A pesar de ser uno de los SUV más veteranos del segmento medio, el de mayor crecimiento, las remodelaciones recibidas a lo largo de su vida comercial le han mantenido siempre en destacada posición del ranking de ventas sabiendo no solo adaptarse a los tiempos, también aguantar estoicamente el envite de rivales "más jóvenes". Como el tantas veces líder de su segmento, Nissan Qashqai.
Viéndolo en nuestros días cuesta creer que el CR-V de 2010 no se trate de una absoluta novedad sino de una actualización de la tercera generación que se puso a la venta en 2006. El secreto de su eterna juventud radica en que la marca japonesa siempre ha sabido adelantarse al futuro introduciendo tecnología de vanguardia.
Aparte de retoques estéticos, que afectan a capó, paragolpes, llantas y guarnecidos, la última evolución del CR-V acopla un nuevo motor diesel 2.2 de 150 CV al que se puede asociar una caja de cambios automática de cinco relaciones.
El Honda CR-V 2.2 i-DTEC Automático Innova es el más alto de toda la gama y tiene un precio de 42.500 euros.
Diseño exterior
El pasado año el CR-V recibió una ligera revisión estética en la que incorporó nuevos paragolpes -más envolventes y aerodinámicos-, un capó que aún integra más las aletas y una parrilla del radiador rediseñada. Conjunto de elementos que, junto con los cubre pasos de rueda y taloneras, en las versiones más altas de la gama van pintados a juego con la carrocería. De las seis ofertas cromáticas de pintura disponibles se sumó una más, denominada Urban Titaniun Metalizado.
Todas la versiones incorporan de serie llantas de aluminio de nuevo diseño, de 17" en las versiones más sencillas y de 18" en los acabados Lifestyle, Luxury e Innova.
La línea de este SUV, sin ser espectacularmente llamativa, no pasa desapercibida y se identifica enseguida. Precisamente por la fuerte personalidad que irradia.
Con el paso de las generaciones el CR-V ha ganado en tamaño, lo que directamente ha repercutido en su habitabilidad, y perdido en lo que se refiere a cotas "off road". Principalmente porque, para rebajar su centro de gravedad y obtener aún más aplomo sobre asfalto, se ha ido recortando recorrido de suspensiones (no efectividad) y colocando la plataforma del habitáculo 25 milímetros más baja que en la generación anterior.
Habitabilidad
Bien es cierto que pese a estar en la categoría de SUV de tamaño medio sus casi 4,6 m de longitud le colocan algo por encima de la media.
Así que su habitáculo está muy bien aprovechado, acomoda confortablemente a tres adultos y las plazas traseras disponen de bastante espacio para las piernas.
Un maletero con una capacidad de 556 l, sin necesidad de replegar ningún respaldo, que tiene la particularidad de poder compartimentarse a dos alturas, permite que no seamos restrictivos con el equipaje a la hora de planear largos desplazamientos familiares. Además su plano de carga, para ser un SUV, no es muy alto.
Destaca en las plazas delanteras la ausencia del clásico "túnel" de transmisión en donde encontramos generalmente la palanca de cambios. En este caso va sobre un saliente del salpicadero, lo que contribuye a generar sensación de amplitud.
Mecánica
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Hay solo dos motorizaciones disponibles en el CR-V. Una de gasolina y otra diesel. Ambas ofrecen la misma potencia máxima, 150 CV. Pero lógicamente es el diesel el que arroja las mejores cifras de par, 350 Nm a 2.750 rpm contra 192 Nm a 4.200. 2.200 y 2.000 son sus cilindradas respectivamente.
Hemos probado el más novedoso, es decir, la versión 2.2 diesel con caja de cambios automática de cinco relaciones y nos ha parecido un cambio suave que aporta confort a la conducción.
Con esta transmisión nuestra media de consumo fue de 8,6 l/100 km.
Comportamiento
La robustez que transmiten las formas de su monocasco son un adelanto de las sensaciones que percibimos una vez a sus mandos. En carretera el CR-V es estable, noble de reacciones y bastante ágil. Mientras que en el ámbito urbano gracias a su logrado radio de giro se ven bien disimuladas las cotas de su carrocería. Eso sí, la dirección puede resultar algo "pesada" al realizar maniobras.
Como suele ser habitual en este tipo de vehículos el funcionamiento de su sistema de tracción sobre terreno firme es al eje delantero pero en cuanto detecta pérdidas de adherencia va distribuyendo el par entre los dos ejes sin que el conductor tenga que hacer nada.
Fuera de la carretera sus limitaciones son las propias de los vehículos de su categoría, pero se puede "pistear" sin problemas.
Seguridad
Puede decirse que lo tiene todo. Eso si, hay para completar este aparatado tan importante hay que irse a las versiones más altas de gama.
El CR-V puede incorporar desde faros direccionales a radar con detección de obstáculos asociado al control de crucero, un sistema que dependiendo de la velocidad (actúa desde 30 hasta 180 km/h) y la distancia con el vehículo que nos precede puede desde solo advertirnos mediante destellos luminosos, a iniciar la frenada del coche.
Valoración
Honda atesora fama de hacer muy bien sus coches y el CR-V no es una excepción. Claro que sus discretas cotas en cuanto a altura libre y ángulos (para ser un SUV), desaconsejan abordar algo más que caminos sin muchas complicaciones.
Por otro lado, es un vehiculo que hace bueno ese dicho "la belleza está en el interior", y no lo decimos porque de puertas para adentro brille especialmente sino por las sensaciones que otorga su conducción y el confort de marcha que ofrece.
el life style me sale por 21900 y el innova por 17300 no se cual me merece mas la pena compra. Son los 2 gasolina pero no se por cual decantarme