Jazz 1.4 CVT

"Delicia urbana"

El fabricante japonés entra nuevamente en escena con un producto tan llamativo como innovador en tecnología, que es lo que aporta este monovolumen utilitario. Entre sus virtudes cuenta con un cambio de variador continuo que permite al conductor utilizarlo como un automático convencional o como un secuencial de siete velocidades. Todo un disfrute para la gran ciudad que Germán Touriño y Javier Castaño tuvieron la oportunidad de probar. Ellos fueron los lectores elegidos para la ocasión y aquí están sus impresiones

Diseño e interiores El diseño de este utilitario en formato monovolumen no pasa desapercibido para nuestros probadores. Así, Germán Touriño no duda en afirmar de este Jazz que presenta "una imagen muy actual con tendencia al monovolumen, con sus virtudes y sus defectos. Es amplio, presenta una buena habitabilidad y comodidad, aunque por el contrario su línea es impersonal. Sin embargo, cumple las necesidades estéticas para las que ha sido concebido con muy buena nota". Mientras, para Javier Castaño, el Jazz cuenta con "un diseño actual e innovador, con una terminación exterior muy buena". En cuanto a su interior, Germán quiere destacar "la posición de conducción y su versatilidad, pues es un coche pensado para la ciudad y eso se nota". Germán continúa evaluando con nota positiva su "buen diseño interior, que presenta un nivel alto de calidad en sus acabados". Por su parte, Javier califica también con una nota positiva "la completa instrumentación, tanto en los distintos mandos como en el cuadro de instrumentos, que son de fácil acceso y lectura" y considera que deben mejorar "los mandos del aire acondicionado, los cuales presentan un diseño algo espartano".

Equipamiento Para Germán este Jazz "presenta un equipamiento de lo más completo, con lo que se hace más cómodo y seguro". Mientras, para Javier es "completo y práctico, aunque los mandos situados en la consola central están algo anticuados".

Conducción En este apartado Germán apunta que "su buen comportamiento dinámico se debe en parte a la ayuda de los asistentes a la conducción con los que cuenta este coche, al que no le faltan elementos en seguridad pasiva". Mientras, Javier se limita a afirmar que se muestra "muy completo, acorde con el segmento en el que está encuadrado este vehículo".

Consumos Germán no duda en señalar en cuanto a consumo que en el Jazz "es bastante bueno, teniendo en cuenta que en la prueba se ha hecho trabajar el cambio a un régimen alto de vueltas". Mientras, Javier asegura que se muestra "acorde al motor y a la carrocería que presenta este vehículo".

Motor y prestaciones El propulsor que mueve este monovolumen es según Germán "poco ruidoso y estira bien, aunque está penalizado por un cambio largo en sus relaciones y la aerodinámica propia del monovolumen con su considerable altura que facilita en menor medida un mejor coeficiente aerodinámico". Respecto a las prestaciones de este 1.4 de 83 CV, Germán opina que son "suficientes en ciudad y algo escasas en carretera; aunque llanea bien le cuesta recuperar". Sin embargo, Javier se centra en señalar que este motor cuenta "con una buena relación peso/potencia, aunque se muestra algo falto de elasticidad en recuperaciones. Sin embargo, y en cuanto a prestaciones, es ideal para ciudad aunque algo falto de velocidad final para moverse con soltura en carretera".

La opinión de www.coches.net

"Una gran apuesta tecnológica"

El pequeño monovolumen de Honda se presenta más atractivo que nunca completando su manejo en los grandes núcleos urbanos con su funcionalidad en carretera gracias a la dotación de un propulsor más potente y a la inclusión de una caja de cambios variable, que convierten la conducción de este Jazz en un auténtico placer.

Exteriormente la imagen de este pequeño familiar nipón es innovadora en su conjunto y en su concepción donde la versatilidad y la funcionalidad de un logrado interior brillan con luz propia.

La estética de este vehículo resulta atractiva y funcional para moverse por ciudad pues sus contenidas medidas gracias a presentar una longitud de 3,83 metros y una anchura de 1,67 metros contribuyen a ello. En su estética resaltan sus enormes grupos ópticos delanteros y un amplio frontal.

Su interior es toda una caja de agradables sorpresas donde la amplitud gana enteros gracias a su considerable altura de 1,52 metros. Ello permite que los ocupantes de las plazas delanteras tengan espacio más que confortable y los de las traseras disfruten de tres plazas reales y sitio suficiente para las piernas.

