Honda CR-V 2.2 i-DTEC 150 CV: Se pone al día

Nos hemos puesto a los mandos de la cuarta generación del popular SUV de Honda, que lleva vendiéndose en nuestro mercado desde el pasado mes de noviembre. El nuevo modelo presenta una serie de mejoras que os detallaremos a lo largo de esta prueba que lo hacen aún más confortable, sobre todo a la hora de viajar por carretera, a la vez que se pone guapo para la ocasión. Para nuestra primera prueba a fondo hemos elegido el conocido motor i-DTEC de 2.2 litros de 150 CV. Este propulsor, junto con el dos litros de gasolina ya se equipaban en la anterior generación, aunque desde Honda aseguran que han recibido algunos cambios que los hacen un poco más eficientes. También hay que comentar que a lo largo de este 2013 se introducirá una nueva versión de acceso a la gama en diésel compuesta por un bloque de 1,6 litros con una potencia de 120 CV con opción a tracción 4x2. Con un rango de precios que va desde los 27.200 euros de la versión básica de gasolina hasta prácticamente los 45.000 euros de la tope de gama en diésel, el CR-V debe enfrentarse a rivales de la talla del nuevo Mazda CX-5, Ford Kuga, BMW X3, Audi Q5, o el Volvo XC-60 entre algunos otros. Todo un reto para hacerse con el "top" del segmento de los SUVs de tamaño medio. PVP HONDA CR-V 2.2 i-DTEC 150 CV Lifestyle 35.100 € (*31.800 €) (*Oferta de lanzamiento, Plan PIVE incluido)

La longitud y la altura se han reducido en 5mm y 30 mm respectivamente en comparación con el modelo anterior, logrando que ello no haya comprometido la habitabilidad interior. Exteriormente adopta una imagen más compacta. Cambia el frontal, más estilizado, con una gran parrilla de tres barras horizontales y un paragolpes más afilado. De costado se aprecia bien la nueva línea del techo un poco más baja que aporta dinamismo al conjunto y aumenta la sensación de aplomo al suelo. Los pasos de rueda, ahora mucho más marcados que en el modelo que le precede, pueden albergar llantas de 17 o 18 pulgadas dependiendo de la versión elegida. La zaga también se ha visto modificada con gran esmero. El nuevo modelo sigue apostando por los pilotos traseros en formato vertical pero éstos aportan ahora un toque más futurista a la trasera del vehículo. El portón trasero también ha modificado sus líneas y presenta ahora una forma más abombada, aunque la luneta posterior todavía es un poco pequeña y le castiga en cuanto a visibilidad.

Como ya hemos comentado, la reducción de la altura y la longitud del CR-V no ha supuesto un problema para otorgar un interior espacioso perfecto para realizar largos viajes. Los materiales utilizados en el habitáculo se han elegido especialmente para el mercado europeo.

De esta forma, la mayor parte del salpicadero se presenta agradable al tacto, con un estilo sobrio y sin demasiados detalles extravagantes. En la parte central se ha instalado una pequeña pantalla que cubre las funciones de audio, manejadas desde los controles situados en el volante multifunción. Un poco más abajo, los mandos del climatizador bizona. Todo está bien agrupado por funciones, situados bien a mano y con un manejo bastante intuitivo. El gran cuadro de mandos le otorga la mayor parte del prota

Un interior espacioso, perfecto para realizar largos viajes.

gonismo al velocímetro, situado justo en medio y con un tamaño bastante considerable. En el centro, en forma esférica, se instala una pequeña pantalla digital. El CR-V dispone de un programa de ahorro de combustible denominado Econ que, si se activa mediante el botón verde, nos aconseja cuál es el momento clave para el cambio de marcha, gestiona algunos parámetros del motor y nos informa de la buena gestión del acelerador mediante una iluminación verde alrededor de la esfera del velocímetro. Los asientos son realmente cómodos. No es para nada complicado encontrar una posición óptima de conducción y además las personas con una estatura alta agradecerán la longitud que proporciona la banqueta. Desgraciadamente, hemos encontrado un pequeño "pero" en el espacio del acompañante: la configuración de la guantera resta un poco de espacio para las rodillas.

