Urbano por naturaleza
El segmento de los utilitarios está en alza. Bien sea porque resultan prácticos para moverse por las urbes o porque, generalmente, son más económicos que otros modelos de mayor tamaño, el caso es que la demanda crece y con ella la oferta. El Kia Picanto es uno de esos vehículos que encuentran su hábitat natural en las ciudades. Compacto, ágil y, en este caso, con un motor 1.1 de gasolina de ajustado consumo y unas emisiones contaminantes por debajo de los 120 g/km que le permiten "librarse" del impuesto de matriculación. Algo que repercute positivamente en su precio final, 10.975 euros las versión más cara, y que, sin duda, apreciarán sus potenciales compradores.
A principios de año, el Picanto recibió una profunda renovación que sirvió, entre otras cosas, para actualizar su imagen. Ahora luce un frontal más estilizado con una nueva parrilla en la que destacan en gran logotipo de la marca y dos bandas cromadas sobre un fondo negro en forma de nido de abeja. Los grupos ópticos también son de nuevo diseño, mientras que el paragolpes muestra una toma de refrigeración de generosas dimensiones flanqueada por unos redondos faros antiniebla. Los espejos retrovisores, acorde con la tendencia de segmentos superiores, integran los indicadores de dirección.
El Picanto aprovecha bastante bien el espacio interior que le dejan los 3,54 metros de longitud de la carrocería, o mejor dicho, los 2,38 metros de su batalla. Así que cuatro adultos no tendrán problema para acomodarse en su habitáculo. Los asientos, sin ser un prodigio en comodidad, son correctos para un coche de su precio y categoría. Lo mismo ocurre con los acabados. Los plásticos del salpicadero son duros, sin embargo están bien rematados y en su conjunto son agradables a la vista y tampoco desmerecen al tacto. Los mando tiene una ubicación adecuada para facilitar su uso al conductor. En cuanto a la capacidad de carga, el maletero dispone de 155 litros, pero siempre se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros.
Aunque el Kia Picanto también está disponible con un motor diesel 1.1 CRDi de 75 CV, en este caso el elegido para la prueba ha sido el bloque de gasolina de 1.1 litros y 65 CV de potencia. Es un motor suave que se muestra voluntarioso desde el inicio de la marcha y hasta medio régimen, porque a partir de ahí ya no responde con la misma alegría a las órdenes del acelerador. Sus 65 caballos los entrega a 5.600 revoluciones por minuto y alcanza una velocidad máxima de 154 kilómetros por hora. El consumo medio registrado fue de 5,9 litros a los 100 kilómetros.
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Si a sus compactas medidas le añadimos un motor rápido en su respuesta y una dirección de tacto agradable, el resultado se deja sentir en la facilidad de manejo y en la agilidad a la hora de callejear que ofrece el Picanto. Bien es verdad que no ofrece una sensación tan grata como el Opel Agila o el Mazda 2, pero el coreano cumple y también es más barato. Claro que fuera de la ciudad encuentra pronto sus limitaciones. En autopista puede mantener un ritmo de acuerdo a los límites de velocidad establecidos pero habrá que llevarlo alto de vueltas, con la consiguiente penalización en consumo y en sonoridad. En carreteras secundarias con repechos y tramos virados es necesario recurrir con frecuencia al cambio para que no se venga a bajo y por otro lado, la suspensión tirando a blanda no ayuda a contener los balanceos de la carrocería si se quiere rodar a una velocidad algo más elevada que la habitual en ciudad.
El Picanto cuenta con los elementos de seguridad activa y pasiva propios de un vehículo de su categoría. De serie ofrece airbags delanteros para conductor y acompañante, aunque en el acabado más alto de la gama: Emotion, también están disponibles los airbags laterales. Este acabado y solo con la motorización de gasolina puede incorporar el Control de Estabilidad, ESP, mientras que el ABS con distribución electrónica de la frenada viene de serie en toda la gama.
El Kia Picanto es un utilitario más dentro de la actual oferta del mercado. Quiere esto decir que no destaca especialmente por nada, al margen de que el nivel de emisiones contaminantes que logra con la motorización de gasolina está por debajo de 120 g/km y por tanto está exento de pagar el impuesto de matriculación. Por lo demás, como se indica más arriba, es un coche ágil y con una buena respuesta del motor hasta medio régimen