El CR-V cambia por completo sin cambiar para nada su filosofía de SUV asfáltico. El nuevo modelo de Honda, una de las más importantes bazas comerciales de la marca, gana habitabilidad y capacidad de maletero sin necesidad de crecer en tamaño. Además, mantiene sus dos motores actuales, el dos litros de gasolina y el 2.2 Diesel aunque mejora las prestaciones y el consumo de ambos.
El CR-V de cuarta generación se presentará en el Salón de París y se pondrá a la venta en España en noviembre a unos precios muy similares a los del modelo actual. No obstante, ya lo hemos podido conducir en los alrededores de Munich y la sensación es que la marca ha perfeccionado su producto a base de dotarlo de una calidad superior y de mejorar el comportamiento en asfalto en detrimento de sus posibilidades off-road, ya muy limitadas en el modelo saliente.
La gran novedad de la gama de lanzamiento es la disponibilidad, por primera vez en la ya larga historia de este modelo, de una versión con tracción delantera asociada únicamente al motor de dos litros de gasolina. Esta variante permitirá rebajar el precio de acceso a la gama.
A lo largo de 2013, la llegada de una versión con un nuevo motor diesel de 1,6 litros y 120 CV de potencia, también disponible con tracción delantera, proporcionará a este modelo nuevos argumentos comerciales y le permitirá cubrir el mercado de los SUV compactos diesel de entre 110 y 120 CV y tracción 4x2 que son los más demandados en este exitoso segmento.
Honda aspira a vender en España 3.500 unidades de este nuevo CR-V en un año completo lo que equivale a conseguir el liderato entre los SUV de tamaño medio. La generación saliente consiguió durante algún tiempo ese liderato y se ha mantenido, hasta su descatalogación, como el SUV 4x4 con motor de gasolina de más éxito en el mercado español.
PVP Honda CRV: Gasolina 2.0 i-VTEC 2WD COMFORT 27.200 € 2.0 i-VTEC 2WD ELEGANCE 29.500 € 2.0 i-VTEC LIFESTYLE 34.500 € 2.0 i-VTEC LIFESTYLE NAVI 36.700 € 2.0 i-VTEC LUXURY 38.700 € 2.0 i-VTEC INNOVA 41.300 € 2.0 i-VTEC AT LIFESTYLE 36.500 € 2.0 i-VTEC AT LIFESTYLE NAVI 38.700 € 2.0 i-VTEC AT LUXURY 40.700 € 2.0 i-VTEC AT INNOVA 43.300 € Diesel 2.2 i-DTEC COMFORT 29.900 € 2.2 i-DTEC ELEGANCE 32.200 € 2.2 i-DTEC LIFESTYLE 35.100 € 2.2 i-DTEC LIFESTYLE NAVI 37.300 € 2.2 i-DTEC EXECUTIVE 37.100 € 2.2 i-DTEC LUXURY 39.300 € 2.2 i-DTEC INNOVA 41.900 € 2.2 i-DTEC AT ELEGANCE 35.200 € 2.2 i-DTEC AT LIFESTYLE 38.100 € 2.2 i-DTEC AT LIFESTYLE NAVI 40.300 € 2.2 i-DTEC AT EXECUTIVE 40.100 € 2.2 i-DTEC AT LUXURY 42.300 € 2.2 i-DTEC AT INNOVA 44.900 €
Renovación completa
El CR-V de cuarta generación no supone ninguna revolución formal o filosófica con respecto al modelo al que sustituye. Es ligeramente más habitable, tiene un maletero mayor, sus motores son más limpios y es más bajo pero seguirá compitiendo en el mismo segmento que hasta ahora e intentará mantener el liderato entre los SUV de tamaño medio de gasolina. Además, con la llegada de un nuevo motor diesel de 120 CV y versiones 4x2, atacará el liderato absoluto del segmento.
El CR-V es un SUV de tamaño medio (mide 4,57 metros de largo, 4 cm más que su antecesor) que se encuentra a medio camino entre los modelos de marcas generalistas como el Nissan X-Trail, el Toyota RAV4, el Opel Antara, el Ford Kuga, el Renault Koléos o el Volkswagen Tiguan y los de marcas Premium o más especializadas como el Audi Q5, el BMW X3, el Volvo XC60 o el Land Rover Freelander.
