Kia ha dado a conocer el precio del nuevo Optima híbrido. El coche puede adquirirse desde este mes por 34.705 euros (precio promocional). También se conoce ya el equipamiento del modelo que incluye el sistema de ayuda en pendiente entre otros asistentes.
El Kia Optima llega a Europa desde Estados Unidos dónde las berlinas híbridas asumen un rol parecido a los turbodiesel en Europa, es decir, rebajan notablemente el consumo y las emisiones de las versiones de gasolina, mayoritarias allí, a cambio de pagar un poco más. Este Kia dispone de un motor de dos litros y 150 CV y de uno eléctrico que eleva la potencia conjunta hasta 190. Ambos motores, que trabajan en paralelo, le proporcionan las mejores prestaciones de la gama Optima. Las baterías, de polímeros de litio, alimentan el motor eléctrico y permiten que el coche circule en modo eléctrico durante unos 3 kilómetros, como la mayoría de modelos de este tipo. La idea de la marca es convertirlo en una alternativa a los turbodiesel automáticos de unos 200 CV. Frente a estos, tiene unos consumos parecidos, unas emisiones inferiores y un silencio de funcionamiento muy destacable. PVP: KIA OPTIMA 2.0 Híbrido 34.705 € (precio promocional con IVA e impuesto de matriculación incluido)
Demostrador tecnológico
El Kia Optima Hybrid es un demostrador tecnológico para la marca. Las ventas serán bajas y Kia es consciente de ello pero ha querido importarlo en Europa para demostrar que está en condiciones de ofrecer una tecnología a la que se le prevé un importante recorrido por delante, especialmente en cuanto se combine de manera masiva con el sistema plug-in. Este modelo está pensado esencialmente para el mercado americano donde los híbridos tienen un éxito notable y todas las marcas generalistas presentes, tanto las locales como las japonesas, disponen de berlinas medias con este tipo de motorizaciones. La explicación de su éxito allí es lógica. En un mercado esencialmente de gasolina, sin versiones diesel, la única manera que tienen los consumidores de comprar coches con cifras de consumo inferiores es adquiriendo un híbrido. Además, su sobreprecio es parecido al que exige la compra de un diesel en Europa de manera que los híbridos están empezando a asumir en Estados Unidos el papel de los turbodiésel en nuestro mercado aunque sin un mix de ventas tan masivo como el de estos últimos. En Estados Unidos, los rivales del Optima son las versiones híbridas del Chevrolet Malibu, el Ford Fusion -nuestro Mondeo-, el Hyundai Sonata, el Lexus HS, el Nissan Altima y el Toyota Camry.
Segmento en auge
El Optima es el primer híbrido de gasolina del segmento D europeo entre las marcas generalistas. No es el primer híbrido del segmento porqué se le adelantaron el BMW Serie 3 ActiveHybrid, a otro nivel de potencia, bien es cierto, y el Peugeot 508 Hybrid4, con la misma mecánica que el break todocamino 508 RXH, el primero en combinar un motor eléctrico con uno térmico diesel. El Kia sí es, sin embargo, el primer coche híbrido del segmento no europeo y, en un futuro inmediato, tendrá nuevos rivales ya que marcas como Volkswagen o Ford han anunciado versiones híbridas de sus berlinas. El Mondeo, por ejemplo, aparecerá en el transcurso del próximo año aunque ya se vende en Estados Unidos como Ford Fusion Hybrid. Kia admite que su Optima no está pensado para convertirse en un líder de emisiones sino que lo que busca es convertirse en el tope de gama del modelo sin que el consumo y las emisiones se resientan por ello. Con 190 CV, un consumo homologado de 5,4 litros a los 100 y unas emisiones de 125 gramos, este Optima tiene unos datos parecidos en estos apartados a las berlinas turbodiésel de entre 170 y 200 CV con cambio automático, exactamente lo que Kia buscaba con esta versión.
