Honda HR-V Sport: Uno de los SUV más deportivos

El Honda HR-V Sport es el modelo más deportivo de la gama HR-V. Incluso es uno de los modelos más deportivos de toda la gama Honda. Monta un propulsor de gasolina de 1.5 litros y 182 CV de potencia, pero no es sólo eso, sino que además la puesta a punto del chasis ofrece un comportamiento dinámico de primera. Está a la venta con un precio de 29.850 euros, sin contar con posibles descuentos.

Hablar de SUV y hablar de carácter deportivo podría llevar a confusión en la gran mayoría de los casos. Hasta la fecha sólo he probado dos SUV que me han impresionado de verdad por su comportamiento dinámico: el Cupra Ateca, aquí podéis ver la primera vídeoprueba que le realizamos y aquí otro vídeo con el Cupra Ateca Limited Edition, y el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio que probó en vídeo Joan Dalmau o el que se llevaron Gerard Farré y “Crator” para hacer el Italian Job II y que posteriormente usé para enfrentarlo al BMW X3M Competition en una Drag Race contra Gerard. Hasta ahora. Porque el Honda HR-V Sport se convierte en el tercer modelo de esta lista, aunque tenga bastantes menos CV que los otros dos.

El Honda juega en otra liga, es un SUV utilitario, es más pequeño que los otros dos, y también mucho menos potente. Pero no le hace falta más. Su motor turbo de 1.5 litros de cilindrada está perfectamente puesto a punto para ofrecer 182 CV de potencia y un par motor de 220 Nm. No parecen grandes cifras, pero en la práctica se comporta realmente bien.

Este propulsor puede asociarse a un cambio manual de 6 relaciones, como el que monta la unidad que hemos probado, o a un cambio automático de tipo variador continuo (CVT) que en mi opinión podría llegar a fastidiar el buen conjunto que ofrece el motor y el cambio manual.

En cuanto a las cifras de prestaciones, Honda expone que acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y que puede alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h. No está nada mal, pero este coche destaca en muchas otras cosas, empezando por la excelente puesta a punto de su chasis. Un hecho que lo convierte en uno de los todocamino más dinámicos que he probado en los últimos años.

En el mundo del automóvil, el apellido “Sport” se ha convertido en todo un clásico. Lejos de tratarse de versiones más prestacionales, estos “Sport” generalmente son el nivel de acabado más deportivo, incorporando llantas de mayor diámetro, algunos detalles estéticos diferentes en la carrocería y un equipamiento más resultón para el interior.

Con el Honda HR-V Sport no es exactamente así. Este Sport es un “sport” de verdad. Un coche con una preparación del chasis pensada para ofrecer una dinámica de conducción más efectiva y depurada. Sigue siendo un coche para todo uso, pero añade la opción de pasarlo realmente bien al volante.

A nivel de suspensiones es una delicia, tanto por el tacto deportivo, algo más duro de lo convencional pero sin llegar a ser molesto, como por el nivel de efectividad que ofrecen. La estabilidad es muy buena y el balanceo de la carrocería es mucho menos acusado que en otras versiones “convencionales” del HR-V.

A ello también ayuda una pequeña innovación técnica que Honda ha añadido a este SUV compacto. Se trata de los “Performance Damper”, unos pequeños amortiguadores situados en posición horizontal que reducen en gran medida el balanceo lateral de la carrocería a la hora de tomar las curvas. Y se nota.

Gracias al menor filtrado de la suspensión, el tacto de la dirección también parece más informativo. En los HR-V normales la dirección es ya es bastante buena, pero en el Sport va un paso más allá. El guiado es bueno, la dirección es rápida y precisa, y como digo, la información de lo que pasa debajo de las ruedas delanteras también gana enteros.

El motor VTEC Turbo de este HR-V Sport es el máximo exponente de la gama. Se trata de una mecánica de cuatro cilindros sobrealimentada con 1,5 litros de cilindrada. De ella se consigue una potencia máxima de 182 CV disponible a 5.000 rpm y un par motor de 240 Nm entre las 1.900 y las 5.000 rpm.

Gracias a estos rangos de potencia y par, el motor VTEC del HR-V Sport se siente bastante lleno en cualquier rango de revoluciones. Acelera con contundencia y se estira con facilidad y sin perder fuelle hasta las 6.500 rpm. El consumo real ronda los 6,5 litros a los 100 km.

En cuanto a las prestaciones, Honda exhibe un 0 a 100 en 7,8 segundos y una velocidad punta de 215 km. Unas cifras correspondientes a la versión con cambio manual de 6 relaciones que hemos probado. Si el cliente de decanta por la variante automática, la cosa cambia: de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y una punta de 200 km/h.

Me parece todo un acierto que la firma japonesa conserve la opción de elegir entre un cambio manual de serie o un automático pagando un sobrecoste de unos 1.300 euros. Una opción menos prestacional pero más cómoda para el día a día.

