El Infiniti FX 30d S es uno de esos coches poco recomendables para los que en sus rasgos de carácter predomina la timidez. A sus mandos te sientes foco de todos los ojos, ojos que la mayoría de las veces no hacen nada por ocultar que detrás de ellos se perciba una cierta envidia.
El fabricante japonés completa su gama FX con la variante diesel. Versión que exteriormente no se diferencia de las ya conocidas con motor de gasolina de 3,7 y 5 litros. No reza lo mismo a la hora de hablar de prestaciones y consumos. El FX 30d alcanza una velocidad máxima de 212 km/h y un 0 a 100 declarado de 8,3 segundos. Lejos de los 233/250 km/h de velocidad máxima y 6,8 y 5,8 segundos del 0 a 100, respectivamente, de sus hermanos de gasolina. Ahora, que el FX 30d en donde se toma cumplida venganza es en las cifras de consumo y autonomía. Con sus 9 litros de media, contra 12 y 13 de sus hermanos de gama, y los 90 litros de su depósito su rango de acción puede alcanzar 1.000 km.
La gama Infiniti FX con motorización diesel tiene un precio de partida de 63.500 euros que corresponde al FX 30d GT. Mientras que el acabado más caro, FX30d S Premium, alcanza los 71.690 €. Modelo que al ya rico equipamiento de serie añade, entre otras cosas, control de velocidad de crucero inteligente, sistema de aviso de abandono involuntario de carril, cámaras de visión periférica, reconocimiento de voz para los sistemas de navegación, equipo Bose con 11 altavoces, etc.
Diseño exterior
Ya lo adelantábamos. Su línea es impactante y llama mucho la atención. Mide de largo casi 4,86 metros por 1,68 de alto, mientras que su anchura, con los retrovisores plegados, roza los 2 metros. Sus formas redondeadas marcando mucho los pasos de rueda delanteros acentúan la anchura de una carrocería monocasco que ya de por si tiene unas medidas espectaculares.
Las enormes ruedas de 21" y la reducida superficie acristalada lateral incrementa también esa imagen de coche grande. Una carrocería que está llena de detalles. Como son las "branquias" laterales en sus aletas delanteras (que permiten evacuar el calor del motor y de los frenos) tras los pasos de rueda delanteros. Piezas que van cromadas a juego con las manillas de las puertas y las barras del techo. Mientras que un discreto alerón sobre el portón posterior prolonga unos centímetros la línea del techo.
Habitabilidad
En cuanto te acomodas en su habitáculo percibes que el lujo se respira pos sus cuatro costados. Un interior en el que no faltan tapizados y guarnecidos de piel de primera calidad, inserciones de madera sabiamente combinadas con superficies de aluminio pulido, levas del cambio en el volante fabricadas en magnesio o un pedalier construido enteramente en aluminio. En el habitáculo de FX 30d los espacios están claramente marcados por el alto túnel de transmisión por el que también discurre parte de las líneas de escape. Sobre todo en la fila delantera. En ésta los asientos sujetan muy bien el cuerpo, son muy confortables y hacen que te sientas sobre ellos relajado pero al tiempo muy seguro. El del conductor cuenta con 4 memorias de posición y un amplio abanico de regulaciones. Además, en el acabado S van calefactados y ventilados. Cinco son las plazas que refleja la ficha técnica del FX pero hay que matizar que a pesar del considerable tamaño del monocasco del coche sus dimensiones externas no se ven reflejadas de igual manera dentro de su habitáculo, sobre todo cuando vamos en la parte trasera. Aquí sus tres plazas resultan confortables pero no llegan a estar a la altura de las delanteras. Y los voluminosos pasos de rueda traseros tampoco facilitan el acceso.
Además, en esta segunda fila la plaza central no es de un tamaño acorde al de adultos de talla media. En cuanto al maletero su tamaño tampoco es como para tirar cohetes, 410 litros en configuración normal de 5 plazas. Capacidad que se puede hasta triplicar si se sacrifican plazas, pues llega a alcanzar los 1.305 l.
Destacar también que el plano de carga del FX es alto y la altura útil de maletero reducida. Por cierto, debajo de su moqueta encontramos el kit de reparación de pinchazos (no hay rueda de repuesto ni siquiera opcional en esta versión) y elementos del equipo de audio.
Mecánica
El V6 3.0 del Infiniti FX 30d es un portento de efectividad en todos los aspectos. Para empezar no suena como un diesel. Desde el habitáculo apenas se percibe que está el motor en marcha y cuando aceleramos sale con mucho brío y proporcionando una pegada continua que además mantiene muy bien el sobrerégimen. Todo ello hace que hasta parezca un propulsor de gasolina.