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Híbrido en paralelo
El Optima dispone de un sistema híbrido integrado por un motor de dos litros de 150 CV de gasolina y un propulsor eléctrico alimentado por unas baterías de polímeros de litio, más compactas, más potentes, más estables y, sobre el papel más fiables, que las de iones de litio y, por supuesto, que las de hidruro de níquel que utilizan la mayoría de híbridos del mercado. El cambio es automático de seis velocidades por lo que prescinde de los de tipo CVT tan habituales en los híbridos japoneses. Como es habitual en los coches de este tipo, la necesidad de hacer hueco a la batería acaba afectando al maletero. Kia se enorgullece del hecho de que la pérdida, de un 27% de la capacidad, es menor que en otros rivales pero el receptáculo para equipajes pasa de 505 a 369 litros, lo que supone un recorte importante. A nivel estético, costará distinguir este Optima del resto de versiones de la gama. El híbrido dispone de una parrilla delantera de apertura variable, un sistema que cierra la trampilla cuando las necesidades de refrigeración no son muy grandes y puede, así, mejorar la aerodinámica. Esta parrilla, sin embargo, es idéntica en el apartado estético. También cambian las llantas, el spoiler delantero y, en el interior, la decoración de consola y puertas y la instrumentación. En ésta se proyectan datos del funcionamiento del sistema híbrido y de lo que se ahorra con él, en este caso con un bonito arbolito cuyas ramas van poblándose de hojas si nos limitamos a acariciar el pedal del gas.
Generador de sonido del motor
Cabe destacar como última diferencia, que el Optima Hybrid dispone de un generador de sonido virtual de motor para cuando circula a bajas velocidades en modo eléctrico. Con ello se advierte a los peatones sin necesidad de recurrir a pitidos y otros recursos acústicamente desagradables. En marcha, el Optima Hybrid es un coche americano. Kia lo importa tal cual, sin los habituales retoques en suspensión, dirección y frenos que suelen sufrir los coches fabricados en Estados Unidos cuando aterrizan en nuestro mercado y eso se nota. Pensado como está para rodar en las highways a ritmo de control cruise, no se siente excesivamente cómodo en nuestras carreteras de montaña. La suspensión es blanda y la dirección es excesivamente ligera, con mucha asistencia y menos precisión de la necesaria. Como además pesa unos 100 kilos más que el Optima de gasolina del que deriva, no destaca precisamente por su agilidad en carretera. Por el contrario, es un coche muy cómodo, con un confort de marcha sobresaliente tanto a nivel de suspensión como, especialmente, a nivel acústico. Al disponer de una caja de cambios automática convencional, no existe el ruido siempre desagradable de los cambios CVT y al ser un coche de gasolina, su nivel sonoro es claramente más bajo que el de un turbodiésel.
Híbrido en paralelo
El Optima, además, funciona en modo eléctrico más tiempo del que imaginábamos, sobre todo, cuando rueda a velocidad sostenida en autovía. Este modelo puede rodar unos 3 kilómetros en modo 100% eléctrico si las baterías están cargadas a tope y circulamos a baja velocidad, algo ideal para movernos por un centro urbano en hora punta o, simplemente, para no dejar humos en nuestro garaje al salir por la mañana. En carretera es el coche el que decide cómo rueda y en qué proporción utiliza la energía de ambos propulsores. La centralita los combina intentando rebajar siempre el consumo lo que le lleva a aprovechar la propulsión eléctrica al máximo. Circulando a velocidad estable, el chivato en la instrumentación que anuncia el modo eléctrico se activa con bastante asiduidad aunque en ocasiones, el motor térmico sigue funcionando, a un régimen bajo, para cargar la batería. Sin ser un eléctrico de autonomía extendida, en ocasiones da la sensación de que trabaje como uno de ellos en determinadas situaciones. El consumo, por tanto, es bajo si dejamos que el coche ruede a su libre albedrío y no le exigimos aceleraciones o recuperaciones fulgurantes pero se eleva de manera notable si intentamos practicar una conducción deportiva. En ese caso, el motor eléctrico echa una mano a su colega térmico pero éste acusa su naturaleza multiválvula y exige regímenes elevados para dar lo mejor de sí, lo que se traduce en unos consumos que se disparan hasta los 10 litros. Se trata, por tanto, de una gran berlina de viaje para aquellos a los que no les guste mancharse las manos cada vez que reposten gasoil. El confort, el silencio de marcha, la amplitud del habitáculo y el completo equipamiento serán sus principales virtudes junto a unos consumos de diesel... a precio de gasolina, eso sí. El coche cuenta con la garantía Kia de 7 años. La garantía incluye también todo el sistema eléctrico y la batería.
Yo tengo un kia optima,y el acabado interior no difiere muxo d un clase c de mercedes.m han parado varias veces,para poder acercarse a ver el coxe(eso no me ha pasado con un audi q tenia).sinceramente,es la mjor compra q he podido hacer,el coxe es una maravilla.estamos muy ekivocados los europeos con el royo bmw,audi,mercedes,eso ya a pasado ala historia.el optima va ekipado hasta los dientes