Con una distancia entre ejes de 2,63 cm y una altura rebajada, el coche mejora su centro de gravedad, algo que incide de manera notable en el comportamiento dinámico. Al reducir la altura, el nuevo CR-V modifica la posición de conducción y la altura de las plazas traseras con una banqueta situada en una posición más baja (3,8 cm) para mantener la habitabilidad. La habitabilidad, sin embargo, no se resiente ya que los pasajeros traseros disponen de una notable amplitud y de una distancia al techo aumentada respecto a la generación precedente. En este apartado, lo único que no nos gustó fue la plaza del acompañante, no muy amplia y con relativamente poco espacio para las piernas, como si se hubiera priorizado el espacio detrás en detrimento del disponible delante.
Más capacidad de maletero
El maletero ha ganado capacidad. Pasa de 524 a 589 litros que se convierten en 1.669 una vez abatidos los asientos traseros. En esta última disposición, se dispone de una longitud de carga de 1,570 metros. Para abatir los asientos, Honda ha ideado un sistema que permite realizar la operación en un único movimiento.
Al accionar unas palancas situadas en los laterales del maletero (hay una en cada lado para cada una de las dos mitades en que se divide el asiento en proporción 60/40), la banqueta se eleva y el respaldo se abate de manera automática. Para ello, los reposacabezas traseros deben estar en su posición más baja ya que de lo contrario, tropiezan con la banqueta elevada. Además de las palancas reseñadas, unos tiradores textiles en la base de los asientos permite realizar la misma operación desde cada una de las puertas traseras pero sólo en la parte del asiento de ese lado.
Diseño atractivo
Exteriormente, el CR-V es un coche bonito. Más bajo que otros SUV de tamaño similar, destaca por la enorme parrilla frontal con tres láminas cromadas que "se meten" visualmente en los faros. Los pasos de rueda son más marcados y más grandes que en la generación preferente lo que ha obligado a "llenarlos" con llantas de 17 y 18 pulgadas. En la parte trasera, el corte del tercer cristal y los pilotos de LED verticales, recuerdan ligeramente al Volvo XC60.
En el habitáculo, el CR-V presenta un salpicadero agradable, alejado del aspecto futurista del que monta el Civic. La palanca del cambio está situada en posición elevada y queda muy a mano, mientras que la instrumentación es muy completa y está apoyada con dos pantallas a color. La superior, más pequeña, es de serie en todos los CR-V mientras que la del navegador, situada en el centro de la consola, da servicio, cuando se monta de serie, al equipo de audio y a la cámara de retrovisión.
Los mismos motores
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La gama inicial de motores es la misma que la del modelo actual aunque la marca ha puesto a punto ambas mecánicas para conseguir reducir el consumo y las emisiones. La versión de gasolina monta el dos litros VTEC de la marca con la potencia llevada a 155 CV (antes 150). Este propulsor estará disponible, por primera vez, con transmisión 4x2, lo que permitirá abaratar el precio de acceso a la gama.
El motor diesel es también un viejo conocido. Se trata del 2.2 de 150 CV que ya monta el modelo actual pero los cambios introducidos en los periféricos combinados con el uso de una dirección eléctrica y del sistema Stop/Start (sólo con el cambio manual) ha permitido rebajar consumos y emisiones. La versión 4x4 manual consume ahora 5,6 litros mientras que con cambio automático gasta 6,6. En ambos casos se han reducido más de 20 gramos por km de CO2 lo que ha permitido a las versiones manuales caer al tramo del 4,75% del Impuesto de matriculación.
En la toma de contacto en Alemania pudimos conducir la versión diesel automática. La respuesta del motor es muy parecida a la del actual pero hay un cambio significativo en el ruido. El nuevo modelo es más silencioso (la marca habla de 3 decibelios, que es mucho en un coche) gracias al aislamiento de mayor calidad y a las modificaciones efectuadas en el motor. La verdad es que este motor generaba en el CR-V anterior un notable claqueteo en frío y sonaba mucho a alto régimen y ahora, el sonido parece casi el de un gasolina.
Cabe señalar que el CR-V mantiene el botón ECON verde a la izquierda del conductor. Cuando se acciona, el coche cambia la cartografía electrónica de la respuesta del motor y del equipo de climatización para ahorrar combustible.
