Combinación ganadora
Si algo le faltaba a la gama Accord en el momento de su lanzamiento, hace ahora un año, era un cambio automático para el motor diesel i-DTEC. Tardó seis meses en llegar, pero la espera ha merecido la pena.
Las transmisiones automáticas no dejan de ganar terreno a las manuales a pesar del incremento en el precio final del vehículo que ello supone. Y es que no hay más que probarlas para convencerse de su eficiencia y de la comodidad de no tener que preocuparse del cambio a menos que uno quiera y que disponga del modo secuencial que lo permita. Hasta principios de año esta opción no era posible con el Accord diesel, ahora constituye una razón más para hacerse con la berlina japonesa.
El Accord es una de las berlinas con aspecto más deportivo de cuantas hay en el mercado. El relevo generacional al que se vio sometido el pasado año se ve reflejado, desde un punto de vista meramente estético, en la frescura de sus líneas, que buscan transmitir dinamismo, y también en el aumento de sus cotas, que de acuerdo con la tendencia del mercado crecen a lo largo y a lo ancho, tanto en lo que a carrocería se refiere como al chasis, pues su distancia entre ejes gana 35 milímetros y el ancho de vías nada más y nada menos que 75. La altura, sin embargo, se ha rebajado. Concretamente, en la versión Sedán, la variación ha sido de 5 milímetros.
El interior es confortable, con materiales de alta calidad y acabados realizados con esmero. Es fácil encontrar una postura de conducción adecuada acorde a los gustos personales. La ergonomía del asiento, del volante, de la consola central y de la ubicación de los mandos se encargan de ello. Por otro lado, desde el volante se puede controlar multitud de funciones del vehículo: sistema de audio, control de velocidad, alerta de cambio involuntario de carril, información del ordenador de a bordo, etc. También cuenta con levas para el cambio de marchas. Las plazas posteriores no tienen problemas de espacio, aunque el pasajero que se sitúe en el centro tendrá que lidiar con el túnel de transmisión y la prolongación de la guantera central en la que se integran dos salidas de refrigeración. Obviamente, esta plaza tampoco tiene el mismo mullido que las de los extremos. El maletero dispone de 460 litros de capacidad de carga.
El motor diesel 2.2 i-DTEC que equipa es la evolución del laureado i-CDTi. Se trata de un motor que rinde 150 CV, en lugar de los 140 CV de su antecesor y que eleva el par máximo disponible de 340 a 350 newton metro a 2.000 revoluciones por minuto. Es suave, refinado, de agradable respuesta y parco en consumo. Con el cambio automático de cinco velocidades cifra un consumo mixto declarado de 6,4 litros a los 100 kilómetros que, en realidad, aunque suba un poco puede mantenerse una media por debajo de los 7 litros. Las mejoras en su eficacia han sido posibles, en gran medida, porque el sistema por raíl común utiliza inyectores piezoeléctricos que aumentan la presión de 1.600 a 1.800 bares y que permiten hasta cinco inyecciones por ciclo. También se ha mejorado la recirculación de los gases de escape.
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Su aspecto dinámico es, en este caso, un fiel reflejo de su comportamiento. No es que tenga afán de ser un deportivo pero es ágil en las maniobras y noble en las reacciones. Sin necesidad de unas suspensiones demasiado firmes transmite una gran estabilidad al tiempo que permite disfrutar a sus ocupantes de un alto grado de confort de marcha. La dirección ofrece un buen guiado y facilita la conducción gracias a un tacto equilibrado con la asistencia justa. El nuevo cambio automático secuencial de cinco velocidades casa a la perfección con el motor i-DTEC. Aprovecha eficazmente los 150 CV de éste y se muestra suave y suficientemente rápido en su respuesta, aunque si se prefiere una conducción más dinámica lo mejor es seleccionar la marcha manualmente a través de las levas situadas en el volante. Existe una opción intermedia que es situar la palanca del cambio en la posición S.
El Honda Accord dispone de un equipamiento tecnológico en materia de seguridad como pocos en el mercado, ya no en su categoría. Ejemplo de ello es el avanzado sistema de asistencia a la conducción denominado por la marca ADAS. Un sistema que integra el guiado de carril (LKAS), el control de crucero adaptativo (ACC) y el de mitigación de impactos (CMBS). El LKAS toma como referencia las marcas viales de la calzada para alertar al conductor de un cambio involuntario de carril o de una salida de la vía, pero además interviene en la dirección para que el coche mantenga la trayectoria adecuada. Pero ojo, porque no convierte al vehículo en el "coche fantástico" de modo que si detecta que el volante no tiene contacto durante más de dos segundos se desactiva automáticamente. El ACC mantiene la velocidad prefijada por el conductor y también la distancia respecto al vehículo que circula delante, mientras que el CMBS emite, en primer lugar, una señal acústica en caso de una posible colisión y si la colisión es inevitable actúa sobre los frenos al tiempo que tensa los cinturones de seguridad.
La versión que hemos probado es la más alta de la gama lo que significa que también es la más cara: 39.600 euros. Si comparamos su precio con el de sus rivales veremos que el del Accord es más elevado sin embargo, pronto encontraremos la justificación al revisar la lista de equipamiento. El modelo japonés es el que más equipamiento en seguridad puede incorporar, es más es el único que puede incluir sofisticados sistemas como los descritos más arriba, otra cosa es que estemos dispuestos a pagarlos pero si hay que escatimar mejor que no sea en seguridad. Por otro lado, el Honda Accord es un coche fiable y muy equilibrado, con el que se puede disfrutar tanto en el día a día como en los viajes largos.
Quiero comprar un honda accord luxury diesel blanco automatico por lo visto ya no se fabrica ! Alguien me puede decir si queda alguno?