Hay un tema que no me ha acabado de convencer de la caja de cambios manual. La palanca es corta y los recorridos rápidos y precisos, pero el escalonamiento de las marchas presenta algunos saltos importantes que se notan especialmente circulando a ritmo bajo. Me refiero especialmente de segunda a tercera, donde en algunas ocasiones he notado que el coche se queda algo “muerto” y falto de potencia ya que las revoluciones caen mucho si no estiramos ligeramente la segunda marcha.

En todo lo demás, el coche se comporta realmente bien. Es un tracción delantera y no hay opción de 4x4. Como en la gran mayoría de sus rivales. El nivel de agarre es bueno, tanto en el paso por curva como a la hora de abrir gas, y la trasera sigue perfectamente la línea que trazamos sin la intención de descolgarse aunque vayamos con un ritmo alto en carretera de montaña.

Tiene dos salidas de escape en la parte trasera muy vistosas que le aportan un toque extra de deportividad. Sin embargo, apenas suenan, aunque llevemos el motor muy alto de vueltas, algo que tampoco es muy agradable ya que el motor traspasa algunas vibraciones y un sonido no muy limpio. Digamos que suena poco deportivo.

No esperéis grandes cambios en cuanto a la estética, pero sí que añade algunos detalles que hacen que su aspecto se acentúe discretamente hacia la deportividad. Lo hace con elementos pintados en negro brillante, como la parrilla delantera, las entradas de aire tipo panal de abeja, la parte baja de los paragolpes, así como las carcasas de los retrovisores o los pasos de rueda y faldones laterales.

Las llantas son de 18 pulgadas de serie y también están acabas en un color negro mate a juego. Los cristales están oscurecidos, así como también los pilotos traseros. Por su parte, incorpora dos salidas de escape, una a cada lado, que le aporta una imagen un toque más rácing.

El interior tampoco cambia demasiado respecto a las versiones normales, pero está bien acabado y resulta agradable. La principal novedad es la combinación de colores rojo y negro para vestir todo el habitáculo. Incorpora asientos de corte más deportivo con un acabado de cuero y tela en combinación.

Pespuntes rojos en el volante y el pomo del cambio, pedales deportivos de aluminio y el techo de color negro son otros detalles que hacen del HR-V Sport una de las versiones más bonitas y vistosas de toda la gama.

En cuanto a la habitabilidad es Honda HR-V es un coche cómodo, tampoco es tremendamente espacioso, pero digamos que está en la media de lo que se ofrece en este segmento. En cuanto a la calidad, tanto percibida como real, es bastante alta, situándose como un buen referente entre los modelos generalistas. Ofrece cuero, tejidos de buena calidad y terminaciones a la altura de lo esperado.

Los asientos son cómodos, al menos para conductores sin demasiado volumen. En mi caso la sujeción lateral es muy buena y la comodidad que ofrece el mullido es estupenda. No costará encontrar una postura de conducción cómoda ya que presenta múltiples regulaciones, tanto en altura como en profundidad para asiento y volante.

Las plazas traseras son aptas para dos adultos de estatura media. Los más altos irán un poco justos de piernas dependiendo de cómo estén situados los asientos delanteros. La altura al techo nunca será un problema en las dos plazas laterales, no así en la central que, al estar un poco más elevada, la altura al techo se reduce y también es más incómoda.

El maletero, con 448 litros de capacidad con las cinco plazas disponibles resulta adecuado para la gran mayoría de ocasiones. Si bien, habrá momentos en que necesitemos un poco más de espacio y, si no viaja nadie detrás, podremos abatir los respaldos para lograr un total de 1.043 litros hábiles.

La variante Sport está situada como la más cara y exclusiva dentro de la gama HR-V. Junto con la Executive, ambas vienen cargadas de equipamiento. No les falta prácticamente de nada. El Honda HR-V Sport arranca en 29.850 euros.

Entre el equipamiento de serie cabe destacar multitud de elementos que en otros coches rivales podrían considerarse como elementos opcionales. Entre su larga lista de elementos destacan el control de crucero, los asientos deportivos de tela y cuero con calefacción, faros LED, sensores de luz y lluvia, ayuda al arranque en pendiente, avisador de cambio de carril involuntario, sistema activo de freno en ciudad, faros antiniebla, avisador de colisión frontal, sensores de aparcamiento, cámara de visión trasera o el sistema de infoentretenimiento Honda Connect Navi con pantalla táctil de 7 puladas y navegador, entre muchos otros.

En esta versión Sport apenas hay equipamiento opcional. Tan sólo se ofrece la posibilidad de cambiar el color de la carrocería, añadir bola de remolque, instalar un soporte para tabletas en las plazas traseras o iluminar los altavoces. Poco más. Y nuestra unidad de pruebas no lo llevaba, por lo que se queda en los 29.850 euros anteriormente mencionados sin contar con posibles descuentos.