Notoria elegancia
Una de las novedades protagonizadas por Infiniti en este 2015 ha sido la puesta en venta del Infiniti Q70, su berlina de tamaño medio-alto con la que hace frente a coches de la categoría del Lexus GS, Jaguar XF, Audi A6, BMW Serie 5 o Mercedes-Clase E. Estamos hablando, pues, de una berlina de características y aspectos muy “Premium”, que se sitúa como el buque insignia de la marca japonesa en vehículos de tres volúmenes.
Hay que puntualizar que el Infiniti Q70 no es un coche totalmente nuevo. Es la evolución del anterior Infiniti M, con un diseño algo diferente, una nueva gama de motores, en la que se introduce un diésel y una nueva denominación comercial consecuencia del cambio de nomenclatura que desde hace poco Infiniti ha decidido aplicar a sus modelos. La Q es la letra que designa a las berlinas, cupés y descapotables. Así, el Q70 es básicamente un M puesto al día, fruto de la renovación de gama que la marca lleva haciendo desde hace unos años.
Uno de los referentes de esta renovación de modelos es el hermano pequeño de este Q70, el Infiniti Q50, con el que comparte numerosos elementos del frontal y una trasera similar. De hecho, puedes llegar a confundirlos si no atiendes a las medidas.
El Q70 hace casi cinco metros de largo frente a los 4,79 del Q50. Son en concreto 19 centímetros en favor del Q70 que marcan una diferencia importante en habitabilidad. Si el Q50 ya destacaba por su buen espacio interior, el Q70 sobresale en este sentido.
Ambos comparten otro aspecto no menos importante: el motor diésel 2.2 de 170 CV, de origen Mercedes-Benz, introducido por fin en estas berlinas para satisfacer los gustos del consumidor europeo y rebajar, de paso, el global de emisiones contaminantes. Un motor que ahora probamos de nuevo, ya que es el que equipa la unidad de prensa que veis en las imágenes. Este motor lo montan cuatro de las seis versiones del Q70 disponibles en el mercado español. Hay otras dos, con distinto propulsor: la V6 gasolina de 320 CV y la híbrida de 364.
Diseño convincente
Algo que Infiniti sabe hacer muy bien es diseñar coches elegantes, refinados, de aspecto lujoso y ligeramente deportivo. El trabajo desarrollado por Alfonso Albaisa y su equipo ha sido notable en los últimos años. Desde hace unos años Infiniti cuida todavía más el diseño de sus vehículos, y sólo tenéis que ver sus últimos concepts y la traducción de su lenguaje al diseño en los nuevos modelos (Q50 o el Q30, a punto de llegar al mercado) para acabar de convenceros.
El aspecto exterior del Q70 bebe de ese nuevo lenguaje de diseño, que le da esa nueva apariencia más atlética y deportiva. En su nueva carrocería es especialmente interesante el frontal, en el que destacan la parrilla de doble arco o los seductores faros inspirados en una mirada humana, según Infiniti. La cintura del coche es de líneas fluidas y musculosas, mientras que la zaga es algo más convencional, pero no por ello menos trabajada. En esta trasera podéis ver unas grandes ópticas, compartidas entre el portón y el lateral, que junto con el ancho y voluminoso paragolpes y la doble salida de escape transmiten sensación de estabilidad y poderío.
El Q70, a primer golpe de vista, resulta bastante convincente, en mi opinión. Mezcla a la perfección un aspecto clásico, elegante, típico de coche de representación, con un pequeño aire deportivo en sus detalles, que es algo más contundente en esta versión Sport con paragolpes específicos y llantas de 20 pulgadas.
El Q70 tiene un aire muy lujoso, aparenta ser un coche de tarifa elevada, aunque en realidad, cuesta menos de lo que parece. La versión GT Sport que hemos probado, que es una de las más completas, vale 53.225 euros. Ofrece de serie un equipamiento que en sus rivales suele ser opcional, como las llantas de aleación de 20 pulgadas, una opción que en su competencia puede llegar a superar los 3.000 euros, sin ir más lejos. Por otro lado, debéis saber que se mantiene en promoción la versión básica de este coche a un precio de 38.990 € siempre que se acepten las condiciones de financiación de la marca. Se coloca así un poco por debajo de la tarifa de sus principales competidores alemanes, que superan los 41.000 euros.