La gran novedad de la gama llegará, no obstante, en el transcurso del año 2013, cuando Honda lanzará una versión del CR-V con motor 1.6 diesel. Este nuevo bloque, que se estrenará antes de finales de año en el Civic, dispone de 120 CV y permitirá al SUV de la marca entrar de lleno en un terreno hasta ahora desconocido para ella; el de los SUV diesel de potencia más modesta y dos ruedas motrices que son los que se llevan la mayor parte del pastel de ventas del segmento.
Más dinámico
La rebaja en el centro de gravedad no es el único aspecto que ha contribuido a mejorar el comportamiento del coche. Este nuevo CR-V dispone de una suspensión retocada con respecto a sus hermanos americanos y japoneses -a la venta desde hace algunos meses- y adaptada al gusto europeo. Es una suspensión más firme, con mayor capacidad de filtrado de baches y que genera menos balanceo en curva. La verdad es que en carretera, se nota que el coche se comporta de manera parecida a un turismo, con pocas inercias, una estabilidad lineal notable y una buena capacidad para encajar las irregularidades del terreno.
Este aumento de la rigidez de la suspensión, acompañada por un aumento de la rigidez torsional y a la flexión del chasis y por la rebaja del centro de gravedad, convierte a este CR-V en el más asfáltico de todos. Por la misma razón, sus pocas capacidades off-road habrán desaparecido casi por completo. Y hablamos en condicional porqué en nuestra toma de contacto no pisamos nada que no fuera asfalto.
El CR-V ya era uno de los SUV menos adaptados a un uso en pista por sus malos ángulos característicos, sus escasos recorridos de rueda y sus desprotegidos bajos. El nuevo no mejorará en este apartado pese a que el sistema de tracción inteligente 4x4 es nuevo y dispone ahora de gestión electrónica sobre la única bomba hidráulica del sistema (antes había dos) lo que ha permitido ganar 17 kilos de peso en este elemento.
Equipamiento a tope
Cada vez que un coche cambia de generación, la marca aprovecha para dotarle de nuevos equipamientos de confort y seguridad que no estaban disponibles en su antecesor. En este caso, el CR-V dispondrá según equipamientos (ver la ficha adjunta) de elementos inéditos como el acceso y la puesta en marcha sin llave, el portón trasero con apertura y cierre eléctrico, los faros bi-xenón con luz de curva (se activa a menos de 35 km/h, si giramos el volante más de 110 grados y tenemos accionado el intermitente) y cambio automático de cortas a largas, la cámara de retrovisión o el control de crucero adaptativo.
Honda comercializará una gama muy amplia con nada menos que seis acabados (Confort, Elegance, Lifestyle, Executive, Luxury e Innova) y los dos motores con cambio manual o automático y versión 4x2 en el caso del gasolina además de las 4x4 disponibles para ambos propulsores. La marca no ha confirmado precios de momento aunque si nos dijo en la presentación que serán muy parecidos a los del modelo actual y, por tanto, más competitivos ya que el equipamiento aumenta.
La marca tiene grandes planes para este CR-V que lanzará en el mes de noviembre en nuestro mercado. Plantea vender 3.500 unidades en un año completo y liderar el segmento de los SUV medios cuando llegue la versión diesel de 1,6 litros.
Conclusión
El nuevo CR-V se basa en tres elementos fundamentales; la eficiencia, con motores más limpios, una aerodinámica mejorada y una notable apuesta por el comportamiento en asfalto, la funcionalidad, con mayor capacidad de carga y soluciones prácticas, especialmente en el maletero, y el equipamiento, con una puesta por la seguridad y por elementos de confort hasta ahora no disponibles.
Respecto a la generación anterior, el salto es notable aunque manteniendo la filosofía que siempre ha caracterizado al modelo para conseguir fidelizar a los clientes y captar otros nuevos, especialmente procedentes de marcas Premium.
Me gustaria saber la opinión sobre el motor diesel 2.2 150cv de Honda CR-V, que tal resultado esta dando ,si comsume poco o no ya que estoy ineresado en comprarme el nuevo Honda CR-V que a mí si me gusta , espero que alguien me pueda contestar ,gracias.