En esta ocasión nos ponemos al volante de la berlina de tamaño medio de Honda en su versión turbodiésel 2.2 i-DTEC. El vehículo está propulsado por una mecánica de cuatro cilindros de 180 CV que supone una evolución de la misma variante pero de 150 CV. Con este incremento de potencia, el modelo logra una respuesta más contundente que le hace avanzar tanto en el terreno prestacional como a la hora de recuperar. En el ámbito puramente dinámico, este automóvil destaca por un excelente chasis y una apropiada firmeza de suspensión con los que estabilidad y confort de marcha quedan conjugados a la perfección. El vehículo nipón compite con un amplio y variado grupo de berlinas entre las que se hallan el Audi A4, el BMW Serie 3, el Volkswagen Passat, el Citroen C5, el Ford Mondeo, el Mazda6 o el Toyota Avensis. El precio de esta versión del Accord es de 34.000 euros.
Diseño
La apariencia del Accord ha jugado un importante papel a lo largo de sus ya ocho generaciones. Y es que estamos ante un modelo que siempre ha demostrado una personalidad propia, con líneas rectas muy marcadas y una imagen sofisticada y bien diferenciada de la mayoría de sus rivales en el segmento de las berlinas. En este caso debe remarcarse su parrilla pentagonal, integrada por tres franjas cromadas, y a la que quedan unidos los sofisticados grupos ópticos, de forma bastante achatada. La unidad que hemos probado pertenece al acabado Type S, es decir, el pensado para los conductores fanáticos de la deportividad. Por este motivo equipa una serie de complementos de carrocería que buscan reforzar la imagen racing del modelo japonés. Entre ellos destacan los paragolpes delantero y trasero, así como las taloneras específicas. No cabe olvidar las vistosas llantas de 18 pulgadas, con las que el automóvil gana todavía más personalidad. Si mantenemos la mirada en el perfil del vehículo observaremos la presencia de una nervadura lateral que, desde la altura de las ópticas, moldea la carrocería y asciende hasta la altura del maletero. Por su parte, la parte trasera se caracteriza por un aspecto muy compacto, con los pilotos bastante planos siguiendo la línea de los faros delanteros.
Habitabilidad
Tras acomodarnos en el puesto de mandos de la berlina asiática percibimos una posición algo más baja de lo que es habitual la mayoría de berlinas. De esta forma crece la sensación de deportividad desde un primer momento. El volante puede ajustarse tanto en altura como en profundidad y el asiento recoge eficazmente el torso debido a una buena sujeción lateral. Gracias a todo ello se logra conducir de forma muy confortable en todo momento. Para la confección del interior se han empleado materiales de calidad destacable, logrando una atmósfera lujosa que le sitúa dentro del segmento Premium. Se combinan plásticos de diferente dureza y de tacto agradable. Aunque no llega al nivel de algunos de sus rivales alemanes en este ámbito, se queda muy cerca. Cabe resaltar el atractivo diseño del tablier, de forma escalonada y atravesado por una franja transversal en símil aluminio. Las plazas traseras se han diseñado para lograr una gran comodidad de dos ocupantes, que se aprovecharán de un holgado espacio para las piernas. La zona central es más recomendable para ser utilizada de forma ocasional. En lo que se refiere al espacio destinado a la carga, el Accord sedán cuenta con un volumen de 467 litros. Paradójicamente, ésta variante de carrocería proporciona una mayor capacidad de maletero que la versión Tourer familiar.
Mecánica
El motor que da vida a este Accord es un 2.2 i-DTEC de 180 CV a 4.000 rpm, basado en el bloque de la misma cilindrada pero de 150 CV. Con este incremento de potencia, el modelo de Honda rivaliza de tú a tú con algunas de las berlinas más reputadas. Esta mecánica de 2.199 cm³; dispone de inyección directa common rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler. Entrega un par motor de 380 Nm entre 2.000 y 2.750 rpm, aunque ni mucho menos le falta fuerza por debajo de estos regímenes. Pasando al capítulo de las prestaciones, con este motor el Accord puede pasar de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y circular a una velocidad máxima de 220 km/h. El empuje adicional con respecto a la variante de 150 CV es más que notable y se percibe incluso desde bajas vueltas. Gracias al trabajo realizado en materia de eficiencia por parte de los ingenieros de la firma, la berlina japonesa homologa un consumo de 5,8 litros cada 100 kilómetros, valor bastante ajustado si se considera su potencia. Eso sí, es ligeramente más elevado que algunos de sus rivales Premium. El motor va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, que se distingue por un escalonado realmente equilibrado y por una sexta relación con la que el motor viaja más desahogado. Por otra parte, el tacto de la palanca de cambios es muy preciso y el engranaje de las marchas se produce con gran suavidad. Mientras tanto, el aislamiento acústico del motor se ha efectuado de forma muy acertada, de modo que el silencioso rodar del automóvil contribuye positivamente al confort de marcha.
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Comportamiento
La más que demostrada eficacia de los chasis de la marca nipona vuelve a salir a la palestra en el Accord. Su estructura se basa en un esquema de suspensión independiente a las cuatro ruedas, de doble horquilla en el eje delantero y multibrazo, en el trasero. Con un tarado que tiende a firme, la combinación de chasis y suspensión se traduce en un conjunto caracterizado por una gran estabilidad y un aplomo más que considerable. La mejor forma de comprobar las virtudes dinámicas de este Honda pasa por adentrarse por una carretera de montaña a un ritmo animado. Su comportamiento es totalmente neutro durante los apoyos y, pese a sus 4,72 metros de longitud, denota una agilidad encomiable. Además, la berlina de Honda copia de forma excelente las irregularidades de la carretera, cuestión que acentúa el ya de por sí elevado placer de conducción. Para ello también aporta su granito de arena la dirección, que no sólo se distingue por una extrema suavidad sino también por un funcionamiento realmente preciso. Así, la confianza que genera la dirección al conductor es enorme en todo momento, teniendo en cuenta además que su asistencia es sensible a la velocidad. Es decir, se endurece o se vuelve más blanda según el ritmo o la situación de conducción.
Seguridad
Entre el equipamiento referente a la seguridad, el Accord dispone de ABS con EBD, además de airbags frontales inteligentes, laterales delanteros y airbag de cortina delantero y trasero. En el capítulo de las ayudas electrónicas destacan los controles de tracción y estabilidad VSA. De cara a instalar sillitas infantiles cuenta con preparación Isofix. Para facilitar los aparcamientos, equipa sensores de distancia delanteros y traseros que funcionan mediante radar.
Valoración final
Si bien en cuanto a lujo interior el Accord está algo por debajo de algunos de sus rivales Premium, poco tiene que envidiarles en ámbitos como el rendimiento dinámico o en la respuesta de su mecánica diésel de 180 CV. Junto a estos dos aspectos cabe reseñar su enorme suavidad de marcha, un equipamiento generoso y un diseño deportivo bastante más atrevido de lo que se estila en el segmento (que aún se hace más evidente en la versión Type S probada).
Hola Me gustaría saber de la fiabilidad del motor 2.2 idtec 150cv