Esta es una forma de hacer atractivo un modelo que pertenece a una marca que tiene una implantación menor en nuestro mercado. Hay que tener en cuenta que Infiniti se presentó oficialmente como marca en España en 2008, aunque anteriormente había estado presente a través de importadores. Actualmente cuenta con 17 centros oficiales en las principales ciudades del país, y poco a poco va expandiéndose a medida que pasan los años, van actualizando y ampliando su gama de modelos y por lo tanto, aumentando las matriculaciones. La marca japonesa está totalmente decidida a ampliar su presencia en Europa, y una clara muestra la tenemos en el Q70. El hecho de montar, por fin, un motor diésel, es un detalle evidente del interés por adaptarse a los gustos europeos.
Este diésel es un 4 cilindros de 2,2 litros, con 170 CV y 400 Nm de par entre 1.600 y 2.800 r.p.m. Es el mismo motor que podemos ver en el Mercedes-Benz E 220 Bluetec, aunque Infiniti puntualiza que se le han dado algunos retoques mecánicos para darle un carácter algo más deportivo. Entrega su potencia de forma progresiva, sin brusquedades, con mucha finura y suavidad siempre que esté caliente y ruedes a un régimen medio. De lo contrario, se percibe poco contundente en la respuesta al acelerador en bajas revoluciones y algo ruidoso, tanto al ralentí como a alto régimen. Su mejor virtud está en el consumo, muy bajo. Según Infiniti, gasta 4,9 l/100km de media. En nuestra prueba, como es habitual, fue un litro más: 5,9 l/100. De todos modos, es un consumo magnífico para un coche del tamaño y el peso del Q70, cercano a las dos toneladas en orden de marcha.
Este motor va unido a una caja de cambios automática de 7 velocidades, también de origen Mercedes-Benz, que puede ser usada de forma secuencial a través de levas de magnesio en el volante. Por cierto, son unas levas de tamaño, forma y posición perfecta, muy agradables de utilizar. Lástima que las reacciones de este cambio no sean todo lo rápidas que nos gustaría. La transición entre marchas es suave y agradable, pero en ocasiones se perciben algo perezosas, tanto al subir como al bajar de relación. Aun así, el Q70 logra acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos, en la línea de lo que ofrecen sus rivales. Un Audi A6 con 20 CV más hace 8,2 segundos, un BMW Serie 5 con 20 CV menos 9,2. La buena entrega de par a partir de 1.600 r.p.m. y la potencia disponible influyen en ese buen registro.
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Percepción de calidad
El interior del Q70 transmite ergonomía y sofisticación a través de un volante con formas muy agradables, unos asientos envolventes, confortables y con buena sujeción, y un salpicadero de aspecto moderno, con una pantalla táctil en el centro y los mandos para el manejo del sistema de navegación e infoentretenimiento agrupados un poco más abajo en posición casi horizontal.
El menú que podemos manejar a través de la pantalla es fácil e intuitivo, aunque nada espectacular en sus gráficos. Como contrapunto a esta imagen tecnológica, y también como detalle de distinción, se ha colocado un reloj de agujas de aspecto muy clásico justo en el centro del salpicadero. Por debajo de todo ello encontramos los habituales mandos del climatizador, y alrededor de la palanca de cambio el dial de manejo del Drive Mode Selector que permite adaptar la respuesta del motor y el cambio a nuestro estilo de conducción, y que en esta versión incluye un modo Snow para mejorar la tracción cuando se circula por carreteras nevadas.
En este interior, la sensación confort es elevada y el acabado exquisito. Se utilizan materiales como el cuero para los asientos, volante y palanca de cambio, el aluminio para los pedales o el acabado lacado negro de las molduras decorativas.
Por otro lado, este habitáculo transmite una gran sensación de espacio en cualquiera de sus plazas, como es de esperar en un coche que mide casi cinco metros de longitud. El confort térmico de los pasajeros está asegurado con la calefacción y refrigeración para los asientos de las plazas delanteras y la calefacción del volante, mientras que en las plazas traseras también hay salidas de aire del climatizador automático de doble zona.