Por otra parte, la modularidad interior es otro de sus puntos fuertes pues los asientos se pueden colocar de distinta manera. Así, las banquetas de las plazas traseras ?abatibles en 2/3- se puede plegar fácilmente dejando un suelo totalmente plano y un espacio plano de formas regulares, que le permite aumentar su capacidad de carga, que parte de un espacio ya de por sí generoso, 383 litros, y alcanza unos espaciosos 1.323 litros abatiendo los asientos traseros y quitando la bandeja enrrollable. También podemos optar por abatir uno de los asientos traseros, según nuestras necesidades de carga.

Pero si su modularidad es sorprendente, no lo es menos su lograda posición al volante; adquirir una buena postura de conducción es una tarea sumamente fácil, ya que disponemos de un asiento amplio y cómodo con regulación de la banqueta con desplazamiento lateral, ajuste de respaldo y regulación en altura. En conjunto presenta una buena ergonomía pues los mandos son de fácil acceso.

El motor La planta motriz que mueve al Jazz es un tetracilíndrico de 8 válvulas con una capcidad de cubicaje de 1.339 cc, que aumenta la potencia de su hermano el 1.2 litros en 5 CV hasta alcanzar un máximo de 83 CV a 5.700 rpm e incrementa su par máximo en 9 Nm hasta generar 119 Nm a 2.800 rpm.

Aunque la gran novedad de este Honda Jazz estriba en que este propulsor va asociado a una transmisión de variación continua (la marca nipona lo define mediante las siglas CVT) dotada de un cambio automático de siete velocidades accionables mediante dos pulsadores situados en el volante con el fin de reducir o aumentar estas velocidades.

Dicha caja de cambio presenta un sencillo manejo y ofrece tres posibilidades de utilización, una primera como un cambio automático de relación continuamente variable, que cuenta con dos posibilidades de utilización, un programa de uso normal establecido en la palanca por la letra "D" y otro de comportamiento más deportivo reflejado por la letra "S", que a la misma velocidad lleva el motor más alto de vueltas logrando un comportamiento más enérgico.

La segunda utilización se refleja en el modo "S" y permite utilizar este cambio como uno secuencial al pulsar los botones situados en el volante.

Por último, la tercera utilización, reflejada en el modo "L" mantiene las marchas bajas a velocidades altas del motor con el fin de mejorar su respuesta a regímenes bajos.

En marcha este singular monovolumen encuentra en la ciudad su entorno ideal, pues el comportamiento del mismo se efectúa sin tirones que hagan notar al conductor el salto entre marchas y la entrega de potencia del motor la desarrolla de manera lineal, lo que hace muy efectiva y cómoda su conducción en este tipo de situaciones. A ello se suma una buena capacidad de giro con una suavidad de movimientos que se agradece en las grandes urbes y una buena visibilidad gracias a su amplia superficie acristalada.

En carretera, si sabemos aprovechar de manera adecuada las bondades de este cambio en los tres modos de funcionamiento de este sistema, muestra un rodar agradable prácticamente sin pérdida de energía en el modo "L", aunque si pasamos a modo secuencial la utilización de las marcha se hace patente dado que los desarrollos de las mismas se han acortado y cuando alcanzamos la séptima marcha el régimen de giro baja de forma patente, lo que nos hace reducir dos velocidades con el fin de mantener un régimen de giro alto cuando nos enfrentamos a fuertes ascensos o bien nos decantamos por el modo automático en la posición "L".

El esquema de suspensiones que conforman este pequeño familiar incorpora un tren delantero tipo McPherson y un trasero de puente rígido, tipo H. Esto ha conseguido que el Jazz se asiente perfectamente en la carretera con un perfecto guiado del tren en firmes abiertas sin comprometer la estabilidad en curva, donde está fuera de toda tacha y tan sólo el viento lateral le afecta dado su considerable altura.

Conclusiones En resumen, Honda ha sumado a las bondades de su Jazz en cuanto a funcionalidad, modularidad y amplitud interior y completo equipamiento, un propulsor más potente, que unido al cambio automático de variador continuo le convierten tecnológicamente en un monovolumen muy avanzado, tan fácil de conducir como útil en carretera.

Pero claro, todas estas bondades se pagan a un precio de 16.300 euros, que merece la pensa gastar dadas las cualidades que este vehículo atesora.

Bienvenido Alcantara probadores@coches.net