Probamos la única versión diésel de la gama Civic, con motor 1.6 i-DTEC que ofrece 120 CV. Se presenta como la más equilibrada en cuanto a prestaciones y consumo.
El Honda Civic es un modelo clave en las ventas de Honda en toda Europa. En su última generación, presentada hace un par de años, (aquí tenéis una videoprueba con motivo de su presentación internacional) el coche evolucionó notablemente respecto a su antecesor, y se puso al día sobre todo en todo lo relacionado con la tecnología y la mecánica. Su motor diésel, por ejemplo, con sólo 1.597 cc., da 120 CV a 4.000 vueltas y 300 Nm de par a 2.000 vueltas, con un consumo medio homologado de 3,5 l/100 km, en el caso de la versión de 5 puertas que hemos probado. Es una de las versiones de la gama Civic más equilibradas en su relación prestaciones-consumo-precio.
Cierto es que los motores diésel no viven su mejor momento, pero no es menos cierto que siguen siendo muy competitivos, económicos y fiables. El diésel de este Civic es un buen ejemplo de diésel avanzado, en el que los ingenieros japoneses han puesto todo su esfuerzo en reducir la fricción y en aumentar la eficiencia de la conversión del NOx contaminante, para hacer que cumpla con la normativa Euro 6d-TEMP. Lo mejor de todo es que lo han logrado sin necesidad de emplear aditivos de urea, algo que algunos de sus competidores no pueden decir.
Este motor diésel rueda fino, transmite muy pocas vibraciones, es silencioso y suficientemente potente para mover una carrocería que en esta última versión del Civic es muy ligera y rígida a la vez. La entrega del par máximo llega a las 2.000 vueltas, pero el coche sale con mucha soltura desde bajas revoluciones, hasta el corte de encendido a las 4.500 r.p.m. aprox.. El cambio manual de seis velocidades tiene una primera corta que hace ágiles las salidas desde parado, mientras que el resto de relaciones parecen bien escalonadas para dar a la respuesta del motor un carácter elástico y progresivo. Es un coche que se conduce de forma fácil, muy agradable, en el que todo se percibe bien acompasado.
Chasis sobrado
El chasis de este Honda Civic, tiene características ligeramente deportivas a pesar de tratarse de una versión diésel. Equipa un sistema de suspensión adaptativa que permite modificar el tarado de los amortiguadores hasta una posición sport que hace que su respuesta sea más firme. Esto provoca que el coche se percibe todavía más aplomado y estable en conducción deportiva. Además, el coche equipa un sistema que frena la rueda interior en el momento de tomar una curva, para facilitar la entrada del coche en el viraje. No en vano Honda afirma que esta nueva generación del Civic es la más deportiva de la historia. Y eso se nota incluso en estas versiones con motor diésel de media potencia.
La unidad probada montaba llantas de aleación de 17 pulgadas con neumáticos 235/45 R17, con perfil suficientemente bajo como para no transmitir demasiada deriva en los apoyos en curva. Si a eso le sumamos una dirección bien asistida y bastante directa, el conjunto sale bastante redondo.
Pero Honda juega con una dualidad de carácter. El Civic diésel muestra en todo momento otra de sus facetas: la economía de consumo. Los 3,5 l/100 km. que os he comentado en un principio, se quedan en realidad, según lo registrado durante la prueba, en 4,9 l/100km. de media, con un pico de 5,7 l/100km. en ciudad. En cualquier caso, es un consumo excelente, muy competitivo.
En el coche tenemos varios indicadores con lo que podemos controlar nuestro estilo de conducción con el objetivo de rebajar esta cifra al máximo. Por un lado, existe un botón ECON, junto a la palanca de cambio, que activa un sistema que limita la entrega de potencia y el consumo de algunos dispositivos del vehículo para optimizar el consumo; por otro, el conductor dispone de un indicador de marcha recomendada que “avisa” sobre la necesidad de subir una relación, en determinados momentos, para reducir la exigencia de combustible por parte del motor, y un sistema de colores en el cuadro de instrumentos que cambia de verde a rojo en función de nuestro estilo de conducción. Todo ello ayuda a practicar una conducción “ecológica”, si es nuestro deseo.