Un motor cargado de tecnología que cuenta con doble árbol de levas en cada culata, inyección directa, intercooler y turbo de geometría variable. Esta peculiaridad del turbo hace que su efecto no se aprecie de forma nociva en ningún momento. El par llega siempre en un perfecto escalonamiento ascendente a medida que pisamos el acelerador y se puede manejar a nuestro antojo a la perfección por medio de la caja de cambios automática de 7 relaciones. Cambio "inteligente" que interpreta nuestra forma de conducir autoprogramándose a ella. Es suficiente con estar unos pocos kilómetros al volante para que suceda.
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Este V6 de 3 litros ya proporciona un empuje importante desde apenas 1.700 rpm y que se mantiene en estirada constante casi hasta llegar a las 4.000. A la hora de jugar en curvas de carretera de montaña o simplemente cuando queramos apurar un poco más una marcha o una reducción podemos recurrir a accionar, mediante las levas del volante o la propia palanca de cambio, el cambio en su modo secuencial.
Comportamiento
La ciudad no es su habitat preferido. Su considerable anchura hará que nos movamos con muchas precauciones. Y más a la hora de transitar por un parking, en donde es muy posible que por prevención optemos por hacer alguna maniobra de más. Claro que es algo a lo que pronto se le coge la medida, máxime si nos ayudamos por el sistema de cámaras periféricas que tiene el FX repartidas en frontal, portón trasero y debajo de cada retrovisor exterior.
Son los grandes espacios y las autopistas el campo de batalla preferido del FX 30d. Y es en donde sus considerables dimensiones se mueven más a gusto. Apoyado en un excelente equipo de suspensiones independientes el confort de marcha en este coche es en todo momento exquisito. Un equipo de suspensiones que en esta versión S cuenta además con el sistema CDS (Continous Damping Cotrol). Con el que en todo momento se ajusta el tarado de estas automáticamente nivelando la plataforma. En carreteras de montaña su elevado peso se hace sentir pero no es un inconveniente para disfrutar mucho, también en este escenario, con su conducción.
Además su sistema de tracción permanente 4x4 hace que el coche se pegue al asfalto y mantenga constante del apoyo en la trazada escogida. Apenas notaremos entrar las ayudas de conducción si es que llegan a hacerlo. En nuestra prueba, aplicando una conducción agresiva y utilizando mucho el cambio en su modo secuencial, la media de consumo que obtuvimos nunca pasó de los 10,1 litros a los 100. Cifra que puede calificarse como de muy elogiable en un coche de su tamaño, peso y cubicaje.
En off road el FX se defiende, pero a decir verdad muy tímidamente. Para empezar sus ruedas de 21" y perfil bajo no hacen buenas migas con terrenos que no sean muy firmes y lisos. Además, no contar con buenos ángulos de entrada y carecer de sistemas de tracción "inteligente" nos aconseja pensarnos mucho eso de dejar el asfalto.
Seguridad
Hoy en día ya son muchas las marcas que cuentan con sistemas de ayuda en la conducción que evitan que en un despiste podamos salirnos de la carretera. Sistemas que o bien nos avisan mediante vibraciones en asiento o volante llegada tal situación o que incluso lo manejan por nosotros durante unos segundos hasta que nos percatamos de ello. En el mundo de los SUV lo encontramos, por ejemplo, en el nuevo Volkswagen Tiguan y en la nueva generación del Mecedes ML. Infiniti es la primera vez que lo introduce en el FX. Lo ha bautizado como LDP (Lane Departure Preventión) a diferencia de otros sistemas su radar lee las líneas laterales de las carreteras y si detecta que nos aproximamos demasiado hacia ellas - y no hemos puesto el intermitente hacia ese lado- nos lo avisa mediante pitidos. Y si no reaccionamos, hasta puede corregir la trayectoria. En su caso lo hace frenando levemente los dos discos del lado contrario a la deriva.
Valoración
Se puede catalogar como de muy interesante esta variante diesel del Infiniti FX. El motor 3.0 V6 se muestra siempre muy lleno y sus cotas de par están muy bien administradas por la caja de cambios automática de 7 relaciones. Es un propulsor que sabe mover con gracia los más de 2.000 kg que en orden de marcha pesa este coche. Si bien no tiene tanta capacidad de aceleración como sus hermanos de gasolina, y su velocidad punta menor a las excelentes cifras de recuperaciones hacen que sea lo suficientemente bueno en todo como para que la "pegada bruta" no la echemos de menos.
El Infiniti FX 30d conserva todo el empaque, presencia y cualidades técnicas de los FX de gasolina pero ofreciendo un consumo que al mismo ritmo resulta notablemente más reducido. El FX 30d ha sido la última versión en llegar a esta gama. Con el Infiniti, la marca Premium del grupo Nissan, quiere aumentar significativamente las ventas de este modelo. Estima que en el próximo ejercicio más del 80% de sus ventas sean con el motor diesel.
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