Podemos entrar y arrancar el coche sin llave, aunque antes de iniciar la marcha deberemos presionar el freno de estacionamiento de pie, un sistema muy propio de coche “americano” y que demuestra que la plataforma del Q70 tiene ya unos años. En una futura evolución estaría bien contar con un freno de mano electrónico. A la hora de dejar el móvil o cualquier otro objeto hay un hueco en la consola central, de buenas dimensiones y profundidad. La memoria para el asiento del conductor, columna de dirección y retrovisores está incluida en el Welcome Pack, de serie en este acabado Sport.
El único pasajero que no viaja del todo cómodo es el de la plaza central trasera, que topa con el intrusivo túnel de transmisión. A pesar de ello, estas plazas traseras brillan por su amplitud y sensación de espacio, aunque va un poco a costa de la capacidad de maletero, que se queda un poco corta. los 450 litros que ofrece están por debajo de los 490 de un Clase E, los 520 de un BMW Serie 5, los 530 de un Audi A6 o los 590 de un Jaguar XF. Sólo un Lexus GS ofrece menos que estos últimos, 468 litros, pero en este caso es lógico tratándose de un híbrido. Y en cualquier caso, supera la capacidad del Q70.
Cal y arena
Ese confort perceptible ya en parado contribuye a un buen rodar en marcha, aunque con algunas limitaciones. El acabado Sport incluye llantas de 20 pulgadas con neumáticos 245/40 R20, de perfil muy bajo y con poco balón para absorber correctamente las irregularidades del asfalto. Es algo que puedes percibir cuando aprietas el ritmo de conducción, sobre todo si circulas por una carretera comarcal bacheada. Esto también se deja notar al volante, ya que la dirección tampoco acaba de filtrar del todo las irregularidades, y transmite pequeñas vibraciones. Es un aspecto claramente a mejorar, que quizás quedaría subsanado en una unidad con llantas de menor tamaño y neumáticos con mayor perfil. Por ese motivo, el tacto de dirección no es precisamente el punto fuerte de este Infiniti, al menos en comparación con lo que conocemos en sus rivales alemanes Audi, un BMW o Mercedes-Benz.
El punto positivo de este chasis es su aplomo a alta velocidad, la ausencia de balanceos de carrocería en los apoyos en curva y la buena tracción que es capaz de proporcionar la transmisión, tratándose de un coche que funciona a propulsión. Las reacciones son nobles y predecibles. El control de estabilidad y el de tracción funcionan cuando toca, pero no son intrusivos, y el coche se guía con naturalidad.
En el acabado Sport, el que corresponde a nuestra unidad de pruebas, no se incluye el Dynamic Safety Shield o paquete de sistemas de asistencia y seguridad, que sí podemos ver en las versiones Premium Tech y Sport Tech. Por lo tanto, no puedo valorar el funcionamiento del control de crucero inteligente, el sistema de advertencia de ángulo muerto, el de mantenimiento de distancia de seguridad, el de advertencia de colisión frontal o el de abandono de carril. Pero debéis saber que sí están disponibles en otras versiones del Q70 para los que son especialmente sensibles en temas de seguridad.
En los acabados Premium Tech y Sport Tech también se incluye el Visibility Pack, con cámara de visión periférica y faros direccionales con lavafaros. En el acabado Sport sí que contamos con cámara de visión trasera, muy útil teniendo en cuenta las dimensiones del coche. No obstante, la visibilidad hacia atrás es buena, como también lo es hacia delante, donde los salientes del capó nos indican los extremos del capó. Esto facilita el manejo de un coche que en un primer contacto se percibe bastante voluminoso para manejar por las estrechas calles de una ciudad.
En definitiva, con el Q70, Infiniti sabe muy bien cómo juega sus cartas. Ofrece una berlina con un aspecto exterior e interior impecable, muy bien equipada de serie y a un precio competitivo. Quizás dinámicamente tenga algunos aspectos a mejorar en comparación con la competencia alemana, básicamente, pero en conjunto es una propuesta francamente interesante para aquellos que estén pensando en una berlina de lujo que se desmarque de la sobriedad germánica con un estilo japonés algo más sofisticado.
Esta nueva versión diesel del Q, se queda muy cortita, respecto a su antecesor M diesel, bajando 60CV, dando como resultado, una relación peso potencia, que no corresponde a este segmento. No comprendo.....