Por lo tanto, estamos hablando de un coche que cuenta con una excelente base, capaz de configurar un Type R (aquí tenéis una videoprueba de esta versión) con cierta preparación, pero a la vez idónea para versiones más económicas de uso como esta diésel, y sin perder ese carácter deportivo que caracteriza al modelo.
Diseño atrevido
Estéticamente responde a esta personalidad, y en esta nueva generación se mantienen las líneas agresivas, marcadas, muy vanguardistas. Es un diseño que, por norma general, o no gusta o gusta mucho. No hay término medio. Esta carrocería se percibe ancha, baja y larga, por lo tanto, da imagen de estabilidad sólo con ver el coche en parado. Es un estilo muy sport que también se traslada al interior, en el que encontramos un salpicadero con mucha línea horizontal, como manda las últimas tendencias en diseño, para dar sensación de amplitud.
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La posición de conducción es ligeramente deportiva, con la banqueta en una posición bastante baja, la consola central ancha y elevada y un volante de tres radios forrado en cuero con buen tacto. El cuadro de instrumentos se sale de lo convencional, y muestra una sola pantalla que agrupa el velocímetro y cuentarrevoluciones (este último con visualización mejorable), indicador de marcha y todos los datos del ordenador de a bordo (todo ello en digital) y a sus lados los gráficos de la temperatura y nivel de combustible.
En el centro del salpicadero está la típica pantalla táctil del sistema Honda Connect, en una posición un poco baja para mi gusto, que integra las funciones del sistema de infoentretenimiento. Más abajo encontramos un generoso hueco para cargar del móvil de forma inalámbrica, portabebidas detrás de la palanca de cambio y un gran hueco debajo de la consola con conexiones HDMI y USB.
Los acabados son notables, y los materiales empleados se perciben de buena calidad. Hay materiales blandos en las consola central y el interior de las puertas, que contribuyen a hacer muy confortable el uso del coche. Los asientos también destacan por su comodidad y buena sujeción, y en este caso estaban forrados en cuero al tratarse de una unidad tope de gama. De la misma manera, el techo solar y el sistema de entrada y arranque sin llave está incluido en este acabado Executive, que tiene en su equipamiento de serie un punto fuerte. Eso sí, cuesta 29.900 € de tarifa (32.000 con cambio automático), aunque tenéis un Civic disponible desde 22.400€ de PVP, con motor de gasolina 1.0 de 129 CV y acabado Comfort.
Buen espacio atrás y gran maletero
En esta nueva generación, el espacio para los pasajeros que viajan atrás ha mejorado, y se nota sólo con subirse al coche. Incluso el pasajero central va cómodo, al no molestar apenas el túnel de transmisión. El respaldo y los asientos tienen un mullido tirando a blando, pero no resultan incómodos. En esta unidad se montaba calefacción en estas plazas traseras.
El maletero es uno de los mejores aspectos del Civic. Sus 478 litros de capacidad de carga lo sitúan como uno de los mejores del segmento compacto, superior incluso al de un Hyundai i30 Fastback (450 litros) o un Fiat Tipo 5P (440 litros) y sólo superado por el magnifico espacio que ofrece un Skoda Octavia (590 litros).
Esta capacidad interior lo hace un coche muy práctico para uso diario o largos desplazamientos. En carretera se nota muy bien insonorizado, de rodar suave y aplomado. En carreteras de montaña vira muy plano, sin resultar incómodo. Su guiado es fácil y se percibe seguro, al tener unas reacciones de chasis muy neutras.
Como es habitual en Honda, las versiones tope de gama son las que mejor vienen equipadas, y en este caso no se escatima en sistemas de seguridad: sistema de aviso de desinflado de neumáticos, de prevención y mitigación de impactos, de aviso de colisión frontal, de mantenimiento de carril, de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, limitador de velocidad, sistema de información de ángulo muerto con sistema de tráfico cruzado, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, etc.
Por todo ello, el Civic, en cualquiera de sus versiones, asegura un buen nivel de ventas para Honda en Europa. Precisamente es en el Viejo Continente donde se fabrica, en Reino Unido, para todo el mundo.
Haber si comparais el Civic sedan 1.5 de 182 contra el Corolla familiar