precio, poco cabe decir. Casi 11.000 euros que permiten disponer de un coche bonito, bien terminado, bien presentado, original y que esta unido a una economía de uso que resulta sobresaliente.