En las plazas traseras hay suficiente espacio para viajar cómodamente dos ocupantes. Tres si el recorrido no es demasiado largo ya que la plaza central no garantiza demasiado confort. Los respaldos pueden abartirse fácilmente en configuración 60/40 para aumentar la capacidad del maletero, de 589 litros, hasta unos excelentes 1.669 litros muy bien aprovechables. También merecen mención especial los útiles huecos portaobjetos distribuidos por todo el habitáculo, los tres posavasos centrales y múltiples detalles que nos harán más agradable la vida a bordo: como el retrovisor panorámico para vigilar las plazas traseras, que a la vez ofrece un compartimento para dejar las gafas de sol, o el acolchado para las rodillas instalado en la parte baja de la consola central.

Los dos motores disponibles son la evolución de los propulsores que ya se encontraban en la tercera generación. Ambos han sido rediseñados con un enfoque en la reducción de emisiones de CO2 y en la eficiencia de combustible. El motor diésel i-DTEC de 2.2 litros de cilindrada mantiene la potencia máxima de 150 CV con un par de 350 Nm. Las emisiones de CO2 se han reducido de 171 g/km hasta los 149 g/km y se ha bajado el consumo medio homologado hasta los 5,6 l/100 km gracias al modo Econ, que varía la respuesta la respuesta del motor, modifica el parámetros del climatizador para gastar menos y añade el sistema Start&Stop. Durante toda esta semana que lo hemos estado probando el resultado final distó un poco de lo que marca el fabricante (6,5 l/100 km), aunque realizando una conducción tranquila y eficiente este registro puede bajarse significativamente. Aparte de las mejoras realizadas en el motor, también se ha trabajado en un mayor aislamiento acústico en el interior. Este era un aspecto a mejorar en la tercera generación que ahora se ha visto claramente solventado aportando un mayor grado de confort en el interior.

La capacidad para circular fuera de la carretera se mantienen intacta, apenas varía. Sabemos que no es su medio natural pero gracias al plus que otorga la tracción 4x4 inteligente, que activa automáticamente la tracción a las cuatro ruedas si las condiciones lo requieren, y a un ángulo de ataque un poco mejorado, es capaz de desenvolverse correctamente por caminos de tierra -no demasiado complicados- con bastante soltura. Eso sí, no le pidas peras al olmo porque las suspensiones se han endurecido para mejorar el comportamiento en asfalto.

La capacidad para circular fuera de la carretera se mantienen intacta.

Delante equipa suspensiones de tipo McPherson y detrás un sistema multilink. Se ha mejorado la rigidez respecto al modelo anterior y cuenta con barras estabilizadoras delante y detrás para intentar reducir el balanceo en curva, que aún y así en ocasiones nos ha parecido algo excesivo. La respuesta del motor es bastante buena en casi todo el rango de revoluciones. Esto permite circular tranquilamente por ciudad con la aguja del cuentarrevoluciones por debajo de las 2.000 rpm ahorrando el máximo consumo posible. Pero también tiene suficiente carácter para mover con bastante soltura al CR-V por carreteras y vías rápidas a ritmo alegre. La dirección aporta un guiado correcto, aunque para mi gusto se nota mucho la ayuda eléctrica a bajas velocidades: se muestra un poco blanda y es demasiado artificial. A medida que vamos aumentando el ritmo empieza a notarse la rigidez y a la vez, se gana en sensación en las manos.

El Honda CR-V basa su éxito en las más de 5 millones de unidades vendidas en todo el mundo desde el momento de su lanzamiento. El nuevo modelo tiene las ideas claras: Ser el referente del segmento. Cuenta con el respaldo de tres generaciones anteriores que han gustado al público y que ofrecían un grado de satisfacción bastante alto.

Personalmente pienso que el nuevo diseño le sienta realmente bien. M

El Honda CR-V basa su éxito en los 5 millones de unidades vendidas en todo el mundo.

ezcla elementos característicos de la generación anterior que lo hacen reconocible con tan solo mirarlo, con una puesta a punto más actual que venía pidiendo a gritos desde hace un tiempo. También se mejora en términos de aerodinámica capaces de ayudar a reducir el consumo.

Interior espacioso, confortable y con un buen maletero. Una apuesta clara por el bienestar de sus ocupantes, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Además está bien acabado, equipa materiales agradables al tacto y, dependiendo de la versión elegida, con un gran nivel de equipamiento.

Pienso que la puesta a punto de los motores también era necesaria: ahora consumen un poco menos y son bastante más respetuosos con el medio ambiente. Además, la incorporación de un nuevo propulsor de menor cilindrada, y a la vez más económico, es una apuesta clara para intentar captar un número mayor de clientes que, o bien no están dispuestos a desembolsar una cantidad excesiva de dinero, simplemente les atrae más la opción de gastar menos o consideran que una tracción 4x2 se ajusta mejor a su estilo de vida.